Ampliado y terminado el 4 de febrero de 2025
Es muy importante que el lector de este estudio bíblico tenga al lado una Biblia para ir comprobando todos los pasajes bíblicos
La versión bíblica que voy a utilizar en este estudio es la Reina Valera de 1960
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ÍNDICE
PRÓLOGO.
1. LA
ENSEÑANZA DE JESÚS.
2.
LA ENSEÑANZA DE LOS APÓSTOLES.
3. DIOS
EN EL APOCALIPSIS.
4. EL ESPÍRITU
SANTO.
5.
OBJECIONES CONTESTADA.
OBJECIONES DE LOS TRINITARIOS.
MATEO 28:19.
2 CORINTIOS 13:14.
MATEO 3:16-17.
JUAN 10:29-30.
HECHOS 5:3-4.
OBJECIONES DE LOS UNICITARIOS.
1 TIMOTEO 3:15-16.
¿QUIEN ES EL DIOS VIVIENTE?
¿QUIÉN FUE MANIFESTADO EN CARNE?
¿QUÉ DICE EL TEXTO GRIEGO DE 1TIMOTEO 3:16?
¿QUÉ DICEN LOS COMENTARIOS BIBLICOS?
JUAN 14:9.
DEUTERONOMIO 6:4.
6. LOS DOS JEHOVÁS, EL PADRE Y EL HIJO
JEHOVÁ SE LE APARECIÓ A ABRAHAM.
EL SEGUNDO JEHOVÁ SE APARECIÓ A AGAR.
EL SEGUNDO JEHOVÁ SE APARECIÓ A JACOB Y LUCHÓ CON ÉL.
EL ÁNGEL DE JEHOVÁ, LLAMADO JEHOVÁ, SACÓ A ISRAEL DE LA ESCLAVITUD DE EGIPTO.
EL SEGUNDO JEHOVÁ SE APARECIÓ A 74 PERSONAS.
MANOA Y SU ESPOSA VIERON AL SEGUNDO JEHOVÁ.
GEDEÓN VIO AL SEGUNDO JEHOVÁ.
JEHOVÁ HIZO LLOVER FUEGO DEL CIELO DE PARTE DE JEHOVÁ.
LOS DOS DIOSES MENCIONADOS EN HEBREOS 1:8-12.
LOS DOS JEHOVÁS DE ZACARIAS 3:2.
EL JEHOVÁ MENCIONADO EN ZACARÍAS 14 ES EL SEÑOR JESUCRISTO.
JEHOVÁ SERÁ EL REY SOBRE TODA LA TIERRA.
7. SÍNTESIS DEL LIBRO Y MENSAJE FINAL.
MATERIAL DE ESTUDIO BÍBLICO RELACIONADO CON
ESTE LIBRO.
Durante siglos, especialmente a partir del siglo 4 d. C., la iglesia católica, así como las iglesias protestantes que salieron de ella en el siglo 16, han estado enseñando, y aún siguen enseñando, que la doctrina principal de la Biblia y del cristianismo es la trinidad.
Los que enseñan esa doctrina de demonios dicen que Dios es trino, es decir, según ellos, el único Dios verdadero es el Padre, el Hijo y el espíritu santo, o, dicho en otras palabras, según ellos, ¡Dios es una especie de monstruo con tres cabezas! Ellos dicen que estas tres personas divinas forman un solo Dios, y para remate ellos enseñan que si usted rechaza esta doctrina de la trinidad jamás se podrá salvar, sino que se condenará. Así llevan siglos enseñando esa espantosa y perversa doctrina totalmente diabólica, antibíblica y anticristiana. Estos individuos son falsos cristianos y se conocen como los trinitarios.
En el lado contrario tenemos a los falsos cristianos unicitarios, conocidos también como los de la unicidad. Según ellos sólo existe un Dios y este Dios solitario es el Padre, el Hijo y el espíritu santo. Según ellos, no son tres personas divinas, sino una sola persona divina, ya que ellos enseñan que Jesús es al mismo tiempo el Dios Padre y el espíritu santo, algo que es absolutamente estúpido, diabólico y demencial se mire por donde se mire.
En este importantísimo estudio bíblico le voy a demostrar de forma irrefutable y clara que tanto los trinitarios, como los unicitarios, son falsos cristianos que han sido completamente engañados por Satanás, el padre de la mentira, y si ellos no se arrepienten de esas doctrinas de demonios que son el trinitarismo y el unicitarismo, después de haber conocido la verdadera doctrina, tal como la voy a exponer en este estudio, entonces sin ninguna duda se condenarán al lago de fuego. Lea atentamente estas palabras demoledoras que encontramos en la epístola a los hebreos:
Heb 10:26 Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados,
Heb 10:27 sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
Fíjese lo que dice ese tremendo pasaje bíblico. Dice que, si usted peca voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, entonces se condenará y será totalmente destruido en el fuego. Esto es extremadamente importante e interesante, ya que los falsos cristianos que se van a condenar serán únicamente aquellos que rechazan la verdadera doctrina después de haberla conocido. Esto significa que todos los millones de falsos cristianos que han muerto a lo largo de la historia siendo trinitarios o unicitarios, pero jamás recibieron el conocimiento de la verdadera doctrina, sino que murieron en su ignorancia, no se condenarán, ya que ellos jamás conocieron esta verdadera doctrina que usted va a conocer en este estudio bíblico. Esos millones de falsos cristianos que murieron en su ignorancia total de la verdadera doctrina expuesta en las Sagradas Escrituras Dios tendrá misericordia de ellos.
Algo muy diferente ocurrirá con aquellos falsos cristianos rebeldes y embusteros, esa yerba mala o cizaña mencionada por Jesús, y que se hacen pasar por cristianos y por ministros de Cristo, los cuales han llegado al conocimiento de esta verdadera doctrina y voluntariamente la rechazan para seguir creyendo y enseñando esas doctrinas de demonios que son la trinidad y la unicidad, estos al final serán recogidos por los ángeles y arrojados al fuego para ser destruidos. ¡Esto es crucial y muy importante que lo tenga en cuenta!
Dicho esto, pasemos a desenmascarar estas dos espantosas doctrinas de demonios que son la trinidad y la unicidad. No quiero hacer este estudio bíblico extremadamente extenso, sino que lo haré lo más breve y claro posible para que hasta el más tonto o descerebrado lo pueda entender. Al final de este librito de estudio encontrará los enlaces de otros libros míos donde expongo de forma mucho más extensa este tema de la trinidad y de la unicidad.
1
El Señor Jesucristo jamás fue trinitario ni unicitario. Él nunca enseñó esa dos espantosas doctrinas de demonios del trinitarismo y del unicitarismo, y esto lo puede comprobar cualquiera leyendo la biografía de Jesús que encontramos en Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
Vamos a leer un pasaje crucial de Jesús que destroza completamente las mentiras satánicas de la trinidad y de la unicidad. Lea atentamente:
Jua 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Esas palabras de Jesús hacen picadillo las mentiras de la trinidad y de la unicidad y se lo voy a explicar:
1- Fíjese que primero Jesús dijo: “y esta es la vida eterna”, esa frase también se puede traducir diciendo: “en esto consiste la vida eterna”. Es decir, si usted quiere tener la vida eterna en el reino de Dios, si quieres ser salvo, debe de tener este doble conocimiento, si usted quiere ser salvo eternamente tiene que creer lo que dijo Jesús en este importantísimo pasaje.
2- Jesús dijo que para ser salvos y tener la vida eterna primero tenemos que conocer al Dios Padre, al cual Jesús llamó el único Dios verdadero.
Observe atentamente que los falsos cristianos trinitarios enseñan que el único Dios verdadero es el Padre, el Hijo y el espíritu santo, pero resulta que Jesús dijo bien claro que el único Dios verdadero es solamente el padre.
Si Jesús hubiera sido un mentiroso trinitario como los de hoy en día, entonces Jesús habría dicho lo siguiente: “en esto consiste la vida eterna, que conozcan que tú, yo y el espíritu santo somos el único Dios verdadero”, ¡pero resulta que Jesús jamás dijo semejante burrada diabólica!, lo que dijo Jesús es que el único Dios verdadero es solamente el Padre celestial.
La palabra único no significa que soló exista un Dios verdadero, lo que significa bíblicamente hablando es que el Padre es el Dios supremo, él es único en el sentido de que no existe ningún otro Dios como él. Por ejemplo, en Juan 3:16 leemos que Dios el Padre ha dado a su Hijo único, refiriéndose a Jesús, sin embargo, Dios el Padre no solo tiene un hijo, sino que tiene miles de millones de hijos, ya sean los hijos celestiales de Dios que son los ángeles o los verdaderos cristianos a los cuales también se nos llama hijos de Dios. El Señor Jesucristo, por tanto, es el Hijo único de Dios en el sentido de que es el principal Hijo de Dios, el más importante y el más amado por el Dios Padre, no existe otro Hijo de Dios como Jesús. Exactamente lo mismo ocurre en Juan 17:3, Jesús dijo que el Padre es el único Dios verdadero en el sentido de que el Dios Padre es el más grande de todos los dioses, el más importante y el más amado. Por lo tanto, Jesús jamás dijo que solo exista un Dios verdadero. Esto es como si yo tengo siete hijos, pero tengo uno que se llama Juanito y este hijo mío es único para mí en el sentido de que es el más importante y el más amado, pero yo no sólo tengo un hijo, sino que tengo varios. Por consiguiente, la doctrina de que solo existe un Dios verdadero es una doctrina absolutamente falsa y diabólica, por la sencilla razón de que la Biblia habla de muchos dioses verdaderos, que son los hijos de Dios, y que no tienen que ver nada con los falsos dioses creados por los paganos e idólatras.
3- El segundo conocimiento que tenemos que tener para adquirir la vida eterna es creer que Jesús es el verdadero Mesías de Israel, el descendiente carnal y biológico del rey David, ya que la palabra “Jesucristo” significa Jesús es el Cristo, es decir, el Mesías. Además, Jesús dijo también que para tener la vida eterna tenemos que creer que él es el enviado del único Dios verdadero, es decir, el enviado del Padre celestial.
Como puede ver esas palabras de Jesús destrozan absolutamente las mentiras satánicas de la trinidad y de la unicidad, ya que Jesús jamás dijo por ninguna parte que el único Dios verdadero fuera un Dios trino y tampoco dijo por ninguna parte que el único Dios verdadero fuera el propio Jesús, ya que él es el enviado del único Dios verdadero, diferenciándose bien claro Jesús del Padre celestial.
Esto significa que millones de falsos cristianos trinitarios y de falsos cristianos unicitarios han estado enseñando la mentira más grande de la historia al mundo, y si ellos no se arrepienten de predicar esa espantosa doctrina de demonios después de haber llegado al conocimiento de la verdadera doctrina entonces se condenarán en el lago de fuego.
2
Los apóstoles de Jesús enseñaron exactamente lo mismo que enseñó Jesús. Ellos jamás fueron trinitarios ni tampoco unicitarios. Y esto lo vamos a comprobar leyendo y comentando una serie de pasajes bíblicos, tanto del apóstol Pedro, como el apóstol Pablo y el apóstol Juan.
Veamos en primer lugar enseñó el apóstol Pedro sobre Dios.
Pero jamás fue trinitario ni tampoco fue unicitario, y esto lo vamos a comprobar leyendo los vientos pasajes del apóstol Pedro:
Mat 16:15 Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Mat 16:16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Mat 16:17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Como puede ver, Pedro no confesó por ninguna parte que Dios fuera trino y tampoco dijo que Jesús fuera el Dios viviente, sino que confesó que Jesús es el Mesías, el Hijo del Dios viviente.
Hch 2:23 a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;
Hch 2:24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.
En este pasaje del apóstol Pedro habló de Dios, pero en ninguna parte dijo que este Dios fuera trino y tampoco dijo que este Dios fuera Jesús, sino que enseñó que este Dios es únicamente el Padre celestial, el cual resucitó a Jesús.
Podría dar decenas de pasajes más del apóstol Pedro, el cual enseñó que ese Dios supremo es únicamente el Padre celestial y Jesús es el Hijo de este Dios Padre. En ninguna parte enseñó el apóstol Pedro que Dios fuera Padre, Hijo y espíritu santo y tampoco enseñó este Dios fuera Jesucristo. Sencillamente los falsos cristianos trinitarios y los falsos cristianos unicitarios han sido completamente engañados por Satanás y se han apartado absolutamente de la enseñanza de Jesús y de sus apóstoles.
Veamos ahora lo que enseñó el apóstol Pablo. Él tampoco enseñó jamás que Dios fuera trino y tampoco enseñó que este Dios supremo, el Padre, fuera el Señor Jesucristo.
Veamos quien era el Dios supremo para el apóstol Pablo:
1Co 8:4 Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que hay un Dios.
Los traductores de la versión Reina Valera falsificaron ese pasaje introduciendo la palabra “solo” la cual no existe en los textos griegos. Es decir, Pablo jamás dijo que solo exista un Dios, sino que dijo que hay UN DIOS. Veamos ahora quien ese Dios supremo, único:
1Co 8:6 para nosotros, sin embargo, hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.
Ese pasaje también fue falsificado por los traductores de la Reina Valera, metiendo también la palabra “solo” que no se encuentra en los textos griegos. Pablo lo que dijo es que ese Dios único es el PADRE celestial, y luego menciona a Jesucristo, el cual es el Señor y el mediador, pues el Dios Padre
Observe que Pablo no dijo jamás que ese Dios único fuera un ser trino, y tampoco dijo que ese Dios único fuera Jesucristo, sino solamente el Padre celestial, el cual es ÚNICO en el sentido de que él es el Dios supremo, el más grande de todos los dioses, pero sin negar la existencia de otros muchos dioses en los cielos y en la tierra inferiores al Padre.
Por lo tanto, los falsos cristianos trinitarios y los falsos cristianos unicitarios mienten y son apóstatas de la fe, ya que Pablo no era trinitario, ni era unicitario. Él enseñaba exactamente lo mismo que Jesús, diciendo que el único Dios verdadero es el Padre, siendo Jesús el Señor, el Mesías y el Hijo de Dios enviado por el único Dios verdadero (Jn.17:3). Los falsos cristianos trinitarios y los unicitarios sencillamente son embusteros que se oponen a la enseñanza de Jesús, del apóstol Pedro y el apóstol Juan.
Si Pablo hubiera sido un falso cristiano trinitario entonces él habría escrito lo siguiente: “Para nosotros, sin embargo, hay un solo Dios, que es Padre, Hijo y espíritu santo”. Y si Pablo hubiera sido un falso cristiano unicitario entonces habría escrito lo siguiente: “Para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, que es Jesucristo, el cual es Padre, Hijo y espíritu santo”. Sin embargo, Pablo era un verdadero apóstol de Cristo que enseñó la verdadera doctrina, y jamás fue un apóstata y falso cristiano al servicio de satanás como lo son los trinitarios y los unicitarios.
Pablo cientos de veces enseñó que Dios es el Padre celestial, el Dios supremo, del cual proceden todas las cosas, y Jesús es el Señor, es decir, un segundo Dios que está subordinado al Padre. Esto lo leemos en todas sus epístolas, cuando las comenzaba o terminaba diciendo: “Que la gracia y la paz de DIOS NUESTRO PADRE, y del Señor Jesucristo sea con vosotros” (Ro.1:7,1Co.1:3, Gal.1:3, etc.) Observe que Pablo jamás decía: “que la gracia y la paz de Dios, que es Padre, Hijo y espíritu santo, sea con vosotros”, sino que AL ÚNICO QUE LLAMABA DIOS ES EL PADRE CELESTIAL, el Dios supremo. Cristo también es Dios, un ser poderoso (Jn.1:1), PERO JESÚS NO ES EL DIOS SUPREMO, sino que él es el Señor, el Mesías y el Hijo de Dios enviado por el Padre, el único Dios verdadero, y si usted rechaza este conocimiento que lleva a la vida eterna sencillamente se condenará en el lago de fuego, por mucho que diga que ha “aceptado a Jesús” o que ha “nacido de nuevo”.
La doctrina de que el único Dios verdadero es un misterioso ser trino, o que ese único Dios verdadero es Jesús es la mayor mentira del diablo de toda la Historia enseñada por toda la cristiandad apóstata y que llevará a la condenación a millones de falsos cristianos, sean católicos, evangélicos, adventistas, etc., etc.
El apóstol Pablo enseño bien claro que el Dios Padre es el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo (Ro.15:6, 2Co.1:3, 2Co.11:31, Efe.1:3, 1Pe.1:3)
Si Pablo hubiera sido un falso cristiano trinitario o unicitario jamás habría enseñado semejante cosa, pues si Dios es trino, entonces es estúpido decir que solamente Dios el Padre es el Dios de Cristo. Evidentemente Cristo no tiene a tres personas divinas por encima de él, sino que Cristo tiene a un Dios, el Padre, por encima de él, por eso es que Cristo resucitado llama al Dios Padre MI DIOS (Ap.3:12).
La enseñanza del apóstol Pablo es que hay un Dios supremo, y es el Padre celestial, el Dios de Cristo y este Dios único y verdadero no es ninguna trinidad, o especie de monstruo con tres cabezas.
Es solamente del Dios Padre de quien proceden todas las cosas, ya que él fue quien decidió crear todo el Universo, por su voluntad existen todas las cosas creadas, siendo Jesús el Señor, el Hijo de Dios, es decir, un segundo Dios, por medio del cual fueron creadas todas las cosas (1Co.8:6). Es decir, Dios el Padre utilizó a Cristo para ejecutar la obra creadora (Col.1:15:17, Heb.1:3).
Los que rechazan este verdadero conocimiento sencillamente no son cristianos, sino falsos cristianos y apóstatas de la fe. Por eso es que el apóstol Pablo dijo bien claro que no todos tienen este conocimiento verdadero (1Co.8:7).
Veamos ahora cual fue la enseñanza del apóstol Juan.
Juan enseñó exactamente lo mismo que enseñó Jesús y los apóstoles Pedro y Pablo.
Juan jamás enseñó que Dios fuera trino, ni tampoco que ese Dios único y supremo fuera Jesús, lo que él enseñó es que este Dios supremo es únicamente el Padre celestial, siendo Jesús el Mesías y el Hijo de Dios. Veamos unos cuantos pasajes del apóstol Juan:
Jua 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con el Dios, y el Verbo era Dios.
Jua 1:2 Este era en el principio con Dios.
