Por Tito Martínez

24 de noviembre de 2011

 

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ÍNDICE

Prólogo.

DIOS MORA EN SU TEMPLO CELESTIAL.

LA GRAN PROFECÍA DE ISAÍAS 13.

DIOS ES ESPÍRITU.

EL PARAÍSO O TERCER CIELO.

ADÁN FUE CREADO A IMAGEN Y SEMEJANZA DE LOS DIOSES.

UN ESPÍRITU NO TIENE CARNE NI HUESOS.

 

 

 

 

Prólogo

 

En el sistema iglesiero apóstata, el SIA, se ha estado enseñando durante siglos que Dios el Padre no tiene un cuerpo glorioso visible. Ellos enseñan también que Dios mora en todas partes, es decir, para ellos el Dios Padre es una especie de "energía etérea incorpórea e invisible que mora en todo el Universo".

También el SIA enseña que el cielo desde donde regresará Cristo es una especie de lugar etéreo impalpable y espiritualoide.

En este importante documento voy a demostrar que todos esos conceptos enseñados por la sistema iglesiero apostata son totalmente falsos y antibiblicos.

En este estudio voy a demostrar con la Biblia que Dios el Padre es un ser personal y extraterrestre con un cuerpo glorioso visible, el cual tiene su morada o templo celestial en un planeta o tierra lejana, en los confines del Universo, y que la Biblia llama a ese lugar "el tercer cielo, el Paraíso".

Voy a demostrar también que su Hijo Jesucristo vive con su Padre en ese lugar celestial en los confines del Universo, y que Jesús vendrá desde esa tierra lejana con todos sus ángeles para destruir a todos los malvados, y gobernar el mundo.

En primer lugar vamos a conocer donde mora Dios, verá usted como mienten todos aquellos apostatas que enseñan que Dios mora en todas partes.

 

 

DIOS MORA EN SU TEMPLO CELESTIAL

 

El Señor Jesucristo dijo lo siguiente:

 

Vosotros,  pues,  oraréis así:  Padre nuestro que estás en el cielo,  santificado sea tu nombre. (Mt.6:9).

 

Observe que Jesús no dijo: "Padre nuestro que estás en todas partes", sino "Padre nuestro que estás en EL CIELO", ¡el Dios Padre tiene su morada en un lugar concreto, en el cielo!. Algunas traducciones lo han vertido por "los cielos", en plural, sin embargo, eso es una falsa traducción, pues la palabra griega que ahí aparece es ouranós, y según la concordancia de Strong, significa CIELO, en singular:

 

G3772

 οὐρανός ouranós; tal vez de lo mismo que G3735 (mediante la idea de elevación); cielo; por extens. cielo (como la morada de Dios); por impl. felicidad, poder, eternidad; espec. el evangelio (cristianismo):-celestial, cielo.

 

Por lo tanto, Jesús dijo que el Dios Padre está en el cielo, en ese lugar celestial tiene su morada, su templo, por lo tanto, los que dicen que Dios mora en todas partes están llamando mentiroso a Jesús, en realidad no creen en las palabras de Jesús. Como veremos después, Dios puede estar presente por medio de su espíritu en todas partes, pero su morada y su templo está en el cielo.

La Biblia dice que Dios el Padre tiene un TEMPLO en ese cielo, y ese templo celestial es su morada, veámoslo:

 

Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. (Ap.7:15).

 

Y el templo de Dios fue abierto en el cielo,  y el arca de su pacto se veía en el templo.  Y hubo relámpagos,  voces,  truenos,  un terremoto y grande granizo. (Ap.11:19).

 

Porque miró desde lo alto de su santuario; IEVE miró desde los cielos a la tierra, (Sal.102:19).

 

En mi angustia invoqué a IEVE, Y clamé a mi Dios; El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó a sus oídos. (2Sam.22:7).

 

Será exaltado IEVE, el cual mora en las alturas; llenó a Sion de juicio y de justicia. (Is.33:5).

