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EL SIGNIFICADO PAPISTA DE LA MISA

 

Según el dogma oficial de la iglesia católica romana en las misas se repite el mismo sacrificio del Mesías Jesús  en la cruz, el cual es ofrecido en oblación a Dios por el sacerdote, en forma de galleta y de copa de vino, y esto miles de veces, todos los días del año. Este “sacrificio de la misa” es llamado por el catolicismo papista “Eucaristía”.

En este estudio bíblico usted va a conocer toda la verdad sobre este crucial asunto, le voy a demostrar con el verdadero Evangelio, de forma clara y sencilla, que la Eucaristía católica es una espantosa doctrina de Satanás, una repugnante doctrina falsa y de hechiceros que ha engañado y engaña a las naciones, cumpliéndose así la impresionante profecía del Apocalipsis, la cual dice lo siguiente sobre la iglesia apóstata de Roma, la gran ramera: "...pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones." (Ap.18:23).

Lo que he dicho anteriormente lo vamos a comprobar en las siguientes palabras que he tomado de la siguiente Web católica romana: http://www.panvivo.com.ar/Quees/quees6.htm

"La Eucaristía es sacramento porque el Mesías se nos da como alimento para el alma, y es sacrificio porque se ofrece a Dios en oblación.
La Misa es el mismo sacrificio de la cruz, con todo su valor infinito.
En él se cumplen todas las características del sacrificio, el sacerdote, y la víctima son el mismo el Mesías, quien se inmola con el fin de darle gloria de Dios. No es una representación, sino una renovación, del sacrificio de la cruz. En cada una se repite el sacrificio de la cruz , la única diferencia es que se realiza de forma incruenta, sin derramamiento de sangre. La Misa es el perfecto sacrificio porque la víctima es perfecta.
La Santa Misa tiene dos elementos: el Mesías ofrece su vida para rescatarnos del pecado, pues con su muerte espía nuestros pecados y es el Mesías mismo quién se ofrece al Padre y une a su sacrificio al nuestro."

Miles de sacerdotes papistas afirman ofrecer en oblación (sacrificio) al propio Mesías, en forma de galleta, a la que llaman “Hostia”. Según el dogma oficial del catolicismo esa galleta (Hostia) se trata del propio Mesías, ¡con su cuerpo, alma y divinidad!, como podemos ver en las siguientes palabras que he tomado del jesuita Jorge Loring, un famoso sacerdote español. En su libro"para salvarte" leemos lo siguiente: "...El sagrario es lo principal de la Iglesia; aunque a veces no está en el altar mayor. El sagrario es una especie de casita, con su puerta y con su llave. ALLÍ ESTÁ JESUEL MESÍAS, y por eso, al lado hay encendida una lamparita. Siempre que pasemos por delante, debemos poner la rodilla derecha en tierra, en señal de ADORACIÓN, lo mismo si está reservado que si está expuesto . Las imágenes merecen nuestra veneración y respeto porque están en lugar del Señor, de la Virgen y de los Santos, a quienes representan. Son sus retratos, sus estatuas. Pero LO QUE HAY EN EL SAGRARIO NO ES UN RETRATO O ESTATUA DE JESUEL MESÍAS, SINO EL MISMO JESUEL MESÍAS , VIVO, PERO GLORIOSO: COMO ESTÁ AHORA EN EL CIELO." Estas palabras del sacerdote papista español Jorge Loring las puede leer en esta Web: http://personal.iddeo.es/jorgeloring/eucaristia.html

¿Se puede decir una blasfemia más espantosa que esa? Según esos falsos profetas papistas, ellos tienen el poder de CREAR AL HIJO DE DIOS, y meterlo en esa cajita llamada "sagrario", para que sea adorado por la gente, ¡hasta ese punto el ser humano es engañado por la gran ramera romana!, la cual engaña a todas las naciones con esa doctrina de hechiceros tan abominable y repugnante, a la que llaman “Eucaristía”.

Veamos ahora las siguientes ilustraciones que he copiado de una página web católica.

En la ilustración de la derecha vemos al sacerdote papista, o falso profeta, elevado en el altar, y levantando la Hostia, o falso Mesías, para ofrecerla de nuevo en sacrificio a Dios. Observe la imagen del muñeco crucificado, esto significa que el cura papista está ofreciendo en sacrificio a Dios al propio Mesías, pero en forma de galleta.