En este importantísimo pasaje el apóstol Juan mencionó a los dos dioses. A Cristo se le llama el Verbo, el cual ya existía en el principio, es decir, en él nunca fue creado, sino que en el principio él ya existía, él no forma parte de la creación. Este Señor Jesucristo estaba con el Dios, es decir, con el Dios supremo, el Padre.
En todos los manuscritos griegos de ese pasaje se encuentra el artículo definido “el” para referirse solamente al Dios Padre, sin embargo, este artículo definido ha sido borrado y eliminado de forma diabólica por los traductores trinitarios de casi todas las versiones bíblicas.
Seguidamente el apóstol Juan dijo que el Verbo era Dios, es decir, Jesucristo era un Dios. El apóstol Juan no dijo por ninguna parte que el Verbo fuera el Dios, sino que el Verbo era Dios, sin el artículo definido, es decir, Cristo era un ser poderoso que siempre existió juntamente con el Dios supremo, él siempre estuvo junto al Dios Padre. Ambos son dos dioses eternos.
Observe atentamente que el apóstol Juan no mencionó por ninguna parte en ese pasaje a ningún falso dios trino, sino que mencionó solamente a dos personas divinas: el Dios, que es el Padre celestial, el Dios supremo, y el Señor Jesucristo, el Verbo, el cual es un segundo Dios que en el principio estaba con el Padre celestial, el Dios.
Fíjese bien que tampoco dijo el apóstol Juan por ninguna parte que Jesucristo fuera el Dios, con el artículo, sino que simplemente le llamó a Cristo Dios, es decir poderoso. Por consiguiente, el apóstol Juan tampoco era ni trinitario ni unicitario.
Veamos el siguiente pasaje de Juan:
Jua 20:31 Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
Fíjese bien que el apóstol Juan no dijo por ninguna parte que estas cosas fueron escritas para que creamos que Dios es trino, sino que dijo que fueron escritas para que creamos que Jesús es el Mesías, el Hijo del Dios supremo, que es el Padre. Este es el verdadero conocimiento que tenemos que tener si queremos recibir la vida eterna en el futuro, es decir, el verdadero conocimiento que lleva la vida eterna consiste en creer que el Padre es el único Dios verdadero, es decir, el Dios supremo y creer que Jesús es el Mesías de Israel, el descendiente carnal del rey David, el enviado del Padre celestial y el Hijo de este Dios viviente que es solamente el Padre (Jn.17:3)
Aquellos falsos pastores enviados por Satanás disfrazados de ministros de Cristo que enseñan que para ser salvos y tener la vida eterna tenemos que creer que Dios es trino, o que Dios es una trinidad, sencillamente son falsos cristianos pues enseñan todo lo contrario de lo que enseñó Jesús y sus apóstoles, y si ellos no se arrepientan de sus mentiras y doctrinas de demonios después de haber conocido la verdadera doctrina, tal como la estoy exponiendo en este estudio bíblico, lo que les espera es la condenación en el lago de fuego, jamás se van a poder salvar, por mucho que digan que han “aceptado a Jesús como su salvador” o por mucho que digan que han “nacido de nuevo.”
Si nos vamos a las tres epístolas del apóstol Juan encontramos la misma enseñanza antitrinitaria y anti unicitaria. Veamos unos ejemplos:
1Jn 1:3 lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.
Observe como Juan no dijo por ninguna parte que tenemos que tener comunión con un dios trino. Sino que nuestra comunión es verdaderamente con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Por ninguna parte dijo el apóstol Juan que tenemos que tener comunión con el espíritu santo. Esto demuestra de forma irrefutable que el apóstol Juan enseñaba que nuestra comunión, o unión en común, es con estos dos dioses eternos, que son el Dios Padre y el Señor Jesús. Si Juan hubiera sido un falso cristiano trinitario o unicitario jamás habría escrito esas palabras, sino que habría dicho que nuestra comunión es con un dios trino, o nuestra comunión es con el Señor Jesucristo.
Leamos ahora estas palabras de Juan:
1Jn 1:7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
En ese pasaje Juan primero menciona al Dios Padre y después menciona a su Hijo Jesucristo, es decir, el Padre y el Hijo son dos personas divinas, dos dioses. Más adelante hablaré del espíritu santo y demostraré que no es ninguna tercera persona divina.
Leamos ahora este pasaje de Juan:
1Jn 2:22 ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.
Observe bien como Juan dijo que el anticristo es todo aquel que niega al padre al hijo. Por ninguna parte dijo Juan que el anticristo es aquel que niega la trinidad. Si Juan hubiera sido un falso cristiano trinitario entonces hubiera dicho que el anticristo es el que niega al Padre, al Hijo y al espíritu santo. Y si Juan hubiera sido un falso cristiano unicitario entonces habría dicho que el anticristo es aquel que niega que Cristo es el Padre celestial. El anticristo es sencillamente aquel que niega la existencia de estos dos dioses eternos que son el Padre y el Hijo. Por lo tanto, los falsos cristianos trinitarios y los unicitarios son anticristo, ya que ellos niegan la existencia de estos dos dioses eternos que son el Padre y el Hijo.
Leamos ahora este pasaje de Juan:
1Jn 3:23 Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.
Fíjese bien como Juan no dijo por ninguna parte que el mandamiento es que creamos que Dios es trino, sino que creamos en el nombre del Hijo de Dios. Creer que Dios es trino es un falso evangelio que va llevar a la condenación a millones de falsos cristianos.
Leamos ahora este otro pasaje:
1Jn 4:9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
Observe atentamente que Juan llamó Dios únicamente al Padre celestial y dijo que le envió a su Hijo. En ninguna parte dijo Juan que Dios fuera trino, es de auténticos enfermos mentales y mentirosos decir que fue un dios trino quien envió a Cristo a la tierra. Quien envió a Cristo la tierra fue únicamente el Padre celestial, el Dios supremo. Este pasaje de Juan igualmente destroza la mentira diabólica de los unicitarios ya que es el Dios Padre quien envió a su Hijo a la tierra, por lo tanto, es totalmente diabólico y falso decir que el Dios Padre es el Hijo.
Veamos ahora estas palabras de Juan:
1Jn 4:15 Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios el Padre, entonces Dios permanece en él, y él en Dios. Los falsos cristianos trinitarios y los unicitarios no confiesan esta verdad fundamental del Evangelio. Los trinitarios enseñan que Jesús forma parte de una trinidad, y los unicitarios enseñan que Dios el Padre es Jesús. Sin embargo, la confesión que lleva la vida eterna es que Jesús es el Hijo del Dios Padre y el Mesías de Israel.
Y ahora vamos a leer dos de los pasajes de Juan que han sido terriblemente pervertidos y deformados por millones de falsos cristianos trinitarios y unicitarios, el primer texto es el siguiente:
1Jn 5:7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.
Este pasaje no se encuentra en muchos manuscritos griegos. Los falsos cristianos trinitarios siempre lo citan para enseñar la patraña de que Dios es Padre, Hijo y espíritu santo, sin embargo, eso no lo dice el texto por ninguna parte, simplemente menciona al Dios Padre, a Jesús el Verbo y el espíritu santo. Observe que el texto no dice que los tres sean un solo Dios, lo que dice es que estos tres son uno, en el sentido de que están unidos en un solo propósito, tal como dijo Pablo en este pasaje:
1Co 1:10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
Por lo tanto, lo que dijo Juan en ese pasaje es que el Dios Padre, Cristo y el espíritu santo están unidos en una misma mente en un mismo parecer. En ninguna parte dijo que los tres forman un solo Dios. Por lo tanto, ese pasaje no habla de ningún falso dios trino.
El segundo pasaje que ha sido terriblemente falsificado y pervertido por los trinitarios y los unicitarios es el siguiente:
1Jn 5:20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
Los falsos cristianos trinitarios dicen que ese Dios verdadero es Jesucristo, el Hijo de Dios y esta mentira también la enseñan los falsos cristianos unicitarios. Sin embargo, el texto no enseña esa patraña por ninguna parte, ya que el Dios verdadero mencionado ahí se refiere solamente al Padre celestial, y esto se demuestra de la forma más sencilla:
1- El pasaje dice que el Hijo de Dios ha venido y nos dio el entendimiento para conocer al Dios verdadero, y resulta que Jesús dijo que el único Dios verdadero es el Padre celestial, no Jesús (Jn.17:3). En Juan 1:18 se dice bien claro que el Hijo de Dios vino a la tierra para darnos a conocer al Padre celestial.
2- Después el apóstol Juan dijo que estamos unidos con el verdadero Dios, es decir, con el Dios Padre por medio de su Hijo Jesucristo. La palabra “en” significa “por medio de”.
3- Luego dijo Juan este es el verdadero Dios y la vida eterna, pero el pasaje no se está refiriendo a Jesús sino al verdadero Dios que Jesús vino a darnos a conocer y que es el Padre celestial, ya que Jesús siempre enseñó que el único Dios verdadero es el Padre celestial, en el sentido de que el Dios Padre es el Dios supremo, el más grande de todos los dioses.
Dicho esto, pasemos al libro del Apocalipsis que le fue revelado al apóstol Juan.
El Apocalipsis es totalmente antitrinitario y antiunicitario cómo vamos a ver seguidamente. Cuando el Apocalipsis habla de Dios siempre se refiere únicamente al Padre celestial, nunca se refiere a Jesús.
3
Millones de falsos pastores y falsos maestros están engañando a millones de falsos cristianos con las mentiras de la trinidad y de la unicidad.
Como ya dije, el libro del Apocalipsis es absolutamente antitrinitario y anti unicitario, y esto se puede comprobar en montones de pasajes del Apocalipsis. Vamos a comenzar por el siguiente:
Apo 1:1 La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan.
Como puede ver, el texto dice que el Apocalipsis es la revelación de Jesucristo que Dios le dio. Y cuando ese pasaje habla de Dios solamente se refiere al Padre celestial, no a ningún falso dios trino. Dios el Padre supremo entregó esta revelación a Jesucristo, y éste se la entregó a su ángel y el ángel se la entregó a Juan. Si Dios fuera trino entonces el pasaje diría lo siguiente: “la revelación de Jesucristo que el Padre, el Hijo y el espíritu santo entregaron a Jesús”. Sin embargo, el pasaje no dice semejante estupidez y herejía por ninguna parte. Veamos ahora el siguiente pasaje:
Apo 1:6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Una vez más este pasaje enseña bien claro que el Dios supremo es el Padre celestial solamente, en ninguna parte se dice que Dios sea Padre, Hijo y espíritu santo.
Veamos este otro pasaje:
Apo 1:8 Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
Los falsos cristianos trinitarios y los unicitarios dicen que este Alfa y Omega, el todopoderoso, se refiera a Jesús, sin embargo, eso es una gran mentira, por la siguiente razón:
Observe como este Dios es llamado el que es y que era y que ha de venir, pues bien, leamos ahora unos versículos más atrás:
Apo 1:4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono;
Apo 1:5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre.
Fíjese bien como este Dios que está sentado en su trono es el Padre celestial, al cual se le llama el que es y que era y que ha de venir. Pero resulta que en el verso 5 se le diferencia de Jesucristo, es decir, es totalmente imposible que Jesús sea ese Dios todopoderoso, el que es y que era y que ha de venir. Jesús es otra persona divina que dio testimonio del Padre celestial. Aquellos que dicen que Jesús es el todopoderoso mencionado en el verso 8 sencillamente están mintiendo.
Veamos ahora este otro pasaje del Apocalipsis:
Apo 1:9 Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.
Una vez más el pasaje hace una que la diferencia entre Dios y el Señor Jesucristo. Si Dios fuera trino el texto jamás diría semejante cosa. Cuando ese pasaje habla de Dios únicamente se refiere al Padre celestial, el cual es diferente de Jesucristo. Este pasaje por supuesto destroza también la mentira diabólica de los falsos cristianos unicitarios ya que el pasaje hace una clara diferencia entre Dios el Padre y Jesucristo. La doctrina de que el Dios Padre y Cristo son el mismo Dios es una de las mayores doctrinas de demonios de toda la historia.
Veamos ahora otro pasaje del Apocalipsis:
Apo 3:12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.
Cristo resucitado y glorificado llama por cuatro veces al Padre celestial mi Dios, indicando así que Cristo tiene un Dios sobre él. Esto evidentemente destroza las doctrinas diabólicas de la trinidad y de la unicidad, porque si el Dios Padre es el Dios de Cristo entonces Cristo no es igual al Padre celestial, sino que son dos dioses diferentes.
Veamos otro texto del Apocalipsis:
Apo 5:7 Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.
En este pasaje leemos como Cristo, el Cordero, se acerca al Dios que está sentado en el trono y que es el Padre celestial y toma de su mano derecha el libró sellado con siete sellos. Por lo tanto, Cristo no es ese Dios supremo que está sentado en el trono, sino que Cristo es el Cordero, es decir, es otra persona divina. Como puede ver el texto no habla por una parte de tres personas divinas, sino de dos, que son el Padre celestial y el Cordero que es Jesús. Por lo tanto, enseñar que Cristo es ese Dios que está sentado en el trono es una espantosa doctrina de demonios y una estupidez de marca olímpica, ya que Cristo de ninguna manera se acerca a Cristo para tomar de su mano derecha libró sellado con siete sellos. Cristo sencillamente se acerca al Dios supremo que es el Padre y toma de su mano derecha el libro sellado con siete sellos.
Veamos otro pasaje del Apocalipsis:
Apo 5:13 Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.
En ese pasaje se menciona Dios que está sentado en el trono que es el Padre y luego menciona a Jesús el Cordero y los dos dioses reciben alabanza, honra, y gloria y poder, pero la adoración es solamente para uno de ellos que es el Dios que está sentado en el trono el Padre como leemos en el verso siguiente:
Apo 5:14 Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.
Observe como el texto dice que todos esos seres celestiales adoran al que vive por los siglos de los siglos, ¡en ninguna parte dice que adoran también al Cordero! Veamos quién es este Dios que vive por los siglos de los siglos:
Apo 4:10 los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:
Apo 4:11 Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.
Como puede ver, el Dios que vive por los siglos de los siglos es el que está sentado en ese trono y es únicamente el Padre celestial, el cual es el único Dios que es adorado. Jesús el Cordero nunca es adorado en el libro del apocalipsis, sino que solamente es adorado el Padre esto destroza totalmente tanto la mentira de la trinidad como la de la unicidad.
Veamos ahora el siguiente pasaje del Apocalipsis:
Apo 19:10 Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.
Este mismo pasaje se repite en Apocalipsis 22:9.
Observe atentamente que el ángel le dijo a Juan que adorara a Dios, en ninguna parte el ángel le dijo que adorara a Dios y al Cordero, sino solamente a un Dios.
Este Dios que es adorado es únicamente el Padre celestial, es decir, el Dios que está sentado en el trono, de ninguna manera se refiere a un falso dios trino, ni tampoco este Dios es el Señor Jesucristo. Los que adoran a un falso dios trino sencillamente son idólatras que se van a condenar.
Todos estos pasajes del Apocalipsis son suficiente para demostrar a todas luces que el Apocalipsis es totalmente antitrinitario y antiunicitario.
El Apocalipsis siempre hace una clara diferencia entre Dios y Cristo que es el Cordero.
Jamás enseña el Apocalipsis que Dios sea trino, y jamás enseña Apocalipsis que Cristo sea el Dios supremo que está sentado en el trono y es adorado.
4
Durante muchos siglos las iglesias falsas y apóstatas han enseñado y
aún siguen enseñando que el espíritu santo es una tercera persona divina a la cual hay que adorar y glorificar. Esta doctrina es sencillamente una doctrina de demonios enseñada por los apóstatas de la fe.
En la Biblia el espíritu santo jamás es una tercera persona divina, sino que es el espíritu de Dios, es decir, es algo que Dios tiene, se trata de la propia fuerza potente y activa de Dios. El propio Jesús dijo literalmente que el espíritu santo es una fuerza, es decir, una energía. Por ejemplo, en una excelente traducción católica de la Biblia que es la Nueva Biblia Española, el pasaje de Hechos 1:8 ha sido traducido de la siguiente manera:
Más recibirán una fuerza: el espíritu Santo
Y si el espíritu santo es una fuerza, entonces no es ninguna persona divina.
La prueba irrefutable de que el espíritu santo no es ninguna tercera persona divina es que nunca es adorado ni glorificado en la Biblia. Y no sólo eso, sino que el apóstol Juan dijo que nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo, en ninguna parte dijo que teníamos que tener comunión también con el espíritu santo (1Jn.1:3).
El ángel Gabriel le dijo María que el espíritu santo es el poder del Altísimo. Primero lo llamó espíritu santo y luego lo llamó el poder del Altísimo (Lc.1:35).
El espíritu santo es personificado en la Biblia, pero sin ser una persona. En la Biblia se personifican cosas impersonales, como por ejemplo la sangre, las piedras, la sabiduría, los árboles, la conciencia, etc. y ninguna de esas cosas son personas. Exactamente lo mismo ocurre con el poder del Altísimo el cual es personificado.
Para un estudio mucho más amplio sobre el tema del espíritu santo al final de este estudio doy el enlace del libro que escribí.
5
He abierto este apartado para responder a una serie de objeciones dadas por los falsos cristianos trinitarios y por los falsos cristianos unicitarios.
Veamos en primer lugar las objeciones de los falsos cristianos trinitarios. Ellos siempre citan una serie de pasajes bíblicos para hacemos creer que Dios es trino, es decir, una especie de monstruo con tres cabezas, lo cual, obviamente, es un falso dios, tal como ya he demostrado en este estudio.
Mat 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo
Los falsos cristianos trinitarios se basan especialmente en ese pasaje para enseñar que Dios es Padre, Hijo y espíritu santo, pero resulta que eso no lo dice el texto por ninguna parte. Simplemente menciona al Dios Padre, al Hijo y el espíritu santo, pero en ninguna parte dice que los tres sean un solo Dios.
Pero es que, además, por si esto fuera poco, resulta que esas palabras jamás las pronunció Jesús, sino que fueron añadidas por alguna mano fraudulenta. Jesús nunca dijo que bautizaran en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu santo, por la sencilla razón de que los apóstoles solamente bautizaban en el nombre del Señor Jesucristo.
Los herejes y mentirosos trinitarios dicen que Dios es una trinidad porque ese pasaje dice: “en el nombre” (en singular) indicando así que Dios es uno y trino.
