TESIS 9

LOS MUERTOS VOLVERÁN A VIVIR CUANDO RESUCITEN

 

 

Los muertos están en los sepulcros, tal como enseñó el Señor Jesús, el Ungido: "Vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida, mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación" (Jn.5:28-29).
Por consiguiente, el Señor dice bien claro que los muertos están en los sepulcros, en otras palabras, ¡¡ellos no están vivos en ningún "más allá"!!. Todos los muertos, justos e injustos, despertarán cuando resuciten. Observe que los que están en los sepulcros son las PERSONAS muertas, no solo sus cuerpos, por lo tanto, la doctrina de que los muertos están vivos en un "más allá" es totalmente demoníaca. Si Jesús dijo que los muertos están en los SEPULCROS es absolutamente IMPOSIBLE que estén vivos en algún otro sitio.
Observe también que Jesús dijo que los muertos vivirán cuando RESUCITEN, por lo tanto, ¡hay vida después de la muerte!, pero esa vuelta a la vida ocurrirá únicamente cuando los muertos resuciten. Por consiguiente, la doctrina de que la muerte es un despertar a la otra vida, tan popular entre todas las religiones falsas del mundo, es totalmente DIABÓLICA.
El propio Dios dice que el ser humano es POLVO, y vuelve al polvo de la tierra cuando muere (Gen.3:19), en otras palabras, cuando morimos DEJAMOS DE EXISTIR, ya que volvemos a la misma condición de INEXISTENCIA que Adán tenía antes de que Dios lo creara del polvo de la tierra. Cuando Dios le dio la vida a Adán, este se convirtió en UN ALMA VIVIENTE (Gen.2:7), después este alma pecó y MURIÓ (Gen.2:17). Por lo tanto, el alma no es inmortal, sino MORTAL, porque peca (Ez.18:4, 20), sin embargo, Satanás está engañando al mundo entero (Ap.12:9), por medio de las religiones falsas, y especialmente por medio de la cristiandad apóstata, enseñando que el alma no muere, sino que sigue viva en un "más allá".
El Señor dice:
"El alma que peque, esa morirá" (Eze.18:4,20). Si el alma fuera inmortal (como enseñan los falsos maestros) entonces el Señor sería un mentiroso al decir que muere.
Jesús dijo que su alma estaba triste hasta la muerte:
"38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo" (Mt.26:38). Dicho en otras palabras, el propio Jesús estaba sufriendo una gran tristeza, hasta que llegara la hora de su muerte. Si el alma fuera inmortal, Jesús HABRÍA MENTIDO.
Jesús dijo que vino para dar su ALMA (su vida) en rescate de muchos:
"45 Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida (alma) en rescate por muchos." (Mr.10:45). La palabra griega traducida por "vida" es psijé, que también es traducida por ALMA. El alma es el ser vivo, la persona. Ahora bien, si el alma fuera inmortal, ¡¡entonces Jesús no habría dado su alma o vida en rescate!!, es decir, NO HABRÍA MUERTO, y no existiría la redención por su sangre. Por lo tanto, la doctrina de la inmortalidad del alma es absolutamente DIABÓLICA,¡es un ataque frontal contra el Evangelio!, sin embargo, es una doctrina enseñada por la inmensa mayoría de aquellos que se hacen llamar "cristianos".
Fue el diablo quien engañó a Eva, diciendo que, si pecaban, no morirían, es decir, serían inmortales (Gen.3:4).La doctrina de la inmortalidad del alma la originó hace milenios el propio Satanás. Esta mentira diabólica se propagó por el mundo, y hoy la enseñan miles de falsos profetas y de falsos maestros que se hacen pasar por ministros del Ungido, pastores y evangelistas.
El Señor dice claramente en su palabra que los muertos duermen, sin embargo, la cristiandad desviada enseña que solo duerme el cuerpo en el sepulcro, no el alma. Pues bien, observe lo que dijo Jesús:
"Lázaro duerme" (Jn.11:11), entonces Jesús fue al sepulcro y le despertó o resucitó.
El Señor no dijo que solo durmiera el cuerpo de Lázaro, ¡sino Lázaro! El resucitó a Lázaro, no solo su cuerpo. Por lo tanto, es la PERSONA la que duerme en el sepulcro, no solamente su cuerpo.
Lázaro estuvo cuatro días muerto; si el alma sobreviviera a la muerte y fuera a un "más allá", no hay duda que Lázaro hubiera contado esa gran experiencia espiritual, quedando registrado su testimonio en el Evangelio, para la edificación del pueblo de Dios. Sin embargo, ¡Lázaro no contó absolutamente nada! ¡¡Lázaro nunca estuvo en un maravilloso "más allá"!!, ya que su alma no sobrevivió a la muerte, pues el alma MUERE.
Muchos "maestros de la Biblia" enseñan que el alma no resucita, porque ellos dicen que no muere, sin embargo, la palabra de Dios dice que el alma muere, por tanto, resucita. Por eso es que, en Apocalipsis 20:4, leemos que Juan vio las almas de los mártires cristianos resucitadas:
"Y vi las ALMAS... volvieron a vivir (resucitaron) y reinaron con Jesús mil años". Por lo tanto, es el ALMA, la persona, lo que resucitará, porque el alma MUERE.
Observe bien, si los muertos volverán a vivir cuando resuciten, significa que ellos no están vivos en ningún lugar. Si los muertos ya estuvieran vivos, entonces no tendría sentido que la Escritura diga VOLVIERON A VIVIR, si ellos ya están vivos, ¿para qué van a volver a vivir? Los muertos volverán a vivir (resucitarán) porque ahora no están vivos en ningún sitio.
Jesús dijo bien claro que los muertos vivirán, ¡en tiempo futuro!
"Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mi, aunque esté muerto, VIVIRÁ" (Jn.11:25), si los muertos ya estuvieran vivos en un "más allá", entonces Jesús NUNCA habría dicho esas palabras, sino que habría dicho algo como esto: "el que cree en mi, aunque esté muerto, no está muerto de verdad, sino que sigue vivo en el más allá". Por lo tanto, los "cristianos" que enseñan la doctrina de la inmortalidad del alma, es decir, la doctrina de que el alma sobrevive a la muerte, NO SON cristianos.
La Biblia dice bien claro que los muertos duermen en el polvo de la tierra (Dn.12:2, Jn.11:11, Hch.7:60, 1Co.11:30, 15:20, 1Ts.4:13-14, 5:10), y, como ya hemos visto, es la persona quien duerme en el sepulcro, ¡¡no solamente su cuerpo!!.
La palabra de Dios lo que hace es utilizar el símil de la dormición para enseñar que los muertos resucitarán con toda certeza. Cuando dormimos, despertamos después. De igual forma, cuando alguien muere, que tenga la seguridad de que Dios le despertará el día de la resurrección.
Es interesante saber que, para Dios, los muertos no duermen, sino que viven (Lc.20:38), ¿por qué? por la sencilla razón de que Dios ve el futuro, y, por tanto, él ve a todos los muertos resucitados y vivos (Lc.20:35-37).

