AMPLIADO EL 17 DE FEBRERO DE 2005
Por Tito Martínez
Estudiante de la Biblia
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Prólogo de Tito Martínez
En la literatura de la secta de la Watchtower (el jehovismo atalayado), conocidos mundialmente como los “testigos cristianos de Jehová”, leemos que la señal de la presencia o venida del Cristo comenzó en la tierra en el año 1914. Según los “ungidos” líderes de esa secta (el Cuerpo Gobernante), esa señal de la presencia del Cristo es una “señal compuesta” por la predicación del Evangelio del Reino, las guerras, las pestes, el hambre y los terremotos mencionados en Mateo 24:7. Entonces, los “ungidos” de esa secta llegan a la conclusión que la venida o presencia del Cristo comenzó en ese año, y que él está presente invisiblemente y reinando desde el cielo a partir de ese año del 1914, esperando solamente a que llegue la batalla de Armagedón, donde -según esa secta- todos los enemigos de la organización del jehovismo atalayado serán arrasados por el fuego de la ira de Dios, y entonces los miembros del jehovismo que habrán sobrevivido a ese Armagedón heredarán la vida eterna, viviendo para siempre en una nueva tierra paradisíaca, trabajando de hortelanos y de albañiles por los siglos de los siglos.
Estimados lectores, ¡esa es la doctrina fundamental de la secta del jehovismo atalayado!, en esa doctrina jehovista se basa toda la estructura doctrinal de esa organización religiosa con aspiraciones de dominio mundial, ya que sin la existencia de esa doctrina fundamental del Jehovismo, toda la organización del jehovismo atalayado quedaría totalmente pulverizada y desaparecería de la faz de la tierra. ¡Ese es el “evangelio del reino” que el jehovismo predica al mundo entero!.
En este importantísimo estudio bíblico va a quedar demostrado de forma irrefutable la falsedad de ese mensaje predicado por el jehovismo atalayado. Va a quedar demostrado que ningún Reino de Dios y ninguna presencia invisible del Cristo comenzó en el cielo en el año 1914, y que el “evangelio del Reino predicado por esa secta falsa de ninguna manera es el verdadero Evangelio del Reino predicado por los apóstoles del Cristo, sino un falso y pervertido evangelio que ha engañado a millones de personas que aun son lacayos de los falsos ungidos del Jehovismo atalayado.
Este estudio bíblico lo he dividido en tres partes:
La primera parte trata sobre la señal de la venida del Cristo.
La segunda parte es un excelente estudio bíblico tomado de Internet sobre el verdadero significado de la palabra griega parousía.
La tercera parte tratará sobre el verdadero Evangelio del Reino de Dios, el cual es muy diferente al evangelio del reino predicado por el Jehovismo.
También he creado una serie de apartados o subtítulos para hacer más fácil la lectura de este documento doctrinal.
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Primera parte
la señal de la venida del Cristo
¿Qué es la parousía?
El famoso Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento (de W. E. Vine, 1984, vol. 1, pág. 50) dice: "PAROUSIA [...] denota tanto una llegada como una consiguiente presencia con. Por ejemplo, en una carta sobre papiro [escrita en griego] una dama habla de la necesidad de su parousia en un lugar a fin de [atender] unos asuntos relacionados con su propiedad allí. [...] Cuando se usa del retorno de Cristo, en el Arrebatamiento de la Iglesia, significa no meramente Su llegada momentánea a por Sus santos, sino su presencia con ellos desde aquel momento hasta Su revelación y manifestación al mundo".
En el Diccionario de la Biblia (edición de Serafín de Ausejo, Barcelona, Herder, 1981, col. 1451) leemos lo siguiente:"en el mundo helenístico de oriente se halla la palabra [pa·rou·sí·a] [...] como término clásico para designar la visita oficial del rey o del emperador". (Véase también Mt 24:3 y la nota al pie de pagina de la versión Biblia de Jerusalén).
Estimados lectores: eso que hemos leído es absolutamente cierto, ¡eso es el verdadero significado de la palabra griega PAROUSÍA!. Ahora bien, pongan atención:
1- En esa definición dada por esos grandes eruditos en griego, ni en ningún otro diccionario griego, se dice que la palabra griega parousía sea una "presencia invisible".
2- Según esos eruditos en griego, la palabra parousía denota tanto VENIDA (llegada), como su consiguiente PRESENCIA, es decir, ¡SE PUEDE TRADUCIR DE LOS DOS MANERAS INDISTINTAMENTE!, ya que para que una persona esté presente visiblemente, primero tiene que haber llegado o venido de forma visible, ¿queda claro?
3- Efectivamente, la palabra griega parousía era muy utilizada en el mundo helenístico para designar la VENIDA o llegada de un rey o emperador a una ciudad, con toda su pompa, ¡pero nunca era utilizada esa palabra para designar la llegada o presencia invisible de un rey o emperador!. Por lo tanto, cuando en el Nuevo Testamento se habla de la futura parousia (venida-presencia) gloriosa del Rey de reyes, el Cristo, siempre es para indicar que esa venida del Cristo será TOTALMENTE VISIBLE, y no de forma invisible, como falsamente enseñan los falsos ungidos del Jehovismo atalayado, por eso es que en Mateo 24:30 leemos que cuando ocurra esa parousía o llegada gloriosa del Cristo, con todos sus ángeles, todas las tribus de la tierra se lamentarán al VERLE llegar en las "nubes" del cielo con gran poder y gloria, algo que, evidentemente, no sucedió en el año 1914, ni de forma invisible, ni de forma visible.
Por consiguiente, ahora ya sabemos que la venida y la presencia del Cristo se refiere al mismo evento. es decir, primero él llegará o vendrá del cielo, de forma totalmente visible, y cuando él venga entonces estará presente, ya que una persona no puede estar presente visiblemente si primero no ha venido.
Dicho esto, pasemos ahora a conocer cual será la señal de la venida del Cristo.
LA SEÑAL DE SU VENIDA SERÁ LA SEÑAL DEL HIJO DEL HOMBRE
1- La secta falsa del jehovismo atalayado pretende hacernos creer que la señal de la venida del Cristo, y la señal del Hijo del hombre son dos cosas diferentes. Según ellos, la señal de la venida o presencia del Cristo comenzó en el año 1914, y son las guerras, las pestes, el hambre y los terremotos mencionados en Mateo 24:6-7, sin embargo, ya vimos que eso es totalmente falso, porque todas esas cosas serían EL PRINCIPIO DE DOLORES (Mt.24:8), ¡no la señal de la venida o presencia del Cristo!
2- La señal de la venida del Cristo es la misma señal del Hijo del hombre. Los apóstoles le preguntaron por la señal de su venida (Mt.24:3), y la respuesta a esa pregunta la tenemos en Mateo 24:30, donde se dice que aparecerá en el cielo LA SEÑAL DEL HIJO DEL HOMBRE, y entonces todas las tribus de la tierra se lamentarán al verle VENIR en las “nubes” del cielo con gran poder y gloria, por lo tanto, esa señal del Hijo del hombre será la señal de su VENIDA, porque si le verán VENIR es porque será la señal de su venida.
3- Esa señal de la venida del Cristo será su propia venida gloriosa en las “nubes” del cielo, es decir, la Shekinah (gloria) del Cristo.
Los miembros del jehovismo atalayado rechazan que la señal de la venida o presencia del Cristo sea la propia venida gloriosa del Cristo, y prefieren creer en esa fábula mentirosa de que dicha señal son las guerras, las pestes, los terremotos, etc, mencionados en Mateo 24:6-7.
Pues bien, en el famoso Comentario Bíblico Moody, en el tomo del Nuevo Testamento, página 44, leemos lo siguiente: "La señal del Hijo del hombre"... Muchos eruditos aceptan la explicación de Lange, de que se trata de la Shekinah o gloria del Cristo". Como podemos ver, tanto el erudito bíblico Lange, como otros muchos exegetas bíblicos enseñan que esa señal del Hijo del hombre que aparecerá en el cielo será la propia GLORIA (Shekinah) del Cristo cuando él venga del cielo en esas "nubes", por lo tanto, la interpretación que yo estoy dando en este estudio no es una invención mía, ¡¡sino que es la doctrina enseñada por los más grandes eruditos y exégetas cristianos en sus comentarios bíblicos!!.
4- Cuando los cristianos y todas las tribus de la tierra veamos esta señal de la venida del Cristo, que será su propia venida en poder y gloria (la Shekinah), entonces los verdaderos cristianos que están muertos resucitarán, y los cristianos que queden vivos serán transformados de mortal a inmortalidad y serán arrebatados en “nubes”, juntamente con los resucitados, y todos juntos serán llevados arriba, para recibir al Señor en el aire (1Ts.4:15-17, 1Co.15:50-54), sin embargo, todas las tribus de la tierra se lamentarán al verle venir en esas "nubes" voladoras (Mt.24:30). Esto evidentemente destroza y pulveriza hasta sus cimientos esa doctrina falsa del jehovismo atalayado, referente a que esa venida o presencia gloriosa del Cristo será invisible, porque si TODAS LAS TRIBUS DE LA TIERRA LE VERÁN es porque su venida y presencia será totalmente visible a los ojos humanos, y no solo eso, decir que esa venida o presencia (parousía) del Cristo sucedió en el año 1914 es de enfermos mentales y de embusteros patológicos, ya que en el año 1914 ningún cristiano, ni vivo ni muerto, fue arrebatado en “nubes” para recibir al Señor en el aire, es decir, en la atmósfera.
5- En Mateo 24 no se habla por ninguna parte de una "señal compuesta" de la venida o presencia del Cristo, sino de LA SEÑAL (en singular) de la venida o presencia del Cristo, y esta señal aparecerá en el cielo después de la tribulación, cuando el Cristo venga con gran poder y gloria (la Shekinah), por lo tanto, esa doctrina del jehovismo atalayado de que la señal de la venida del Cristo es una señal compuesta por guerras, pestes, terremotos, etc., es una de las cosas más falsas y estúpidas que se puedan decir. Repito una vez más que esas guerras, pestes, terremotos, etc. son EL PRINCIPIO DE DOLORES, tal como dijo el Cristo: "Y ESTAS COSAS SERÁN EL PRINCIPIO DE DOLORES" (Mt.24:8), el Cristo no dijo que esas cosas serían la "señal compuesta" de su venida, sino el principio de dolores, ya que si esas cosas fueran la "señal compuesta" de su venida, entonces él habría dicho esto: "Y estas cosas serán la señal compuesta de mi venida".