Ese argumento trinitario es de lo más falso, idiota y diabólico, y lo refuta hasta un nene de siete años.
Las palabras “en el nombre” indican AUTORIDAD, la palabra griega utilizada es “ónoma”. Veamos lo que dice la Concordancia de Strong:
G3686
ὄνομα ónoma; de un der. presunto de la base de G1097 (comp. H3685); «nombre» (lit. o fig.) [autoridad, carácter]:-llamar, nombre, persona, poner, sobrenombre.
Como puede ver, ónoma se refiere a un nombre, y puede referirse también a la autoridad o poder. Esto es como cuando decimos: “en el nombre de la ley”, es decir, bajo la autoridad o poder de la ley.
Por consiguiente, cuando Mateo 28:19 dice “en el NOMBRE (ónoma) del Padre, y del Hijo y del espíritu santo”, lo que significa es bajo la AUTORIDAD o PODER del Padre, del Hijo y del espíritu santo, simplemente se está mencionando la autoridad o poder de los tres, PERO NO DICE POR NINGUNA PARTE QUE LOS TRES SEAN UN SOLO DIOS.
Por lo tanto, los falsos cristianos trinitarios que citan Mateo 28:19 para enseñar que Dios es Padre, Hijo y espíritu santo MIENTEN, y están pervirtiendo el verdadero significado de Mateo 28:19, el cual no enseña por ninguna parte el satánico y anticristiano trinitarismo. Ni Jesús ni sus apóstoles enseñaron jamás que el único Dios verdadero fueran un dios trino, sino que enseñaron que ese único Dios verdadero es EL PADRE CELESTIAL, siendo Jesús el Mesías, el enviado del Padre (Jn.17:3).
Esa fórmula de bautismo que aparece en Mateo 28:19 NO SE ENCONTRABA EN EL TEXTO ORIGINAL HEBREO DE MATEO.
Se sabe perfectamente por los eruditos que el Evangelio de Mateo fue escrito originalmente en hebreo, no en griego. Después, como es lógico, se tradujo del hebreo al griego, y fue en esos textos griegos donde alguien añadió ese pasaje de Mateo 28:19, el cual, repito NO ES UN TEXTO TRINITARIO, ya que en él no se dice por ninguna parte que Dios sea trino, simplemente se mencionan al Padre, al Hijo y al espíritu santo, de la misma manera que en el resto del Nuevo Testamento se mencionan muchas veces al Dios Padre, a Jesús y al espíritu santo, ¡¡pero NUNCA se dice que los tres formen un solo Dios!!
El obispo Eusebio de Cesarea, en el siglo 4, no mencionó la falsa fórmula de bautismo que aparece en Mateo 28:19, sencillamente él no la conocía porque no existía en la versión hebrea de Mateo.
Pero no solo eso, voy a pegar las palabras del obispo Eusebio de Cesarea que demuestran aún más claro que él no conocía dicha fórmula de bautismo, y no solo eso, sino que además daré las referencias de dichas palabras de Eusebio:
1) Libro III, Capítulo 7, 136 (a-d), p. 157
Mientras que Él, que concibió nada humano o mortal, ve como verdaderamente Él habla con la voz de Dios, diciendo en estas mismas palabras a aquellos discípulos Suyos, los más pobres de los pobres: "Id, y haced discípulos de todas las naciones."
Pero mientras los discípulos de Jesús estaban más probablemente o diciendo así, o pensando así, el Maestro resolvió sus dificultades, con la adición de una frase, diciendo ellos triunfarán "En MI NOMBRE." Y el poder de Su nombre siendo tan grande, que los apóstoles dicen: "Dios le ha dado un nombre el cual es sobre todo nombre, que en el nombre de Jesús se doblará toda rodilla, de las cosas en el cielo, y las cosas en la tierra, y las cosas debajo de la tierra," Él mostró la virtud del poder en Su Nombre oculto de la multitud cuando Él le dijo a Sus discípulos: "Id, y haced discípulos de todas las naciones en mi Nombre." Él también más fielmente pronostica el futuro cuando Él dice: "porque este evangelio debe primeramente ser predicado a todo el mundo, por testimonio a todas las naciones."
(2) Libro III, Capítulo 6, 132 (a), p. 152
Con una palabra y voz Él dijo a Sus discípulos: "Id, y haced discípulos de todas las naciones en Mi Nombre, enseñándoles a observar todas las cosas que yo os he mandado," ...
(3) Libro III, Capítulo 7, 138 (c), p. 159
Cuando vuelvo mis ojos a la evidencia del poder de la Palabra, que multitudes ha ganado, y que enormes iglesias han sido fundadas por aquellos iletrados y pobres discípulos de Jesús, no en oscuros y desconocidos lugares, sino en las ciudades más nobles—Me refiero a la Roma Real, Alejandría, Antioquía, por todo el entero Egipto y Libia, Europa y Asia, y en villas y lugares de campo y entre las naciones--Soy irresistiblemente obligado a repasar mis pasos, y buscar por su causa, y confesar que ellos pudieron solamente tener éxito en su osada aventura, por un poder más divino, y más fuerte que el del hombre y por la cooperación de Aquel que les dijo; "Haced discípulos de todas las naciones en mi Nombre."
(4) Libro IX, Capítulo 11, 445 (c), p. 175
Y Él ordenó a Sus propios discípulos después de su rechazo, "Id y haced discípulos de todas las naciones en mi nombre."
(5) Libro I, Capítulo 3, 6 (a), p. 20
De aquí por supuesto, nuestro Señor y Salvador, Jesús el Hijo de Dios, dijo a Sus discípulos después de Su Resurrección: "Id y haced discípulos de todas las naciones," y añadió "Enseñándoles que observen todas las cosas, las cuales yo os he mandado."
(6) Libro I, Capítulo 5, 9 (a), p. 24
"Id vosotros, y haced discípulos de todas las naciones, enseñándoles que observen todas las cosas, las cuales yo os he mandado." ¿A qué podría referirse Él sino a la enseñanza y disciplina del nuevo pacto?
(7) Libro I, Capítulo 6, 24 (c), p. 42
"Id vosotros a todo el mundo, y haced discípulos de todas las naciones ... enseñándoles que observen todo lo que yo os he mandado."
Como puede ver, Eusebio de Cesarea citó SIETE VECES el pasaje de Mateo 28:19, y en ninguna parte dijo que el bautismo sea en el nombre del Padre, y del Hijo y del espíritu santo. Simplemente Jesús les dijo que fueran EN SU NOMBRE predicando el Evangelio a todas las naciones, y haciendo discípulos.
La prueba irrefutable de que Jesús jamás dijo esas palabras de que tenían que bautizar en el nombre del Padre, y del Hijo y del espíritu santo es que los apóstoles JAMÁS UTILIZARON ESA FORMULA DE BAUTISMO, sino que ellos bautizaban solamente en el nombre del Señor Jesucristo, vamos a comprobarlo:
"Pedro les contestó: Arrepentíos, y bautizaos EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO, para perdón de vuestros pecados..." (Hch.2:38).
"...solo habían sido bautizados EN EL NOMBRE DEL SEÑOR JESUCRISTO" (Hch.8:16).
"Y mandó bautizarlos EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO" (Hch.10:48).
Hch 19:5 Cuando oyeron esto, fueron BAUTIZADOS EN EL NOMBRE DEL SEÑOR JESÚS.
Rom 6:3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido BAUTIZADOS EN CRISTO JESÚS, hemos sido bautizados en su muerte?
Gál 3:27 porque todos los que habéis sido BAUTIZADOS EN CRISTO, de Cristo estáis revestidos.
Entonces uno llamado Ananías, varón piadoso según la ley, que tenía buen testimonio de todos los judíos que allí moraban, vino a mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y yo en aquella misma hora recobré la vista y lo miré.
Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca.
Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído.
Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, INVOCANDO SU NOMBRE. (Hch.22:12-16).
Como puede ver, en todos esos pasajes se menciona el bautismo en el nombre de Jesucristo. Pablo por ejemplo fue bautizado INVOCANDO EL NOMBRE DE JESUCRISTO, él no se bautizó invocando el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu santo, sino solo el nombre de Jesucristo.
El apóstol Pablo dijo a los israelitas en Pentecostés que cada uno de ellos se bautizara en el nombre de Jesucristo, para el perdón de los pecados.
Lo mismo dijo Pedro al soldado romano Cornelio y a su familia, ellos fueron bautizados en el nombre de Jesucristo, jamás en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu santo.
Todos los primeros cristianos fueron bautizados en Cristo Jesús, es decir, en el nombre de Jesucristo, ¡¡esa era la fórmula verdadera de bautismo!!
Sin embargo, fue ya a partir del siglo segundo cuando algunos herejes comenzaron a enseñar que el bautismo era en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu santo, como se dice por ejemplo en la Didaché, creada en el siglo segundo, sin embargo, esa falsa doctrina jamás la enseñó Jesús ni sus apóstoles, tal como he demostrado.
Si Jesús hubiera pronunciado esas palabras de bautizarse en el nombre del Padre, y del Hijo y del espíritu santo, ¡¡entonces resulta que sus apóstoles NO LE HICIERON EL MÁS MÍNIMO CASO, SINO QUE LE DESOBEDECIERON, ¡¡ya que los apóstoles bautizaban ÚNICAMENTE en el nombre del Señor Jesucristo!!
Por consiguiente, esa versión de Mateo 28:19 que aparece en la mayoría de las versiones bíblicas es una versión añadida y apócrifa, jamás pronunciada por Jesús, y que debió ser introducida por alguna mano fraudulenta en la traducción griega que se hizo de la versión hebrea del Evangelio de Mateo. Ahora bien, como ya demostré más arriba, aunque ese pasaje jamás lo dijo Jesús, ¡¡dicho texto no enseña por ninguna parte la doctrina diabólica y falsa de que Dios sea trino!!, simplemente menciona la autoridad del Padre, del Hijo y del espíritu santo.
2Co 13:14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del espíritu santo sean con todos vosotros. Amén.
Los falsos cristianos trinitarios siempre citan ese pasaje del apóstol Pablo para enseñar la mentira de que Dios es trino, sin embargo, Pablo jamás enseñó semejante patraña por ninguna parte.
Ese pasaje simplemente menciona al Señor Jesucristo, seguidamente menciona el amor de Dios, es decir, el Padre celestial y seguidamente menciona la comunión del espíritu santo.
Fíjese bien que al único que llamó Dios el apóstol Pablo fue al Padre celestial. Si Dios fuera tres personas divinas entonces Pablo jamás habría escrito semejante cosa, sino que habría dicho: “la gracia de Dios, que es Padre, Hijo y espíritu santo”. Sin embargo, el apóstol Pablo le dio el título de Dios únicamente al Padre celestial, ya que el Padre es el Dios supremo, y a Jesús le llamó el Señor. Y al final Pablo dijo: “y la comunión del espíritu santo”.
Observe que Pablo no dijo por ninguna parte: “la comunión con el espíritu santo”, es decir, Pablo jamás enseñó esa mentira de que tenemos que tener comunión con el espíritu santo, ya que la verdadera comunión o común unión es verdaderamente con el Dios Padre y con su Hijo Jesucristo, tal como dijo el apóstol Juan (1Jn.1:3).
Millones de falsos pastores y falsos maestros trinitarios y unicitarios han sido engañados por Satanás cuando enseñan la mentira de que tenemos que tener comunión con el espíritu santo, como si se tratara de una tercera persona divina.
La expresión “comunión del espíritu santo” significa sencillamente que la unión en común que tenemos los verdaderos cristianos es por medio del poder de Dios, es decir, el espíritu santo, dicha unión en común que tenemos los santos de Dios procede del poder de Dios.
Mat 3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.
Mat 3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
Éste es el otro pasaje que siempre citan los falsos cristianos trinitarios para enseñar la doctrina de demonios de que Dios es trino.
En dicho pasaje se habla del bautismo de Jesús en el río Jordán. Cuando Jesús salió del agua Juan el bautizador vio al espíritu de Dios que descendía sobre Jesús como una paloma, y seguidamente se escuchó la voz del Dios Padre desde el cielo diciendo que Jesús es su Hijo amado en el cual se complacía.
Como el texto menciona a Jesús, al espíritu santo y al Dios Padre, entonces los herejes y falsos cristianos trinitarios sacan la conclusión de que Dios es uno y trino. Esa interpretación que ellos hacen es absolutamente estúpida, diabólica y antibíblica, ya que el texto simplemente menciona a Jesús, al espíritu de Dios y al Dios Padre, ¡pero en ninguna parte se dice que los tres formen un solo Dios!
Jua 10:29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
Jua 10:30 Yo y el Padre uno somos.
los falsos cristianos trinitarios también citan siempre esas palabras de Jesús para enseñar la mentira diabólica de que Dios es uno y trino. Pero resulta que ahí Jesús no estaba hablando por ninguna parte de tres personas divinas, ¡sino de dos! que son el Dios Padre y Jesús. Ambos son dos dioses, sin embargo, el Dios Padre es el Dios supremo, ya que Jesús dijo que el Padre es mayor que todos, es decir, el Padre celestial es el más grande de todos los dioses del universo, ningún otro dios se puede igualar a él.
Seguidamente Jesús dijo que él y el Padre son uno.
Una vez más Jesús estaba hablando de dos personas divinas, no de tres.
La palabra “uno” significa sencillamente que el Padre y el Hijo tienen una misma forma de pensar y un mismo propósito. Es exactamente la misma palabra que Jesús utilizó en este pasaje:
Jua 17:21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
Jua 17:22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
Jua 17:23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad
Ahí tiene bien claro el significado de la palabra “uno” utilizada por Jesús.
El Señor estaba orando por sus discípulos, y le pidió al Padre que todos ellos seamos uno, así como él y el Padre son uno. Y el verso 23 lo aclara aún más diciendo “perfectos en unidad”. Por consiguiente, ese tipo de unidad mencionada por Jesús se refiere a una unidad de pensamiento y de propósito. Esta es exactamente el mismo tipo de unidad que pidió el apóstol Pablo en el siguiente pasaje:
1Co 1:10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
Esa es la misma unidad que tienen el Dios supremo, el Padre y el Hijo, ambos dioses piensan lo mismo y tienen una misma mente y parecer, y ese tipo de unidad es también la misma que tendrá en el futuro la Iglesia de Cristo.
Por lo tanto, cuando Jesús dijo que él y el Padre son uno de ninguna manera estaba diciendo que él y el Padre celestial sean un solo Dios, lo que Jesús estaba diciendo sencillamente es que él y el Padre celestial tienen una perfecta unidad de pensamiento y de parecer, son dos dioses, es decir, dos personas divinas, que están unidos en mente y en forma de pensar. ¡Esta es la verdadera enseñanza bíblica la cual ha sido rechazada y pervertida a lo largo de la historia por millones de falsos cristianos trinitarios y unicitarios!
Hch 5:3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al espíritu santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
Hch 5:4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
Este es uno de los pasajes más pervertidos y retorcidos por millones de falsos cristianos trinitarios.
Observe atentamente como el apóstol Pedro no habla de ningún falso dios trino por ninguna parte, sino que él mencionó en primer lugar el espíritu santo, y seguidamente mencionó a Dios.
Ananías y Safira habían mentido al espíritu santo y luego el apóstol Pedro dijo que ellos habían mentido a Dios. Pero para sorpresa resulta que cuando el apóstol Pedro hablaba de Dios nunca se refería a ningún falso dios trino, sino solamente al Padre celestial, como vamos a ver seguidamente.
Sencillamente mentir al espíritu santo es como mentir al Dios Padre, porque resulta que el espíritu santo es el espíritu del Padre celestial, ¡no se trata de ninguna tercera persona divina!
Veamos cómo para el apóstol Pedro el Dios supremo es solamente el Padre celestial, y jamás ningún falso dios trino de la cristiandad apóstata.
Hay decenas de pasajes bíblicos donde esto se demuestra, sin embargo, he escogido solamente estos cuatro textos:
Hch 2:23 a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;
Hch 2:24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.
Hch 2:32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
Hch 3:15 y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.
Ahí lo tiene bien claro, para el apóstol Pedro el Dios supremo no es ningún falso dios trino, sino que es solamente el Padre celestial el cual resucitó a Jesús de los muertos.
Por lo tanto, cuando el apóstol Pedro dijo a Ananías y a su esposa Safira que ellos habían mentido a Dios de ninguna manera se estaba refiriendo a un falso dios trino, sino solamente al Padre celestial, el Dios supremo.
Por consiguiente, como ya he demostrado, en ninguna parte del Nuevo Testamento se habla de ningún falso dios trino.
Y respecto al Antiguo Testamento ocurre exactamente lo mismo, no existe ni un solo versículo donde se enseñe esa espantosa doctrina de demonios de que Dios sea uno y trino.
A continuación, vamos a ver los argumentos que suelen dar los falsos cristianos unicitarios para enseñar la espantosa doctrina de demonios de que el Dios Padre, Cristo y el espíritu santo son la misma persona. Veamos los pasajes bíblicos que ellos siempre citan para enseñar esa patraña diabólica.
1Ti 3:15 para que, si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.
1Ti 3:16 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.
Existen dos versiones o lecturas del verso 16 de ese pasaje. Una es la que he puesto arriba, que he tomado de la Reina Valera de 1960, en la cual se dice: “Dios fue manifestado en carne”, y la otra versión o lectura dice lo siguiente: “ÉL fue manifestado en carne”, como por ejemplo así lo ha traducido la versión de la Biblia de Jerusalén y otras muchas más.
¿Cuál es la traducción correcta de ese verso 16?
Para saberlo, vamos a ir al siguiente triple testimonio: LA PROPIA BIBLIA, AL TEXTO GRIEGO, y a COMENTARIOS DE ERUDITOS BÍBLICOS EVANGÉLICOS.
Vamos en primer lugar a la propia Biblia para saber quién esa persona divina que se manifestó en carne mencionado en el verso 16, es decir, quien fue esa persona que vino a la tierra como hombre, haciéndose carne.
Los falsos cristianos unicitarios enseñan que quien se manifestó en carne fue el Dios viviente mencionado en el verso 15, es decir, el Padre celestial, y los unicitarios enseñan que Jesús es ese Padre celestial.