 

LOS MUERTOS SE REFIERE A LAS PERSONAS MUERTAS

 

Muchos falsos maestros enseñan que en la Biblia los muertos siempre se refiere a los cuerpos, sin embargo, eso un disparate de marca mayor, además de una majadería elevada a la décima potencia. En la Biblia cuando se habla de los muertos siempre se refiere a las PERSONAS muertas. Por ejemplo, cuando Dios le dijo a Adán: "mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás." (Gen.2:17). ¿A quien le estaba hablando Dios, solo al cuerpo de Adán, o a Adán?, ¡Dios le estaba hablando a ADÁN, y no solo a su cuerpo, es decir, era ADÁN, la PERSONA de Adán, quien moriría si pecaba. Por lo tanto, decir que cuando la Biblia habla de los muertos se refiere solo a sus cuerpos es una mentira tan grande y estúpida, que solo los mayores apóstatas la pueden enseñar.

Otro ejemplo lo tenemos en estas palabras de Jesús:

"No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación." (Jn.5:28-29).

En ese pasaje Jesús estaba hablando de los que están en los sepulcros, es decir, de los muertos. Él no se estaba refiriendo solo al cuerpo mortal, sino a los MUERTOS, es decir, a las personas muertas.

En Ezequiel 18:4, 20 el Señor dice que el ALMA que peque, esa morirá. En este pasaje vemos una vez más que no se está refriendo solamente al cuerpo, sino a las ALMAS, es decir, a las PERSONAS, ya que según la Biblia, el ser humano es un ALMA VIVIENTE (Gen.2:7). La persona o alma que peque, esa morirá. El espíritu del hombre no es la persona (el alma), sino la ENERGIA que da la vida a la persona. Esto lo vemos claramente en Génesis 2:7, en este pasaje se dice bien claro que IEVE creó al hombre del polvo de la tierra, después insufló en su nariz el ALIENTO DE VIDA (el ruaj o espíritu) y Adán se convirtió en un alma (nefesh) viviente. Por lo tanto, la persona es el ALMA, la nefesh, mientras que el espíritu es el ruaj, el aliento o energía que nos da la vida, y es esa energía o espíritu (no el alma) la que regresa a Dios cuando morimos (Ecle.12:7).

En fin, decir que cuando la Biblia habla de los muertos solo se refiere al cuerpo es una mentira del mismísimo diablo, la cual, curiosamente, los papistas y los mal llamados "evangélicos" son los que más repiten y repiten esa mentira satánica, ¿por qué será?

Los falsos maestros enseñan que el espíritu del hombre no es la energía impersonal del hombre. Sin embargo, en pasajes como Génesis 2:7 se enseña bien claro que el espíritu (ruaj) que Dios insufló en el cuerpo de Adán era la ENERGIA que dio la vida a Adán. El espíritu de Adán no era la persona de Adán, sino la energía o fuerza vital que dio la vida a Adán. Lo que sucede es que esos falsos maestros no saben distinguir entre los espíritus inmundos, y el espíritu del hombre. Los espíritus inmundos son los demonios, mientras que el espíritu del hombre es la energía (ruaj) que da la vida al hombre. El espíritu del hombre siempre está dispuesto, porque es la ENERGIA que Dios puso dentro de nosotros, y esa energía no se cansa ni agota, pues la energía que hay en el hombre no es una persona, sino la fuerza que da la vida a la persona. El error de los papistas y los evangélicos es que ellos confunden el espíritu del hombre con el hombre, cuando son dos cosas muy diferentes. El espíritu del hombre es la RUAJ en hebreo, es decir, el aliento o fuerza de vida, y el hombre es el NEFESH, es decir, el ALMA VIVIENTE (Gen.2:7). Es el aliento de vida o ruaj lo que da la vida al hombre y le convierte en un alma viviente, ¿ha quedado ya claro?