 

Como vemos, Dios el Padre tiene un templo o santuario celestial donde mora, y ese templo está en una tierra en los confines del Universo, en las alturas, ¡ahí tiene su morada!. Por consiguiente, esa doctrina iglesiera y santurrona de que Dios mora en todas partes es una imbecilidad antibiblica y anticristiana. Dios puede estar presente en espíritu en todas partes, pero su morada celestial está en un lugar concreto, en las alturas, en el cielo.

Ahora bien, ya sabemos que Dios mora en el cielo, en un templo celestial, sin embargo, por medio de SU ESPIRITU, su energía, Dios el Padre también hace su morada en su Iglesia acá en la tierra, en todos aquellos que le creen:

 

en quien todo el edificio,  bien coordinado,  va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. (Ef.2:20-21).

 

Observe que Dios el Padre mora en el cielo, en su templo celestial, pero por medio de su energía, de su espíritu, también hace morada en sus hijos, los cuales son su edificio o casa en la tierra.

Fíjese bien que Dios, por tanto, tiene DOS MORADAS, la celestial, en su templo glorioso, y la terrenal, en su iglesia, por medio de su espíritu, esto significa que Dios no mora en todas partes, sino que tiene su morada en dos lugares, uno celestial, y el otro terrenal. Físicamente el Dios Padre mora solamente en el cielo, en su templo, pero por medio de su espíritu hace morada también en su iglesia que está en la tierra, esta es la verdadera doctrina biblica.

Algunos ignorantes de la Biblia suelen citar este pasaje bíblico para enseñar que Dios mora en todas partes:

 

¿A dónde me iré de tu Espíritu?  ¿Y a dónde huiré de tu presencia?

Si subiere a los cielos,  allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado,  he aquí,  allí tú estás. Si tomare las alas del alba Y habitare en el extremo del mar, Aun allí me guiará tu mano,  Y me asirá tu diestra. (Sal.139:7-10).

 

Observe que ese pasaje no dice que Dios el Padre more en todas partes, sino que, por medio de SU ESPIRITU Dios está presente en los cielos y en el Seol, dicho en otras palabras, Dios el Padre está en el cielo, ahí está su morada o templo celestial, pero por medio de su energía o espíritu él puede estar presente en todas partes y ver todo, nadie ni nada puede escapar de su presencia, pues Dios ve absolutamente todo. Pero recordemos que la MORADA o casa de Dios se encuentra en el cielo, en su templo, y también en la tierra, donde hace morada en su Iglesia, por medio de su espíritu.

Seguidamente vamos a ver donde Dios tiene su morada celestial, su templo, desde el cual controla todo el Universo.

 

LA GRAN PROFECIA DE ISAIAS 13

 

Vamos a estudiar una de las mas grandes y asombrosas profecías de la Biblia, se encuentra en Isaías 13. leámosla:

 

Profecía sobre Babilonia,  revelada a Isaías hijo de Amoz.

Levantad bandera sobre un alto monte;  alzad la voz a ellos,  alzad la mano,  para que entren por puertas de príncipes.

Yo mandé a mis consagrados,  asimismo llamé a mis valientes para mi ira,  a los que se alegran con mi gloria.

Estruendo de multitud en los montes,  como de mucho pueblo;  estruendo de ruido de reinos,  de naciones reunidas;  IEVE de los ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla.

Vienen de lejana tierra,  de lo postrero de los cielos,  IEVE y los instrumentos de su ira,  para destruir toda la tierra.

Aullad,  porque cerca está el día de IEVE;  vendrá como asolamiento del Todopoderoso.

Por tanto,  toda mano se debilitará,  y desfallecerá todo corazón de hombre,

y se llenarán de terror;  angustias y dolores se apoderarán de ellos;  tendrán dolores como mujer de parto;  se asombrará cada cual al mirar a su compañero;  sus rostros,  rostros de llamas.

He aquí el día de IEVE viene,  terrible,  y de indignación y ardor de ira,  para convertir la tierra en soledad,  y raer de ella a sus pecadores.

Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz;  y el sol se oscurecerá al nacer,  y la luna no dará su resplandor.

Y castigaré al mundo por su maldad,  y a los impíos por su iniquidad;  y haré que cese la arrogancia de los soberbios,  y abatiré la altivez de los fuertes.