Veamos como mienten esos falsos cristianos, vamos a ver quién es el Dios viviente mencionado en todo el Nuevo Testamento
Satanás ha engañado a millones de falsos cristianos trinitarios y unicitarios haciéndoles creer la gran mentira de que ese Dios viviente o vivo es un misterioso “dios trino”, y los embusteros unicitarios enseñan que ese Dios viviente es el propio Jesús el Mesías. Sin embargo, vamos al Nuevo Testamento para saber quién es ese Dios viviente o vivo, y usted mismo comprobará como esos herejes trinitarios mienten, así como también mienten los herejes y falsos cristianos unicitarios, los cuales enseñan la doctrina anticristiana de que Jesús es el propio Dios Padre, el Dios viviente. Lea atentamente estos pasajes del Nuevo Testamento, para que vea claramente como esos falsos cristianos trinitarios y unicitarios han sido engañados por Satanás, y al mismo tiempo están engañando a otros muchos:
Mat 16:15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Mat 16:16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Mat 16:17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Como puede ver, en ese pasaje el apóstol Pedro, en nombre del resto de los apóstoles, dijo que Jesús es el HIJO DEL DIOS VIVIENTE, es decir, Jesús el Mesías es el Hijo del Padre celestial, y Jesús le felicitó a Pedro por esa confesión. Por lo tanto, el Dios viviente o vivo es SOLAMENTE EL PADRE CELESTIAL. Aquellos falsos cristianos trinitarios y unicitarios que enseñan que ese Dios viviente es Jesús, o es un “dios trino” mienten descaradamente y están totalmente en contra de la enseñanza de Jesús y de sus apóstoles.
Mat 26:62 Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti?
Mat 26:63 Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios.
En ese tremendo pasaje el sumo sacerdote judío también sabía que el Padre celestial es el Dios viviente, y entonces él le preguntó a Jesús si él era el Hijo de ese Dios viviente, es decir, ¡¡los propios líderes religiosos judíos, que conocían muy bien el Tanaj, el Antiguo Testamento, sabían muy bien que hay un Padre celestial, y que este Padre tiene un Hijo divino muy especial, el cual es el Hijo del Dios viviente!!, y entonces ellos condenaron a muerte a Jesús por decir que él es ese Hijo del Dios viviente mencionado en el Tanaj.
Jua 6:69 Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
En ese pasaje el apóstol Pedro, una vez más, dijo que Jesús es el Hijo del Dios viviente, ¡¡no que Jesús fuera ese Dios viviente!!
Rom 9:26 Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, Allí serán llamados hijos del Dios viviente.
En ese pasaje el apóstol Pablo dijo que somos hijos del Dios viviente, refiriéndose al Padre celestial. Pablo jamás enseñó esa doctrina diabólica de que Jesús es ese Dios viviente, o que el Dios viviente fuera un “dios trino”.
2Co 6:16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:
Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.
2Co 6:17 Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo;
Y yo os recibiré, 2Co 6:18 Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
Ese pasaje de Pablo es meridianamente claro. En él se menciona una vez más al Dios viviente o vivo, y el verso 18 dice que ese Dios viviente es solamente EL PADRE, y además a este Dios Padre lo llama el Señor TODOPODEROSO, es decir, ¡¡ese pasaje no menciona por ninguna parte a Jesús el Mesías!!, sino solamente al Padre celestial, el Dios viviente, el cual también es el único Dios todopoderoso.
2Co 3:3 siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.
2Co 3:4 Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios;
Ese pasaje de Pablo también menciona al Dios vivo o viviente, y observe que lo diferencia claramente de Jesús el Mesías. Fíjese que Pablo dijo en ese pasaje que Jesús es el MEDIADOR, es decir, mediante Jesús podemos confiar en el Dios vivo, que es solamente el Padre celestial, no es Jesús ni ningún falso “dios trino”.
1Ts 1:9 porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,
1Ts 1:10 y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
En ese pasaje Pablo mencionó también al Dios vivo y verdadero, y en el verso 10 lo diferencia claramente de Jesús, el Hijo de este Dios vivo y verdadero.
La doctrina unicitaria de que ese Dios vivo y verdadero es Jesús, el Hijo de Dios, es una de las mayores doctrinas de demonios que se puedan enseñar, contraria totalmente a la enseñanza de Jesús y de sus apóstoles, y de igual manera, la doctrina trinitaria de que ese Dios vivo y verdadero es un “dios trino” es otra de las mayores mentiras del diablo, la cual ha engañado a millones de falsos cristianos trinitarios.
Heb 9:14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
Como puede ver, ese pasaje menciona primero al Mesías Jesús, y dice que él se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, ¡¡y este Dios Padre es el Dios vivo!! Por lo tanto, repito, la doctrina de que Jesús es ese Dios vivo o viviente es una burda mentira del diablo enseñada por los apostatas de la fe.
Apo 7:2 Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,
Apo 7:3 diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.
Observe que ese pasaje del Apocalipsis habla del sello del Dios vivo, y en el verso 3 se le llama “nuestro Dios”.
Ahora bien, resulta que en todo el libro del Apocalipsis se hace una clara diferencia entre Dios y el Cordero (Jesús), ¡¡nunca en el Apocalipsis al Cordero se le llama “nuestro Dios” ni se le llama “el Dios vivo”.
Ya he demostrado en los pasajes anteriores que ese Dios vivo o viviente es solamente el PADRE celestial, por lo tanto, el Dios vivo o viviente mencionado en el Apocalipsis es solamente el Padre celestial. El Cordero mencionado en el Apocalipsis JAMÁS es llamado “Dios viviente” en el libro del Apocalipsis, sino que siempre en el Apocalipsis se diferencia a Dios (el Padre), del Cordero (Jesús), esto lo podemos ver, por ejemplo, en pasajes como Apocalipsis capítulos 4 y 5, donde se dice que Juan vio a un solo Dios sentado en el trono celestial, y ese Dios único es el Padre solamente, y después se menciona al Cordero, que es Jesús, el cual se acerca al Dios viviente que está sentado en el trono celestial y toma de su mano derecha el libro sellado con los siete sellos (Ap.4:1-2, 5:6-7). Esto es importantísimo, nunca en el Apocalipsis se le llama al Cordero “Dios”, ni tampoco se le llama “el Todopoderoso” sino que siempre al Cordero, que es Jesús, se le diferencia del Dios Todopoderoso, esto lo vemos especialmente en este pasaje:
Apo 1:4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono;
Apo 1:5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,
Apo 1:6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Observe como en ese pasaje se menciona primero al Dios que es, y que era y que ha de venir, para referirse al Dios PADRE que está sentado en su trono celestial (Ap.4:1-2), Y SEGUIDAMENTE SE MENCIONA EN EL VERSO 5 A JESÚS EL MESÍAS, el testigo fiel, y el verso 6 dice bien claro que Jesús nos hizo reyes y sacerdotes PARA DIOS SU PADRE, es decir, el texto hace una diferencia clarísima entre el Dios Padre y Jesús, y es el PADRE, al único que se le llama DIOS en ese pasaje, y es este Dios Padre el Dios viviente, como ya he demostrado. Esto obviamente destroza totalmente las doctrinas satánicas del trinitarismo y del unicitarismo, enseñadas por millones de falsos cristianos engañados por el padre de la mentira, que es Satanás.
Por consiguiente, cuando en 1Timoteo 3:15 el apóstol Pablo mencionó al Dios viviente, SOLAMENTE SE REFIERE AL PADRE CELESTIAL, nunca a Jesús, ni tampoco se refiere a ningún falso dios trino inventado por la gran ramera de Roma, que es la iglesia católica romana, la iglesia de Satanás en la tierra.
¿QUIÉN FUE MANIFESTADO EN CARNE?
El apóstol Pablo dijo en 1Timoteo 3:16 que él fue manifestado en carne. Sin embargo, en la versión Reina Valera de 1960 y en otras se dice que fue Dios quien se manifestó en carne, y de ahí deducen los herejes y falsos cristianos trinitarios y los unicitarios que fue el Dios Padre o un falso dios trino quien se manifestó en carne.
Ya he demostrado más arriba que el Dios viviente o vivo mencionado en el verso 15 es solamente el Padre celestial, sin embargo, NO FUE EL PADRE CELESTIAL QUIEN SE MANIFESTÓ EN CARNE, no fue el Padre celestial quien bajó a la tierra en forma de hombre, esto es una mentira del diablo enseñada por los herejes y falsos cristianos unicitarios.
Veamos quien se manifestó en carne, vamos a la propia Biblia:
Jua 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Ahí lo tiene, quien se hizo carne, es decir, quien se manifestó en carne como hombre fue EL VERBO, es decir, JESÚS EL MESÍAS, lo cual se repite también en estas dos epístolas de Juan:
1Jn 4:2 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios;
1Jn 4:3 y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.
2Jn 1:7 Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo.
Por lo tanto, ahí lo tiene bien claro, quien se manifestó en carne fue solamente JESÚS EL MESÍAS, es decir, el VERBO, no fue el Dios Padre.
En Juan 1:1 a este Verbo, que es Jesús el Mesías, se le da también el título de DIOS, sin embargo, resulta que Juan 1:1 menciona a los dos dioses; el Dios supremo, que es el Padre celestial, y el segundo Dios, que es Jesús el Mesías, el Verbo, ya que la traducción verdadera es Juan 1:1 es la siguiente:
“En el principio era el Verbo (que es Jesucristo), y el Verbo estaba CON EL DIOS, y el Verbo era Dios”.
Observe como ese importantísimo texto enseña tres cosas: en primer lugar, dice que en el principio ya existía el Verbo, es decir, Jesús el Mesías, él nunca fue creado por Dios, sino que siempre existió juntamente con el Padre celestial desde antes de la fundación del mundo (Jn.17:5). Si Jesús no fuera eterno, sino que hubiera sido creado por Dios (como enseñan los herejes arrianos) entonces ese pasaje diría lo siguiente: “en el principio Dios CREÓ el Verbo”, sin embargo, eso no es lo que dijo Juan, sino que él dijo que el Verbo ya existía en el principio, y por lo tanto, él nunca fue creado, sino que es un Dios ETERNO, de la misma manera que el Padre celestial también es un Dios eterno.
En segundo lugar, Juan 1:1 dice que este Verbo, que es Jesús, estaba CON EL DIOS. El texto griego dice “ho Theos”, con el artículo, para referirse al Dios supremo, el Padre, por lo tanto, si Jesús estaba con el Dios Padre, entonces él no es el Dios Padre, sino que son dos personas divinas diferentes, es decir, DOS DIOSES, ya que dos personas divinas son solamente dos dioses, jamás dos personas divinas pueden ser un solo Dios.
Y en tercer lugar, Juan 1:1 dice que el Verbo, que es Jesús, es Dios (Theos). Ahí no se encuentra el artículo “ho”, es decir, en ese pasaje se hace la clara diferencia entre el Dios (el Padre), y Dios, que es Jesús el Mesías. Por consiguiente, Juan 1:1 menciona bien claro a los DOS DIOSES, que son el Padre y el Hijo. Ese pasaje no se habla por ninguna parte de ningún falso dios trino y tampoco se dice que Jesús sea el Dios supremo, “ho Theos”, sino que Jesús es Dios, es decir, un ser poderoso, el cual es diferenciado claramente de EL Dios (ho Theos), que es solamente el Padre celestial, el Dios supremo, el Todopoderoso.
Por consiguiente, por supuesto que fue un Dios quien se manifestó en carne, es decir, que vino en carne, como un ser humano, y este Dios no fue el Padre celestial, el Dios supremo, sino EL VERBO, el HIJO de Dios, que es Jesús el Mesías, tal como dijo el apóstol Juan en Juan 1:14 y en sus dos epístolas. La doctrina de que fue el Dios supremo, el Padre celestial, quien se manifestó en carne, o que fue un dios trino quien vino en carne, son dos mentiras del diablo contrarias a la doctrina del Mesías Jesús y de sus apóstoles que van a llevar a la condenación a millones de falsos cristianos trinitarios y unicitarios.
¿QUÉ DICE EL TEXTO GRIEGO DE 1TIMOTEO 3:16?
Seguidamente voy a pegar una fotografía que he hecho del famoso Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español, de Francisco Lacueva, el cual es un prestigioso erudito evangélico en el idioma griego del Nuevo Testamento:
Como puede ver, el texto griego de 1Timoteo 3:16 no dice por ninguna parte que el Dios viviente mencionado en el verso 15 fue manifestado en carne, sino que dice QUIEN fue manifestado en carne, y como ya demostré más arriba, quien se manifestó en carne fue el VERBO, es decir, JESÚS EL MESÍAS, y este Verbo es Dios, es decir, es un ser celestial y poderoso, el cual vino a la tierra en carne, es decir, en forma de hombre, tal como dijo también Pablo en Filipenses 2:6-9.
En la columna de la izquierda del Nuevo Testamento Griego-Español de Francisco Lacueva hay una nota que dice lo siguiente: “QUIEN, a saber, Cristo”, y Francisco Lacueva da la referencia de 1Jn.4:2, donde se dice que fue JESÚS EL MESÍAS QUIEN VINO EN CARNE.
Por lo tanto, la doctrina unicitaria de que fue el Dios Padre quien se manifestó en carne es una espantosa mentira del diablo, una herejía anticristiana contraria a la doctrina de Jesús y de sus apóstoles, y contraria a la propia Escritura, y la doctrina de que fue un dios trino quien se manifestó en carne es otra espantosa mentira del diablo enseñada por todos los herejes trinitarios, ya que fue solamente JESÚS EL MESÍAS quien se manifestó en carne, y este Mesías es divino, es decir, es un ser poderoso y celestial que descendió del cielo a la tierra en forma de hombre, para poder dar su vida por sus ovejas.
¿QUÉ DICEN LOS COMENTARIOS BÍBLICOS?
Todos los mejores Comentarios Bíblicos evangélicos dicen que fue Jesús el Mesías quien se manifestó en carne, y no fue el Dios Padre ni ningún falso dios trino. Por ejemplo, el prestigioso Comentario Bíblico Moody, que es evangélico, dice lo siguiente sobre ese pasaje de Pablo:
“El contexto dice con claridad que Pablo se refiere a Cristo cuando dice: Dios fue manifestado en carne”.
El prestigioso Comentario Bíblico de Jamieson-Fausset-Brown, que también es evangélico, dice lo siguiente:
grande es el misterio de piedad: (es decir) EL QUE (así leen los manuscritos y versiones más antiguos en vez de “Dios”) fué manifestado en carne, (el que) fué justificado en el Espíritu”, etc. Allí se presenta ante nosotros toda la dignidad de la persona de Cristo.
Como puede ver, esos eruditos de dicho Comentario dicen que los manuscritos y versiones más antiguos dicen “el que”, en lugar de “Dios”, y por lo tanto, al ser los manuscritos griegos mejores y más antiguos significa que esa es la verdadera traducción, pues cuanto más antiguos sean más cerca y fieles son a los originales.
La versión “Dios fue manifestado en carne” procede de manuscritos griegos más recientes, pero tampoco es una traducción falsa, ya que en realidad Dios sí que fue manifestado en carne, pero este Dios era el Verbo, es decir, Jesucristo, el cual es un segundo Dios subordinado al Padre celestial.
Por lo tanto, da exactamente lo mismo cualquiera de las dos versiones del texto griego de ese pasaje.
Lo que sí es una gran mentira del diablo y una herejía anticristiana y perversa es enseñar que fue el Dios viviente, el Padre celestial, quien se manifestó en carne, y esta es la gran mentira que enseñan los falsos cristianos unicitarios.
El comentarista evangélico Reeves dice lo siguiente de ese pasaje de Pablo:
-- Dios fue manifestado en carne -- Muchas versiones muy buenas no dicen, "Dios", sino algo como "El que fue manifestado ... ". (Véanse ASV., Mod., N.M., B.A., H.A., L.A., P.B., NVI.). La nota explicativa, en el margen de la Ver. ASV. dice, "La palabra 'Dios', en lugar de 'El que' no descansa en evidencia antigua suficiente".
Ahí lo tiene, la versión estándar americana, ASV, tiene una nota explicativa donde se dice que la palabra “Dios” en 1Timoteo 3:16 NO DESCANSA EN EVIDENCIA ANTIGUA SUFICIENTE, o dicho en otras palabras, en los mejores y más antiguos manuscritos griegos no se encontraba esa palabra, sino que en esos textos griegos más antiguos dice: “EL QUE fue manifestado en carne”, para referirse solamente al Hijo de Dios, Jesús el Mesías. Por eso es que, en la inmensa mayoría de traducciones bíblicas que existen, sean versiones antiguas o modernas, no se dice “Dios fue manifestado en carne”, sino “el que fue manifestado en carne” o “él fue manifestado en carne”, para referirse únicamente a Jesucristo, y aquellos que niegan que fue Jesucristo quien vino en carne son el anticristo. Los falsos cristianos unicitarios son por tanto anticristos al negar que fue Jesucristo quien se manifestó en carne, ya que ellos lo que enseñan es que fue el Dios Padre quien se manifestó en carne.
Por consiguiente, la traducción que vierte la Reina Valera del 1960 y otras diciendo “Dios fue manifestado en carne” aunque no tiene el apoyo de los mejores textos griegos, es una traducción que teológicamente y doctrinalmente es correcta, ya que, sí que hubo un Dios que fue manifestado en carne y este Dios o Poderoso fue Jesucristo, el Verbo, ¡de ninguna manera fue el Dios viviente, el Padre celestial, quien se manifestó en carne!
Jua 14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
Esas palabras de Jesús siempre las citan los falsos cristianos unicitarios para enseñar la doctrina de demonios de que Jesucristo es el mismo Padre celestial.
La interpretación que los falsos pastores unicitarios hacen de ese pasaje es de lo más diabólica, retorcida y falsa. Jesús no dijo por ninguna parte que él fuera el Padre celestial, por la sencilla razón de que él siempre se diferenciaba del Dios Padre diciendo que fue el Padre quien le envió y que este Dios Padre es el único Dios verdadero (Jn.17:3). Dios el Padre es el que envió a Jesús, y Jesús es, por lo tanto, el enviado del Padre. El que envía jamás puede ser el enviado, sino que son dos personas diferentes, esto lo dijo hasta el propio Jesús, que uno es el que envía, y otro es el enviado, es decir son dos personas diferentes (Jn.13:16). El que envía siempre es mayor en autoridad que el enviado, por eso es que Jesús dijo que el Padre que le envió es mayor que él y mayor que todos.