Esos falsos maestros también suelen citar 1Tesalonicenses 4:17 y dicen que ese pasaje se refiere solamente al cuerpo resucitado de los santos, sin embargo, eso es mentira, en ese pasaje se está hablando claramente de los SANTOS RESUCITADOS, es decir, de las personas resucitadas, y no solo de sus cuerpos resucitados, y dice bien claro que estaremos con el Señor para siempre cuando ÉL VENGA EN GLORIA y seamos arrebatados. La doctrina de que los santos van con el Mesías Jesús cuando mueren repito que es una gran mentira, es un FALSO EVANGELIO. Los santos estarán con Jesús solamente cuando él venga en gloria y seamos transformados de mortal a inmortalidad. Es increíble y patético como los apóstatas papistas y evangélicos pervierten la Palabra de Dios y predican un falso evangelio muy diferente al que predicaban los apóstoles de Jesús.

Los falsos maestros que predican esa mentira satánica de que los muertos están vivos suelen decir que el alma no se ve físicamente. Eso es otra burda mentira iglesiera y una gran falsedad del papismo y de sus hijas, las sectas "evangélicas", porque resulta que en Génesis 2:7 se dice bien clarito que Adán era UN ALMA VIVIENTE, ¡¡Y ADÁN ERA UNA PERSONA FÍSICA QUE SE VEÍA!!, él no era un ente invisible, sino una persona de carne y huesos que se veía físicamente, por lo tanto, EL ALMA POR SUPUESTO QUE SE VE Y SE PUEDE TOCAR, ya que el alma es simplemente el ser viviente, la persona viviente (Eze.18:4, 20, etc.).

Obviamente esos falsos maestros siempre mencionan el pasaje de Lucas 23:43, sin embargo, este pasaje ya lo he comentado en este libro de las 21 tesis. Jesús y ladrón arrepentido no fueron al Paraíso (el tercer cielo) cuando murieron, porque después de resucitar Jesús dijo bien claro que AUN NO HABÍA SUBIDO AL PADRE (Jn.20:17), y el Padre está en el cielo (el Paraíso celestial, Mt.6:9), por lo tanto, aquellos que enseñan que Jesús y el ladrón arrepentido fueron al cielo cuando murieron mienten, y lo que es peor, están llamando mentiroso al propio Jesús.

LOS ESPÍRITUS ENCARCELADOS DE 1PEDRO 3:18-19

 

Muchos falsos maestros siempre citan el pasaje de 1Pedro 3:18-19, para enseñar la mentira de que los muertos están vivos, sin embargo, este pasaje de Pedro enseña bien claro que el Mesías Jesús, DESPUÉS DE RESUCITAR, fue y predicó a los espíritus encarcelados. Este pasaje no está hablando por ninguna parte del espíritu del hombre, sino de unos ESPÍRITUS ENCARCELADOS. Pues bien, según el Nuevo Testamento, los ÁNGELES son llamados ESPÍRITUS: "Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus,Y a sus ministros llama de fuego." (Heb.1:7).

Por lo tanto, esos espíritus de 1Pedro 3:18-19 no son seres humanos muertos, sino ÁNGELES. Pues bien, vamos ahora quienes son esos ángeles que están encarcelados, es decir, en prisión:

"Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al Tártaro los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio" (2Pedro 2:4).

"Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día; como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno." (Jud.1:6-7).

En esos pasajes Pedro y Judas Tadeo se refieren a lo mismo: a un grupo de ángeles malvados que pecaron, los cuales abandonaron su dignidad y morada en el cielo y descendieron a la tierra para fornicar con las hijas de los hombres (Gen.6:1-3). Dios entonces los castigó y los arrojó a una especie de prisión, llamada el Tártaro, donde están esperando el día del Juicio.

Cuando Jesús resucitó como espíritu vivificante (1Co.15:45), entonces fue a predicar a esos espíritus o ángeles encarcelados. Jesús obviamente les anunció su victoria, su muerte y resurrección. Por lo tanto, el pasaje de Pedro enseña lo que Jesús hizo DESPUÉS DE RESUCITAR, y de ninguna manera se refiere a algo que sucediera antes de la resurrección de Jesús. Cuando Jesús murió, sencillamente dejó de vivir, dejó de existir, y él volvió a vivir únicamente cuando el Dios Padre le resucitó al tercer día (Hch.2:27-31).

 

EL EVANGELIO HA SIDO PREDICADO A LOS MUERTOS

 