Haré más precioso que el oro fino al varón,  y más que el oro de Ofir al hombre.

Porque haré estremecer los cielos,  y la tierra se moverá de su lugar,  en la indignación de IEVE de los ejércitos,  y en el día del ardor de su ira.

Y como gacela perseguida,  y como oveja sin pastor,  cada cual mirará hacia su pueblo,  y cada uno huirá a su tierra.

Cualquiera que sea hallado será alanceado;  y cualquiera que por ellos sea tomado,  caerá a espada.

Sus niños serán estrellados delante de ellos;  sus casas serán saqueadas,  y violadas sus mujeres.

He aquí que yo despierto contra ellos a los medos,  que no se ocuparán de la plata,  ni codiciarán oro.

Con arco tirarán a los niños,  y no tendrán misericordia del fruto del vientre,  ni su ojo perdonará a los hijos.

Y Babilonia,  hermosura de reinos y ornamento de la grandeza de los caldeos,  será como Sodoma y Gomorra,  a las que trastornó Dios

Nunca más será habitada,  ni se morará en ella de generación en generación;  ni levantará allí tienda el árabe,  ni pastores tendrán allí majada;

sino que dormirán allí las fieras del desierto,  y sus casas se llenarán de hurones; allí habitarán avestruces,  y allí saltarán las cabras salvajes.

En sus palacios aullarán hienas,  y chacales en sus casas de deleite;  y cercano a llegar está su tiempo,  y sus días no se alargarán. (Is.13:1-22)

 

Analicemos esa impresionante profecía:

 

1. La profecía comienza hablando sobre Babilonia y su destrucción por parte de los medos y de los persas, profecía que se cumplió en el siglo sexto antes de Cristo. Ahora bien, ¡esa profecía va mucho más allá de la destrucción de Babilonia!, pues se extiende hasta el DÍA DEL SEÑOR, cuando se entablará La batalla del gran día del Dios Todopoderoso, y entonces el Señor Jesús vendrá con sus ángeles para destruir a los malvados.

 

2. La profecía dice esto:

 

"Estruendo de multitud en los montes,  como de mucho pueblo;  estruendo de ruido de reinos,  de naciones reunidas

 

Como podemos ver, en ese pasaje se predice una clara coalición militar mundial, donde las naciones se reunirán para luchar contra el Señor, esto encaja perfectamente con lo que dice el Apocalipsis:

 

pues son espíritus de demonios,  que hacen señales,  y van a los reyes de la tierra en todo el mundo,  para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.

He aquí,  yo vengo como ladrón.  Bienaventurado el que vela,  y guarda sus ropas,  para que no ande desnudo,  y vean su vergüenza.

Apo 16:16  Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón. (Ap.16:14-16).

Y vi a la bestia,  a los reyes de la tierra y a sus ejércitos,  reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo,  y contra su ejército. (Ap.19:19).

 

Por consiguiente, primero se reunirán las naciones lideradas por el falso mesías, la bestia, en una coalición militar mundial, para luchar contra el Señor Jesús y contra sus ángeles.

3. A continuación, el Señor pasará revista a sus ejércitos celestiales, los ángeles, para prepararlos para la batalla:

 

IEVE de los ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla.

4. Y ahora observe lo que dice la profecía, porque es impresionante, vea de donde vendrán el Señor Jesucristo y sus ejércitos celestiales:

 

Vienen de lejana tierra,  de lo postrero de los cielos,  IEVE y los instrumentos de su ira,  para destruir toda la tierra.

Aullad,  porque cerca está el día de IEVE;  vendrá como asolamiento del Todopoderoso.

 

La profecía lo dice bien claro, ¡vendrán de una lejana tierra, que se encuentra en lo postrero de los cielos!, es decir, vendrán de un planeta lejano que está en los confines del Universo. La palabra "postrero" significa último, confines, y la palabra "los cielos" se refiere al cosmos, al Universo, en esos confines del Universo hay un planeta o tierra EN EL CUAL MORAN DIOS, JESÚS Y LOS ANGELES.