6- Los acontecimientos actuales, como las guerras, las pestes, los terremotos, etc, son sencillamente un cumplimiento de lo que el Cristo dijo en Mateo 24:6-7, y todas estas cosas son solamente EL PRINCIPIO DE DOLORES (Mt.24:8), indicando así que todas estas cosas irán en aumento, tanto en frecuencia como en intensidad, hasta que llegue el fin del mundo. Sin embargo, los cristianos bíblicos rechazamos esa idiotez y esa falsedad de que todas esas cosas sean la señal de la venida o presencia del Cristo, ya que esa señal de su parousía aparecerá solamente en cielo cuando el Cristo venga del cielo con gran poder y gloria.
7- El Cristo hizo un paralelismo entre la venida del diluvio, y su futura venida gloriosa. Igualmente hizo un paralelismo entre los días ANTES del diluvio, y los días ANTES de su venida gloriosa, pero lo que hacen los falsos ungidos del jehovismo es deformar y falsificar esas palabras del Cristo, para enseñar esa doctrina falsa de que la venida o presencia del Cristo ya comenzó en el año 1914. ¡Ninguna presencia invisible del Cristo comenzó en el año 1914!, ya que él está presente en medio de su pueblo, y de forma invisible, desde mucho tiempo antes del 1914, y la parousía o presencia gloriosa del Cristo será totalmente VISIBLE, y sucederá después de la tribulación (Mt.24:29-30), por lo tanto, solo un vulgar engañador y falso profeta puede enseñar que la parousía gloriosa del Cristo comenzó en el año 1914. La parousía del Cristo será la VENIDA gloriosa del Cristo, para estar PRESENTE de forma visible, ya que, PARA QUE ÉL ESTÉ PRESENTE, PRIMERO TIENE QUE VENIR, es decir, primero ocurrirá la venida gloriosa y visible del Cristo, y seguidamente comenzará su PRESENCIA visible.
8- Los miembros y lacayos del jehovismo atalayado generalmente salen con el argumento de que como el Cristo es ahora un espíritu vivificante (1Co.15:45), entonces su parousía tiene que ser invisible, ya que los espíritu son invisibles. Veamos qué fácil es refutar ese argumento del jehovismo: en Mateo 24:30 se dice bien clarito que la venida o presencia del Cristo será VISTA por todas las tribus de la tierra, por lo tanto, esa venida del Cristo será totalmente visible, y en Hechos 1:9-11 leemos que el Cristo vendrá del cielo DE LA MISMA FORMA QUE SE FUE, pero como resulta que él se fue al cielo de forma VISIBLE, con un cuerpo de carne y huesos, entonces significa que vendrá del cielo a la tierra de forma también VISIBLE, con el mismo cuerpo de carne y huesos que se fue al cielo. Lo que ocurre es que el cuerpo del Cristo en el cielo es un cuerpo glorioso, espiritual, resplandeciente, sin embargo, cuando él venga del cielo, entonces vendrá con un cuerpo de carne y huesos, para poder estar en la tierra, exactamente el mismo cuerpo de carne y huesos que el Cristo tenía después de resucitar. Por lo tanto, la venida y presencia del Cristo será totalmente visible y corporal, vamos, que eso de que será invisible es una vulgar doctrina de demonios, pues cuando él venga y esté presente en la tierra TODAS LAS TRIBUS DE LA TIERRA LE VERÁN (Mt.24:30), o como dice el Apocalipsis TODO OJO LE VERÁ (Ap.1:7), solo personas que no son cristianas pueden enseñar esa mentira de que esa venida y presencia gloriosa del Cristo será invisible al ojo humano.
EL CRISTO VENDRÁ DEL CIELO DENTRO DE UNA “NUBE” VOLADORA
En Mateo 24:30 el Cristo dijo que todas las tribus de la tierra le VERÁN VENIR en las "nubes" del cielo con gran poder y gloria, y si le verán venir, es porque su venida será totalmente visible, no invisible.
En Lucas 21:27 el Cristo dijo que vendrá del cielo en una “nube”, ahora bien, ¿qué clase de “nube” será esa?, como veremos seguidamente ese tipo de “nubes” voladoras no serán las nubes de vapor de agua que vemos en el cielo, sino otro tipo de “nubes” resplandecientes, ya mencionadas en el libro del Éxodo.
Para empezar, las llamo “nubes” VOLADORAS porque ese tipo de “nubes” se desplazan por el aire, y todo lo que se desplaza por el aire es porque VUELA.
Esa “nube” voladora en la que vendrá el Cristo a la tierra será el mismo tipo de "nube" mencionada en el libro del Éxodo, la cual guiaba a Israel a través del desierto, y dentro de esa "nube" voladora iba el mismísimo Ángel de IEVE , el Verbo de Dios. Veamos unos cuantos pasajes que hablan de esa “nube” voladora:
“Y IEVE iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.” (Éx.13:21-22). Como podemos ver, este pasaje dice bien claro que era IEVE quien iba dentro de esa columna de nube, la cual se convertía en columna de fuego por la noche. Observe que dice “COLUMNA de nube”, lo cual indica que esa “nube” voladora tenía forma alargada y cilíndrica, como una columna.
Este Dios, IEVE , que iba dentro de esa columna de nube, era el ÁNGEL DE IEVE , el cual también lleva el nombre de IEVE , veámoslo: “Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas, e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros.” (Éx.14:19-20).
Pero hay más, para mayor asombro resulta que esa “columna de nube” en la cual iba el ángel de IEVE , el cual también se llama IEVE , TAMBIÉN DESCENDÍA A LA TIERRA, y se posaba al lado del tabernáculo de reunión, y entonces el propio IEVE salía de esa “nube” y hablaba cara a cara con Moisés, leámoslo: “Cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía y se ponía a la puerta del tabernáculo, y IEVE hablaba con Moisés. Y viendo todo el pueblo la columna de nube que estaba a la puerta del tabernáculo, se levantaba cada uno a la puerta de su tienda y adoraba. Y hablaba IEVE a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero” (Éx.33:9-11, comparar con Dt.31:15).
Según esos textos bíblicos. descubrimos lo siguiente:
a) El Ángel de IEVE también se llama IEVE , ya que el nombre del Padre está en él.
b) Este Ángel de IEVE iba dentro de una “nube” voladora en forma de columna, guiando a Israel a través del desierto.
c) Esa “nube” voladora descendía a la tierra, junto al tabernáculo de reunión, y entonces el ángel de IEVE salía de esa “nube” y hablaba cara a cara con Moisés.
d) El Cristo se fue corporalmente al cielo dentro de una de esas “nubes” voladoras, y los dos ángeles dijeron que él vendrá del cielo de la misma forma que se fue (Hch.1:9-11), por lo tanto, el Cristo vendrá del cielo DENTRO de una “nube” voladora, y seguidamente saldrá de esa “nube” y descenderá a la tierra de forma corporal, el propio Cristo dijo que él vendrá del cielo en una “nube” (Lc.21:27). Observe que esa "nube" gloriosa que guiaba a Israel era totalmente visible, por lo tanto, esa "nube" resplandeciente en la que vendrá el Cristo también será totalmente visible, y cuando venga, entonces él saldrá de esa "nube" y descenderá a la tierra visiblemente, poniendo sus pies sobre el monte de los Olivos, el cual se partirá por la mitad (Zac.14:4-5), ¡así es como será la futura venida o presencia gloriosa del Cristo!.
Ahora bien, los falsos ungidos del jehovismo enseñan que esa venida gloriosa del Cristo sucedió de forma invisible en el año 1914, pero eso es una abominable mentira y una doctrina de demonios, ya que en el año 1914 el Cristo no vino del cielo con gran poder y gloria dentro de una de esas “nubes” voladoras, por lo tanto, NINGUNA VENIDA O PRESENCIA DEL CRISTO COMENZÓ EN EL AÑO 1914.
LA SEÑAL DE LA VENIDA DEL CRISTO APARECERÁ EN EL CIELO DESPUÉS DE LA TRIBULACIÓN
1- El Señor Yeshúa dijo lo siguiente: "E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria." Como podemos ver, el propio Cristo dijo de forma clara cual será la señal de su venida o presencia, cuando aparecerá, y donde aparecerá. Veamos:
a) Esa señal de su venida o presencia aparecerá INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE LA TRIBULACIÓN DE AQUELLOS DÍAS, esto, obviamente, destroza esa patraña de los falsos ungidos del jehovismo, los cuales enseñan que esa señal apareció a partir del año 1914, ya que el Cristo dijo que aparecerá DESPUÉS de la tribulación, ¡y esa tribulación aun no ha terminado!, por lo tanto, es imposible que dicha señal comenzara en el año 1914.
b) El Cristo Yeshúa dijo bien clarito que la señal de su venida o presencia aparecerá EN EL CIELO, por lo tanto, esto demuestra que la señal de su venida o presencia no comenzó en la tierra en el año 1914, es decir, esa señal no son las guerras, ni las pestes, ni el hambre ni los terremotos. ¿Ha quedado claro?, esa señal de su venida o presencia no tiene que ver nada con eventos en la tierra, sino que aparecerá solamente en el CIELO, cuando el Cristo venga en gloria.
c) El Cristo dijo que cuando aparezca en el cielo esa señal, entonces todas las tribus de la tierra se lamentarán al verle llegar en las "nubes" del cielo con gran poder y gloria. Por lo tanto, esto demuestra irrefutablemente que esta SEÑAL de Mateo 24:30 será la señal de su venida o presencia, y cuando él aparezca en el cielo con gran poder y gloria TODAS LAS TRIBUS DE LA TIERRA LE VERÁN LLEGAR, algo que, evidentemente, no sucedió en el año 1914. Por lo tanto, mienten como cosacos esos falsos ungidos del jehovismo atalayado cuando enseñan en su literatura apóstata y falsa que la señal de la venida o presencia del Cristo comenzó en la tierra en el año 1914.
d) En Mateo 24 y 25 no hay ni un solo pasaje donde se diga que el trono del Cristo será establecido en el cielo, lo que dice es que el Cristo VENDRÁ DEL CIELO con todos sus ángeles, y entonces descenderá a la tierra, y se sentará en su trono glorioso, para juzgar a las naciones (Mt.25:31-34), pero resulta que las naciones están en la tierra, no en el cielo, por lo tanto, ese trono del Cristo será establecido en la TIERRA, cuando él venga del cielo con gran poder y gloria, ¡de trono celestial nada de nada!, eso del trono celestial se lo han inventado esos falsos ungidos. El Reino del Cristo no es de este mundo, es decir, NO PERTENECE A ESTA ERA O AION, sino que pertenece a la era o mundo venidero, y se instalará en el MUNDO cuando él venga en gloria a juzgar a todas las naciones de la tierra, por eso es que Apocalipsis 11:15 dice que cuando suene la séptima trompeta, los reinos DEL MUNDO serán de Dios y del Cristo, es decir, el gobierno del mundo será de ellos, por lo tanto, donde ha de comenzar el reino del Cristo es en el mundo, ¡no en el cielo!
e) Una persona no puede estar presente si primero no ha venido, por lo tanto, aunque la dos palabras, parousía (presencia), y erkjomai (venida) sean diferentes, SE REFIEREN A LO MISMO, es decir, él vendrá primero, para poder estar presente de forma completamente VISIBLE, ya que esa venida y presencia del Cristo será igual de visible que su primera aparición, por eso es que Hebreos 9:27-28 dice que el Cristo APARECERÁ POR SEGUNDA VEZ, para salvar a los que le esperan, si la primera aparición del Cristo fue visible, entonces su segunda aparición también será visible, porque dice que APARECERÁ POR SEGUNDA VEZ
Estimado lector, deseo que esto le quede claro en su mente: los falsos ungidos del jehovismo atalayado enseñan en su literatura que las guerras, las pestes, el hambre y los terremotos son la señal que demuestra que el Cristo ya está presente y que está gobernando desde el cielo, sin embargo, ¡eso es una de las mayores blasfemias e idioteces que se puedan decir!, porque cuando el Cristo esté realmente presente y gobernando sobre el mundo, entonces las guerras, las pestes, el hambre y los terremotos ya no existirán, por lo tanto, el hecho de que todas esas cosas estén sucediendo en este infeliz mundo de ninguna manera demuestran que el Cristo esté gobernando desde el cielo, sino TODO LO CONTRARIO.