Los falsos maestros que enseñan la mentira diabólica de que los muertos están vivos siempre citan el pasaje de 1Pedro 4:6, el cual dice que el Evangelio fue predicado a los muertos. Según esos falsos maestros, el Evangelio está siendo predicado a los muertos, por lo tanto -según ellos- los muertos están vivos en un "más allá". Veamos como mienten esos falsos maestros y como tergiversan la Palabra de Dios: Ese pasaje de 1Pedro 4:6 no dice por ninguna parte que los muertos estén vivos, lo que dice es que el Evangelio fue predicado también a los que están muertos, es decir, LAS PERSONAS QUE ESTÁN MUERTAS YA SE LES PREDICÓ EL EVANGELIO. ¿Cuando?, pues obviamente cuando estaban vivos. Pondré un sencillo ejemplo para que se entienda mejor: Si yo digo que a mis padres, que están muertos, se les predicó el Evangelio, yo no estoy diciendo que mis padres muertos estén vivos, lo que estoy diciendo es que a mis padres muertos se les predicó el Evangelio, ¡pero se les predicó el Evangelio cuando estaban vivos!. Esto es sencillamente lo que dijo Pedro en 1Pedro 4:6. El Evangelio fue predicado a los muertos, porque cuando estuvieron vivos se les predicó el Evangelio. ¡A los muertos no se les predica el Evangelio!, porque los muertos están muertos, y ellos volverán a vivir solamente cuando Dios los resucite. El Evangelio se predica solamente a las personas vivas, los cuales pueden oírlo. Voy a citar uno de los mejores Comentarios bíblicos EVANGÉLICOS que existen en el mundo, me refiero al Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, de Jamieson, Fausset y Brown, Tomo II, de la Casa Bautista de Publicaciones, el cual me da completamente la razón, y desenmascara a esos falsos maestros que enseñan la mentira diabólica de que los muertos están vivos. Veamos lo que dice dicho excelente Comentario Bíblico en la página 707:

"Éste parece ser el sentido: Pedro representando la debida actitud de la iglesia de todo tiempo, que espera a Cristo en cualquiera y a todo momento, dice: el juez está aparejado para juzgar a vivos y muertos -los muertos, digo, porque ellos también en su vida, fueron evangelizados, a fin de que pudiese ser juzgados de la misma manera que los ahora vivos (y los que estarán vivos cuando el Señor venga), es decir, "hombres en la carne", y para que puedan, habiendo evitado la condenación con haber abrazado el evangelio anunciado, vivir en Dios en espíritu (aunque la muerte les haya tocado en la carne).

Como podemos ver, ese gran Comentario bíblico y evangélico enseña exactamente lo mismo que llevo diciendo en este libro de las 21 tesis de la verdadera doctrina cristiana. El pasaje de 1Pedro 4:6 no dice por ninguna parte que los muertos estén vivos, lo que enseña ese pasaje es que a los muertos se les predicó el Evangelio, pero se les predicó CUANDO ELLOS ESTABAN VIVOS. La doctrina de que los muertos están vivos, y que a ellos se les predica el Evangelio, es una de las doctrinas mas falsas y diabólicas que se puedan enseñar.

 

LOS ESPÍRITUS DE LOS JUSTOS HECHOS PERFECTOS

 

Muchos falsos maestros siempre citan Hebreos 12:23 para enseñar la mentira diabólica de que los muertos están vivos, sin embargo, eso se llama FALSIFICAR LA PALABRA DE DIOS, porque ese pasaje de Hebreos 12:23 no dice por ninguna parte que los muertos estén vivos, ¡el texto no menciona a los muertos por ninguna parte!, lo que dice es que los espíritus DE LOS JUSTOS han sido hechos perfectos, es decir, el texto está hablando de personas VIVAS, no muertas, el pasaje claramente está hablando de los justos que están viviendo en la tierra, los cuales han sido santificados (perfeccionados) en sus espíritus, tal como podemos leer en estos otros pasajes:

"Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios." (Filp.3:15)

"Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios." (1Co.6:20)

Como podemos ver, Pablo dijo que los verdaderos cristianos somos perfectos, es decir, santos, y por lo tanto, hemos de glorificar a Dios en nuestro espíritu, ya que este espíritu de los cristianos ha sido perfeccionado, tal como leemos en Hebreos 11:22-23, pero este pasaje de Hebreos no habla por ninguna parte de lo muertos, ni mucho menos dice que los muertos estén vivos.

Alguno podrá preguntar como puede perfeccionarse una energía impersonal. Pues bien sencillo: LA ENERGÍA O ESPÍRITU QUE TENEMOS LOS CRISTIANOS VERDADEROS HA SIDO PERFECCIONADA PORQUE HA SIDO SANTIFICADA Y APARTADA PARA DIOS. Las palabras "perfeccionar" y "santificar" significan lo mismo, ya que según la Biblia, las palabras "santo" o "perfecto" son sinónimos, significan exactamente lo mismo. Los verdaderos cristianos son los santos, porque hemos sido santificados por Dios, y por eso es que Pablo dijo que somos PERFECTOS.

 

JESÚS DESCENDIÓ A LAS PARTES MÁS BAJAS DE LA TIERRA DESPUÉS DE RESUCITAR

 

El apóstol Pablo dijo lo siguiente: "Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?" (Ef.4:9).

Muchos falsos maestros citan esas palabras de Pablo para enseñar la doctrina falsa de que Jesús estuvo vivo entre su muerte y resurrección, y que su espíritu descendió al Hades, para rescatar a las almas que están ahí vivas. Veamos la falsedad de esa doctrina:

 

a) Ese pasaje de Efesios 4:9 no menciona por ninguna parte el Hades, sino "las partes más bajas de la tierra", es decir, el INTERIOR DE LA TIERRA, donde hay hijos de Dios que viven debajo de la tierra:

"Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos." (Ap.5:13).

Estos seres que viven debajo de la tierra obviamente no son los demonios, porque el Apocalipsis dice bien claro que estos hijos de Dios intraterrestres se postran ante el Dios Padre y su Hijo Jesús, para darles honra, gloria, alabanza y poder, ¡algo que los demonios no hacen!. La doctrina de que estos seres que viven debajo de la tierra son los demonios es una absoluta falsedad, totalmente opuesta a la enseñanza del Nuevo Testamento.