Algunos ignorantes de la Biblia y falsos maestros dicen que esa expresión no se refiere a otro planeta, sino a este planeta tierra, a un país de la tierra, pero eso es totalmente falso, porque la profecía dice bien claro que es una tierra que se encuentra en lo postrero de los CIELOS, en los confines del Universo, por lo tanto, no puede referirse a un país de este planeta tierra, sino a otra tierra que está en el extremo del Universo, en los confines del cosmos.

Observe que la profecía dice también que vendrá el Señor "con los instrumentos de su ira", para destruir toda la tierra, ¿que instrumentos de su ira son esos?, ¡son sus carros o vehículos voladores!, veámoslo:

 

Porque he aquí que IEVE vendrá con fuego,  y sus carros como torbellino,  para descargar su ira con furor,  y su reprensión con llama de fuego.

Porque IEVE juzgará con fuego y con su espada a todo hombre;  y los muertos de IEVE serán multiplicados. (Is.66:15-16).

 

Observe que el Señor IEVE vendrá con fuego, lo cual se refiere a la futura venida gloriosa del Señor Jesús, el cual vendrá en fuego:

 

y a vosotros que sois atribulados,  daros reposo con nosotros,  cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder,

en llama de fuego,  para dar retribución a los que no conocieron a Dios,  ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; (2Ts.1:7-8).

 

La profecía de Isaías dice bien claro que este Señor IEVE, Jesucristo, además de venir con fuego, vendrá con sus carros voladores, rápidos como un torbellino, es decir, vendrán rápidos desde el cielo, como los torbellinos, para descargar su ira con furor. Los carros son vehículos, ¡Jesús y sus ángeles vendrán en vehículos voladores!, en OVNIS, Cristo no vendrá en una nubecita de vapor de agua como nos ha enseñado el sistema iglesiero apostata, sino que vendrá en un carro volador que la Biblia llama "nube" por el parecido que tiene a una nube (Mt.24:30), se han filmado y fotografiado miles de ovnis que tienen una parecido tremendo a nubes, pero en realidad son carros voladores procedente del Reino de los cielos, y sus ángeles también vendrán en esos carros voladores, y estos carros voladores de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares:

 

Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares;

 El Señor viene del Sinaí a su santuario. (Sal.68:17).

 

Por lo tanto, esos carros voladores de Dios serán los instrumentos de su ira, con los rayos de fuego que saldrán de ellos matarán a todos los ejércitos de la bestia reunidos en Armagedón.

 

5. La profecía de Isaías 13 dice seguidamente lo siguiente:

 

las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz;  y el sol se oscurecerá al nacer,  y la luna no dará su resplandor.

Y castigaré al mundo por su maldad,  y a los impíos por su iniquidad

 

Esa parte de la profecía sin duda se cumplirá inmediatamente antes de la venida gloriosa de Cristo con sus ángeles, leámoslo:

 

E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días,  el sol se oscurecerá,  y la luna no dará su resplandor,  y las estrellas caerán del cielo,  y las potencias de los cielos serán conmovidas.

Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo;  y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra,  y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo,  con poder y gran gloria.

 

Como puede ver, esa profecía de ninguna manera se cumplió con la destrucción de la antigua Babilonia, sino que se cumplirá en el futuro. El Señor Jesús castigará al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad, ahí lo tiene, ¡está hablando DEL MUNDO!, no de Babilonia. Como ya dije, la profecía de Isaías 13 comienza hablando de la destrucción de Babilonia, pero luego se extiende mucho más allá en el tiempo, al día del Señor, cuando el Señor IEVE venga del cielo con sus ángeles, desde una lejana tierra, en lo postrero de los cielos. Repito, ¡esta profecía jamás se ha cumplido!, aquellos falsos maestros que enseñan que la profecía de Isaías 13 ya se cumplió totalmente con la destrucción de Babilonia, están mintiendo descaradamente.

 

6- La profecía dice también esto:

 

Porque haré estremecer los cielos,  y la tierra se moverá de su lugar,  en la indignación de IEVE de los ejércitos,  y en el día del ardor de su ira.