Por lo tanto, mienten como cosacos esos falsos ungidos del jehovismo atalayado cuando enseñan en su literatura apóstata y falsa que la señal de la venida o presencia del Cristo comenzó en la tierra en el año 1914.
LA MENTIRA DE QUE SATANÁS FUE ARROJADO A LA TIERRA EN 1914
Los falsos ungidos del Jehovismo atalayado enseñan en su literatura que en el año 1914 se cumplió lo que aparece en Apocalipsis 12, es decir, según ellos, en ese año Satanás y sus ángeles fueron arrojados a la tierra, y como consecuencia de eso dio comienzo la señal de la presencia del Cristo, que según el jehovismo son las guerras, las pestes, el hambre y los terremotos mencionados en Mateo 24:7. Veamos la falsedad de esa doctrina:
1- El Apocalipsis no dice por ninguna parte que cuando Satanás sea arrojado a la tierra se producirán guerras, hambres, pestes, etc. esa tontería se la han inventado los falsos ungidos de esa secta.
2- En Apocalipsis 12:7-12 se dice bien claro que cuando el Diablo y sus ángeles desciendan a la tierra, el Diablo descenderá con gran ira, y es entonces cuando lanzará toda esa ira en una gran persecución contra el pueblo de Dios (Ap.12:17), es decir, esa ira del Diablo consistirá en que él lanzará una gran persecución contra los verdaderos cristianos, los santos, ¡pero ese pasaje no menciona por ninguna parte guerras, hambres, pestes ni terremotos!.
3- Por lo tanto, en el año 1914 el diablo no fue arrojado a la tierra, porque ninguna persecución mundial contra los verdaderos cristianos comenzó en ese año, es decir, esa interpretación de los falsos ungidos es más falsa que Judas, y queda pulverizada por la propia Palabra de Dios.
LAS DOS SEÑALES DE MATEO Y DE LUCAS
Los lacayos de los falsos ungidos del Jehovismo suelen decir lo siguiente: "En la profecía del capítulo 21 de Lucas, Jesús menciona los sucesos catastróficos que han servido de señal de su presencia desde 1914".
Veamos la falsedad de esa doctrina:
1- Muchos estudiantes de la Biblia aun no se han dado cuanto que las cuatro narraciones evangélicas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan SE COMPLEMENTAN una con otra, es decir, que si pudiéramos unir todas ellas en un solo volumen, tendríamos entonces un cuadro completo y perfecto de lo que realmente dijo e hizo el Señor Yeshúa.
2- En el asunto del famoso discurso profético del Monte de los Olivos que encontramos en Mateo 24, Lucas 21 y Marcos 13 (Juan no lo menciona) ocurre lo mismo, tenemos que UNIR O COMBINAR las narraciones de este discurso, que encontramos ne Mateo 21, Lucas 21 y Marcos 13, y al combinarlas, entonces tenemos el cuadro completo de lo que realmente dijo el Señor en ese famoso discurso profético. Pues bien resulta que si unimos la narración de Mateo 24, con la narración de Lucas 21, entonces, para sorpresa, descubrimos que los discípulos LE PREGUNTARON AL CRISTO POR DOS SEÑALES: la primera señal era la referente a la destrucción del templo de Jerusalén, la cual se cumplió en el año 70 D.C., cuando las legiones de Tito Vespasiano rodearon Jerusalén para destruirla, y entonces, los cristianos de Jerusalén, al ver esos estandartes romanos, obedecieron al Señor y escaparon de Jerusalén y Judea, rumbo a las montañas, y de esta manera no pereció ni un solo cristiano en la catástrofe que cayó ese año sobre Jerusalén. Y la segunda señal es LA SEÑAL DE LA VENIDA O PRESENCIA DEL HIJO DEL HOMBRE, mencionada en Mateo 24:3, y es esta señal de su venida la que aparecerá en el cielo DESPUÉS de la tribulación, tal como leemos en Mateo 24:29-30, y esta señal de su venida no tiene que ver absolutamente nada con las guerras, las pestes, el hambre y los terremotos, ya que todas estas cosas serían solamente EL PRINCIPIO DE DOLORES (Mt.24:7-8), sin embargo, la señal de la venida o presencia del Cristo será la propia venida gloriosa del Cristo (la Shekinah), cuando aparezca en el cielo con todos sus ángeles.
En Lucas 21:7 no se menciona por ninguna parte la señal de la venida o presencia del Cristo, sino de OTRA SEÑAL, la cual indicaría que LA DESTRUCCIÓN DEL TEMPLO DE JERUSALÉN, era inminente, veamos el pasaje de Lucas, para que esto le quede claro al lector: “no quedará piedra sobre piedra, que no sea destruida. Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo será esto? ¿y qué señal habrá cuando estas cosas (la destrucción del templo) estén para suceder?" (Lc.21:6-7). Observe bien, LOS APÓSTOLES, EN ESE PASAJE DE LUCAS, NO LE PREGUNTARON POR LA SEÑAL DE SU VENIDA, SINO POR OTRO TIPO DE SEÑAL MUY DIFERENTE, LA CUAL INDICARÍA LA INMINENCIA DE LA DESTRUCCIÓN DEL TEMPLO DE JERUSALÉN, y esa señal sería la abominación desoladora, y cuando los cristianos de Jerusalén la vieran, entonces tendrían que escapar a los montes, tal como así sucedió en el año 70, cuando las legiones romanas rodearon Jerusalén, y cuando esta señal la vieron los cristianos de Jerusalén, entonces escaparon de la ciudad y huyeron a los montes. Sin embargo, en Mateo 24:3 los apóstoles preguntaron por OTRO TIPO DE SEÑAL: la señal DE SU VENIDA , y esta señal de la venida del Cristo es la mencionada en Mateo 24:30 "Y entonces aparecerá en el cielo LA SEÑAL del Hijo del hombre".
El problema de los falsos ungidos es que ellos no saben diferenciar entre la señal de la venida del Cristo, mencionada en Mateo 24:3, 30, y la señal que anunciaría la destrucción del templo de Jerusalén, mencionada en Lucas 21:6-7. Dicho en otras palabras, esos falsos ungidos del Jehovismo, como exegetas bíblicos, son unos completos incompetentes, unos desastres, y con esa falsa interpretación engañan al mundo.
LA PROFECÍA DE DANIEL 7:13-14
La secta del jehovismo atalayado enseña que la profecía de Daniel 7:13-14 se cumplió en el año 1914, cuando -según ellos- el Cristo Yeshúa comenzó a reinar en el cielo. Veamos la falsedad de esa doctrina:
Según la profecía de Daniel 7:13-14, el Cristo tomará el poder de reinar en el cielo en los días de esos diez reyes, y DESPUÉS DE QUE EL CUERNO PEQUEÑO (la bestia) SEA DESTRUIDO, veámoslo: "Seguí contemplando en aquel tiempo debido al sonido de las palabras grandiosas que el cuerno estaba hablando; seguí contemplando hasta que la bestia fue muerta y su cuerpo fue destruido y fue dado al fuego ardiente. Pero en cuanto a las demás bestias, sus gobernaciones fueron quitadas, y hubo un alargamiento de vida que se les dio por un tiempo y sazón. Seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡pues vea!, con las nubes de los cielos sucedía que venía alguien como un hijo del hombre; y al Anciano de Días obtuvo acceso, y lo presentaron cerca, aun delante, de Aquel. Y a él fueron dados gobernación y dignidad y reino,para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él. Su gobernación es una gobernación de duración indefinida que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas." (Dn.7:11-14).
Observe bien: primer lugar la bestia (el cuerno pequeño) será muerta y quemada en el fuego, y seguidamente el Hijo del hombre se acercará al Dios Padre para recibir la gobernación y la dignidad del reino sobre las naciones de la tierra, y esto, pulveriza la falsa doctrina del jehovismo, ya que entonces significa que el Cristo NO COMENZÓ A REINAR EN EL CIELO EN EL AÑO 1914, sino que comenzará en el futuro, DESPUÉS DE QUE LA BESTIA SEA DESTRUIDA EN EL FUEGO, ya que la bestia no fue destruida en el fuego en el año 1914.
Un lacayo del jehovismo que publica sus escritos en mi foro de Teología Bíblica dice lo siguiente: "¿VES COMO AUN SE DEJAN LAS NACIONES UNA PROLONGACIÓN DE VIDA, MAS DESPUÉS QUE EL HIJO TOMA PODER EJECUTIVO SOBRE LOS ENEMIGOS?"
Eso que ha dicho esa persona es una gran mentira, leamos la secuencia profética de Daniel 7:11-14 para que veamos como miente el jehovismo atalayado, y como ellos han falsificado ese pasaje de Daniel. Veamos:
a) Primero la bestia es destruida en el fuego (v.11).
b) En segundo lugar, las otras tres bestias o reinos siguen con vida durante un alargamiento de tiempo (v.12).
c) Y en último lugar es cuando el Hijo del hombre se acerca al Padre, en el cielo, para recibir la gobernación y dignidad del reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvan (vers.13-14). Observe bien: la profecía de Daniel dice bien claro que el Cristo recibirá esa gobernación en el cielo DESPUÉS de la muerte de la bestia, y después de ese alargamiento de vida a las otras bestias, sin embargo, ellos falsifican esto, y han dicho que esas naciones o reinos tienen una prolongación de vida DESPUÉS de que el Hijo del hombre toma el poder ejecutivo sobre sus enemigos, ¡esto es una burda falsificación de lo que dice Daniel 7:11-14!, y lo han falsificado para poder enseñar esa mentira diabólica de que el Cristo comenzó a reinar en el cielo en el año 1914.