Por lo tanto, es absolutamente satánico y estúpido enseñar que Jesús es el Padre celestial. Solo un auténtico subnormal o endemoniado puede enseñar que el Padre que envía es el mismo Jesús, el enviado.
¿Entonces por qué Jesús dijo esas palabras? ¿Por qué ver a Jesús es como ver al Padre celestial?
Pues por la sencilla razón de que Jesús, el Hijo de Dios, tiene el mismo carácter o espíritu que tiene el Padre celestial.
El Dios Padre es como su Hijo Jesús ya que los dos están unidos en una misma mente y un mismo propósito, esto ya lo expliqué más arriba.
Los dos dioses piensan igual.
Pondré un ejemplo para que esto se entienda mejor. Si yo tengo un hijo único y yo estoy unido a mi hijo en una misma forma de pensar y en un mismo propósito, eso no significa de ninguna manera que mi hijo y yo seamos la misma persona, simplemente estamos en total armonía y unidos espiritualmente, y aquellos que ven a mi hijo es como si me estuvieran viendo a mí, ya que los dos tenemos un mismo carácter y una misma forma de pensar. Exactamente lo mismo ocurre entre el Dios Padre y Jesús. Los dos son seres poderosos, es decir, dos dioses, ya que la palabra “Dios” significa poderoso, pero estos dos dioses están unidos en una misma forma de pensar, en un mismo propósito, entre ambos dioses existe una unidad perfecta, pero solo un idiota y embustero patológico diría que el Padre y el Hijo son el mismo ser, la misma persona.
Deu 6:4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
Los falsos cristianos unicitarios y los falsos cristianos trinitarios siempre citan la famosa Shemá hebrea para enseñar la mentira de que solo existe un Dios. Como ese pasaje dice que ese Jehová es uno, entonces sacan la conclusión estúpida y falsa de que solo hay un Jehová.
La palabra que ha sido traducida por “uno” también se puede traducir por “único”, es decir, ese Jehová supremo mencionado en ese pasaje es un Dios único en el sentido de que es el Dios supremo, no existe otro Dios como él, pero este Jehová en ninguna parte de la Biblia se dice que sea un dios trino y tampoco se dice que sea el Señor Jesucristo.
Este Jehová supremo y único solamente se refiere al Padre celestial, el único Dios verdadero, es decir, el más grande de todos los dioses, ya que la palabra “único” significa que él es el más grande de todos los dioses, el Dios supremo más importante. Esto es como si yo digo que uno de mis hijos, llamado Juan, es único para mí. Yo no estoy diciendo de ninguna manera que yo sólo tenga un hijo, sino que tengo muchos hijos, pero mi hijo Juan es único para mí en el sentido de que es el mejor y más importante de todos mis hijos. Por ejemplo, si yo digo que mi padre humano es único, tampoco de ninguna manera estoy diciendo que soló exista un padre en el mundo, ya que el mundo está lleno de padres, lo que estoy diciendo es que mi padre es el mejor de todos y el más grande e importante de todos los padres en el mundo, él es un padre único. Exactamente el mismo significado tiene la palabra “único” en Deuteronomio 6:4, ese Jehová único es el mejor y más grande e importante de todos los dioses y el más amado, y solamente se refiere al Padre celestial.
Los falsos cristianos unicitarios mienten totalmente cuando enseñan que este Jehová único es Jesús, y por supuesto mienten también los falsos cristianos trinitarios cuando enseñan la patraña de que este Jehová único es un dios trino, una especie de monstruo con tres cabezas.
Seguidamente vamos a ver cómo este Jehová único de la Shemá hebrea es solamente el Padre celestial, el Dios supremo, y ningún otro Dios se puede igualar a él.
El propio Señor Jesús citó la Shemá hebrea, y mire lo que dijo:
Mar 12:29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.
Mar 12:30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
Como puede ver, Jesús citó Deuteronomio 6:4 y en ninguna parte dijo que ese Dios fuera trino o fuera el propio Jesús, sino que ese Dios único es solamente el Padre celestial, tal como dijo Jesús también en este pasaje:
Jua 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Ahí lo tiene bien claro, el Dios único mencionado la Shemá hebrea es solamente el Dios Padre, el más grande de todos los dioses. Jesús jamás enseñó la mentira diabólica de que ese Dios único fuera trino, ni tampoco enseñó la patraña satánica de que ese Dios único fuera él mismo, es decir, Jesús.
Por lo tanto, el Señor Jehová mencionado en la Shemá es solamente el padre celestial, pero esto no significa que solo exista un Jehová, ya que la Biblia enseña claramente la existencia de los dos Jehovás, y que son el Padre y el Hijo, como voy a demostrar seguidamente
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LOS DOS JEHOVÁS, EL PADRE Y EL HIJO
La Biblia enseña bien claro que existen dos Jehovás.
En primer lugar, está el Jehová supremo que es el mencionado en la Shemá hebrea y que es el Padre celestial, y el segundo Jehová es el Hijo de Dios, Jesucristo, él era el que se aparecía a los seres humanos en la época del antiguo testamento, el Ángel especial de Jehová el Padre, es decir, ese segundo Jehová es un mensajero o ángel especial y divino que tiene el mismo nombre que su Padre celestial: Jehová.
He de decir también que en este libro utilizó el nombre Jehová, otros le llaman Yahweh y otros le llaman IEVE. Todavía no sabemos la auténtica pronunciación, eso se sabrá en el futuro. Por lo tanto, en este libro yo utilizo el nombre más conocido que es Jehová.
La enseñanza bíblica de los dos Jehovás es muy fácil de demostrar y de entender, y es la enseñanza principal que ha sido ocultada por millones de falsos rabinos judíos ignorantes de la Biblia y por millones de falsos cristianos trinitarios y unicitarios. Ponga mucha atención.
La Biblia dice que al Dios Padre ningún ser humano le vio jamás aquí en la tierra (Jn.1:18).
Jesús dijo que al Padre celestial el mundo jamás conoció (Jn.17:25)
El apóstol Pablo dijo exactamente lo mismo que Jesús, al Dios Padre el mundo no le conoció jamás (Hch.17:23-24). Pablo volvió repetir lo mismo cuando dijo que al Padre celestial ninguno de los hombres ha visto ni puede ver. Vamos a leerlo:
1Ti 6:16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.
Como puede ver, el apóstol Pablo estaba hablando en ese pasaje únicamente del Padre celestial, el Dios único y verdadero mencionado en la Shemá, a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver.
Evidentemente este Dios único de ninguna manera es Jesús, ya que al Señor Jesús sí que le vieron los seres humanos, sin embargo, a este Dios único y supremo nadie le vio jamás en la tierra, él es el único Dios verdadero, es decir, el Dios supremo (Jn.17:3), y evidentemente este Dios único de ninguna manera es un falso dios trino.
En Juan 1:18 leemos que al Dios Padre nadie le vio jamás, sin embargo, el Hijo, el Dios unigénito, vino a la tierra para darnos a conocer al Dios Padre.
Ahora bien, si Jesús vino para darnos a conocer al Padre celestial eso significa que antes nadie conocía. Usted no puede darnos a conocer a una persona si esa persona ya era conocida. Jesús descendió a la tierra para darnos a conocer al Dios supremo, el Padre, sencillamente porque antes nadie le conocía, el mundo nunca le conoció.
En la época del antiguo testamento el pueblo de Israel jamás conoció al Padre celestial, ya que nadie le vio. Sin embargo, era el Dios Padre quien hablaba por medio de los profetas hebreos (Heb.1:3), sin embargo, este Dios Padre jamás sé apareció ni nadie le vio.
Ahora bien, ponga atención.
Resulta que el pueblo de Israel sí que conoció a un Señor Jehová el cual bajaba del cielo y se aparecía a muchos israelitas, los cuales le vieron. Este Señor Jehová que descendía a la tierra de ninguna manera era el Padre celestial, por la sencilla razón de que la Biblia dice que al Dios Padre nadie le vio jamás y el mundo nunca le conoció.
Por lo tanto, el Jehová que bajaba del cielo y se aparecía a los seres humanos no era el Jehová supremo, el Dios Padre, sino el segundo Jehová, el cual era el enviado del Jehová supremo que está en el cielo. Esto vamos a comprobarlo con la lectura de varios pasajes del antiguo testamento donde se mencionan claramente a estos dos Jehovás, que son el Padre y Cristo:
Gén 1:26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Los falsos cristianos trinitarios suelen enseñar la estupidez de que ese pasaje enseña la trinidad, lo cual es una burda mentira porque dicho texto no habla por ninguna parte de ningún falso dios trino. Ahí no se mencionan tres personas divinas por ninguna parte. Los trinitarios sencillamente mienten al soltar esa patraña.
Sencillamente lo que enseña ese pasaje es que el Dios supremo, que es el Padre celestial, le estaba hablando a otro Dios, y le propuso crear al hombre, es decir, al varón, a imagen y semejanza de ellos, por eso es que se utiliza el plural “hagamos” y “nuestra”. Adán sencillamente tenía un parecido físico a estos dos dioses creadores. Esto es muy fácil de entender, esto es como si usted le propone a su hijo hacer un muñeco de barro a imagen y semejanza de ustedes, es decir, con un parecido físico a ustedes. Exactamente lo mismo es lo que el Dios Padre le dijo a Cristo. El Padre celestial le propuso a Jesús, el segundo Jehová, hacer al varón, es decir, al hombre, con un parecido físico a ellos.
Muchos dicen que en ese pasaje Dios le estaba hablando a los ángeles, pero eso es una burda mentira y una babosada, por la sencilla razón de que los ángeles no son creadores ni tampoco son mencionados los ángeles en ese pasaje, sin embargo, ese texto está hablando bien claro de dos dioses creadores. El Dios supremo que es el Padre celestial le propuso al segundo Dios, que es Cristo, hacer al varón a imagen y semejanza de ellos.
Seguidamente ese segundo Jehová descendió físicamente a la tierra y creó al hombre del polvo de la tierra a imagen y semejanza de los dos dioses creadores, Cristo sopló en la nariz de Adán el aliento de vida, el espíritu de vida, y Adán se convirtió en un alma viviente (Gen.2:7).
Este Señor Jehová que bajó a la tierra y creó a Adán del polvo de la tierra después se paseaba físicamente por el jardín del Edén y entonces Adán y Eva le veían, escucharon sus pisadas, pero se escondieron de su presencia, porque ellos habían pecado desobedeciendo el mandamiento que Dios les dio (Gen.3:8).
Observe atentamente como Adán y Eva veían a este Señor Jehová paseando por el jardín del Edén, pero ya hemos visto que, al Dios Padre, el Jehová supremo, ningún ser humano le vio jamás, tal como hemos visto en esos pasajes bíblicos.
Por consiguiente, esto demuestra de forma irrefutable y demoledora la existencia de los dos Jehovás, el Jehová supremo a quien ningún ser humano vio jamás ni le conocieron, y el segundo Jehová que descendió del cielo y creó a Adán del polvo de la tierra y que fue visto por Adán y Eva y por muchos seres humanos más, y que se dio a conocer al pueblo de Israel, tal como voy a demostrar seguidamente.
JEHOVÁ SE LE APARECIÓ A ABRAHAM
Vamos a leer y a comentar un pasaje muy importante e interesante donde podremos ver como este segundo JEHOVÁ bajó del cielo y se apareció a Abraham. El pasaje se encuentra en Génesis 17:1, que dice lo siguiente:
Gén 17:1 Cuando Abram tenía 99 años, SE LE APARECIÓ YAHVEH y le dijo: «Yo soy El Sadday, anda en mi presencia y sé perfecto. (Biblia de Jerusalén)
Observe que el pasaje dice que se le APARECIÓ JEHOVÁ a Abram. La palabra hebrea que ha sido traducida por “apareció” es raá, y la Concordancia de Strong dice lo siguiente:
H7200
רָאָה raá; raíz prim.; ver, lit. o fig. (en numerosas aplicaciones, dir. y impl., trans., intr. y caus.):-aparecer, aprobar, atender, buscar, considerar, contemplar, dejar, descubrir, dignarse, discernir, enseñar, entender, escoger, especial, estimar, examinar, explorar, gozar, gustar, informar, levantar, manifestar, maravillarse, menospreciar, mirar, mostrar, observar, presentar, proveer, reconocer, reflexionar, respeto, rogar, ver, vidente, visión, visitar, vista.
Como puede ver, este Señor JEHOVÁ se apareció a Abraham, se mostró a él, le visitó y Abraham le vio.
Ahora bien, resulta que el Nuevo Testamento dice que al Dios Padre nadie le vio jamás (Jn.1:18, 5:37, 6:46, 1Jn.4:12). Es decir, el Dios Padre JAMÁS SE APARECIÓ A LOS SERES HUMANOS. Por lo tanto, ese JEHOVÁ mencionado en Génesis 17:1 es totalmente IMPOSIBLE que fuera el Dios Padre, y si no era el Dios Padre entonces era un segundo Dios llamado JEHOVÁ, el cual descendía a la tierra y se aparecía a los humanos. Este Dios era exactamente el mismo Dios que se apareció a Adán y Eva en el jardín del Edén.
Este Dios que se apareció a Abraham es llamado El Sadday, que significa el todopoderoso, o Dios omnipotente.
Los falsos cristianos arrianos dicen que ese Dios que se apareció a Abraham solo podía ser el Padre celestial, ya que ellos dicen que solo el Padre es el único Dios todopoderoso. Eso es falso, ya que resulta que Jesús, TAMBIÉN ES UN DIOS TODOPODEROSO, vamos a leerlo:
Mat 28:18 Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. (Biblia de Jerusalén).
La palabra griega que ha sido traducida por “poder” en ese pasaje es “exousia”, y la Concordancia de Strong lo traduce de la siguiente manera:
G1849
ἐξουσία exousía; de G1832 (en el sentido de capacidad); privilegio, i.e. (subj.) fuerza, capacida, competencia, libertad, u (obj.) maestría (concr. magistrado, sobrehumano, potentado, símbolo de control), influencia delegada:-autoridad, derecho, dueño, jurisdicción, libertad, poder, potencia, potestad.
Como puede ver, esa palabra se puede traducir por AUTORIDAD, PODER, POTENCIA Y POTESTAD. Por lo tanto, Jesús tiene toda la autoridad, poder o potestad en el cielo y en la tierra, y por lo tanto, él es un Dios TODOPODEROSO.
Observe que Jesús dijo que le fue dado TODO EL PODER en el cielo y en la tierra, es decir, después de resucitar Jesús recobró todo el poder en el cielo y en la tierra que él ya tenía antes de venir a la tierra.
Dios el Padre le dio todo ese poder después de resucitar, y quien tiene todo el poder es entonces TODOPODEROSO, ya que esa palabra significa “tener todo el poder”.
Por lo tanto, Jesús también es un Dios todopoderoso, sin embargo, él está subordinado al Dios todopoderoso supremo, que es el Padre celestial, ya que el Padre es el Dios de Cristo (Ap.3:12), el Padre es la cabeza o jefe de Cristo (1Co.11:3).
Por consiguiente, el Dios todopoderoso mencionado en Génesis 17:1 es totalmente imposible que fuera el Dios Padre, ya que, al Dios supremo, el Padre, nadie le vio jamás, y además el mundo jamás conoció a este Dios Padre. Esto significa que el Dios todopoderoso que se apareció a Abraham SOLO PODÍA SER JESÚS, el segundo Jehová, exactamente el mismo Jehová que bajaba del cielo al jardín del Edén y se paseaba a la hora de la brisa de la tarde por dicho jardín, y se apareció a Adán y Eva.
Esto demuestra bien claro la existencia de los dos dioses eternos llamados JEHOVÁ: el JEHOVÁ supremo que está en el cielo, al cual ningún ser humano vio jamás ni el mundo conoció, y un segundo JEHOVÁ que descendía del cielo y se aparecía a los seres humanos y fue conocido por el pueblo de Israel. Por lo tanto, esta doctrina de los dos dioses eternos llamados JEHOVÁ ya se enseña desde el principio de la Biblia, y es la doctrina fundamental de toda la Biblia.
Este segundo Dios llamado JEHOVÁ, y que era Jesús, volvió a aparecerse a Abraham poco tiempo después, pero esta vez descendió a la tierra acompañado por dos ángeles.
Esta vez voy a utilizar la versión Reina Valera de 1960. Vamos a leer el pasaje y a comentarlo:
Gén 18:1 Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.
Gén 18:2 Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra,
Gén 18:3 y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.
Gén 18:4 Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol,
Gén 18:5 y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.
Gén 18:6 Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo.
Gén 18:7 Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a prepararlo.
Gén 18:8 Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron.
Gén 18:9 Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda.
Gén 18:10 Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
Gén 18:11 Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres.
Gén 18:12 Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?
Gén 18:13 Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
Gén 18:14 ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.
Gén 18:15 Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído.
Gén 18:16 Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos acompañándolos.
Gén 18:17 Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer,
Gén 18:18 habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra?
Gén 18:19 Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.
Gén 18:20 Entonces Jehová le dijo: Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo,
Gén 18:21 descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré.
Gén 18:22 Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún delante de Jehová.
Gén 18:23 Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?
Gén 18:24 Quizá haya cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por amor a los cincuenta justos que estén dentro de él?
Gén 18:25 Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?
Gén 18:26 Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos.
Gén 18:27 Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza.
Gén 18:28 Quizá faltarán de cincuenta justos cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco.
Gén 18:29 Y volvió a hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor a los cuarenta.
Gén 18:30 Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta.
Gén 18:31 Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte.
Gén 18:32 Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez.
Gén 18:33 Y Jehová se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su lugar.
Gén 19:1 Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo.
Como puede ver, JEHOVÁ se apareció a Abraham en el encinar de Mamre, él vino acompañado por dos ángeles, los cuales luego se fueron a Sodoma a rescatar a Lot.
Fíjese que Abraham se quedó hablando con este Señor JEHOVÁ, los dos se veían el uno al otro, y después de que este Dios llamado JEHOVÁ terminó de hablar con Abraham, él se fue. Pero como al Dios Padre nadie le vio jamás, entonces este Señor JEHOVÁ no era el Dios Padre, sino el segundo JEHOVÁ, y que era el mismísimo Señor Jesucristo, el Dios unigénito (Jn.1:18).
A continuación, veremos como este Dios llamado JEHOVÁ también se apareció a Agar, la segunda esposa de Abraham.