 

Cuando dice que Dios hará estremecer o conmover los cielos, se refiere a lo mismo que dijo Jesús, cuando afirmó que las potencias de los cielos serán conmovidas, se estremecerán (Mt.24:29).

El texto dice también que la tierra se moverá de su lugar en ese momento, ¿de que nos habla esto?, sin duda se refiere a que el planeta tierra cambiará de lugar en el cosmos, el planeta será llevado a otro lugar del Universo, y además el mayor terremoto de toda la Historia hará desaparecer los montes y las islas:

 

Entonces hubo relámpagos y voces y truenos,  y un gran temblor de tierra,  un terremoto tan grande,  cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.

Y la gran ciudad fue dividida en tres partes,  y las ciudades de las naciones cayeron;  y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios,  para darle el cáliz del vino del ardor de su ira.

Y toda isla huyó,  y los montes no fueron hallados. (Ap.16:18-20).

 

En ese terrible día del Señor la topografia del planeta tierra cambiará radicalmente. Todas las ciudades serán destruidas en ese terremoto planetario, las islas desaparecerán, porque las tierras del fondo del mar emergerán a la superficie, formándose sin duda un solo continente, y por tanto, las islas ya no existirán; las montañas no serán halladas, porque el movimiento de las placas tectónicas hará que todos los montes se allanen. El planeta tierra cambiará totalmente, y será incluso movido de su lugar, lo cual nos habla de que será movido a otro lugar en el Universo, ¡todo esto sucederá en el día del Señor!

En el resto de la profecía de Isaías 13 ya se vuelve a hablar de nuevo de la destrucción de Babilonia, la cual sería invadida por los medos y los persas:

 

Y Babilonia,  hermosura de reinos y ornamento de la grandeza de los caldeos,  será como Sodoma y Gomorra,  a las que trastornó Dios

Nunca más será habitada,  ni se morará en ella de generación en generación;  ni levantará allí tienda el árabe,  ni pastores tendrán allí majada;

sino que dormirán allí las fieras del desierto,  y sus casas se llenarán de hurones; allí habitarán avestruces,  y allí saltarán las cabras salvajes.

En sus palacios aullarán hienas,  y chacales en sus casas de deleite;  y cercano a llegar está su tiempo,  y sus días no se alargarán

 

Esa parte de la profecía se cumplió con toda exactitud al pie de la letra. Desde que los medos y los persas destruyeron Babilonia, esta se convirtió en ruinas hasta hoy en día, nunca más ha vuelto a ser habitada Babilonia, sino que se ha convertido en un lugar desértico donde duermen las fieras del desierto y demás animales salvajes.

Por consiguiente, como ya dije, la gran profecía de Isaías13 tiene un doble cumplimiento, se cumplió cuando los medos y los persas destruyeron Babilonia, pero también se extiende mucho más allá, cuando venga el día del Señor, y entonces el mundo sea castigado por su maldad.

 

DIOS ES ESPÍRITU

 

En el sistema iglesiero apóstata, el SIA, se enseña que Dios el Padre no tiene un cuerpo visible y que nadie podrá verle jamás. Eso que ellos enseñan es una burda mentira, por supuesto que Dios el Padre tiene un cuerpo visible, pero glorioso, celestial, espiritual, ¡pero es un CUERPO!, con el cual podrá ser visto por los de limpio corazón:

 

Bienaventurados los de limpio corazón,  porque ellos verán a Dios. (Mt.5:8).

 

Observe bien, si ellos verán a Dios, ¡es porque Dios tiene un cuerpo!, él podrá ser visto por todos los santos glorificados. Aquellos que enseñan que Dios no tiene un cuerpo, o que no podrá ser visto, están llamando embustero al Señor Jesús. Observe también que Jesús no dijo por ninguna parte que le verán "con los ojos del corazón", sino que le verán, está hablando de una vista literal, con ojos literales, pero gloriosos.

El apóstol Juan también dijo que los santos glorificados VERÁN A DIOS, EL PADRE:

 

(JER) Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es. (1Jn.3:2).