 

b) Efesios 4:9 no dice por ninguna parte que el espíritu de Jesús descendió a las partes más bajas de la tierra cuando murió. Lo que dice el texto bíblico es que Jesús descendió a las partes más bajas de la tierra ANTES DE ASCENDER AL CIELO, es decir, Jesús descendió al interior hueco y habitado de la tierra después de resucitar, pero antes de ascender al cielo 40 días después de resucitar.

 

El aliento de vida (o espíritu de vida) no es el alma

El Señor insufló en la nariz de Adán el aliento de vida, y entonces Adán se convirtió en un alma viviente (Gen.2:7, 1Co.15:45). Por consiguiente, una cosa es el espíritu (aliento) de vida, y otra muy diferente el alma. Esto lo sabía muy bien el apóstol Pablo. El diferenció el alma y el espíritu (1Ts.5:23).
El texto hebreo lo diferencia claramente. La palabra traducida por "espíritu" es ruaj, y la palabra traducida por "alma" es nefesh.
El texto griego del Nuevo Testamento, también diferencia claramente el alma y el espíritu. La palabra griega traducida por "alma" es psijé, y la palabra traducida por "espíritu" es pneuna.
Ahora bien, ¿qué es el espíritu?
El espíritu es la energía que el Señor introdujo en el cuerpo de Adán, la cual hizo que él viviera. Esto mismo es lo que enseñó el Señor, cuando dijo:
"El espíritu es lo que da la vida" (Jn.6:63). El espíritu no es la persona (el alma), sino la energía que da la vida a la persona. Sería algo así como la energía eléctrica que hace funcionar los aparatos eléctricos. Cuando no hay energía, el aparato no funciona. De igual forma, el cuerpo sin el espíritu está muerto, inactivo (Stg.2:26).
Cuando morimos, el cuerpo vuelve al polvo de la tierra de donde fue hecho, y esa energía o espíritu vuelve al Señor que la dio (Ecle.12:7), entonces el alma muere (Eze.18:4,20), y dejamos de existir, hasta el día de la resurrección. ¡En ningún caso es el alma lo que vuelve al Señor, sino el espíritu!
Observe que el espíritu no desciende al Hades o Sheol, sino que vuelve al Señor que lo dio. Por lo tanto, los que enseñan que en el Hades hay espíritus, ¡están mintiendo! La Biblia no dice por ninguna parte que en el Sheol (Hades) existan espíritus.
Los patriarcas sabían que los muertos descendían al Sheol (Gen.37:34-35), es decir, al reino de los muertos, en el interior de la tierra. ¡Dicho lugar no estaba en un "más allá", sino debajo de la tierra!
En las Escrituras no se dice por ninguna parte que el Sheol se encuentre en un "más allá". El Sheol o Hades siempre está en el interior de la tierra, donde van a parar los muertos que son sepultados. Por ejemplo, en la rebelión de Coré la tierra se abrió y los rebeldes, juntamente con sus casas, fueron tragados y sepultados en el Sheol (Núm.16:31-33).
La Biblia no dice por ninguna parte que en el Sheol existan personas vivas, ¡¡ahí solo moran los cadáveres de los fallecidos!!, ya que se trata del reino de los MUERTOS, ¡no de los vivos! El Sheol o Hades no es un sepulcro individual, sino el reino de los muertos, siendo el sepulcro el símbolo físico. El sepulcro es la puerta por la que se entra al reino de los muertos, el Sheol (Hades). Jesús dijo que esas "puertas" del Hades no prevalecerán contra su Iglesia (Mt.16:18), En otras palabras, los sepulcros no podrán contener para siempre a los cristianos muertos, ya que estos resucitarán y vencerán a la muerte y el Hades (1Co.15:51-55).