Es absolutamente falso que esa profecía de Daniel 7:13-14 se cumpliera en el año 1914, ya que, como he demostrado, el Cristo recibirá ese reino en el cielo DESPUÉS de la destrucción de la bestia y DESPUÉS de la prolongación de los días al resto de bestias o reinos, y NO ANTES.
LA FALSEDAD DE LA “PRESENCIA INVISIBLE” DEL CRISTO DESDE EL AÑO 1914
Los falsos ungidos del Jehovismo atalayado enseñan que la presencia invisible del Cristo comenzó en el año 1914, pero esto es una espantosa mentira, porque resulta que el el Cristo ya está presente de forma invisible, desde mucho tiempo antes del 1914, ya que él dijo: "he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mt.28:20), o "donde dos o tres están reunidos en mi nombre, AHÍ ESTOY YO EN MEDIO DE ELLOS" (Mt.18:20). Por lo tanto, la doctrina de que el Cristo está presente de forma invisible desde el año 1914 es una idiotez y una mentira diabólica inventada por esos falsos ungidos del Jehovismo.
Algunos lacayos de los falsos ungidos del Jehovismo atalayado dicen que los que rechazamos su doctrina no creemos que existan señales antes de la venida del Hijo del hombre en gloria, lo cual es una vulgar mentira, porque los que rechazamos las falsedades del Jehovismo sí que creemos que existen algunas señales que anuncian la futura venida o presencia gloriosa del Cristo. Lo que rechazamos los cristianos bíblicos es que en el año 1914 comenzara LA SEÑAL de la venida del Hijo del hombre, ya que esta señal aparecerá únicamente en el cielo después de la tribulación (Mt.24:29-30).
Ahora bien, las señales mencionados en Mateo 24:7 no serían esa señal de la venida del Cristo, sino que son EL PRINCIPIO DE LOS DOLORES DE PARTO (Mt.24:8). El problema es que los falsos ungidos rechazan la enseñanza bíblica de que el principio de dolores, y la señal de la venida del Cristo son dos cosas totalmente diferentes. Las señales o dolores de parto de Mateo 24:7-8 no indicarían que el Cristo ya está presente y reinando, eso es una idiotez, ya que cuando el Cristo venga y esté reinando de verdad, entonces ninguna de esas cosas, como las guerras o las pestes, existirán en el mundo, por lo tanto, decir que todas esas cosas demuestran que el Cristo ya vino y que está reinando desde el año 1914 es una de las mayores blasfemias que se puedan decir.
“DENTRO DE POCO EL MUNDO YA NO ME VERÁ”
Los falsos ungidos del jehovismo atalayado siempre esgrimen estas palabras del Cristo para enseñar esa abominable doctrina de que el mundo no volverá a ver al Cristo de forma visible, y de ahí sacan esa ridícula doctrina de que la venida o presencia del Cristo es invisible. Veamos la falsedad de esa doctrina:
La frase completa del Cristo es la siguiente: “Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero vosotros sí me veréis” (Jn.14:19). El significado simple de esta frase es que el Cristo sería muerto, y entonces el mundo DE ENTONCES no le vería más, sin embargo, sus discípulos sí que le verían, lo cual se cumplió cuando él resucitó y se apareció solamente a ellos. Ahora bien, los falsos ungidos del jehovismo deforman estas palabras del Cristo, y enseñan que el mundo nunca más volverá a ver al Cristo, pero esa interpretación queda pulverizada por lo siguiente:
a) En Juan 16:10 el Cristo dijo: “me voy al Padre, y ya no me veréis.” (Jn.16:10). Observe bien, en Juan 14:19 el Cristo dijo que el mundo ya no le vería, y en Juan 16:10 dijo que él se iría al cielo y sus discípulos TAMPOCO LE VERÍAN, pero esto, de ninguna manera significa que el mundo y los apóstoles no podrán ver al Cristo cuando venga del cielo, lo que significa sencillamente es que el Cristo se iría al Padre, y sus apóstoles no le verían más, porque morirían sin volver a verle. Es decir, los hombres de la época de Yeshúa dejaron de verle cuando murió en el madero, tal como enseña Juan. 14:19, y los apóstoles también dejaron de verle cuando ascendió, al cielo, para sentarse a la diestra de Dios, según Juan 16:10.
b) Estos dos pasajes bíblicos de ninguna manera sirven para enseñar que la futura venida gloriosa del Cristo, para juzgar al mundo será invisible, ya que en Mateo 24:30 y Apocalipsis 1:7 se dice bien claro que todas las tribus de la tierra se lamentarán cuando LE VEAN llegar en las “nubes” del cielo con gran poder y gloria, y entonces TODO OJO LE VERÁ, y en Hebreos 9:28 leemos que él APARECERÁ POR SEGUNDA VEZ, para salvar a los que le esperan, es decir, si su primera aparición fue visible, ¡entonces su segunda aparición también será visible!, nadie puede aparecer de forma invisible.
c) Resulta que en 1ªJuan 3:2-3 leemos que los santos LE VERÁN cuando él se manifieste.Por consiguiente, cuando en Juan 14:19 leemos que el mundo ya no vería al Cristo, no significa lo que los falsos ungidos nos quieren hacer creer, lo que significa –como hemos visto- es que el mundo de entonces no le volvería a ver, porque moriría y dejaría de ser visto por la gente de esa época, y esta es la misma enseñanza que encontramos en Juan 16:10, donde se dice que los discípulos tampoco volverían a ver al Cristo, porque él se iría al Padre, y ellos morirían sin volver a verle, pero ya hemos visto que cuando él venga del cielo con gran poder y gloria, todas las tribus del a tierra LE VERÁN, y también le verán todos los cristianos verdaderos (los santos), porque él APARECERÁ por segunda vez, para salvar a los que le esperan.
Los miembros del jehovismo atalayado suelen esgrimir también el pasaje de 1Co.15:3 para enseñar esa doctrina diabólica de que en el año 1914 comenzó la presencia invisible del Cristo. En ese pasaje bíblico Pablo dijo que estaba con ellos presente en espíritu, y de ahí el jehovismo deduce que el Cristo también está presente en espíritu desde el año 1914. Veamos la falsedad y ridiculez de esa doctrina:
Pablo dijo bien clarito "presente EN ESPÍRITU", es decir, Pablo se estaba refiriendo a una presencia suya invisible y espiritual, sin embargo, cuando en Mateo 24 se habla de la venida del Cristo NO APARECE LA PALABRA "EN ESPÍRITU", sino todo lo contrario, es decir, se refiere a una venida totalmente VISIBLE, pues todas las tribus de la tierra LE VERÁN LLEGAR (Mt.24:30), y no solo eso, en el griego, cuando aparece la palabra parousía SIEMPRE SE REFIERE A VENIDAS O PRESENCIAS VISIBLES, ¡nunca a presencias invisibles!, por ejemplo, esa palabra griega generalmente es utilizada para describir la llegada y presencia VISIBLE de algún rey o emperador, Y NUNCA ES UTILIZADA PARA DESCRIBIR PRESENCIAS INVISIBLES. Por lo tanto, esa doctrina de los F.U. (falsos ungidos) de que en el año 1914 comenzó la "presencia invisible" del Cristo es una espantosa doctrina diabólica enseñada por una pandilla de engañadores que se hacen pasar por ungidos de Dios.
COMO EN LOS DÍAS DE NOÉ
Los falsos ungidos del Jehovismo atalayado enseñan en su literatura que la venida o presencia del Cristo comenzó en el año 1914, y para apoyar esa doctrina, citan el siguiente pasaje bíblico: Mateo 24:37-39.
Vamos a analizar ese pasaje bíblico, y veremos lo falsa, diabólica y estúpida que es esa interpretación de los falsos ungidos. Veamos:
"Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre".
En esas palabras lo que hizo el Cristo es sencillamente hacer un paralelismo entre la venida del diluvio, en los días de Noé, y su futura VENIDA GLORIOSA.
La gente que vivía en la época de Noé, antes del diluvio, andaban comiendo, bebiendo, casándose y dándose en casamiento, y no entendieron lo que Noé les predicaba, hasta que vino el diluvio, y acabó con todos ellos, pues lo mismo ocurrirá cuando el Cristo venga en gloria, después de la tribulación. La gente estará haciendo sus cosas cotidianas, sin entender que el fin vendrá, y entonces vendrá el Cristo, en llama de fuego y con todos sus ángeles, y todos ellos perecerán por rechazar el Evangelio y la advertencia que les dieron los verdaderos cristianos, ¡esta es la interpretación verdadera!, sin embargo, los falsos ungidos del Jehovismo han pervertido esta enseñanza del Señor Yeshúa, y dicen que el Cristo ya vino en el año 1914, y que desde esa fecha este es el tiempo de la "presencia invisible" del Cristo, cuando él está reinando desde el cielo, y esto es una de las mayores doctrinas de demonios que los tipos más embusteros se puedan inventar, pues, como ya he demostrado, NINGUNA PRESENCIA INVISIBLE DEL CRISTO COMENZÓ EN EL AÑO 1914, y ninguna señal de su venida o presencia comenzó ese año, ya que esta señal de su venida aparecerá en el cielo solamente DESPUÉS de la tribulación (Mt.24:29-30).
SEGUNDA PARTE
El verdadero significado de la palabra griega parousía
Este excelente estudio bíblico lo he tomado de:
http://www.escritosparalaconcordia.org/parousia.htm
En la pregunta planteada a Jesús en el versículo 3 del capítulo 24 de Mateo, "¿Qué será la señal de tu venida?", la palabra "venida" se traduce de la palabra griega parousía. Parousía significa principalmente "presencia", pero actualmente es un hecho bien establecido que en el tiempo de Jesús se usaba en un sentido diferente. A pesar de esto, la Sociedad Watch Tower insiste en "presencia" como el único significado bíblico correcto del término. En esto tienen claramente un "interés personal".
La afirmación de la Sociedad Watch Tower de que la parousía de Cristo comenzó en 1914 y que desde ese año hemos visto la señal de este acontecimiento en los sucesos mundiales, implica que los discípulos de Jesús preguntaron por una señal que indicaría que Cristo había venido y estaba presente invisiblemente, no por una señal que precedería a su venida e indicaría que ésta era inminente. Por consiguiente, la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras de la Sociedad, vierte la pregunta de Mateo capítulo veinticuatro, versículo tres, así:
Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?