Observe ahora esta imagen de abajo. En ella aparece el falso Mesías (la Hostia) metido en un relicario de oro y piedras preciosas, ¡los mismos adornos lujosos que tiene la gran ramera romana! (Ap.17:4). En ese relicario colocan al falso Mesías, y ahí lo guardan, para que la gente que ignora la verdad LO ADORE, como si del propio Dios se tratara (pura idolatría de la peor especie). En esta foto los papistas idólatras ya no se cortan un pelo, pues abajo podrá leer perfectamente la palabra "JESUEL MESÍAS", ¡de esta forma tan clara el catolicismo papista está diciendo al mundo que esa galleta redonda es el mismísimo Señor Jesús , el Mesías!, ¡qué terrible blasfemia!

 

 

 

REFUTACIÓN BÍBLICA DE LA MISA PAPISTA

 

Toda esa enseñanza del catolicismo papista sobre el dogma de la Eucaristía es una aberración doctrinal y una vulgar doctrina de demonios enseñada por los apóstatas de la fe (1Tm.4:1), y lo que es peor, ¡es un rechazo frontal del verdadero Evangelio!, ¿por qué?, pues por lo siguiente:

 

1. La verdadera doctrina cristiana expuesta en el Nuevo Testamento enseña de forma clara irrefutable que el sacrificio del Mesías fue un SACRIFICIO ÚNICO E IRREPETIBLE, PARA LA REMISIÓN DE LOS PECADOS, Y DONDE HAY REMISIÓN DE LOS PECADOS, YA NO HAY MÁS OFRENDA (SACRIFICIO) POR LOS PECADOS, por lo tanto, ¡el Dios Padre ya no acepta otras ofrendas u oblaciones para la remisión de los pecados!, pues el sacrificio del Mesías fue PERFECTO, ÚNICO E IRREPETIBLE, leamos las siguientes citas de la epístola a los Hebreos para comprobar lo que he dicho:

"Jesús  FUE OFRECIDO UNA SOLA VEZ para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan". (Heb.9:28).

“En esa voluntad somos santificados mediante LA OFRENDA DEL CUERPO DE JESÚS , EL MESÍAS, HECHA UNA VEZ PARA SIEMPRE. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero el Mesías, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.” (Heb.10:10-14).

"Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda (sacrificio) por el pecado." (Heb.10:18).

 

2. En esas claras palabras de la epístola a los Hebreos se dice bien claro que la ofrenda u oblación del cuerpo del Mesías fue ÚNICA E IRREPETIBLE, NO EXISTIENDO POR TANTO MÁS OFRENDA POR EL PECADO, Por consiguiente, ofrecer o repetir de nuevo el sacrificio del Mesías (como hacen los sacerdotes papistas millones de veces en sus misas) es una espantosa blasfemia anticristiana, y un rechazo frontal del único y suficiente sacrificio del Mesías que quita el pecado del mundo. Cuando los falsos profetas del catolicismo papista, es decir, los sacerdotes papistas (y en primer lugar el pontífice romano), levantan en el altar de la misa la galleta, y dicen estas palabras: "este es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo", y seguidamente lo ofrecen al Dios Padre como sacrificio u oblación, eso que hacen es una de las mayores aberraciones y blasfemias satánicas que los tipos más embusteros puedan hacer, ya que lo que están haciendo esos sacerdotes es levantar con sus impías manos un FALSO EL MESÍAS, lo cual ya fue predicho por el verdadero Mesías, que dijo lo siguiente: "y si os dicen que ahí está el Mesías, no les creáis, porque se levantarán falsos cristos…"(Mt.24:23.24).

 

3. Esa ceremonia anticristiana y blasfema del sacrificio de la misa o Eucaristía no tiene que ver absolutamente nada con la verdadera Cena del Señor instituida por el Mesías, la cual es simplemente un RECORDATORIO O MEMORIAL de la muerte del Mesías, ¡no una repetición del sacrificio del Mesías!. Leamos las propias palabras del Mesías Jesús : "Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria (recuerdo) de mí." (Lc.22:19). ¿Lo ha leído bien?, el propio Mesías dijo bien claro que al comer el pan lo hacemos en recuerdo o memoria suya, ¡no como repetición o renovación de su sacrificio!. Y el apóstol Pablo, hablando de la Cena del Señor, dijo bien claro que cuando la tomamos, LA MUERTE DEL SEÑOR ANUNCIAMOS, HASTA QUE ÉL VENGA: "Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga." (1Co.11:25-26).