 

Esa traducción de la Biblia de Jerusalén es la más correcta de todas, pues es fiel al texto griego. Lo que Juan dijo es que ahora somos hijos de Dios, el Padre, pero todavía no se ha manifestado lo que seremos en el futuro, pero cuando se manifieste, SEREMOS SEMEJANTES A DIOS, PORQUE LE VEREMOS TAL CUAL ES. El pasaje no puede ser más sencillo y claro, cuando seamos glorificados seremos parecidos o semejantes a Dios, y además veremos a Dios como él es, y si le veremos, es porque Dios el Padre tiene un cuerpo visible, pero celestial. Aquellos engañadores del SIA que enseñan que jamás se verá a Dios el Padre mienten descaradamente.

Dios el Padre es espíritu (Jn.4:23-24), pero esto no significa que el Dios Padre no tenga un cuerpo visible, pero glorioso. Resulta que Jesús resucitado también es un espíritu vivificante (1Co.15:45), sin embargo, Jesús tiene un cuerpo glorioso, el cual puede ser visto. Jesús resucitado se apareció a muchos discípulos y le pudieron ver y tocar. Y resulta que los ángeles también son espíritus (Heb.1:7), y los ángeles pueden ser vistos, y muchos de ellos se aparecieron visiblemente como VARONES. Por lo tanto, Dios es espíritu, pero tiene un CUERPO GLORIOSO VISIBLE.

El tremendo error del sistema iglesiero apostata es que como la Biblia dice que Dios es espíritu, entonces ellos rechazan que Dios y Cristo puedan tener su morada celestial en otro planeta en los confines del Universo o rechazan que Dios el Padre pueda tener un cuerpo visible. Pero ese argumento iglesiero es falso y absolutamente antibiblico, pues ya hemos visto que el hecho de que Dios sea espíritu, esto no significa que no pueda tener un cuerpo visible y palpable, igual que su Hijo o que los ángeles, ¡todos ellos tienen cuerpos visibles y gloriosos!.

Este Dios Padre por supuesto que es un Ser extraterrestre,  porque Dios el Padre no es de este mundo, él vive en su templo celestial, en el tercer cielo, en los confines del Universo, por lo tanto por supuesto que es un extraterrestre, ya que no es de esta tierra.

Dios el Padre puede estar en muchos sitios al mismo tiempo, pero lo hace POR MEDIO DE SU ESPIRITU, SU ENERGIA, sin embargo, su morada o templo celestial está en el tercer cielo, en el paraíso, en otra lejana tierra, en los confines del Universo, en ese lugar celestial y paradisíaco el Dios Padre reside, con su cuerpo visible y glorioso, juntamente con su Hijo Jesús, y en esta tierra el Padre tiene también otro templo, que es su Iglesia, en la cual mora en espíritu, tal como dijo Pablo en ese pasaje de Efesios 2:22 o Jesús en Juan 14:23, donde Jesús dijo que el Padre y el Hijo vienen a morar en los suyos, pero obviamente lo hacen por medio de su espíritu, pero repito, la MORADA celestial de Dios y de Cristo se encuentra en el tercer cielo, en un TEMPLO literal, glorioso, desde el cual Dios el Padre controla todo y ve todo.

 

EL PARAISO O TERCER CIELO

 

La Biblia menciona muy claramente un Paraíso celestial, que es llamado también el tercer cielo, en ese lugar está esa tierra lejana, en los confines del Universo, donde se encuentra el templo celestial de Dios, su morada, y desde esa tierra lejana vendrán el Señor Jesús y sus ángeles, como ya hemos visto.

Jesús habló claramente de ese Paraíso, el cual prometió al ladrón arrepentido (Lc.23:43).

Ahora bien, ¿que es un Paraíso? Según todos los diccionarios biblicos, un Paraíso es una especie de jardín TERRENAL lleno de belleza y placeres sin fin. Pues bien, ¡ese Paraíso es el tercer cielo!, es esa tierra lejana en los confines del Universo. Veamos lo que dijo el apóstol Pablo sobre este Paraíso celestial:

 

Conozco a un hombre en Cristo,  que hace catorce años  (si en el cuerpo,  no lo sé;  si fuera del cuerpo,  no lo sé;  Dios lo sabe)  fue arrebatado hasta el tercer cielo.