La idea que subyace en esta traducción es que la segunda venida de Cristo consta de dos etapas, siendo la primera etapa una presencia invisible que se extiende hasta la segunda, que es aquella en la que Jesús revela finalmente su presencia al mundo en la batalla de Armagedón. Esta idea no se originó con la Sociedad Watch Tower. Su origen se remonta a los años 20 del siglo diecinueve, cuando fue sugerida por primera vez por el conocido banquero Londinense y comentarista Bíblico Henry Drummond, que más tarde llegó a ser uno de los fundadores de la Iglesia Católica Apostólica de Edward Irving. La teoría de la "presencia invisible" o de la "venida en dos etapas", más conocida en la actualidad como la teoría del "rapto secreto", fue rápidamente adoptada por otros comentaristas de las profecías. Fue adoptada no sólo por los seguidores de Irving, sino también por los seguidores de John Nelson Darby, los Hermanos de Plymouth, a través de los cuales se extendió ampliamente en Inglaterra, Estados Unidos, y otros países. Se hizo especialmente popular entre los milenaristas, cristianos que creían en un futuro milenio literal en la tierra.
Para muchos de los defensores de la idea de la "venida en dos etapas", la palabra griega
parousía se convirtió en un punto crucial del debate. Generalmente se sostenía que esta palabra se refería a la primera etapa de la venida de Cristo, a su presencia invisible "en el aire". Por otro lado, se decía que las palabras griegas ephiphánia ("aparición") y apokálypsis ("revelación"), aplicaban a la segunda etapa de la venida, a la intervención de Cristo en los sucesos mundiales en la batalla de Armagedón. Cambiar la traducción de parousía de "venida" a "presencia", altera radicalmente el sentido, no sólo de la pregunta de los discípulos, sino también de la respuesta de Jesús. Esto se ilustra por los argumentos que expuso en 1866 el Reverendo Robert Govett, el defensor más importante de la idea del rapto secreto en el siglo diecinueve:Si decimos: ‘¿Cuál es la señal de tu venida?’ (Mateo xxiv. 3), entonces … estamos preguntando acerca de una señal del futuro desplazamiento del Salvador desde el cielo. Si decimos: ‘¿Cuál es la señal de tu presencia?’, estamos preguntando acerca de una prueba de la existencia secreta de Jesús en el aire, donde permanece por algún tiempo después de su desplazamiento a la tierra.
La pregunta de los discípulos fue: ‘¿Cuál será la señal de tu Presencia?’ (versículo 3). Esto, pues, nos asegura que ellos imaginaban que Jesús estaría presente en secreto. No necesitamos una señal de aquello que está expuesto abiertamente.
Estos argumentos elaborados en 1866 fueron adoptados por otros muchos comentaristas, entre ellos Charles Taze Russell. En 1876, bajo la influencia del Adventista Nelson H. Barbour y sus asociados, Russell había adoptado "presencia" como el único significado aceptable de parousía para explicar cómo Cristo podría haber venido en 1874 (como predijo Barbour) sin que nadie lo notase. La adopción de este punto de vista, pues, se debió a una predicción fallida, y se usó como medio para justificar el fracaso de 1874. Esta explicación fue retenida por los seguidores de Russell hasta principios de los años 30 del siglo pasado, ¡cuando se "descubrió" súbitamente que la "presencia invisible" de Cristo había comenzado, no en 1874, sino en 1914!.
Sin embargo, el énfasis puesto en "presencia" como el único significado Bíblico correcto de parousía, parece tener muy poco apoyo entre los traductores de la Biblia. De hecho, exceptuando una pequeñísima cantidad de ellos, la mayoría prefiere las traducciones "venida", "advenimiento", "llegada" o términos similares en lugar de "presencia". William J. Chamberlin, un Testigo investigador y coleccionista de Biblias de Clawson (Michigan, U.S.A.), comprobó cuidadosamente cómo la palabra parousía se vertía en los versículos 3, 27, 37 y 39 del capítulo veinticuatro de Mateo en cientos de diferentes traducciones de la Biblia, desde el Nuevo Testamento de William Tyndale de 1534, hasta traducciones publicadas en los años 80, y preparó una extensa lista de traducciones de 137 versiones de este periodo. Un examen de esta lista nos lleva a conclusiones muy interesantes.
"Parousía" en las traducciones de la Biblia
Antes de la mitad del siglo diecinueve, parece que pocos traductores de la Biblia se inclinaron a verter parousía como "presencia". De las traducciones inglesas del Nuevo testamento que se produjeron desde el Nuevo Testamento de Tyndale en el siglo dieciséis hasta la traducción de Robert Young en 1862, Chamberlin encontró sólo un traductor, Wakefield, que en su Nuevo Testamento de 1975 usó "presencia" para traducir la palabra parousía en el versículo 39 del capítulo veinticuatro de Mateo. Pero aún así Wakefield prefirió traducirla "venida" en los versículos 3, 27 y 37 del mismo capítulo. Además, Daniel Scott, en su traducción de Mateo publicada en 1741 (New Version of St. Matthew’s Gospel), da "presencia" en las notas, pero retiene la traducción "venida" en el texto principal.
El primer traductor del siglo diecinueve que tradujo parousía como "presencia" en el capítulo veinticuatro de Mateo, probablemente fue el Dr. Robert Young en su Literal Translation of the Holy Bible (1862), y la razón de esto, como el título indica, fue que él intentó presentar los significados estrictamente literales de las palabras griegas en lugar de expresarlos en idioma moderno. Dos años después, Benjamin Wilson, un antiguo dirigente de un pequeño grupo religioso conocido en la actualidad como la Conferencia General de la Iglesia de Dios, publicó en 1864 The Emphatic Diaglott, que tradujo igualmente parousía como "presencia" las 24 ocasiones que esta palabra aparece en el Nuevo Testamento.
Después, en 1868–1872, Joseph B. Rotherham publicó The Emphasized New Testament. Pero no fue hasta la tercera edición revisada, publicada en 1897, que Rotherdam cambió su traducción de parousía de "llegada" a "presencia". ¿Por qué? La razón que él da en el Apéndice de la tercera edición indica que, al menos en parte, había llegado a aceptar la idea de la "venida en dos etapas". Él explica que es posible que la parousía de Cristo sea, no sólo un evento, sino "un periodo más o menos extenso durante el cual sucederán ciertas cosas". Indudablemente, la estrecha asociación que mantuvo con algunos de los colaboradores de la revista The Rainbow, de la cual el propio Rotherdam llegó a ser el director durante sus últimos tres años de existencia, influyó en su forma de pensar sobre este asunto.
Otros traductores del siglo diecinueve que usaron "presencia" para parousía en el capítulo veinticuatro de Mateo fueron W.B. Crickmer (The Greek Testament Englished, 1881), J.W. Hanson (The New Covenant, 1884) y Ferrar Fenton, que comenzó a publicar las primeras partes de su traducción, The Bible in Modern English, en la década de los ochenta.
Entre las traducciones del siglo veinte que vertieron parousía como "presencia" en el capítulo veinticuatro de Mateo están: A Concordant Version (1926), de A.E. Knoch; Bible Numerics, de Ivan Panin (2ª edición, 1935); la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas (1950), de la Sociedad Watch Tower; New Testament (1958), de James L. Tomanek; la versión Restoration of Original Holy Name Bible (1968); Today’s English New Testament (1972), de Donald Klingensmith; y New Testament (1972; sólo en forma manuscrita), del Dr. Dymond. Otras traducciones dan a veces "presencia" como significado literal de parousía en las notas a pie de página, pero prefieren "venida", "llegada" o términos similares en el texto principal.
Así pues, exceptuando una relativamente pequeña cantidad de ellos, la mayoría de traductores antiguos y modernos prefieren traducir parousía como "venida", "advenimiento", "llegada", o algún término similar en lugar de "presencia" en aquellos textos que tratan de la segunda venida de Cristo. Hacen esto a pesar de que todos ellos concuerdan en que el significado principal de la palabra es "presencia". ¿Por qué? ¿Es lógico creer que tantos expertos en la lengua original del Nuevo Testamento hayan fallado de alguna manera a la hora de captar el verdadero significado de este término Griego?.
¿Qué hay de las versiones más antiguas del Nuevo Testamento como las versiones Latina, Siriaca, Cóptica y Gótica que fueron producidas mientras el Griego Koiné original del Nuevo Testamento era todavía una lengua viva? ¿Qué revelan estas versiones antiguas en cuanto a la forma en que sus traductores entendieron la palabra parousía?
"Parousía" en las versiones más antiguas del Nuevo Testamento
Como es bien conocido, la Vulgata Latina fue producida por el gran erudito del siglo cuarto Hieronymus, más conocido en la actualidad como San Jerónimo. Él llevó a cabo su obra de traducción hacia el final del siglo cuarto, comenzando con los evangelios, que publicó en 383 d.C. Es interesante que Jerónimo, en 20 de las 24 ocasiones en las que la palabra parousía aparece en el Nuevo Testamento, escogió la palabra latina para "venida", adventus, de la cual se deriva la palabra española "advenimiento". Las cuatro excepciones son 1 Corintios 16:17; 2 Corintios 10:10, Filipenses 2:12 y 2 Pedro 1:16. En estos lugares la Vulgata usa praesentia, la palabra latina para "presencia". Merece notarse que sólo el último de estos cuatro versículos trata de la parousía de Cristo. En las dieciséis apariciones restantes, donde parousía se refiere a la venida de Cristo, Jerónimo prefirió la palabra latina adventus. ¿Por qué? Evidentemente porque él entendió que en los versículos que trataban de la parousía de Jesucristo la palabra significaba "venida" en lugar de "presencia". ¿Fue erróneo su entendimiento?
La Vulgata Latina, en realidad, no fue la versión latina más antigua de la Biblia. Otras numerosas traducciones latinas la precedieron, algunas de las cuales se produjeron en tiempos tan tempranos como el siglo II. De hecho, la Vulgata de Jerónimo no fue una traducción, sino una revisión de estas versiones antiguas (aunque cotejándolas con los textos Hebreo, Arameo y Griego originales) que se hizo con el fin de crear una versión autorizada de la Biblia que destacase de la gran variedad de antiguas versiones latinas existentes. Estas versiones antiguas se conocen con el nombre común de Biblia Latina Antigua o, en latín, Vetus Latina. Al igual que la Vulgata, ellas también tradujeron normalmente parousía por adventus. Entre las cinco excepciones (2 Corintios 10:10; Filipenses 2:12; 2 Tesalonicenses 2:9; 2 Pedro 3:4, 12), hay sólo dos pasajes que se refieren a la parousía de Cristo. Así, al igual que la Vulgata, las antiguas versiones latinas prefirieron traducir parousía por la palabra adventus, haciendo esto en 15 de los 17 versículos que tratan de la parousía de Cristo.