¡Esa es la verdadera Cena del Señor!. Los verdaderos cristianos, cuando toman del pan y de la copa de vino, lo hacen en recuerdo o memoria del Mesías, anunciando esa muerte única e irrepetible del Señor para la remisión de nuestros pecados, hasta que él venga del cielo, para salvar a los que le esperan (Heb.9:28). Observe como en esas palabras del Mesías y del apóstol Pablo no se dice por ninguna parte que la Cena del Señor sea una repetición o renovación del sacrificio del Mesías, ¡sino que es un memorial o recuerdo del sacrificio del Mesías!, un memorial o recuerdo es algo muy diferente a la repetición, ¿lo entiende?. Los verdaderos cristianos, al comer el pan y beber de la copa, anunciamos o proclamamos (no repetimos) la muerte única e irrepetible del Mesías Jesús , para la remisión de los pecados, hasta que él regrese del cielo. Sin embargo, el magisterio apóstata de la iglesia católica papista (la gran ramera) lo que ha hecho durante siglos es pervertir esta sencilla enseñanza del Mesías Jesús  y del apóstol Pablo sobre la Cena del Señor, inventándose un "sacrificio de la misa", donde millones de veces los sacerdotes papistas ofrecen repetidamente en sacrificio en el altar al propio Mesías, en forma de galleta. No es extraño que el Apocalipsis diga lo siguiente en referencia a las doctrinas falsas de la gran ramera romana:   "...pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones." (Ap.18:23).

 

¿QUÉ SIGNIFICA COMER DEL PAN Y BEBER DE LA COPA INDIGNAMENTE?

El apóstol Pablo escribió lo siguiente a los cristianos de la ciudad de Corinto: “De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.” (1Co.11:27-29).

¿Qué significan esas palabras del apóstol Pablo?

El magisterio falso de la gran ramera romana (el catolicismo romano) ha pervertido esas palabras del apóstol Pablo, dando una interpretación totalmente perversa y retorcida, para apoyar su doctrina abominable del sacrificio de la misa o Eucaristía. Según el magisterio católico romano en esas palabras Pablo estaba enseñando la doctrina abominable de la “transustanciación”, diciendo que el pan y el vino se convierte o transmuta realmente en el cuerpo y la sangre del Señor. Veamos cuan falsa es esa interpretación papista, y cual es el verdadero significado de esas palabras de Pablo:

1. El apóstol Pablo estaba recordando a los cristianos de Corinto las palabras del Mesías respecto al Memorial de su muerte (1Co.11:23-26, Lc.22:19). Observe que Pablo no les dijo que ellos tenían que repetir en las misas ese sacrificio del Mesías, sencillamente les dijo que dicha ceremonia era un RECORDATORIO o memorial de su muerte. ¡Ningún “sacrificio de la misa” fue enseñado jamás por el Mesías ni por Pablo!.

2. Seguidamente Pablo menciona el comer el pan y beber de la copa indignamente, ¿qué significa esto?, sencillamente significa no discernir el CUERPO DEL SEÑOR (1Co.11:29). Y según el apóstol Pablo, ¿cuál es el cuerpo del Señor?, ¿dijo Pablo que el cuerpo del Señor fuera el pan?, ¡de ninguna manera! Pablo dijo bien claro que el cuerpo del Mesías son los verdaderos cristianos, la Iglesia: “Siendo uno solo el pan, NOSOTROS, CON SER MUCHOS, SOMOS UN CUERPO; pues todos participamos de aquel mismo pan" (1Co.10:17).

"VOSOTROS, PUES, SOIS EL CUERPO DEL MESÍAS, y miembros cada uno en particular" (1Co,12:27).

“a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo del Mesías” (Ef.4:12).