La parábola del rico y Lázaro

Dicho relato se encuentra registrado en Lc.16:19-31, y, sin duda, se trata de una parábola, no de una historia real, ya que es la última de una serie de cinco parábolas seguidas (Lc.15:3-16:8). Abraham, el rico y Lázaro eran personajes reales que existieron, sin embargo, habían muerto. Por tanto, los tres estaban muertos, no vivos. La razón por la que en dicha parábola aparecen vivos es muy sencilla. Jesús estaba utilizando una figura literaria, muy común en la Biblia: la prosopopeya, es decir, Jesús hizo hablar a tres personas muertas, como si estuvieran vivas. La misma figura literaria es utilizada en pasajes como Génesis 4:10, Isaías 14, o Apocalipsis 6:9-10.
Jesús no dijo por ninguna parte que el Hades estuviera dividido en dos lugares. La gran sima, mencionada en la parábola, no dividía el Hades, sino que separaba el lugar donde estaban Abraham y Lázaro, del Hades, donde estaba el rico. Observe que solo el rico estaba en el Hades. El texto no dice por ninguna parte que Lázaro estuviera también en el Hades.
Lázaro estaba en el seno de Abraham, es decir, recostado en el pecho de Abraham, de la misma forma que Juan estaba, en la última cena, recostado cerca del seno o pecho de Jesús (Jn.13:23-25). Por lo tanto, el seno no es el cielo, ni el paraíso.
Abraham y Lázaro estaban en el reino de Dios en la tierra, mientras que el rico estaba en el reino de los muertos, el Hades, el cual también está en la tierra.
Abraham, el rico y Lázaro no eran espíritus, ya que el texto menciona el seno o pecho de Abraham, los ojos y la lengua del rico, y el dedo de Lázaro. Por tanto, los tres tenían un cuerpo de carne y huesos, ¡y Jesús dijo que un espíritu no tiene carne ni huesos! (Lc.24:30).
Por lo tanto, Jesús no estaba enseñando lo que sucede con el espíritu cuando morimos. Lo que estaba enseñando es lo que sucederá cuando el reinado de Dios llegue a la tierra. Entonces los justos, como Lázaro, estarán con Abraham en el Reino de Dios, sin embargo, los incrédulos, como el rico, estarán en el reino de los muertos, atormentados por el fuego que les destruirá en cuerpo y alma (Mt.10:28).
Cuando una persona muere, el Señor recibe su espíritu, ¡no el alma!, es decir, el Señor recibe esa energía que él dio al ser humano, y que nos hace estar vivos, y entonces la persona duerme en el polvo de la tierra (Hch.7:59-60), y despertará el día de la resurrección. Entonces es cuando los verdaderos cristianos ESTAREMOS CON EL SEÑOR (1Ts.4:14-17). Observe bien este pasaje (1Ts.4:17), Pablo dijo de forma muy clara que los cristianos ESTARÁN CON Jesús CUANDO ÉL VENGA EN GLORIA. Por lo tanto, es absolutamente falsa la doctrina "cristiana" de que un cristiano parte con el Señor cuando muere, el cristiano que ha muerto reposa en el polvo de la tierra, hasta que el Señor venga en gloria por segunda vez, ¡entonces los santos estarán con el Señor!.

Apocalipsis 6:9-11

Los que enseñan la doctrina de la inmortalidad del alma siempre citan ese pasaje. Según ellos, las almas de los santos están en el cielo, incluso los papistas enseñan que esas almas están intercediendo por nosotros ante Dios. ¿Enseña eso ese pasaje del Apocalipsis? ¡De ninguna manera! El texto no dice por ninguna parte que esas almas de los mártires estén en el cielo, sino que Juan las vio DEBAJO DEL ALTAR DE SACRIFICIOS, ¡¡y estar debajo del altar no es estar en el cielo!!.
El pasaje es enteramente una PROSOPOPEYA, una figura metafórica, semejante al pasaje del rico y Lázaro. En dicho pasaje se hace hablar a personas muertas, como si estuvieran vivas. Todo el pasaje es una ilustración SIMBÓLICA, pues el Apocalipsis está repleto de ese tipo de ilustraciones simbólicas, no literales. La Biblia dice que el alma (la vida) está en la sangre, porque la sangre es la portadora del oxígeno que nos da la vida:
"Pero carne con su vida (alma), que es su sangre, no comeréis" (Gen.9:4). "Porque la vida (alma) de toda carne es su sangre; por tanto, he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida (alma) de toda carne es su sangre" (Lv.17:14). Por lo tanto, la sangre es sinónimo de vida o alma. Cuando en Apocalipsis 6:9-11 leemos que las almas de los mártires estaban debajo del altar, clamando a Dios, lo que significa sencillamente es que las VIDAS de esos mártires cristianos habían sido sacrificadas, y su sangre (su alma) simbólicamente estaba clamando a Dios pidiendo justicia, de la misma manera que la SANGRE (alma) de Abel CLAMABA A DIOS DESDE LA TIERRA (Gen.4:10). Interpretar ese pasaje como lo hacen los papistas y los "cristianos evangélicos" es una aberración ridícula y una falsificación del texto sagrado
 

Lucas 20:38

Los papistas y "evangélicos" también citan siempre ese pasaje, para enseñar que los muertos no están muertos, sino vivos en un "más allá". Veamos lo que dijo Jesús: "Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven."
En ese pasaje, Jesús NO estaba hablando de la inmortalidad del alma, sino de la RESURRECCIÓN de los muertos: "mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. Pero en cuanto a que los muertos han de resucitar..." (Lc.20:35-37). Por lo tanto, para Dios todos los muertos están vivos, porque él los ve RESUCITADOS. Dios no está sujeto al tiempo como nosotros, sino que él llama a las cosas que no son, como si ya fuesen: "...el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen." (Ro.4:17). Es únicamente la resurrección lo que hará vivir a los muertos. La doctrina de la inmortalidad del alma es absolutamente diabólica. Ni Jesús ni sus apóstoles la enseñaron jamás, ya que lo que ellos enseñaron fue la RESURRECCIÓN de los muertos.