La palabra latina adventus significa literalmente "un venir a", aunque a veces se podía usar también en el sentido de "presencia". Sin embargo, en las mencionadas versiones latinas, adventus se usa claramente en el sentido de "venida" en contraste con praesentia, la palabra latina para "presencia".
La versión Peshitta siriaca fue producida en el siglo quinto, pero al igual que la Vulgata latina fue precedida por otras versiones más antiguas, como muestran, por ejemplo, los manuscritos Curetoniano y Sinaítico siriaco. Si, como generalmente se cree, el lenguaje nativo de Jesús y sus apóstoles fue el Arameo, es posible que estas versiones siriacas reflejen palabras usadas por Jesús y los apóstoles mismos, incluyendo la palabra siriaca que se usa para parousía en el capítulo veinticuatro de Mateo, me’thithá. Al igual que la palabra latina adventus, me’thithá literalmente significa "venida", pues se deriva de un verbo que significa "venir".
La Versión Gótica fue producida por Wulfila a mediados del siglo cuarto, y por lo tanto es un poco anterior a la Vulgata Latina. Esta versión traduce parousía por el sustantivo cums, un término relacionado con la palabra inglesa "come" (venir). Como es natural, esta palabra significa "venida".
La conclusión de todo esto, pues, es que las versiones más antiguas del Nuevo Testamento, -producidas cuando el Griego Koiné era todavía una lengua viva por traductores entre los cuales había algunos que conocían en profundidad esa lengua desde su niñez- prefirieron traducir el sustantivo griego parousía por palabras que significaban "venida" en lugar de "presencia" en los pasajes que se referían a la segunda venida de Cristo. Hicieron esto a pesar de que la palabra parousía significa principalmente "presencia" y fue traducida así en otros lugares. La pregunta es: ¿Por qué tradujeron ellos la palabra parousía como "venida" cuando ésta se refería a la
parousía de Jesucristo, pero como "presencia" cuando ésta se refería a la presencia de, por ejemplo, el apóstol Pablo (2 Corintios 10:10; Filipenses 2:12)? Durante siglos esto permaneció en cierto modo como un misterio, hasta que a principios del siglo veinte nuevos descubrimientos permitieron a los expertos modernos en el Griego del Nuevo Testamento hallar la respuesta a este enigma.
El uso técnico de "parousía"
Durante las excavaciones efectuadas en el siglo diecinueve en los antiguos emplazamientos de las colonias del mundo grecorromano, salieron a la luz cientos de miles de inscripciones en piedra y metal, y textos escritos en papiro, pergamino y fragmentos de cerámica.
Estos nuevos descubrimientos revolucionaron el estudio de la lengua griega original del Nuevo Testamento. Se descubrió que el Griego del Nuevo Testamento no era ni un "Griego Bíblico" especial, como algunos creían, ni tampoco el griego literario y arcaico que usaron los autores contemporáneos, sino un griego influenciado en gran parte por el Griego vernáculo usado por la gente corriente en sus casas y en otros lugares, el lenguaje común de la vida diaria, la forma hablada del Griego Koiné.
Las consecuencias que este descubrimiento tuvo en la comprensión de la lengua Griega original de la Biblia fueron examinadas por vez primera en detalle por Adolf Deissmann, que más tarde llegó a ser profesor de la Universidad de Heidelberg (y posteriormente también de la Universidad de Berlín), y que comenzó a publicar sus hallazgos en 1895. Otros eruditos, que se dieron cuenta de la importancia del descubrimiento, pronto tomaron parte en examinar los nuevos textos. Nueva luz se arrojó sobre la forma en que muchas palabras griegas se usaban y entendían en el tiempo en que se escribió el Nuevo Testamento.
Una de las palabras cuyo significado fue iluminado por los nuevos textos fue la palabra
parousía. Esta nueva luz fue resumida por el Profesor Deissmann en 1908 en su ahora clásica obra Licht vom Osten (Luz del Este). Su consideración de la palabra parousía, que abarca varias páginas, comienza con la siguiente declaración:“Pero hay otra idea central de la antigua adoración Cristiana que recibe luz de los nuevos textos, a saber, parous« a [parousía], ‘advenimiento, venida’, una palabra que expresa las más ardientes esperanzas de San Pablo. Podemos decir ahora que la mejor interpretación de la esperanza cristiana primitiva de la parousía es el antiguo texto del advenimiento, ‘He aquí, tu Rey viene a ti’ [Mateo 21:5]. Desde el periodo Tolemaico hasta el siglo II d.C., podemos trazar el uso de esta palabra en Oriente como una expresión técnica para designar la llegada o la visita del Rey o del emperador.”
A continuación el profesor Deissmann pasa a dar muchos ejemplos de este uso del término. Con motivo de una de estas visitas reales oficiales, como por ejemplo aquella en la que el emperador Romano hizo una parousía a las provincias del Este, "las calles fueron reparadas, las multitudes se congregaron para rendir homenaje, hubieron procesiones de súbditos vestidos de blanco, toques de trompeta, aclamaciones, discursos, regalos y festejos". A menudo una nueva era se computaba a partir de la parousía del rey o del emperador, y se acuñaban monedas para conmemorarla. En la visita o parousía del emperador Nerón, por ejemplo, en cuyo reinado Pablo escribió sus cartas a Corinto, las ciudades de Corinto y Patras acuñaron "monedas conmemorativas". Estas monedas llevan la inscripción Adventus Aug(usti) Cor(inthi), lo cual demuestra que la palabra latina adventus se usaba como equivalente del término griego parousía en estas ocasiones.
Desde entonces, investigación adicional llevada a cabo por numerosos eruditos, como los Profesores George Milligan, James Hope Moulton y otros, han confirmado las conclusiones de Deissmann, que fue el primero en demostrar este uso técnico de parousía. Este uso explica claramente por qué las primeras versiones del Nuevo testamento tradujeron el término por palabras que significaban "venida" en los pasajes que tratan de la parousía de Jesucristo. Todos los léxicos y diccionarios de Griego actuales señalan a este sentido de la palabra además de su significado principal ("presencia"), y existe un consenso general entre los eruditos modernos en el sentido de que parousía, cuando se usa en el Nuevo Testamento en relación con la segunda venida de Cristo, se usa en el sentido técnico de una visita real.
¿Será la venida de Cristo "la visita de un Rey"? Sin duda que sí. La Biblia presenta repetidamente la parousía de Cristo como una venida "con poder y gran gloria", en la que él se sentará "sobre su glorioso trono" y vendrá acompañado de "todos sus ángeles" (Mateo 24.30; 25:31). Una fuerte "voz de arcángel", "un gran sonido de trompeta", y otras notables señales, contribuyen a la descripción de la parousía de Cristo como una visita real y oficial, percibida por todos y resultando en que "todas las tribus de la tierra se golpeen en lamento" a su vista. De ninguna manera se presenta su venida como una presencia secreta e invisible que pase desapercibida para la mayor parte de la humanidad.—Mateo 24:27, 29–31; 1 Tesalonicenses 4:15, 16; Revelación 1:7.
Supuesto apoyo erudito
En apoyo de su insistencia sobre "presencia" como el único significado aceptable de parousía en la Biblia, la Sociedad Watch Tower cita a veces algunas traducciones de la Biblia y también un erudito del Griego. Es significativo, no obstante, el hecho de que la mayoría de estas referencias son obsoletas, pues datan de una fecha en la cual el uso técnico del término se desconocía aún.
Así, la más reciente consideración de la palabra parousía, publicada en 1984 en la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras con Referencias, páginas 1576 y 1577, apéndice 5b (edición en inglés), comienza citando cuatro traducciones de la Biblia que vierten parousía como "presencia" en el versículo tres del capítulo veinticuatro de Mateo, tres de las cuales (The Emphatic Diaglott de Wilson, The Emphasized Bible de Rotherdam, y The Holy Bible in Modern English de Fenton) fueron producidas antes del descubrimiento de Deissmann y sus colegas. ¡La cuarta es la propia Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras de la Sociedad de 1950! El artículo que sigue es en su mayor parte una cita de la obra The Parousía escrita por el Dr. Israel P. Warren, que argumenta en defensa de "presencia" como el significado Bíblico correcto de parousía. ¡Desafortunadamente, la obra del Dr. Warren data de 1879!.
El artículo, sin embargo, también hace referencia a tres léxicos modernos del Griego. Señala que tanto A Greek-English Lexicon, de Liddell y Scott, como el TDNT (Theological Dictionary of the New Testament), de Kittel/Friedrich, dan "presencia" como significado de parousía. Pero, ¿por qué no se dice a los lectores que estos mismos léxicos a continuación explican que parousía también se usaba en el sentido técnico de "la visita de un Rey"? ¿Por qué no se les dice que estos mismos léxicos enfatizan que es así como la palabra se usa en el Nuevo Testamento cuando se refiere a la parousía de Jesucristo?. El último de los dos léxicos, de hecho, dedica sólo algunas frases al significado principal de la palabra (presencia). ¡El resto del artículo, que abarca un total de 14 páginas, es una consideración del uso técnico del término, demostrando que es así como se usa la palabra en los versículos del Nuevo Testamento que tratan de la parousía de Jesucristo!. El lector de la publicación de la Watch Tower probablemente nunca sabrá esto, y difícilmente dispondrá alguna vez de los medios que le permitan descubrirlo. Una argumentación que necesita de un uso tan obviamente sesgado de la evidencia ciertamente tiene poco de recomendable.
Finalmente, se cita el léxico de Bauer diciendo que parousía "llegó a ser el término oficial para una visita de una persona de alto rango, esp[ecialmente] de reyes y emperadores que visitaban una provincia". Curiosamente, esta declaración se cita como si diera apoyo adicional a la afirmación de que la Biblia usa parousía sólo en el sentido de "presencia", a pesar de que aquí el léxico de Bauer está dando el uso técnico del término, la visita oficial de un rey o de un emperador (o de una persona de alto rango).
Sin embargo, hay un moderno diccionario Griego-Inglés que parece prestar algún apoyo a la idea de la Sociedad Watch Tower de que la parousía de Cristo es un periodo de una "presencia invisible" seguido de una "revelación" final de esa presencia en la batalla de Armagedón. Es el Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento de W. E. Vine, que define el término parousía de la siguiente manera:
PAROUSÍA [...] denota tanto una llegada como una consiguiente presencia con. [...] Cuando se usa del retorno de Cristo, en el Arrebatamiento de la Iglesia, significa no meramente Su llegada momentánea a por Sus santos, sino su presencia con ellos desde aquel momento hasta Su revelación y manifestación al mundo.