3. Por consiguiente, no discernir o entender el cuerpo del Señor significa no reconocer o entender que todos los cristianos verdaderos somos el cuerpo del Mesías, el cual está siendo edificado durante esta era, y quien en la Cena del Señor no discierne o comprende esto, entonces está tomando indignamente del pan y del vino. Obviamente esas palabras del apóstol Pablo NO significan creer en la diabólica doctrina papista de la transustanciación, es decir, no significa creer que el pan se convierte literalmente en el cuerpo del Mesías, y el vino en sangre, sino que significa NO CREER QUE LOS CRISTIANOS SOMOS EL CUERPO DEL MESÍAS: "La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre del Mesías? El pan que partimos, ¿no es la COMUNIÓN DEL CUERPO del Mesías? (1Co.10:17). Pablo lo dijo bien claro: en la Cena del Señor el CUERPO del Mesías ha de tener una COMÚN-UNIÓN (comunión), y ese cuerpo del Mesías son los verdaderos cristianos, es decir, la IGLESIA. Pablo dijo que somos muchos miembros, pero UN SOLO CUERPO. En la Cena del Señor no se reúnen los verdaderos cristianos para comernos literalmente el cuerpo del Mesías en forma de galleta, ni para bebernos literalmente su sangre, ¡eso es una abominable blasfemia papista!. Los verdaderos cristianos no son caníbales, ni vampiros bebedores de sangre. En la Cena del Señor se reúnen los verdaderos cristianos para tener COMÚN-UNIÓN (comunión) UNOS CON OTROS, se come del pan y se bebe de la copa de vino para RECORDAR la muerte única e irrepetible del Mesías Jesús . Utilizar ese pasaje de Pablo para enseñar la doctrina de que quien no cree en la doctrina de la transustanciación está tomando juicio para sí, es una repugnante y diabólica perversión de las palabras de Pablo.

 

EL VERDADERO SIGNIFICADO DE “COMER” LA CARNE DEL MESÍAS Y “BEBER” SU SANGRE

 

Ahora vamos a analizar las palabras del Mesías Jesús , registradas en Juan 6. Este pasaje, aunque no tiene que ver nada con la Cena del Señor, la cual fue instituida por el Señor varios años después, es sin embargo utilizado por todos los papistas para apoyar la doctrina falsa y anticristiana de la Eucaristía.

El Mesías Jesús  dijo que para tener vida eterna tenemos que comer su carne, y beber su sangre:

"Jesús  les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él." (Jn.6:53-56).
La interpretación que el papismo católico romano hace de esas palabras del Mesías es totalmente falsa, retorcida y herética. Según esa secta católica, ramera y anticristiana esas palabras del Mesías hemos de entenderlas de forma LITERAL, es decir, según el magisterio de esa secta católica romana tenemos que comer literalmente la carne del Mesías, y beber su sangre de forma literal cuando en la misa se toma la "sagrada comunión". Por lo tanto, -según el papismo- ¡el Mesías nos enseñó a ser CANÍBALES Y VAMPIROS BEBEDORES DE SANGRE!, ¿es eso lo que enseñó el Mesías?, ¡de ninguna manera!, semejante interpretación literal que ofrece el papismo es una espantosa aberración y perversión de la enseñanza del Mesías Jesús !. Veamos la falsedad de esa interpretación papista:
 

1. Esa expresión de "comer” la carne del Mesías y “beber” su sangre es un HEBRAÍSMO, es decir, una figura literaria judía, una METÁFORA, que significa CREER FIRMEMENTE QUE JESÚS  ES EL VERDADERO MESÍAS Y EL HIJO DEL DIOS VIVIENTE, como veremos más adelante.

2. Esta figura literaria utilizada por el Mesías la utilizó también el rey David, cuando dijo lo siguiente: "¿He de beber yo la sangre de los varones que fueron con peligro de su vida?" (2.ª Samuel 23:17). Tres de los amigos de David le oyeron expresar su gran deseo por beber agua del pozo de Belén. Con gran peligro, estos hombres atravesaron las avanzadas de los filisteos y le llevaron el agua. Cuando David se enteró de que estos hombres arriesgaron sus vidas de tal forma, rehusó beber del agua diciendo "¿HE DE BEBER YO LA SANGRE de los varones que fueron con peligro de su vida?" Nadie en su sano juicio diría que el agua era literalmente la sangre de esos varones, ¿verdad?. Lo que hizo David es utilizar un HEBRAÍSMO, es decir, una expresión en forma figurada. De la misma manera la Biblia menciona en forma figurada el acto de comer un cuerpo, beber sangre o de tener hambre y sed de justicia, etc. Todas estas expresiones son usadas en la Biblia de forma SIMBÓLICA, no literal. Exactamente lo mismo hizo el Mesías Jesús  cuando habló de “comer” su cuerpo o “beber” su sangre.