La doctrina diabólica de la inmortalidad del alma se introdujo en la Iglesia de Dios cuando esta se corrompió con la filosofía griega de Platón, el cual sí que enseñaba la inmortalidad del alma. Esa filosofía falsa era creída por muchos de los "padres de la Iglesia", y fueron ellos los que la introdujeron dentro de su "cristianismo" universal o católico.
Los herejes papistas y "evangélicos" también suelen citar los textos de 2Co.5:8 y Fil.1:23 para apoyar la doctrina de la inmortalidad del alma, sin embargo, en esos pasaje no se dice por ninguna parte que el alma sea inmortal. Pablo dijo sencillamente que quería librarse de este cuerpo mortal, y estar con el Señor. El deseaba morir (partir), para estar con Jesús, porque Pablo sabía que el siguiente evento después de la muerte es la resurrección. Cuando morimos, nuestro espíritu parte del cuerpo, y es recibido por el Ungido (Hch.7:59), ¡¡pero no somos nosotros los que partimos con el Ungido!!, sino que es el ESPÍRITU que Dios puso en nosotros, es decir, LA ENERGÍA que nos da la vida (Jn.6:63). Nosotros partiremos con el Ungido únicamente cuando ÉL VENGA, y los suyos sean arrebatados, entonces es cuando estaremos con él (1Ts.4:17). Si lo santos fueran con el Señor en el momento de la muerte, entonces Pablo jamás habría dicho esas palabras registradas en 1Ts.4.17.
La resurrección es un despertar, y sucede después de la muerte, ¡no en el momento de la muerte!, en otras palabras, entre la muerte y la resurrección pueden pasar miles de años. Por lo tanto, resumiendo, EL VERDADERO CRISTIANO CREE EN LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE, pero esa vuelta a la vida de los muertos en Jesús ocurrirá CUANDO Jesús VENGA EN GLORIA (1Ts.4:15-16), entonces este cuerpo corruptible se vestirá de incorrupción, y este cuerpo mortal se vestirá de inmortalidad (1Co.15:50-54). Dicho en otras palabras, cuando los cristianos muertos resuciten, el cuerpo corruptible DESAPARECERÁ DE LOS SEPULCROS, y será transformado en un nuevo cuerpo glorioso e incorruptible (Filp.3:20-21).

LA TRANSFIGURACIÓN DEL MESIAS Y LA APARICIÓN DE MOISÉS Y ELÍAS

En Mateo 17:1-7 leemos le relato de la transfiguración del Mesías y la aparición de Elías y Moisés. Muchos ignoran que este suceso fue sencillamente una V.P.A. es decir, una VISIÓN PROFÉTICA ANTICIPADA, pues eso es lo que fue, el propio Mesías dijo bien claro que se trataba de una VISIÓN:

"Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos." (Mt.17:19).

Ese tipo de visión entra en el mismo grupo de visiones proféticas anticipadas que Juan tuvo en el Apocalipsis, donde él vio hechos que sucederán en el futuro, como si estuvieran ocurriendo en el presente, o ya hubieran ocurrido en el pasado, es decir, Juan simplemente estaba viendo el futuro como si lo estuviera viendo en una gran pantalla de cine. Lo mismo sucedió con la visión de la transfiguración, los apóstoles estaban viendo una visión profética anticipada del futuro REINO DE DIOS EN LA TIERRA, cuando Moisés y Elías estén resucitados y en compañía del Mesías glorificado, este pasaje no tiene que ver absolutamente nada con la doctrina satánica de la inmortalidad del alma, simplemente fue una VISIÓN PROFÉTICA ANTICIPADA (V.P.A.)

EL LADRÓN ARREPENTIDO

Los que enseñan la doctrina diabólica de la inmortalidad del alma siempre citan siempre el pasaje de Lucas 23:43, referente al ladrón arrepentido para apoyar su doctrina.

Hagamos un análisis sencillo de esas palabras de Jesús registradas en Lucas 23:43.
Jesús estaba crucificado, y uno de los ladrones que estaba crucificado junto a Jesús le dijo al otro ladrón: "Nosotros a la verdad justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; más éste [Jesús] ningún mal hizo." (v.41).

Luego, volviéndose a Jesús, le dijo: "Acuérdate de mí CUANDO VENGAS EN TU REINO" (v.42).
Observe que el ladrón arrepentido no le pidió a Jesús que se acordara de él cuando su alma se fuera al cielo, sino que se acordara de él cuando Jesús VINIERA en su reino, es decir, cuando REGRESARA A LA TIERRA CON GRAN PODER Y GLORIA. ¡¡El ladrón arrepentido CREYÓ EN LA FUTURA VENIDA GLORIOSA DEL MESÍAS PARA REINAR!!.
El ladrón arrepentido, como buen judío que era, no creía en la doctrina diabólica de la inmortalidad del alma. El creyó las palabras de Jesús, y en su promesa de regreso a la tierra para reinar. Este personaje seguro que había escuchado en otras ocasiones los discursos de Jesús, y le había oído hablar de la futura venida gloriosa del Hijo del hombre para reinar.
Esa petición del arrepentido ladrón a Jesús implica lo siguiente:

1. Para el ladrón arrepentido Jesús era un rey, pero que aun o había recibido el reino, porque dice que se acuerde de él cuando venga en su REINO.

2. En algún tiempo futuro Jesús vendrá en su reino.

3. Cuando Jesús venga en la gloria de su reino, entonces se acordará del ladrón arrepentido, y lo devolverá a la vida, es decir, el arrepentido ladrón también creyó que, cuando Jesús venga en gloria, le RESUCITARÁ.


Veamos ahora la respuesta de Jesús. 
La traducción literal del texto griego de Lucas 23:43 es la siguiente: "DE CIERTO TE DIGO HOY CONMIGO ESTARAS EN EL PARAISO". Esta es la verdadera traducción. La palabra "que" no aparece en el texto griego, sino que fue añadida por los traductores de la cristiandad; el texto griego tampoco tiene comas ni puntos.