Esta descripción de parousía suena mucho como la de la Sociedad Watch Tower. No es sorprendente, por lo tanto, hallar una extensa cita de la definición de Vine de esta palabra en la página 710 del diccionario Bíblico de la Sociedad Perspicacia para comprender las Escrituras (tomo II). Lo que sí puede sorprender a algunos es saber que Vine fue uno de los más firmes defensores de la doctrina del "rapto secreto" del siglo veinte. Esto, al parecer, provocó que él definiese la palabra parousía de una manera que apoyase sus puntos de vista teológicos. Sin embargo, esto sólo sirvió para ponerle en conflicto con los resultados de la erudición moderna.
Como se ha señalado anteriormente, la idea del "rapto secreto" encontró sus defensores más celosos entre los seguidores de John Nelson Darby, los Hermanos. En 1847, un cisma entre Darby y George Müller, el dirigente de un grupo de Hermanos de Bristol, Inglaterra, provocó la escisión del movimiento en dos grupos: los Hermanos Exclusivos, encabezados por Darby, y los Hermanos Abiertos, que se situaron en el bando de Müller. Aunque Müller mismo rechazó el concepto del "rapto secreto", el movimiento de los Hermanos Abiertos se aferró a esta idea y continuó predicándola. W.E. Vine, que nació en 1873, estuvo asociado con los Hermanos Abiertos y al parecer lo estuvo desde su juventud. Él fue un gran erudito, y su Diccionario es de un valor incalculable como manual para el estudio del Nuevo Testamento. Su definición de la palabra parousía, sin embargo, fue claramente influenciada por su adherencia a la doctrina del "rapto secreto", una doctrina que posiblemente fue muy querida por él desde su juventud. Él la defendió en varios libros escritos con un correligionario suyo, C.F. Hogg, tales como The Epistles of Paul and the Apostle to the Thessalonians (1914), Touching the Coming of the Lord (1919), y The Church and the Tribulation (1938). El último de estos libros fue publicado como respuesta al ataque del Reverendo Alexander Reese en contra de la idea del "rapto secreto", The Approaching Advent of Christ, publicado el año anterior (1937). El conocido exegeta y comentarista Bíblico F.F. Bruce, aunque del mismo trasfondo religioso que el Dr. Vine, hace los siguientes comentarios críticos sobre el uso de Vine y Hogg de la palabra parousía en su sistema escatológico:
“Quizás el rasgo más distintivo de Touching the Coming fue su tratamiento de la palabra parousía. Los autores insistieron en el significado principal de ‘presencia’ y entendieron que la palabra en su uso escatológico significaba la presencia de Cristo con su Iglesia arrebatada en el intervalo que precedería a su manifestación en gloria Se podría cuestionar si esta interpretación de parousía hace justicia al sentido que la palabra tiene en el Griego Helenístico. Es cierto que los escritores apelan al léxico de Cremer en apoyo de su punto de vista; pero Cremer escribió mucho tiempo antes de que el estudio de los papiros vernaculares revolucionasen nuestro conocimiento del habla común Helenística.”
La referencia de la Sociedad Watch Tower a la definición de parousía del Dr. Vine, por lo tanto, no tiene mucho peso. Cuando se examina más de cerca, demuestra ser básicamente tan obsoleta como sus otras referencias.
¿Qué muestra el contexto Bíblico?
Cuando una palabra tiene más de un significado, siempre debe considerarse el contexto para determinar como debe entenderse. ¿Indica el contexto de Mateo 24:3 que Pablo usó parousía en su sentido técnico o en su sentido principal? La Sociedad Watch Tower afirma que el contexto apunta hacia el último sentido, "presencia". La Atalaya del 1 de julio de 1949, en la página 197, dice:
“El hecho de que la llegada o la visita de un Rey o de un emperador fuese uno de los significados técnicos de parousía, no niega ni refuta el hecho de que en las Santas Escrituras tenga el significado de presencia cuando se usa con relación a Cristo Jesús. Para determinar el sentido de la palabra, el contexto Bíblico es más importante que cualquier uso técnico de la palabra en papiros externos.”
Estamos de acuerdo en que el contexto Bíblico es más importante en estos casos. La pregunta es: ¿muestra realmente el contexto de Mateo 24:3 que los discípulos preguntaron por una señal que indicaría que Cristo estaba presente, y no por una señal que indicaría que iba a venir? ¿Hay alguna razón para creer que ellos realmente pensaban en la venida de Cristo como una "presencia invisible" que sólo podría reconocerse por medio de una señal visible?
Cuando se le hizo esta pregunta a la Sociedad Watch Tower, ésta tuvo que admitir que los discípulos "no tenían idea alguna de que él [Cristo] gobernaría como espíritu glorioso desde los cielos y por lo tanto no sabían que su segunda presencia sería invisible". Si los discípulos no sabían que Cristo vendría en el futuro para estar presente invisiblemente, ¿cómo podían preguntarle acerca de una señal de dicha "presencia invisible"? Sólo esto ya probaría que Mateo no pudo haber usado parousía en el sentido de "presencia". Evidentemente lo que ellos pidieron a Jesús fue una señal que anunciase que su prometida venida o llegada era inminente. Ellos deseaban una señal, no que les informase de algo que ya estaba sucediendo, sino una señal que les diera aviso previo de que el deseado suceso estaba a punto de ocurrir, que de hecho estaba cerca. El lenguaje y las palabras que usaron para expresar su pregunta estarían en armonía con ese deseo.
Que éste es el entendimiento correcto, se demuestra claramente por la forma en que Marcos registró la pregunta de los discípulos. En la versión de Marcos, la pregunta acerca de una "señal" se refiere sólo a la destrucción del templo. Desde luego no sería posible pensar que los discípulos necesitasen alguna "señal" que les convenciese de que el templo había sido destruido o de que su destrucción estaba teniendo lugar. ¡Lo que ellos querían era alguna indicación por adelantado de ese acontecimiento!
La manera en que Jesús respondió a su pregunta confirma plenamente esto. Después de su descripción acerca de algunos acontecimientos futuros, entre los cuales estaba también la destrucción de Jerusalén, él, en los versículos 29 y 30, describió la señal que acompañaría a su futura venida "en las nubes", y añadió:
Ahora bien, aprendan de la higuera como ilustración este punto: Luego que su rama nueva se pone tierna y brota hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Asimismo también, ustedes, cuando vean todas estas cosas, sepan que él está cerca, a las puertas.—Mateo 24:32-33
Debe notarse que Jesús no dice que cuando ellos vieran las ramas nuevas de la higuera ponerse tiernas y brotar hojas sabrían que "el verano estaba presente". Dichas señales precederían al verano y probarían que estaba cerca. De forma similar, la señal de la venida del Hijo del hombre probaría que "él estaba cerca, a las puertas", no presente invisiblemente. La comparación es entre la cercanía del verano y la cercanía de Cristo. Es evidente que Jesús les dijo a sus discípulos que esperasen una señal que precedería a su llegada o "visita real", no una señal que seguiría a su venida y mostraría que él estaba presente invisiblemente. El contexto de Mateo 24:3, por lo tanto, evidencia claramente que los discípulos preguntaron por la señal de la venida inminente de Cristo, no por una señal de su presencia. El contexto, por lo tanto, apoya fuertemente la conclusión de que Mateo usó la palabra parousía en su sentido técnico, dando a entender la llegada o la visita de un Rey o de un alto dignatario.
Es significativo, además, el hecho de que de los cuatro evangelistas, sólo Mateo usa la palabra parousía, y sólo en el capítulo veinticuatro. Los cuatro versículos que contienen el término (3, 27, 37 y 39) tienen paralelos en Lucas, pero en lugar de parousía Lucas normalmente dice "día" o "días". Cuando Jesús compara su venida al relámpago, que alumbra inmediatamente todo el cielo desde Oriente hasta Occidente, y añade, según el versículo 27, "así será la venida (parousía) del Hijo del hombre", Lucas, en el capítulo 17, versículo 24, dice en su lugar: "así será el Hijo del hombre en su día". Así, las expresiones ‘la parousía de Cristo’ y ‘el día (heméra) de Cristo’ se usan de forma intercambiable para designar el tiempo de la aparición o revelación de Cristo. Esto se deja ver aún más claramente por la comparación que hace Cristo entre su venida y la venida del diluvio en los días de Noé, cuando los hombres "no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos". Inmediatamente después de estas palabras Jesús añadió: "así será la venida [parousía] del Hijo del hombre" (Mateo 24:37, 39). La versión de Lucas añade también la destrucción de Sodoma en los días de Lot y dice: "De la misma manera será en aquel día en que el Hijo del hombre sea revelado".—Lucas 17:26-30. Es evidente que aquí Jesús no está comparando su parousía con los periodos que precedieron al Diluvio y a la destrucción de Sodoma. Así es como explica estos versículos la Sociedad Watch Tower, refiriéndose a la expresión "los días del Hijo del hombre" de Lucas 17:26. Por el contrario, Jesús compara claramente su futura venida con la sorprendente venida del diluvio y con la repentina destrucción de Sodoma. Al igual que aquellos dos eventos, su parousía será un acontecimiento revolucionario, una intervención divina que cambiará inmediatamente la situación para toda la humanidad de una forma sumamente perceptible. La comparación entre Mateo 24:39 y Lucas 17:30 muestra claramente que la parousía se refiere al "día en que el Hijo del hombre sea revelado". La conexión que se hace en Lucas 17:26 entre los "días de Noé" y "los días del Hijo del hombre", por lo tanto, simplemente significa que, de la misma manera que en los días de Noé los hombres fueron repentinamente cogidos por sorpresa en mitad de sus ocupaciones diarias, así será también en los días en que el Hijo del hombre sea revelado. Su repentina intervención vendrá de forma totalmente inesperada, sorprendiendo a la gente en la realidad de la situación.
A primera vista se podría concluir que la pregunta "¿Qué será la señal de tu venida (parousía)? de Mateo 24:3, no tiene un paralelo claro en el evangelio de Lucas. La pregunta de los discípulos, como se reproduce en Lucas 21:7, parece referirse sólo a la destrucción del templo: "¿Qué será la señal cuando estas cosas [la destrucción del templo, versículos 5 y 6] estén destinadas a suceder?". Sin embargo, uno de los manuscritos más importantes del texto primitivo de los evangelios, el Códice D (Códice de Beza Cantabrigense), formula la pregunta de forma diferente, poniéndola en estrecha armonía con la lectura de Mateo 24:3, con una importante diferencia:
Mateo 24:3: "¿Qué será la señal de tu venida [parousía]?"
Lucas 21:7: "¿Qué será la señal de tu venida [eleuseos]?"
Como se ve, la única diferencia es que Lucas, según este manuscrito, no usa parousía, sino éleusis, la palabra Griega que normalmente se usa para "venida". El Dr. Schoonheim, después de un examen detallado de estos paralelos, concluye incluso que "Lucas 21:7, según D, presenta una tradición más original", pues es una traducción de la palabra Siriaca y Aramea me’thitha’ ("venida").