3. Veamos ahora como esa expresión de "comer la carne del Mesías y beber su sangre" significa CREER QUE ÉL ES EL VERDADERO MESÍAS Y EL HIJO DE DIOS. Leamos las propias palabras del Mesías, en Juan capítulo 6.
"Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús  y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos?" (Jn.6:28-29).
"Jesús  les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis." (Jn.6:35-36).
"Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero." (Jn.6:40).
"De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida." (Jn.6:47).
"El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús  sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar." (Jn.6:63-64).
"Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente." (Jn.6:69).
En todos esos pasajes anteriores se enseña claramente que "comer la carne del Hijo del Hombre y beber su sangre" es sinónimo de IR AL MESÍAS JESÚS  Y CREER EN ÉL, y así es como precisamente lo entendió el apóstol Pedro, al decir que él es el Mesías y el Hijo del Dios viviente (Jn.6:69).

4. Y ahora voy a citar las siguientes palabras del Mesías que encontramos en el versículo 58 "Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente." En ese pasaje el Mesías dijo que él es el verdadero Pan que descendió del cielo, y seguidamente dijo: "NO COMO VUESTROS PADRES COMIERON EL MANÁ, Y MURIERON". Estas palabras del Mesías destrozan definitivamente la interpretación falsa que la secta católica papista hace de estas palabras del Mesías, ya que él dijo que dicho Pan que ha descendido del cielo (el Mesías mismo) NO SE COME DE LA MISMA MANERA QUE LOS HEBREOS COMIERON EL MANÁ EN EL DESIERTO, dicho en otras palabras, NO ES UN PAN LITERAL QUE SE COMA POR LA BOCA, como se comía el pequeño maná en el desierto, sino que es un PAN ESPIRITUAL que el Padre envió del cielo, y se come cuando CREEMOS verdaderamente en Jesús  como el verdadero Mesías y el Hijo de Dios (Jn.6:69).

LA DIABÓLICA INTERPRETACIÓN ROMANA DE JUAN 6:52

 

El magisterio apóstata católico romano siempre esgrime las palabras registradas en Juan 6:52. para decir que los discípulos del Mesías se escandalizaron de esas palabras del Mesías, y entendieron esas palabras de “comer la carne del Mesías y beber su sangre” de forma literal.

Veamos lo falsa y retorcida de esas interpretación papista:

 

1- No fueron sus discípulos quienes se escandalizaron de esas palabras del Mesías, sino que fueron sus ENEMIGOS JUDÍOS: “Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo. Y decían: ¿No es éste Jesús , el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?” (Jn.6:41-42).

 

2. Es cierto que en Juan 6:60 leemos que sus “discípulos” murmuraban de esas palabras del Mesías, y les parecían duras, sin embargo, esos “discípulos” del Mesías no eran verdaderos discípulos suyos, porque NO CREÍAN EN ÉL: “Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús  sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar” (Jn.6:64). Esos falsos discípulos que no creían en él sencillamente rechazaban que él fuera el Mesías verdadero y el Hijo de Dios, algo que sí creían los verdaderos discípulos del Mesías, como Pedro (Jn.6:69).

 

3. Por consiguiente, el asunto en cuestión no es que esos judíos o falsos discípulos rechazaran la interpretación literal de “comer” la carne del Mesías, y “beber” su sangre, sino que ellos rechazaban que Jesús  fuera el verdadero Mesías y el Hijo de Dios, ya que esto es lo que significa “comer” la carne del Mesías y “beber” su sangre, como demostré más arriba. De modo que la interpretación que ofrece el magisterio del catolicismo papista es totalmente falsa y retorcida, inventada solamente para apoyar la abominable y anticristiana doctrina de la Eucaristía, y hacernos creer que dichas palabras del Mesías, registradas en Juan 6, hemos de entenderlas en sentido literal, afirmando que el vino se convierte literalmente en la sangre del Mesías, y que el pan se convierte literalmente en su carne, algo que, evidentemente, es completamente falso, porque ¡ningún cambio de sustancia ocurre en el pan y en el vino "consagrado" que se ofrece en las misas!, ya que el pan sigue siendo pan, y el vino sigue siendo vino, sin embargo, en la MENTE de los papistas el engaño satánico es tal, que les hacen creer que ese pan ya deja de ser pan, y ese vino ya deja de ser vino en las manos del impío sacerdote, el cual, en el colmo de la blasfemia más espantosa, ¡pretende crear al propio Hijo de Dios!, transformando en el altar de la misa esos elementos en el propio Mesías, con su cuerpo, alma y divinidad!, y demostrando así el espíritu DIABÓLICO, BLASFEMO Y HECHICERO que tiene la gran ramera romana, la cual engaña a todas las naciones con esa doctrina de hechiceros tan abominable, falsa y repugnante:   "...pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones." (Ap.18:23).

 

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