Jesús estaba usando la palabra "hoy" de la misma forma que se utiliza en muchas partes de las Escrituras del Antiguo Pacto, con el fin de reforzar una afirmación anterior. Veamos los siguientes tres ejemplos bíblicos:
"Yo pongo HOY por testigos al cielo y a la tierra... Aprende pues, HOY, y reflexiona en tu corazón... Guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando HOY..." (Deuteronomio 4:26, 39, 40).
Declarar algo "hoy" equivalía a hacer una afirmación solemne y con autoridad, y de una certeza total. Por lo tanto, cuando Jesús dijo al ladrón arrepentido "DE CIERTO TE DIGO HOY CONMIGO ESTARÁS EN EL PARAISO", de ninguna manera le estaba diciendo que ese mismo día estaría con él en el Paraíso, sino que en ese mismo día le estaba asegurando solemnemente que estaría con él en el Paraíso, ¡en tiempo futuro! Por lo tanto, el ladrón arrepentido podía tener la completa seguridad de que estaría con Jesús en el Paraíso, PERO NO CUANDO MURIERA, sino cuando Jesús VINIERA EN SU REINO.
Jesús no fue al cielo (el Paraíso) cuando murió, porque después de resucitar él dijo a María Magdalena que AUN NO HABÍA SUBIDO AL PADRE (Jn.20:17), y el Padre está en el CIELO (Mt.6:9).
Jesús cuando murió fue al SEPULCRO, al reino de los muertos, es decir, al HADES, así lo dijo el propio Jesús: "Estará el Hijo del Hombre EN EL CORAZÓN DE LA TIERRA tres días y tres noches" (Mateo 12:40).

"Corazón" es un modismo hebreo para expresar "en medio de". Jesús estaba diciendo bien claro que estaría muerto en el interior de la tierra, sepultado.
El propio Pedro dijo en su primer discurso a los judíos de Jerusalén que el alma (la vida) de Jesús estuvo en el HADES, es decir, en el reino de la muerte, y al tercer día volvió a vivir, resucitó (Hch.2:31-32). Por lo tanto, JESÚS NO ESTUVO VIVO EN NINGÚN LUGAR ENTRE SU MUERTE Y RESURRECCIÓN, sino que estuvo bajo el poder de la MUERTE, es decir, en el HADES. La doctrina de que Jesús estuvo vivo entre su muerte y resurrección en un "más allá" es una vulgar doctrina de demonios, opuesta completamente al Evangelio. Jesús murió realmente, y VOLVIÓ A VIVIR CUANDO RESUCITÓ, por lo tanto, él no estuvo vivo entre su muerte y resurrección.
Veamos ahora el significado de la palabra "Paraíso".
La palabra "paraíso" viene del idioma antiguo de los persas, y significa simplemente un jardín o parque repleto de placeres y maravillas. Pues bien, esa palabra tiene DOS aplicaciones en la Biblia, como veremos ahora, uno es TERRENAL y el otro es CELESTIAL.
En Isaías 51:3 leemos lo siguiente:
"Ciertamente consolará IEVE a Sion; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en PARAÍSO, y su soledad en huerto de IEVE; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto".
Como podemos ver, esa profecía de Isaías es completamente TERRENAL, no celestial, y se refiere al futuro glorioso de Sion, cuando el IEVE transformará el desierto en Paraíso, en huerto de IEVE, lleno de alegría y gozo o placeres maravillosos para la gente que viva en ese nuevo mundo.
Sin embargo, el Paraíso que encontramos en las Escrituras del Nuevo Pacto es CELESTIAL. Veamos:
"Conozco a un hombre en el Mesías, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta EL TERCER CIELO. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado AL PARAÍSO, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar" (2ª Corintios 12:2-4).
En ese pasaje de Pablo se identifica claramente al Paraíso con el TERCER CIELO. Por lo tanto, tenemos un Paraíso terrenal, que vendrá a la tierra en el futuro, y tenemos un Paraíso CELESTIAL que ya existe en el tercer cielo, y es en ese Paraíso del tercer cielo donde Dios tiene su morada (Mt.6:9).

Veamos ahora este otro texto donde aparece la palabra Paraíso:
"El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del
PARAÍSO de Dios." (Apocalipsis 2:7).
El anterior pasaje dice que el Paraíso de Dios está allá donde se encuentra el árbol de la vida, ¿y donde está el árbol de la vida? Dicho árbol estuvo un día en la tierra, en el jardín del Edén (Gen.2:9), para ya no está en esta tierra, sino que fue llevado al tercer cielo. En Apocalipsis 22:2 leemos que el árbol de la vida está en la NUEVA JERUSALÉN CELESTIAL, en medio de la calle de esa ciudad, y las hojas de ese árbol servirán para la sanidad de las naciones.
Por consiguiente, ya sabemos qué es el Paraíso, y donde se encuentra. El Paraíso es el tercer cielo, es decir, la NUEVA JERUSALÉN, y el Paraíso también es el vergel maravilloso que vendrá la tierra cuando venga la gloria de Sion.
Cuando Jesús dijo al ladrón arrepentido que estaría con él en el Paraíso, lo que Jesús le estaba prometiendo es que cuando él venga del cielo como Rey, con gran poder y gloria, entonces el ladrón arrepentido estará con él en el Paraíso o vergel maravilloso que comenzará en la tierra cuando el Señor Jesús, el Mesías, venga en gloria a gobernar las naciones del mundo.

LEA LA SIGUIENTE TESIS

 

 

Haga clic en el siguiente enlace para volver a la