El contexto Bíblico, pues, no da ningún apoyo a la afirmación de que parousía tiene que traducirse como "presencia" en el capítulo veinticuatro de Mateo. El hecho de que los discípulos no imaginaban la venida de Cristo como una "presencia invisible", la manera en que Jesús respondió a su pregunta, y los textos paralelos en el Evangelio de Lucas, demuestran que esta traducción es insostenible. En Lucas, se habla de la parousía de Cristo como el "día" de Cristo o como "el día en que el Hijo del hombre sea revelado". Y, como muestra el Códice D, la palabra parousía también es intercambiable por el sustantivo normalmente usado en Griego para "venida", éleusis. Paralelos similares se pueden hallar en otros textos que tratan de la parousía de Cristo en los que se emplean términos relativos a la manifestación o revelación de Cristo. Así, el apóstol Juan, en 1 Juan 2:28, exhorta a los Cristianos a "permanecer en él, para que cuando se manifieste [Griego: phaneróo] tengamos confianza, para que en su venida [Griego: parousía] no nos avergoncemos delante de él". Aquí Juan establece claramente un paralelo entre la parousía de Cristo y el día de su aparición o manifestación. De forma similar, el apóstol Pablo ora a favor de los Cristianos de Tesalónica para que sus corazones estén firmes, "irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida [Griego: parousía] de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos" (1 Tesalonicenses 3:13). De esta venida del Señor con todos sus santos o ángeles se habla también en Judas 14 y en Mateo 16:27, 28, pero en lugar de parousía, Judas y Mateo usan formas del verbo érchomai, el verbo que con más frecuencia se usa en griego para "venir", un verbo emparentado con el sustantivo éleusis. Los tres versículos se refieren a una misma ocasión, a la venida del Señor con todos sus santos para ejecutar juicio, y traducir parousía por "presencia" en 1 Tesalonicenses 3:13, como hace la Sociedad Watch Tower, ignora esta interrelación con otros pasajes paralelos.
En las parábolas de Jesús en las que él enfatiza la necesidad de que sus siervos estén alerta y vigilantes, podemos notar que él presenta su juicio como algo que sigue al regreso del amo a su casa. Lo que él describe en esas parábolas es la venida o llegada del amo, no una "presencia invisible". No dice que el amo entre desapercibido en el área e invisiblemente proceda a emitir juicio sobre lo que están haciendo sus siervos, dejándoselo saber después a ellos. Por el contrario, el regreso del amo, aunque inesperado, es rápidamente evidente para todos sus siervos, fieles e infieles, manifiesto desde el principio, y su juicio no se lleva a cabo desde algún lugar oculto e invisible, sino de la manera más abierta.—Compárese con Mateo 24:45-51; 25:14-30; Marcos 13:32-37; Lucas 12:35-48; 19:12-27.
La evidencia, pues, tanto de las traducciones más antiguas, como de traducciones y léxicos del Griego modernos, y particularmente del contexto y de pasajes relacionados, testifica que el uso de parousía en Mateo 24:3 no puede referirse a una "presencia invisible" de una "venida en dos etapas", sino que se refiere a la futura llegada y aparición de Cristo para ejecutar juicio como Rey, "con poder y gran gloria", y acompañado de sus santos ángeles.
Tercera parte
EL VERDADERO EVANGELIO DEL REINO DE DIOS
EL “EVANGELIO DEL REINO” PREDICADO POR EL JEHOVISMO ATALAYADO
La secta del Jehovismo atalayado ha engañado al mundo, diciendo la espantosa mentira de que ellos son los únicos que predican el verdadero Evangelio del Reino, sin embargo, en este apartado vamos a ver que eso es una gran mentira, y que, al contrario, lo que hace el Jehovismo es predicar al mundo un evangelio falso y pervertido.
¿Cual es el evangelio del reino que predica la secta del jehovismo atalayado?
En Mateo 24:14 el Cristo dijo que se predicaría en todo el mundo las buenas nuevas (Evangelio) del reino, y seguidamente vendría el fin, pero ese Evangelio o buenas nuevas no tiene que ver absolutamente nada con el falso evangelio predicado por el Jehovismo.
Es cierto que los falsos ungidos, en su literatura, hablan del Cristo, de su muerte en el madero por nuestros pecados, y de su resurrección, así como del perdón de los pecados, sin embargo, después añaden otra serie de doctrinas falsas que lo que hacen es PERVERTIR ese Evangelio verdadero. Veamos:
Como ya hemos visto en este estudio bíblico, la doctrina FUNDAMENTAL de la secta falsa del Jehovismo atalayado es que la venida o presencia del Cristo comenzó en el año 1914, y que él está presente invisiblemente y reinando desde el cielo a partir de ese año del 1914, esperando solamente a que llegue la batalla de Armagedón, donde -según esa secta- todos los enemigos de la organización del jehovismo atalayado serán arrasados por el fuego de la ira de Dios, y entonces los miembros del jehovismo que habrán sobrevivido a ese Armagedón heredarán la vida eterna, viviendo para siempre en una nueva tierra paradisíaca, cultivando rábanos y lechugas, y haciendo de albañiles fabricando casas, y esto por los siglos de los siglos.
Esto, amigos lectores, es sencillamente el “evangelio del reino” que el Jehovismo atalayado predica al mundo, lo cual usted mismo lo puede comprobar leyendo la literatura de esa secta.
Pues bien, ese “evangelio” es un mensaje diabólico, falso y anticristiano.
Para empezar, ha de quedar claro que predicar la muerte y resurrección del Cristo, el arrepentimiento, y el perdón de los pecados en su nombre es el mensaje que el Cristo ordenó que se predicara a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén (Lc.24:46-48), por lo tanto, los cristianos que predicamos ese mensaje a lo largo de esta era “cristiana” ESTAMOS PREDICANDO DEL VERDADERO EVANGELIO DEL REINO DE DIOS.
Ahora bien, si a este mensaje le AÑADIMOS otras doctrinas extrañas, como hace el Jehovismo, y decimos que dicho Evangelio del Reino consiste en predicar también que el Cristo comenzó a reinar en el cielo en el año 1914, entonces estamos pervirtiendo el verdadero mensaje que el Cristo ordenó se predicara a todas las naciones.
EL EVANGELIO DEL REINO PREDICADO POR LOS APÓSTOLES DEL CRISTO
El verdadero Evangelio es llamado “el Evangelio del Reino de Dios”, porque tiene su origen en el Reino de los cielos, pero esta buena nueva consiste en predicar la muerte y resurrección del Cristo, el arrepentimiento y el perdón de los pecados en el nombre de Yeshúa, por eso es que si leemos Lucas 24:46-48 vemos que el Cristo les dijo a sus discípulos que ESTE MENSAJE es el que ellos tenían que predicar en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén, y así lo hicieron los apóstoles, tal como leemos en el libro de los Hechos, pero si observamos bien, en ninguna parte les dijo el Cristo que predicaran una futura tierra paradisíaca, ni muchos menos que él vendría de forma invisible para comenzar a reinar desde el cielo, y por eso es que los apóstoles, en sus predicaciones del Evangelio, jamás hicieron mención a esa futura tierra paradisíaca, ni tampoco a una futura venida o presencia del Cristo invisible, para reinar desde el cielo, ¿por qué?, pues sencillamente porque ESO NO FORMA PARTE DEL VERDADERO EVANGELIO DEL REINO DE DIOS.
El problema del jehovismo atalayado es que ellos no saben en qué consiste la buena nueva del Reino de Dios, ya que los falsos ungidos de esa secta han hecho creer a millones de sus seguidores, por medio de su literatura apóstata, que esa buena nueva del Reino consiste en predicar que el Reino de Dios comenzó en el cielo en el año 1914, con el Cristo entronizado como Rey, y luego a eso le añaden toda esa historia del futuro mundo paradisíaco, y a este mensaje ellos lo llaman "el evangelio del reino".
Algunos lacayos del Jehovismo nos acusan de que nosotros, los cristianos enemigos del Jehovismo, no creemos que antes del fin sería predicado el Evangelio del Reino en todo el mundo, ¡mentira!, ¡por supuesto que nosotros creemos que antes del fin del mundo se está predicando el verdadero Evangelio del Reino!, pero este Evangelio del Reino de Dios NO ES EL FALSO EVANGELIO DEL REINO PREDICADO POR EL JEHOVISMO ATALAYADO, como ya he demostrado, ya que el verdadero Evangelio del Reino de Dios está centrado solamente en la muerte y resurrección del Cristo, el arrepentimiento y el perdón de los pecados en el nombre de Yeshúa (Lc.24:46-48), ¡este es el único Evangelio del Reino de Dios que habría de ser predicado en todas las naciones antes del fin!.
El verdadero Evangelio es el mencionado en 1Co.15:1-4, donde leemos lo siguiente: "Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que el Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras"
Vamos a ver, ¿donde aparece en ese Evangelio predicado por Pablo esa futura tierra paradisíaca?
Los apóstoles JAMÁS predicaron el falso evangelio que los falsos ungidos os hacen predicar. La doctrina de que el Cristo comenzó a reinar en el cielo en 1914 es un falso evangelio, es una vulgar doctrina de demonios, tal como he demostrado en este estudio bíblico.
Si según los falsos ungidos del Jehovismo predicar la futura tierra paradisíaca, o la presencia invisible del Cristo, fuera una parte del Evangelio del Reino, ¿entonces por qué los apóstoles nunca lo predicaron? ¿o es que los apóstoles predicaban un Evangelio falso o mutilado?
Cuando Pedro, en Pentecostés (Hech.2), les predica el Evangelio a los judíos. ¿donde les predicó el mensaje de la futura tierra paradisíaca? O cuando Pedro les predicó el Evangelio al soldado romano Cornelio y a su familia (Hch.10); ¿donde les predicó el mensaje de la futura tierra paradisíaca? O cuando Pablo habla del Evangelio que él predicaba (1Co.15:1-4), ¿donde se dice que él predicara la futura tierra paradisíaca o una futura “presencia invisible” del Cristo?
Tito Martínez
(Estudiante de la Biblia)
http://las21tesis.webcindario.com
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Lea el gran debate sobre este tema de la señal de la venida del Cristo, haciendo clic en el enlace de abajo:
NINGÚN REINO DE DIOS COMENZÓ EN EL CIELO EN EL AÑO 1914.zip
Como complemento literario a este libro, también os recomiendo que os descarguéis los siguientes libros electrónicos pdf, escritos también por Pedro de Felipe y por un servidor:
LA MAYOR FALSEDAD INVENTADA POR EL JEHOVISMO.zip
EL FALSO EVANGELIO DEL JEHOVISMO ATALAYADO.zip
EL JEHOVISMO ATALAYADO Y LAS TRANSFUSIONES DE SANGRE.zip
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