Y conozco al tal hombre  (si en el cuerpo,  o fuera del cuerpo,  no lo sé;  Dios lo sabe), que fue arrebatado al Paraíso,  donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. (2Co.12.2-4).

 

Como puede ver, Pablo lo llamó primero el tercer cielo, y luego lo llamó el paraíso, por lo tanto, el tercer cielo donde Dios mora es el Paraíso celestial. Se trata de esa tierra lejana en lo postrero de los cielos, y en esa tierra lejana está el templo celestial de Dios, su morada. Esta es la clara enseñanza bíblica, la cual todo el sistema iglesiero apostata rechaza, y se han inventado esa mentira satánica y estúpida de que Dios mora en todas partes, y que Dios no tiene ningún templo celestial como su propia morada, lo cual es un claro rechazo de todos esos pasajes bíblicos donde se dice que Dios mora en el cielo, en su propio templo o santuario.

 

ADÁN FUE CREADO A IMAGEN Y SEMEJANZA DE LOS DIOSES

 

El Génesis dice que Adán fue creado a imagen y semejanza de Dios (Gen.1:26). Ahora bien, resulta que la palabra que ha sido traducida falsamente por "Dios" es ELOHIM, y esa palabra hebrea significa LOS DIOSES, o LOS PODEROSOS. Por lo tanto, Adán fue creado a imagen y semejanza de unos dioses, ¿que dioses?, pues obviamente del Padre y del Hijo, ya que Dios creó todas las cosas por medio de su Hijo (Col.1:15-17, 1Co.8:6, Heb.1:1-2). Adán sencillamente tenía la imagen y semejanza de estos dos dioses, el Padre y el Hijo, lo cual significa que el Padre y el Hijo TIENEN UN CUERPO SEMEJANTE AL CUERPO HUMANO, porque si Adán fue creado a imagen y semejanza de ellos, indica que Adán tenía un PARECIDO FISICO a esos dos dioses.

Ahora bien, la expresión "imagen y semejanza" que aparece en el Génesis siempre se refiere a un PARECIDO FISICO, por ejemplo, el hijo de Adán, Set, fue engendrado a IMAGEN Y SEMEJANZA de su padre Adán:

 

Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. (Gen.5:3).

 

Set tenía, obviamente, un PARECIDO FISICO a su padre Adán, por lo tanto, Adán también tenía un parecido físico a su Padre Dios.

Adán tenía un cuerpo físico humano, por lo tanto, elohim, los dioses, también tienen un cuerpo físico como los humanos, pero es un cuerpo GLORIOSO, CELESTIAL, ESPIRITUAL. Por consiguiente, esa doctrina iglesiera de que Dios el Padre no tiene un cuerpo físico semejante al de los humanos es una burda mentira antibiblica que ha engañado a millones de personas.

El Dios Padre y su Hijo Jesús son dos dioses que tienen cuerpos gloriosos o celestiales, es decir, no son cuerpos mortales ni terrenales, sino cuerpos inmortales y celestiales, ya que hay cuerpos humanos terrestres, y cuerpos celestiales, como el de Dios, Cristo y los ángeles:

 

Y hay cuerpos celestiales,  y cuerpos terrenales;  pero una es la gloria de los celestiales,  y otra la de los terrenales.

Una es la gloria del sol,  otra la gloria de la luna,  y otra la gloria de las estrellas,  pues una estrella es diferente de otra en gloria.

Así también es la resurrección de los muertos.  Se siembra en corrupción,  resucitará en incorrupción. Se siembra en deshonra,  resucitará en gloria;  se siembra en debilidad,  resucitará en poder.

Se siembra cuerpo animal,  resucitará cuerpo espiritual.  Hay cuerpo animal,  y hay cuerpo espiritual. (1Co.15.40-44),

 

En ese pasaje Pablo hace una clara diferencia entre los cuerpos terrenales, y los cuerpos celestiales. Los cuerpos terrenales somos los humanos mortales, pues tenemos un cuerpo hecho del polvo de la tierra, terrenal, sin embargo, hay otro tipo de cuerpo, de una naturaleza diferente, que es un cuerpo celestial, glorioso y espiritual, ¡pero es un cuerpo!, es decir, algo totalmente visible y palpable. Ese cuerpo celestial y espiritual es el que tienen el Dios Padre, Jesús y los ángeles, aunque con diferentes grados de gloria o resplandor.