EL SEGUNDO JEHOVÁ SE APARECIÓ A AGAR
Vamos a leer Génesis 16:7-14, para ver que este Dios llamado JEHOVÁ también descendió del cielo y se apareció a Agar. La versión que utilizaré es la Reina Valera de 1995:
Gén 16:7 La halló el Ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur.
Gén 16:8 Y le dijo:
--Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes y a dónde vas?
Ella respondió:
--Huyo de delante de Sarai, mi señora.
Gén 16:9 Le dijo el Ángel de Jehová:
--Vuélvete a tu señora y ponte sumisa bajo su mano.
Gén 16:10 Le dijo también el Ángel de Jehová:
--Multiplicaré tanto tu descendencia, que por ser tanta no podrá ser contada.
Gén 16:11 Y añadió el Ángel de Jehová:
--Has concebido y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Ismael porque Jehová ha oído tu aflicción.
Gén 16:12 Será un hombre fiero, su mano se levantará contra todos y la mano de todos contra él;
y habitará delante de todos sus hermanos.
Gén 16:13 Entonces dio Agar a Jehová, que hablaba con ella, el nombre de: "Tú eres el Dios que me ve", porque dijo: "¿Acaso no he visto aquí al que me ve?"
Gén 16:14 Por lo cual llamó al pozo: "Pozo del Viviente-que-me-ve". Este pozo está entre Cades y Bered.
Observe como el Ángel de JEHOVÁ se apareció a Agar. Este Ángel era el Mensajero divino y especial que descendía a la tierra y se aparecía a los seres humanos, y este mismo Mensajero divino también se llama JEHOVÁ.
Ahora bien, si se fija bien, en el verso 13 se dice bien claro que quien hablaba con Agar era JEHOVÁ, y Agar llamó a este mensajero divino “el Dios que me ve”. Este Dios es un Dios viviente, es decir, eterno, y evidentemente este Dios que se apareció a Agar no era el Dios Padre, pues al Padre celestial ningún ser humano le vio jamás en la tierra. Este Dios viviente solo podía ser Jesucristo en su preexistencia divina, ya que Jesús también es un Dios viviente, pues Él VIVE POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS:
Apo 1:17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;
Apo 1:18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
Aquellos falsos cristianos arrianos que enseñan que Jesús no es un Dios viviente sencillamente están al servicio de Satanás, el Padre de la mentira, y no creen en Jesús.
Ahora bien, el Dios Padre es el Dios viviente SUPREMO, y Jesús es el segundo Dios viviente subordinado al Padre, y este segundo Dios también es eterno como el Padre, ya que vive por los siglos de los siglos.
Esto demuestra de forma clara e irrefutable que ese Ángel divino y celestial que descendió del cielo y se apareció a Agar se llama también JEHOVÁ, pues era este Ángel especial quien estaba hablando con Agar, y en el verso 13 se dice que era JEHOVÁ quien estaba hablando con ella. Este pasaje demuestra de la forma más clara una vez más que hay dos dioses eternos llamados JEHOVÁ, uno es el JEHOVÁ supremo e invisible que está en el cielo, y que es el Padre celestial, y el segundo JEHOVÁ era el que descendía a la tierra y se aparecía a ciertos seres humanos con el nombre de “el Ángel de JEHOVÁ”.
EL SEGUNDO JEHOVÁ SE APARECIÓ A JACOB Y LUCHÓ CON ÉL
Este mismo segundo Dios llamado JEHOVÁ también descendió del cielo a la tierra y se apareció a Jacob, y además luchó con él. Vamos a leer el pasaje:
Gén 32:24 Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.
Gén 32:25 Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.
Gén 32:26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.
Gén 32:27 Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.
Gén 32:28 Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
Gén 32:29 Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.
Gén 32:30 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.
Como puede ver, el pasaje dice bien claro que Jacob luchó con un varón, y el verso 28 a este varón celestial se le llama DIOS, y el verso 30 dice que Jacob VIO A DIOS CARA A CARA.
Este Dios que bajó del cielo obviamente no era el Dios supremo, el Padre celestial, ya que al Padre nadie le vio jamás, por lo tanto, era un segundo Dios que bajó a la tierra en forma de varón angelical y se apareció a Jacob. Por lo tanto, esa doctrina arriana de que Jacob vio al Dios Padre cara a cara es una gran mentira, ya que el Dios Padre jamás fue visto por ningún ser humano en la tierra, como ya demostré más arriba.
Leamos ahora este impresionante pasaje:
"Y me dijo EL ÁNGEL DE DIOS en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí. Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho. YO SOY EL DIOS DE BET-EL, DONDE TÚ UNGISTE LA PIEDRA, Y DONDE ME HICISTE UN VOTO" (Gen.31:11-13).
En el anterior pasaje el ÁNGEL DE DIOS, o Ángel de JEHOVÁ, se aparece en sueños a Jacob, y le dice nada más y nada menos que él es EL DIOS DE BETEL, es decir, el Dios que se apareció a Jacob en sueños. Ahora bien, ¿quién era ese "Dios de Betel"? Pues leamos Génesis 28:10-22:
"Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquél paraje y puso su cabecera, y se acostó en aquél lugar. Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y HE AQUÍ, JEHOVÁ ESTABA EN LO ALTO DE ELLA, el cual dijo: Yo soy JEHOVÁ, el Dios de Abraham tu Padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré ti y tu descendencia. Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente y al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. He aquí Yo estoy contigo, y te guardaré por doquiera que fueres, volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente JEHOVÁ está en este lugar, y yo no lo sabía. Y tuvo miedo, y dijo:!Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios (Beth-El), y puerta del cielo. Y se levantó Jacob de mañana, y TOMÓ LA PIEDRA QUE HABÍA PUESTO DE CABECERA, Y LA ALZÓ POR SEÑAL, Y DERRAMÓ ACEITE ENCIMA DE ELLA. Y LLAMÓ EL NOMBRE DE AQUÉL LUGAR BET-EL, aunque Luz era el nombre de la ciudad primero. E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, JEHOVÁ será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti."
El anterior pasaje es realmente impresionante.
Como vimos, fue el ÁNGEL DE JEHOVÁ quien se apareció a Jacob en sueños (Gen.31:11), y entonces este Ángel le dijo a Jacob que ÉL ERA EL DIOS DE BETEL, al cual Jacob le hizo un voto (Gen.31:13), pero resulta que este Dios de Betel era JEHOVÁ (Gen.28:13), lo cual demuestra una vez más que el Ángel de JEHOVÁ se llamaba también JEHOVÁ, es decir, el pasaje está mencionando a DOS ENTIDADES O PERSONAS DIVINAS LAS CUALES SE LLAMAN IGUAL: JEHOVÁ.
Años después Jacob luchó con un Varón, el cual era DIOS MISMO (Gen.32:25-30).
Jacob lucha contra un Varón celestial al cual se le llama Dios.
Ahora bien, este Dios con el que luchó Jacob no era el JEHOVÁ supremo, el Padre celestial, ¡¡sino el ÁNGEL DE JEHOVÁ!!, ¿cómo sabemos esto? lo sabemos por lo que dijo siglos después el profeta Oseas:
"En el seno materno (Jacob) suplantó a su hermano, y cuando adulto peleó con Dios. LUCHÓ CON EL ÁNGEL Y LE PUDO, lloró y le imploró gracia." (Oseas 12:4-6).
Por consiguiente, ese Varón celestial con el cual luchó Jacob era el Ángel de JEHOVÁ, y este Ángel de JEHOVÁ es llamado DIOS (Gen.32:28). Por lo tanto, ¡aquí tenemos una vez más a los DOS DIOSES CON EL MISMO NOMBRE: JEHOVÁ, Y EL ÁNGEL DE JEHOVÁ, este último era quien descendía del cielo y se aparecía en forma humana a los seres humanos.
Que el Dios de Jacob era el ÁNGEL de JEHOVÁ, o Ángel libertador, lo leemos claramente en estas tremendas palabras de Jacob:
"Y bendijo (Jacob) a José, diciendo: el Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día, EL ÁNGEL que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes..." (Gen.48:15-16).
Observe como primero Jacob le llama "el Dios", y seguidamente le llama "EL ÁNGEL que me liberta", lo cual demuestra sin ninguna duda que ese Ángel de JEHOVÁ era el Dios de Jacob, y a su vez, este Ángel divino era el ENVIADO Y MENSAJERO de un JEHOVÁ supremo que está en el cielo, y que es el Padre celestial.
EL ÁNGEL DE JEHOVÁ, LLAMADO JEHOVÁ, SACÓ A ISRAEL DE LA ESCLAVITUD DE EGIPTO
Vamos a leer atentamente este pasaje que se encuentra en el libro de Jueces:
Jue 2:1 El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros.
Observe atentamente que era el Ángel de JEHOVÁ quien estaba hablando, y él dijo bien claro que ÉL MISMO SACÓ DE EGIPTO AL PUEBLO DE ISRAEL, y además dice este mismo Ángel divino que fue él quien hizo el PACTO con el pueblo de Israel, un pacto que se hizo en el Monte Sinaí.
¿Lo ha leído bien?
El pasaje dice clara y literalmente que fue ese Ángel quien sacó a Israel de la esclavitud de Egipto y quien hizo el pacto con el pueblo de Israel, es decir, NO FUE EL DIOS SUPREMO, EL PADRE, QUIEN SACÓ A ISRAEL DE EGIPTO, ni fue el Dios Padre quien hizo el pacto con Israel en el Sinaí, SINO QUE FUE EL ÁNGEL.
Pues bien, leamos ahora lo que dice el pasaje tremendo de Éxodo 3, para ver como se le llama a este Ángel divino que sacó a Israel de la esclavitud de Egipto:
Éxo 3:2 Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.
Éxo 3:3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.
Éxo 3:4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.
Éxo 3:5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.
Éxo 3:6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
Éxo 3:7 Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias,
Éxo 3:8 y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.
Éxo 3:9 El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.
Éxo 3:10 Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.
Éxo 3:11 Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?
Éxo 3:12 Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.
Éxo 3:13 Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?
Éxo 3:14 Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.
Éxo 3:15 Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos.
Éxo 3:16 Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me apareció diciendo: En verdad os he visitado, y he visto lo que se os hace en Egipto;
Éxo 3:17 y he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel.
Vamos a comentar ese tremendo pasaje por orden:
1- El verso 2 dice que fue el ÁNGEL DE JEHOVÁ quien se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente.
2- En el verso 4 a este mismo Ángel de JEHOVÁ se le llama también JEHOVÁ, pues el texto dice bien claro que quien estaba en medio de la zarza ardiente era JEHOVÁ, y en el verso 2 se dice que quien estaba en medio de la zarza ardiente era el Ángel. La explicación es bien sencilla de entender: ese Ángel divino que descendió del cielo y se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente se llama igual que su Padre celestial: JEHOVÁ, con lo cual queda demostrado de forma irrefutable la existencia de los dos dioses eternos llamados JEHOVÁ.
Algunos falsos cristianos embusteros y arrianos enseñan la patraña satánica de que ese Ángel divino no estaba en medio de la zarza ardiente, sino a un lado de la zarza, y quien estaba en medio de la zarza -dicen ellos- era el Dios Padre, pero eso que dicen esos hijos del diablo es una de las mentiras más asquerosas y diabólicas que se puedan enseñar, ya que el pasaje dije bien claro que quien estaba en medio de la zarza ardiente era el Ángel, y en el verso 4 a este mismo Ángel divino se le llama JEHOVÁ, ¡en ninguna parte se dice que ese Ángel estaba al lado de la zarza ardiente!, esa mentira solo procede de Satanás.
Por lo tanto, ese Ángel divino que se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente era el enviado y el mensajero de otro Dios supremo llamado JEHOVÁ, y que es el Padre celestial.
3- El verso 6 es el mismo Ángel divino quien está hablando, y dice que él mismo es el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob.
4- El verso 8 este Dios llamado JEHOVÁ, y que era ese mismo Ángel divino con el cual estaba hablando Moisés, dice bien claro que él ha DESCENDIDO para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto. Ahora bien, como ya vimos en el pasaje de Jueces 2:1 este mismo Ángel de JEHOVÁ dijo bien claro que FUE ÉL MISMO QUIEN DESCENDIÓ DEL CIELO Y SACÓ AL PUEBLO DE ISRAEL DE EGIPTO.
Por consiguiente, quien descendió del cielo a la tierra no fue el Dios supremo, el Padre, sino su Mensajero divino y especial, el Ángel de JEHOVÁ, el cual se llama igual: JEHOVÁ. Fue este Ángel divino quien sacó a Israel de la esclavitud de Egipto, y quien hizo el pacto con Israel en el Monte Sinaí.
Por lo tanto, aquellos mentirosos arrianos que enseñan que fue el Dios Padre quien descendió del cielo a la tierra he hizo el pacto con Israel están mintiendo de la forma más descarada, y enseñando todo lo contrario de lo que dicen esos pasajes bíblicos, ya que el único que descendió del cielo fue el Ángel divino, el cual tiene el mismo nombre que su Padre celestial: JEHOVÁ, ya que el nombre del Padre está en este Ángel divino, vamos a leerlo:
Éxo 23:20 He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.
Éxo 23:21 Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.
Éxo 23:22 Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.
Éxo 23:23 Porque mi Ángel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir.
En ese pasaje era el Dios supremo, el Padre, quien estaba hablando desde el cielo, y dijo que él enviaría a su Ángel delante del pueblo de Israel, para sacarlos de Egipto. Y en el verso 21 Dios el Padre dijo que SU NOMBRE ESTÁ EN ESTE ÁNGEL DIVINO, o dicho en otras palabras, el nombre del Padre también lo tiene este Ángel divino, los dos se llaman igual: JEHOVÁ.
Observe que el texto no dice que Dios le ha DADO su nombre a este Ángel divino, sino que dice que su nombre ESTÁ EN ÉL.
La Biblia jamás dice que Dios el Padre dio su nombre a este Ángel divino, sino que dicho nombre está en este Ángel celestial y divino.
La palabra hebrea que ha sido traducida por “nombre” en ese pasaje es “Shem”. Veamos su significado en la Concordancia de Strong:
H8034
שֵׁם shem; palabra prim. [tal vez más bien de 7760 mediante la idea de def. y posición conspicua; comp. 8064]; apelación, como marca o memorial de individualidad; por impl. honor, autoridad, carácter:-célebre, conocido, fama, famoso, ilustre, lista, nombrar, nombre, renombre.
Como puede ver, esa palabra hebrea significa AUTORIDAD, Y TAMBIÉN NOMBRE. Es decir, ese Ángel divino enviado por el Padre no solo tendría la AUTORIDAD delegada por el Dios supremo, el Padre celestial, sino que además tiene el mismo NOMBRE que su Padre celestial, los dos dioses se llaman igual: JEHOVÁ. Decir que esa palabra hebrea significa solamente “autoridad” es por tanto mentira, ya que significa mucho más, significa que ese Mensajero celestial y divino enviado por el Padre tiene su mismo nombre, ¡¡los dos dioses eternos se llaman JEHOVÁ‼, y era este segundo JEHOVÁ el único que descendía del cielo a la tierra y se aparecía visiblemente a los seres humanos, y fue él quien sacó a Israel de la esclavitud de Egipto para guiarlos a la tierra prometida.
5- Fíjese ahora lo que dice el verso 12, ponga mucha atención:
Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.
Observe que era el ÁNGEL de JEHOVÁ quien estaba hablando desde en medio de la zarza ardiente con Moisés, y le dijo que cuando salieran de Egipto ellos servirían A DIOS en ese monte. El Ángel divino no dijo que le servirían a él, sino a Dios, es decir, AL DIOS SUPREMO que envió a este Ángel divino para sacarlos de la esclavitud de Egipto.
Este es otro pasaje que demuestra claramente la existencia de estos dos dioses eternos llamados JEHOVÁ. El primer JEHOVÁ es el Padre celestial al cual ningún ser humano vio jamás y que el mundo nunca conoció, y el segundo JEHOVÁ era este Ángel o Mensajero divino que descendió del cielo a la tierra para sacar a Israel de la esclavitud de Egipto, y fue este mismo Ángel llamado también JEHOVÁ quien hizo el pacto con el pueblo de Israel en el monte Sinaí (Jue.2:1).
Observe que el texto dice bien claro que fue ese Ángel divino que descendió del cielo quien hizo ese pacto con Israel en el Sinaí, ¡¡no fue el Dios supremo, el Padre!! Por eso es que el profeta Malaquías también se refirió a este Ángel divino y especial, llamándole “el “ÁNGEL DEL PACTO”, vamos a leerlo:
Mal 3:1 He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Ese pasaje de Malaquías es impresionante y de una importancia crucial, ya que está hablando el propio JEHOVÁ de los ejércitos, y dice que él enviaría su mensajero DELANTE MI, el cual prepararía su camino, y resulta que ese mensajero que prepararía el camino de JEHOVÁ se refiere a Juan el Bautizador, ¡¡el cual preparó el camino de JESUCRISTO!!, indicando así que ese Señor JEHOVÁ mencionado en esta profecía es el propio Jesús el Señor.
Y ahora observe como a este Señor JEHOVÁ que vendría a la tierra, y que es Jesús, SE LE LLAMA EL ÁNGEL DEL PACTO. Es decir, ese Señor JEHOVÁ que vendría a la tierra se le llama Ángel, es decir, Mensajero, y él es el Ángel DEL PACTO, es decir, quien descendió sobre el Monte Sinaí para entregar la ley y hacer el pacto con el pueblo de Israel, y este Ángel del pacto era el mismísimo Jesús, ya que Juan el bautizador preparó el camino de Jesús.
Ese pasaje de Zacarías es de una importancia espectacular, ya que demuestra sin ninguna duda y de forma irrefutable que ese Ángel del pacto, o Ángel de JEHOVÁ, llamado también JEHOVÁ, es el mismísimo Señor Jesucristo, con lo cual queda demostrado de forma absoluta y total y que Jesús el Mesías es ese SEGUNDO JEHOVÁ, el Ángel de JEHOVÁ mencionado en las Sagradas Escrituras.
6- En Éxodo 3:6 este mismo Ángel que se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente dijo que él es el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, lo cual demuestra una vez más que a este Ángel especial se le llama también Dios, o dicho en otras palabras, EL PUEBLO DE ISRAEL TIENE DOS DIOSES, el Dios supremo que es el Padre celestial, y que se llama JEHOVÁ, el cual jamás fue visto por ningún ser humano en la tierra, y el segundo Dios, que es este Ángel divino, y que también se llama JEHOVÁ, y que era quien descendía del cielo y se aparecía a los seres humanos. Fue este segundo JEHOVÁ quien sacó a Israel de la esclavitud de Egipto y quien descendió físicamente sobre el monte Sinaí para hacer el pacto en la ley con el pueblo de Israel.