La imagen y semejanza que tenía Adán era sencillamente un parecido físico a los dioses, Adán tenía una forma humana como la tienen el Padre y el Hijo. la diferencia es que el cuerpo de Adán era terrenal y mortal, y el cuerpo de Dios y de Cristo es inmortal, celestial y espiritual, es decir, no sujeto a las leyes físicas de este mundo. Esto obviamente lo oculta el sistema iglesiero apostata o sencillamente lo pervierte, enseñando la mentira satánica de que Dios no tiene ningún cuerpo.

Los falsos maestros apostatas enseñan que Dios el Padre no habita en una dimensión terrenal, pero resulta que la Biblia dice que IEVE vendrá de una lejana tierra, en lo postrero de los cielos, por lo tanto, Dios sí que vive en una dimensión TERRENAL, pero al mismo tiempo es celestial, ya que esa lejana tierra se encuentra en lo postrero de los cielos, en los confines del Universo, en ese lugar el Dios Padre tiene su templo donde mora y controla todo el Universo:

 

Y el templo de Dios fue abierto en el cielo,  y el arca de su pacto se veía en el templo.  Y hubo relámpagos,  voces,  truenos,  un terremoto y grande granizo. (Ap.11:19).

 

Ahí lo tiene bien claro, en el cielo hay un templo de Dios, en el cual él mora.

Por supuesto que nadie puede ver el rostro glorioso de IEVE y seguir vivo, pero se refiere a verle con los OJOS MORTALES, pues quien le vea con estos ojos mortales, morirá. Sin embargo, cuando los santos sean inmortales y gloriosos, por supuesto que podrán ver a Dios, tal como dijo Jesús.

 

UN ESPÍRITU NO TIENE CARNE NI HUESOS

 

Muchos ignorantes biblicos y falsos maestros enseñan que un espíritu no puede tener un cuerpo visible, porque Jesús dijo que un espíritu no tiene carne ni huesos:

 

Mirad mis manos y mis pies,  que yo mismo soy;  palpad,  y ved;  porque un espíritu no tiene carne ni huesos,  como veis que yo tengo. (Lc.24:39).

 

Como la Biblia dice que Dios el Padre es espíritu (Jn.4:23-24), entonces esos ignorantes y falsos maestros llegan a la conclusión de que Dios el Padre no tiene un cuerpo visible. El argumento que ellos dan es de lo más falso e infantil.

Efectivamente, un espíritu no tiene carne ni huesos, es decir, un espíritu NO TIENE UN CUERPO CARNAL. Pero resulta que el Dios Padre no tiene un cuerpo carnal, sino un cuerpo de otra naturaleza diferente, un cuerpo CELESTIAL, espiritual y glorioso, ese mismo cuerpo celestial es el que tienen Jesús y los ángeles. Observe como en 1Corinitios 15:45 se dice que Jesucristo resucitado es un espíritu vivificante, sin embargo, Jesús tiene un cuerpo glorioso y celestial totalmente visible, es decir, el hecho de que Dios, Cristo y los ángeles sean espíritus, eso no significa que sean invisibles, ellos tienen cuerpos totalmente visibles, pero son cuerpos celestiales de una naturaleza diferente a los cuerpos terrenales de carne y hueso.

Efectivamente, Jesús dijo que un espíritu no tiene CARNE NI HUESOS, es decir, un espíritu no tiene carne ni huesos como el de los humanos, sino que un espíritu tiene un CUERPO ESPIRITUAL, pero VISIBLE, como por ejemplo el cuerpo glorioso de Jesús resucitado, o el cuerpo de los ángeles, o el cuerpo del Dios Padre, que son cuerpos celestiales, gloriosos, ¡no son cuerpos de carne y hueso!, sino cuerpos de otra naturaleza diferente, son cuerpos celestiales.

 

 

 

 

 

 

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