7- En los versos 13 al 16 sigue hablando este Ángel divino que estaba en medio de la zarza ardiente y le dijo a Moisés que él es el YO SOY, y también le dijo que se llama JEHOVÁ. Pues bien, veamos quien es este Dios que se apareció a Moisés y que dice llamarse YO SOY.
Esta expresión de “YO SOY” nos habla de ETERNIDAD. Significa que él siempre ha existido, es decir, que ÉL ES EL MISMO AYER, HOY Y POR LOS SIGLOS.
Pues bien, veamos ahora en el Nuevo Testamento quien es el eterno YO SOY:
Jua 8:24 Por esto os dije que moriréis en vuestros pecados; porque a menos que creáis que YO SOY, en vuestros pecados moriréis.
Jua 8:28 Entonces Jesús les dijo: —Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces entenderéis que YO SOY, y que nada hago de mí mismo; sino que estas cosas hablo, así como el Padre me enseñó.
Jua 8:58 Les dijo Jesús: —De cierto, de cierto os digo que antes que Abraham existiera, YO SOY.
Jua 8:59 Entonces tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo.
Jua 13:19 Desde ahora os lo digo, antes de que suceda, para que cuando suceda, creáis que YO SOY.
Jua 18:5 Le contestaron: —A Jesús de Nazaret. Les dijo Jesús: —YO SOY. Estaba también con ellos Judas, el que le entregaba.
Jua 18:6 Cuando les dijo, "Yo soy," retrocedieron atrás y cayeron a tierra.
Heb 1:10 Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos.
Heb 1:11 Ellos perecerán, pero tú permaneces; todos ellos se envejecerán como un vestido.
Heb 1:12 Como a manto los enrollarás, y serán cambiados como vestido. Pero tú eres el mismo, y tus años no se acabarán.
Heb 13:8 ¡Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos!
Ahí lo tiene, más claro no puede ser: ¡¡JESUCRISTO ES EL ETERNO YO SOY!!, fue él quien se apareció a Moisés en medio de la zarza, y quien después en otras ocasiones hablaba con Moisés cara a cara (Ex.33:11, Num.12:8).
Los judíos religiosos como los fariseos sabían perfectamente quien era el YO SOY, así como el significado de esa expresión, ¡¡por eso es que cuando Jesús les dijo YO SOY estos judíos malvados se enrabietaron y tomaron piedras para intentar matarlo!!, porque sencillamente Jesús se estaba identificando con el eterno JEHOVÁ de los ejércitos, el YO SOY.
Recuerde que la expresión "yo soy" indica eternidad, por eso es que Jesús dijo que antes de que Abraham existiera, YO SOY, indicando así Jesús que él es eterno, y que él ya existía antes de que existiera Abraham, y que él mismo es el señor JEHOVÁ de los ejércitos.
Pero no solo eso, ¡¡Jesús dijo bien claro que para ser salvos hemos de creer que él es EL ETERNO YO SOY!!, si no creemos que él es el YO SOY, entonces moriremos en nuestros pecados, dijo bien claro Jesús.
El pasaje de Juan 18:6 es tremendamente interesante, pues dice que cuando Jesús les dijo YO SOY, entonces esos judíos malvados retrocedieron y cayeron en tierra, ¡¡una fuerza sobrenatural les hizo caer al suelo al oír esa expresión divina de Jesús!!, sencillamente Jesús estaba diciendo exactamente la misma expresión que él mismo le dijo a Moisés cuando se apareció a él en medio de la zarza ardiente.
En el pasaje de Hebreos 1:10-12 se está hablando del Hijo, de Jesús, y se enseña bien claro que él es eterno, él fundó la tierra y los cielos son obra de sus manos y el pasaje dice que él PERMANECE PARA SIEMPRE, y sus años no acabarán, ¡¡y esto es precisamente lo que significa la expresión "yo soy"!!, significa que Jesús es ETERNO, que él permanece para siempre, que es inmutable y es el mismo por siempre.
El pasaje de hebreos 13:8 lo dice bien claro: ¡¡este Dios eterno, que permanece para siempre, ES JESUCRISTO, EL CUAL ES EL MISMO AYER, HOY Y POR LOS SIGLOS, es decir, él es un Dios ETERNO, jamás tuvo principio y jamás tendrá fin, de la misma manera que el Dios supremo, el Padre, el cual también es eterno.
Los falsos cristianos arrianos e hijos del diablo que niegan la eternidad de Jesucristo, y que niegan que él es el Señor JEHOVÁ de los ejércitos mencionado en esos pasajes del Antiguo Testamento sencillamente JAMÁS SE SALVARÁN. ¡¡Por eso es que Satanás introdujo el maldito arrianismo en el siglo 4!!, el mismo arrianismo satánico que dividió y aun divide a los que nos llamamos "cristianos", separando a los cristianos verdaderos de los cristianos falsos.
Los cristianos verdaderos creemos que Jesús es ese eterno JEHOVÁ de los ejércitos que descendía del cielo y se aparecía a los seres humanos, y fue él quien descendió sobre el Monte Sinaí e hizo el pacto en la ley con el pueblo de Israel, ¡¡pero los falsos cristianos arrianos y apostatas rechazan esta gran verdad bíblica!!
8- En el capítulo siguiente, el 4, sigue hablando este Ángel divino que descendió del cielo y se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente, y mire lo que dijo:
Éxo 4:1 Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha APARECIDO Jehová.
Éxo 4:5 Por esto creerán que se te ha APARECIDO Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. (Versión Reina Valera 1960).
Como puede ver, por dos veces se repite que fue JEHOVÁ quien se le apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente, es decir, se dejó ver, ya que no existen apariciones invisibles. Pero como el Nuevo Testamento dice bien claro que a Dios el Padre nadie le vio jamás, y que el mundo jamás conoció al Dios supremo, el Padre, entonces este Señor JEHOVÁ que se apareció a Moisés es IMPOSIBLE que fuera el Dios Padre, sino que era el SEGUNDO JEHOVÁ, el Ángel de JEHOVÁ, y que como ya he demostrado era el mismísimo Señor Jesucristo en su preexistencia divina.
Ahora bien, resulta que Esteban relató este suceso de la zarza ardiente en el libro de los Hechos, y mire lo que él dijo, ponga muchísima atención:
Hch 7:30 Pasados cuarenta años, un ángel se le apareció en el desierto del monte Sinaí, en la llama de fuego de una zarza.
Hch 7:31 Entonces Moisés, mirando, se maravilló de la visión; y acercándose para observar, vino a él la voz del Señor:
Hch 7:32 Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob. Y Moisés, temblando, no se atrevía a mirar.
Hch 7:33 Y le dijo el Señor: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra santa.
Hch 7:34 Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su gemido, y he descendido para librarlos. Ahora, pues, ven, te enviaré a Egipto.
Como puede ver, Esteban relató lo descrito en Éxodo 3. Él dijo que fue un ÁNGEL quien se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente.
Pues bien, observe como Esteban llamó a este Ángel divino en el verso 31, ¡¡LE LLAMÓ EL SEÑOR!!, es decir, este Ángel divino que descendió del cielo físicamente y llamó a Moisés de en medio de la zarza ardiente era el SEÑOR. ¡¡Pero resulta que cuando el Nuevo Testamento habla del Señor SE REFIERE A JESÚS!!, vamos a demostrarlo, mire lo que dijo el apóstol Pablo:
Rom 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Rom 10:13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Ahí lo tiene, Pablo dijo que para ser salvos tenemos que confesar con nuestra boca que Jesús es EL SEÑOR, y luego dijo que todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.
¿Qué significa confesar con nuestra boca que Jesús es el Señor?
No significa simplemente confesar que Jesús es nuestro amo, sino que significa algo mucho más importante.
Resulta que el apóstol Pablo estaba citando el siguiente pasaje del profeta Joel:
Joe 2:31 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de JEHOVÁ.
Joe 2:32 Y todo aquel que invocare el nombre de JEHOVÁ será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho JEHOVÁ, y entre el remanente al cual él habrá llamado.
Lo que dijo sencillamente el apóstol Pablo es que para ser salvos tenemos que confesar con nuestra boca que Jesús es el eterno Señor JEHOVÁ,
¡¡porque Pablo estaba citando ese pasaje del profeta Joel, y que lo aplicó al Señor Jesucristo!!.
El profeta Joel dijo bien claro que para ser salvos hemos de confesar o invocar el nombre de JEHOVÁ, y Pablo dijo que hemos de invocar o confesar el nombre de Jesucristo para ser salvos, y no solo eso, Joel dijo que antes de ese día del Señor JEHOVÁ el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, lo cual sucederá justo antes de la segunda venida de Cristo (Mt.24:29-30), demostrando así de forma irrefutable que ese glorioso y terrible gran día de JEHOVÁ será el día de la venida gloriosa de Cristo, ¡¡él es el Señor JEHOVÁ de los ejércitos!!, y para ser salvos hemos de confesar con nuestra boca esta gran verdad, que Jesucristo es el eterno Señor JEHOVÁ de los ejércitos que descendía del cielo y se aparecía a los seres humanos. Fue Jesús mismo, el Ángel del pacto, quien descendió del cielo y se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente, y fue él quien sacó a Israel de la esclavitud de Egipto, ¡¡y esto es lo que tenemos que confesar con nuestra boca para poder ser salvos y tener la vida eterna!!, sin embargo, LOS FALSOS CRISTIANOS ARRIANOS RECHAZAN ESTA GRAN VERDAD BÍBLICA, la pisotean como auténticos hijos del diablo, ellos no confiesan con su boca que Jesús es este eterno Señor JEHOVÁ de los ejércitos que se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente, y por lo tanto, ¡¡jamás podrán ser salvos!!, sino que se condenarán al lago de fuego por apostatas y mentirosos, por eso es que Satanás utilizó a ese falso cristiano del siglo 4 llamado Arrio, el cual era judío, para introducir esa espantosa doctrina de demonios del arrianismo, la cual llevará a la condenación a millones de falsos cristianos que se burlan y rechazan esta verdad del Evangelio, que es la divinidad y eternidad del Señor Jesucristo.
Como ya vimos más arriba, fue el Ángel de JEHOVÁ quien descendió del cielo para sacar a Israel de la esclavitud de Egipto y para hacer con el pueblo de Israel el pacto en la ley en el monte Sinaí (Ex.3, Juec.2:1).
Ya demostré también que este Ángel divino que descendió del cielo y se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente era el propio Señor Jesús, el cual también tiene el mismo nombre que su Padre celestial, JEHOVÁ. Sin embargo, ahora veremos que este Señor JEHOVÁ que descendió sobre el Monte Sinaí y habló con Moisés cara a cara era también Jesús, y de ninguna manera el Dios Padre, ya que, a ese Dios supremo, el Padre, ningún ser humano le vio jamás en la tierra, y el mundo nunca le conoció.
Vámonos al capítulo 19 del libro del Éxodo. Comienza diciendo lo siguiente:
Éxo 19:1 En el mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mismo día llegaron al desierto de Sinaí.
Éxo 19:2 Habían salido de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte.
Éxo 19:3 Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel:
Éxo 19:4 Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí.
Éxo 19:5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. (Reina Valera de 1960).
Como puede ver, el pasaje dice que JEHOVÁ llamó a Moisés desde el monte Sinaí, y el verso 5 este Dios llamado JEHOVÁ que descendió a la tierra dijo que Israel guardaría SU PACTO. ¿Y quién fue este Dios que hizo ese pacto con el pueblo de Israel? Pues leamos:
Jue 2:1 EL ÁNGEL de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás MI PACTO con vosotros. (Reina Valera 1960).
Observe que ese Ángel de JEHOVÁ estaba hablando en primera persona, él dijo bien claro que fue él quien sacó a Israel de Egipto, y fue él quien hizo su pacto con el pueblo de Israel en el Sinaí. Por consiguiente, esto demuestra de forma irrefutable que quien descendió del cielo sobre la cima del Monte Sinaí para hacer el pacto con Israel FUE SOLAMENTE ESTE ÁNGEL DIVINO, al cual se le llama también JEHOVÁ.
Aquellos falsos cristianos arrianos que enseñan la patraña diabólica de que fue el Dios supremo, el Padre celestial, quien descendió sobre el monte Sinaí para hacer el pacto con Israel están MINTIENDO, y rechazando la clara enseñanza bíblica.
En Éxodo 19:9 leemos lo siguiente:
Éxo 19:9 Entonces Jehová dijo a Moisés: He aquí, yo vengo a ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que te crean para siempre. Y Moisés refirió las palabras del pueblo a Jehová. (Reina Valera de 1960).
El texto dice que este Señor JEHOVÁ vendría a Moisés dentro de una “nube” espesa, es decir, él descendería del cielo a la tierra dentro de esa “nube” voladora y bajaría sobre la cima del Mone Sinaí para hablar con Moisés de forma visible y física.
Ahora bien, ¿y quién era ese Dios que iba dentro de esa “nube” voladora? Pues leamos:
Éxo 14:19 Y EL ÁNGEL DE DIOS que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de NUBE que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas,
Éxo 14:20 e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros.
Ahí lo tiene bien claro, ¡¡quien iba dentro de esa “nube” voladora era EL ÁNGEL DE JEHOVÁ, al cual también se le llama JEHOVÁ, y fue este mismo Ángel divino quien luego descendió físicamente sobre la cima del Monte Sinaí para hace el pacto con el pueblo de Israel. Por consiguiente, de ninguna manera fue el Dios Padre quien descendió sobre el Sinaí para entregar la ley a Moisés, sino que fue solamente este ÁNGEL divino, llamado también JEHOVÁ, quien descendió del cielo para entregar la ley a Moisés, y esto mismo se confirma en el Nuevo Testamento:
Entonces, ¿para qué la ley? Fue añadida en razón de las transgresiones hasta que llegase la descendencia, a quien iba destinada la promesa, ley que fue promulgada por los ángeles y con la intervención de un mediador. (Gal.3:19).
ustedes, que recibieron la ley promulgada por medio de ángeles y no la han obedecido (Hch.7:53).
Ahí lo tiene, la ley fue dada en el Sinaí a Moisés por medio de ángeles, especialmente por medio de ese Ángel divino que descendió en el Sinaí para hacer el pacto en la ley con el pueblo de Israel, este Ángel de JEHOVÁ, el cual se llama también JEHOVÁ, era el propio Jesús, y él descendió del cielo en la cima del Monte Sinaí acompañado por otros ángeles para entregar la ley a Moisés. Por lo tanto, repito, enseñar que fue el Dios Padre quien descendió sobre la cima del monte Sinaí para entregar la ley a Moisés es una gran mentira del diablo, ya que fueron ÁNGELES los que descendieron del cielo sobre el Monte Sinaí para entregar la ley a Moisés, y fue ese Ángel divino y especial llamado JEHOVÁ quien habló con Moisés cara a cara (Ex.33:11).
Los falsos cristianos arrianos dicen que esa expresión de ver “cara a cara” es simbólica, ellos dicen que Moisés jamás vio físicamente a este Señor JEHOVÁ que descendió sobre el Monte Sinaí. Veamos como mienten todos esos falsos cristianos arrianos al servicio del padre de la mentira:
"Y hablaba JEHOVÁ a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero." (Ex.33:11).
"No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de JEHOVÁ." (Num.12:8).
"Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido JEHOVÁ cara a cara;" (Dt.34:10).
La expresión ver "cara a cara" aparece también en los siguientes pasajes bíblicos, y en TODOS ellos se refiere a algo LITERAL:
"Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma. (Gen.32:30).
"Viendo entonces Gedeón que era el ángel de JEHOVÁ, dijo: Ah, Señor JEHOVÁ, que he visto al ángel de JEHOVÁ cara a cara." (Juec.6:22).
"Y Amasías rey de Judá, después de tomar consejo, envió a decir a Joás hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel: Ven, y veámonos cara a cara." (2Cron.25:17).
"Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara" (Gal.2:11).
"Tengo muchas cosas que escribiros, pero no he querido hacerlo por medio de papel y tinta, pues espero ir a vosotros y hablar cara a cara" (2Jn.12).
"porque espero verte en breve, y hablaremos cara a cara." (3Jn.14).
En los anteriores pasajes bíblicos vemos como la expresión "cara a cara" es siempre LITERAL, por lo tanto, cuando en Ex.33:11, Num.12:8, Dt.34:10 leemos que JEHOVÁ hablaba cara a cara con Moisés, significa lo que dice, es decir, que hablaban cara a cara, viéndose el rostro el uno al otro.
Los falsos maestros suelen citar el pasaje de Éxodo 33:20 para enseñar que Moisés jamás habló cara a cara con ese Señor JEHOVÁ que descendió físicamente del cielo a la tierra. Veamos la falsedad de esa interpretación arriana:
1. JEHOVÁ hablaba cara a cara con Moisés, como cualquiera habla con su compañero (Ex.33:11).
2. Después Moisés le rogó a JEHOVÁ que le mostrara su gloria, es decir, su resplandor divino (Ex.33:18).
3. Después dijo JEHOVÁ a Moisés que ningún hombre podrá ver su rostro y seguir vivo (Ex.33:20).
4. Por lo tanto, cuando JEHOVÁ dijo a Moisés que ningún ser humano podrá ver su rostro y seguir vivo, se estaba refiriendo a su rostro GLORIOSO. ¡¡Moisés habló cara a cara con JEHOVÁ ANTES de que le mostrara su gloria o resplandor!!
5. Seguidamente JEHOVÁ escondió a Moisés en la hendidura de una peña y le cubrió con su mano mientras pasaba, y entonces Moisés ya no pudo ver el rostro glorioso de JEHOVÁ, pero sí pudo ver su espalda (Ex.33:21.23).
Por lo tanto, Moisés sí que vio el rostro de JEHOVÁ, y habló cara a cara con él, pero lo que no vio Moisés es el rostro GLORIOSO de JEHOVÁ, porque ese Señor JEHOVÁ le mostró su gloria a Moisés DESPUÉS de que hablara con él cara a cara.
En Juan 1:18 leemos que al Dios Padre NADIE LE VIO JAMÁS. Por lo tanto, el Señor JEHOVÁ que descendió sobre el Monte Sinaí y que habló cara a cara con Moisés no era el Dios supremo, el Padre celestial, sino otra persona divina que también se llama JEHOVÁ. ¿Quién era esta persona divina?, ¡era el llamado ÁNGEL O MENSAJERO (Malak) DE JEHOVÁ, el cual también se llama JEHOVÁ!
Ese nombre de JEHOVÁ también está en ESTE ÁNGEL O MENSAJERO ESPECIAL, usted no va a encontrar ni un solo texto en la Biblia donde se diga que el nombre de JEHOVÁ está en otra persona, ¡excepto en ese Ángel o Mensajero especial y divino! Por consiguiente, esto demuestra de forma clara e irrefutable la existencia de los dos dioses llamados JEHOVÁ, y que son el Padre y el Hijo. Quien rechaza esta enseñanza fundamental de la Biblia después de haberla conocido jamás podrá ser salvo.
EL SEGUNDO JEHOVÁ SE APARECIÓ A 74 PERSONAS
Vamos a estudiar otro pasaje importantísimo donde se habla claramente de los dos dioses eternos llamados JEHOVÁ, siendo el segundo JEHOVÁ quien descendió del cielo a la tierra y fue visto esta vez por 74 personas. El pasaje encuentra en Éxodo 24:1-11, que dice lo siguiente:
Éxo 24:1 Dijo Jehová a Moisés: Sube ante Jehová, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos.
Éxo 24:2 Pero Moisés solo se acercará a Jehová; y ellos no se acerquen, ni suba el pueblo con él.
Éxo 24:3 Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que Jehová ha dicho.
Éxo 24:4 Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel.
Éxo 24:5 Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová.
Éxo 24:6 Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar.
Éxo 24:7 Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos.
Éxo 24:8 Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.
Éxo 24:9 Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel;
Éxo 24:10 y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno.
Éxo 24:11 Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron. (Reina Valera 1960).
Fíjese lo que dice ese espectacular pasaje.
El JEHOVÁ supremo, el Padre celestial, le habló a Moisés, y le dijo: “SUBE ANTE JEHOVÁ”. Observe que él no dijo: “sube ante mí”, sino que estaba hablando de una segunda persona divina, es decir, de un segundo Dios llamado JEHOVÁ. Entonces Moisés, Aarón, Nadab, Abiú, y 70 de los ancianos de Israel subieron al Monte Sinaí. Sin embargo, solo Moisés se acercó a este Señor JEHOVÁ que descendió visiblemente a la cima del Monte Sinaí.
Seguidamente estas 74 personas subieron al Monte y el verso 10 dice bien claro que VIERON AL DIOS DE ISRAEL, y había debajo de sus pies un embaldosado de zafiro de color azul. El texto es bien claro, ellos VIERON a este Dios que bajó a la tierra, y se mencionan sus pies, indicando así que él descendió físicamente.
Ahora bien, el Nuevo Testamento dice que al Dios Padre ningún ser humano le vio jamás (Jn.1:18, etc.), por consiguiente, es totalmente imposible que ese Señor JEHOVÁ que vieron esas 74 personas fuera el Dios Padre. El verso 11 dice una vez más que ellos vieron a ese Dios y además comieron y bebieron.
Esto demuestra de forma irrefutable la existencia de los dos dioses eternos llamados JEHOVÁ. El primer JEHOVÁ, el Padre celestial, fue quien habló con Moisés y al cual le ofrecieron sacrificios y holocaustos, y este Dios supremo, el Padre, dijo que subieran ante JEHOVÁ, y este segundo JEHOVÁ era el que descendió sobre el Monte Sinaí y fue visto por esas 74 personas. ¡¡Esta es la principal enseñanza de toda la Biblia‼, la cual la cristiandad falsa y apostata ha ocultado y deformado durante siglos, pero que ahora usted la está conociendo por medio de este libro de estudio.
MANOA Y SU ESPOSA VIERON AL SEGUNDO JEHOVÁ
Manoa y su esposa, padres de Sansón, vieron también a este SEGUNDO Dios, llamado el Ángel de JEHOVÁ, vamos a comprobarlo:
Jue 13:15 Entonces Manoa dijo al ángel de Jehová: Te ruego nos permitas detenerte, y te prepararemos un cabrito.
Jue 13:16 Y el ángel de Jehová respondió a Manoa: Aunque me detengas, no comeré de tu pan; mas si quieres hacer holocausto, ofrécelo a Jehová. Y no sabía Manoa que aquél fuese ángel de Jehová.
Jue 13:17 Entonces dijo Manoa al ángel de Jehová: ¿Cuál es tu nombre, para que cuando se cumpla tu palabra te honremos?
Jue 13:18 Y el ángel de Jehová respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre, que es admirable?
Jue 13:19 Y Manoa tomó un cabrito y una ofrenda, y los ofreció sobre una peña a Jehová; y el ángel hizo milagro ante los ojos de Manoa y de su mujer.
Jue 13:20 Porque aconteció que cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el ángel de Jehová subió en la llama del altar ante los ojos de Manoa y de su mujer, los cuales se postraron en tierra.
Jue 13:21 Y el ángel de Jehová no volvió a aparecer a Manoa ni a su mujer. Entonces conoció Manoa que era el ángel de Jehová.
Jue 13:22 Y dijo Manoa a su mujer: Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos visto.
El pasaje es bien claro. Este Ángel divino enviado por el Dios Padre descendió a la tierra y se apareció visiblemente a Manoa y a su esposa, padres de Sansón, y en el verso 22 ellos dijeron que habían VISTO A DIOS, es decir, ellos llamaron Dios a ese Ángel que descendió a la tierra. Ahora bien, el Nuevo Testamento dice que, a Dios, el Padre, NADIE LE VIO JAMÁS (Jn.1:18, etc.). Por lo tanto, el Dios que vieron Manoa y su esposa no era el Dios Padre, sino el SEGUNDO DIOS, el cual descendía a la tierra como el Ángel de JEHOVÁ, el cual también se llama JEHOVÁ, como ya he demostrado en este libro.
Leamos este impresionante pasaje donde se enseña también claramente que el Ángel de JEHOVÁ es llamado también JEHOVÁ:
Jue 6:8 Jehová envió a los hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre.
Jue 6:9 Os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra;
Jue 6:10 y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; pero no habéis obedecido a mi voz.
Jue 6:11 Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas.
Jue 6:12 Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente.
Jue 6:13 Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas.
Jue 6:14 Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?
Jue 6:15 Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.
Jue 6:16 Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.
Jue 6:17 Y él respondió: Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo.
Jue 6:18 Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti, y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas.
Jue 6:19 Y entrando Gedeón, preparó un cabrito, y panes sin levadura de un efa de harina; y puso la carne en un canastillo, y el caldo en una olla, y sacándolo se lo presentó debajo de aquella encina.
Jue 6:20 Entonces el ángel de Dios le dijo: Toma la carne y los panes sin levadura, y ponlos sobre esta peña, y vierte el caldo. Y él lo hizo así.
Jue 6:21 Y extendiendo el ángel de Jehová el báculo que tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes sin levadura; y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Y el ángel de Jehová desapareció de su vista.
Jue 6:22 Viendo entonces Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al ángel de Jehová cara a cara.
Jue 6:23 Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás.
Jue 6:24 Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-salom; el cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas.
Vamos a analizar ese tremendo pasaje:
1- En el verso 8 está hablando el Señor JEHOVÁ, y dijo bien claro que él sacó a Israel de la esclavitud de Egipto. Repito, fue este Dios llamado JEHOVÁ quien descendió del cielo a la tierra y liberó al pueblo de Israel y los llevó a la tierra prometida. Pues bien, mire ahora lo que dicen estos dos pasajes:
Éxo 3:2 Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.
Éxo 3:4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.
Éxo 3:8 y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.
Jue 2:1 El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros.
¿Lo ha leído bien?
Fue ese Ángel divino llamado el Ángel de JEHOVÁ quien descendió del cielo y se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente. El verso 4 dice bien claro que a este Ángel divino se le llama JEHOVÁ, ya que fue este Dios llamado JEHOVÁ quien estaba en medio de la zarza ardiente, y el verso 8 dice que este Ángel divino descendió del cielo para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto. Y en Jueces 2:1 estaba hablando este mismo Ángel de JEHOVÁ y dijo bien claro que él mismo sacó al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto y los introdujo en la tierra prometida. Por lo tanto, ahí lo tiene bien claro, ¡¡ese Ángel divino que descendió a la tierra se llama también JEHOVÁ!!, y él era el enviado del JEHOVÁ supremo que está en el cielo, y que es el Padre celestial.
2- Por lo tanto, cuando en Jueces 6:8 se menciona a este Dios llamado JEHOVÁ y él dice que sacó a Israel de la esclavitud de Egipto, ERA EL ÁNGEL DE JEHOVÁ QUIEN ESTABA HABLANDO, el cual se llama igual que su Padre celestial: JEHOVÁ.
3- En el verso 11 este Dios llamado JEHOVÁ descendió del cielo, y se le llama “el Ángel de JEHOVÁ”.
4- En el verso 12 se dice que este ser divino llamado el Ángel de JEHOVÁ se apareció a Gedeón, y él dijo bien claro a Gedeón que JEHOVÁ ESTABA CON ÉL. ¿Lo entiende?, ¡¡ese mismo Ángel divino dijo bien claro que él se llama también JEHOVÁ!!, ya que QUIEN ESTABA CON GEDEÓN ERA EL ÁNGEL DE JEHOVÁ, y si JEHOVÁ estaba con Gedeón, significa entonces que ese Ángel divino que estaba con Gedeón también se llama JEHOVÁ. Esto es absolutamente claro e irrefutable.
5- En el verso 14 leemos lo siguiente:
“Y mirándole Jehová, le dijo”
El texto es más claro que el agua pura: FUE JEHOVÁ QUIEN MIRÓ A GEDEÓN, refiriéndose al Ángel divino, ¡¡ya que era este Ángel quien estaba hablando cara a cara con Gedeón!!, por lo tanto, está bien claro que a ese Ángel divino se le llama también JEHOVÁ.
6- En el verso 16 una vez más a este Ángel divino se le llama también JEHOVÁ, ya que era el Ángel quien estaba hablando con Gedeón, y en el verso 23 una vez más a este Ángel divino se le vuelve a llamar JEHOVÁ.
JEHOVÁ HIZO LLOVER FUEGO DEL CIELO DE PARTE DE JEHOVÁ
Otro pasaje donde se mencionan claramente a los dos dioses llamados JEHOVÁ es el siguiente:
Gén 19:24 Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos;
Gén 19:25 y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra.
En el capítulo 18 de Génesis tres varones celestiales descendieron a la tierra, dos eran ángeles, y a uno de esos varones celestiales se le llama JEHOVÁ, y él se quedó hablando con Abraham, y después este Dios llamado JEHOVÁ se marchó (Gen.18:33). Obviamente este Dios que bajó a la tierra de forma corporal llamado JEHOVÁ no era el Dios supremo, el Padre celestial, por la sencilla razón de que al Dios Padre ningún ser humano le vio jamás en la tierra (Jn.1:18, etc.). Aquellos que dicen que ese Dios que se apareció a Abraham era el Padre celestial están mintiendo.
En el verso 24 se dice que este Dios llamado JEHOVÁ que bajó a la tierra y estuvo hablando con Abraham hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego DE PARTE DE JEHOVÁ DESDE LOS CIELOS, es decir, el texto está mencionando claramente a los dos dioses llamados JEHOVÁ.
El JEHOVÁ supremo es el Padre celestial que está en el cielo, y el segundo JEHOVÁ era quien descendió a la tierra y se apareció a Abraham. ¡¡Esta es la principal enseñanza de toda la Biblia!!, y más adelante demostraré de forma mucho más clara e irrefutable que este segundo JEHOVÁ que fue visto por los seres humanos era el mismísimo Señor Jesucristo, al cual se le llama también JEHOVÁ en la Biblia, y será él quien vendrá visiblemente del cielo con todos sus santos, con gran poder y gloria, para ejecutar juicio y reinar sobre toda la tierra desde la ciudad de Jerusalén.
LOS DOS DIOSES MENCIONADOS EN HEBREOS 1:8-12
Vamos a leer y a analizar uno de los pasajes más hermosos e importantes de toda la Biblia que demuestran la existencia de los dos dioses eternos, el Padre y el Hijo, pero siendo el Padre el Dios del Hijo.
Observe atentamente como Hebreos 1:8-12 dice bien claro que CRISTO FUNDO LOS CIELOS, Y LA TIERRA ES OBRA DE SUS MANOS. Vamos a leer el pasaje entero, porque es impresionante y demuestra a todas luces que Cristo es eterno:
Heb 1:8 Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;
Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
Heb 1:9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Heb 1:10 Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra,
Y los cielos son obra de tus manos.
Heb 1:11 Ellos perecerán, mas tú permaneces; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura,
Heb 1:12 Y como un vestido los envolverás, y serán mudados;
Pero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán.
1- El verso 8 está hablando del Hijo, Jesucristo, y se le llama claramente "Dios", y además dice bien claro que su trono es ETERNO, por los siglos de los siglos. Este pasaje es una cita del Salmo 45:6, que dice lo siguiente:
Sal 45:6 Tu trono, oh Dios, ES ETERNO y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino.
Por lo tanto, el reinado de este Dios que es Jesucristo, así como su trono, es eterno, dicho reinado y trono de Jesús jamás tuvo principio, ni tendrá fin.
El trono de Cristo siempre ha estado en el cielo, pues el pasaje dice bien claro que dicho trono es ETERNO.
El Salmo 45:6 dice bien claro que el trono de Dios, es decir, de Cristo, el Hijo, ES eterno, y si es un trono eterno, entonces ese trono y el reinado de Cristo jamás fue creado, es decir, su gobierno o reinado es eterno, jamás tuvo principio y jamás tendrá fin.
Algunos herejes arrianos dicen la mentira de que ese Salmo 45:6 es una profecía que se cumplirá en el futuro trono de Cristo cuando él venga a la tierra a reinar en su segunda venida. Ese argumento es falso, ya que tanto el Salmo 45:6, como Hebreos 1:8, dicen bien claro que el trono de Dios, el Hijo, ES eterno, ¡¡el texto por ninguna parte dice que ese trono SERÁ eterno!!.
Dicho pasaje de ninguna manera es una profecía que se cumplirá cuando Cristo venga a la tierra a reinar, sino que se refiere al trono de Cristo que está en el cielo, y que ES eterno. Si ese pasaje se refiriera al futuro trono de Cristo que será puesto en la tierra cuando él venga a reinar, entonces el texto diría que su trono SERÁ eterno, ¡¡el trono de Cristo existe en el cielo, siempre ha existido y siempre existirá!.
Lo que ocurrirá sencillamente cuando Cristo venga del cielo a reinar sobre la tierra es que SU PROPIO TRONO, QUE ES EL TRONO DE DAVID, SERÁ PUESTO EN LA TIERRA Y COMENZARÁ A REINAR SOBRE TODAS LAS NACIONES DEL MUNDO CON VARA DE HIERRO (Mt.25:31-34, Ap.12:5, 19:15).
Jesús entonces, como Mesías y Rey de Israel, comenzará a gobernar el mundo entero en este trono de David, que estará en Jerusalén, tal como dijo el ángel, y como se predicen en Zacarías 14 (Lc.1:32, Zac.14:2-5, 17).
Por lo tanto, el trono celestial de Jesús el Hijo de Dios mencionado en Hebreos 1:8 es un trono eterno, jamás fue creado y jamás tendrá fin, y en dicho trono celestial se sientan tanto el Padre, como el Hijo, sin embargo, el trono glorioso de Jesús mencionado en Mateo 25:31-34 será un trono terrenal, el cual es el trono de David, y en él se sentará Jesús cuando venga del cielo para juzgar a las naciones y gobernar el mundo entero.
Este trono terrenal de Jesús que será puesto aquí en la tierra cuando venga en gloria será un gobierno de Jesús que durará mil años literales sobre esta tierra (Ap.20:4-6), y después de esos mil años literales Jesús entregará ese reino de mil años sobre la tierra a su Dios y Padre (1Co.15:24), y Jesús seguirá gobernando sobre todo el Universo junto con el Padre celestial por los siglos de los siglos, ya que el trono de Dios y del Cordero estará en esa Nueva Jerusalén que descenderá del cielo a la Nueva Tierra después de esos mil años (Ap.22:1, 3).
Por consiguiente, ponga atención, el trono celestial del Hijo de Dios mencionado en Hebreos 1:8 es también el trono del Padre, y ese trono es ETERNO, nunca fue creado, pero el trono de Jesús mencionado en Mateo 25:31 será un trono TERRENAL, el cual estará colocado en la ciudad terrenal de Jerusalén, la cual se convertirá en la capital del mundo desde la cual reinará el Mesías Jesús, y ese trono terrenal del Mesías Jesús es el trono de David, su antepasado carnal, y será un gobierno justo y mundial de Jesús y de sus santos sobre esta tierra que durará mil años (Ap.2:26-27, 5:9-10, 19:15, 20:4-6)
2- El verso 9 dice que Dios, el Padre, ungió a Cristo, y además dice que este Dios Padre es EL DIOS DE CRISTO.
Por lo tanto, el pasaje claramente está mencionando a los dos dioses: el Padre y el Hijo, sin embargo, el Padre es el Dios de Cristo, el Dios supremo, y ambos dioses se sientan en el cielo en el trono de ambos, ya que dicho trono es el trono de Dios y de Cristo, lo que sucede es que en dicho trono en el cielo unas veces está sentado el Padre, y otras veces está sentado Cristo, el trono es de los dos. Por ejemplo, supongamos que un padre tiene un trono grande y amplio en su casa, y ese padre tiene un hijo. En dicho trono amplio se pueden sentar los dos al mismo tiempo, o también se puede sentar el padre, y otras veces puede estar sentado el hijo. Lo mismo sucede con el trono de Dios que está en el cielo, unas veces está sentado el Padre, y otras veces el Hijo, o incluso también pueden estar sentados los dos, como cuando Jesús ascendió al cielo y se sentó en el trono del Padre, a su derecha, tal como dijo el propio Jesús:
Apo 3:21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
Mar 16:19 Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.
Heb 1:3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
Por lo tanto, en el trono eterno de Dios en el cielo se sientan tanto el Padre como el Hijo, los dos dioses eternos.
3- En el verso 10 se sigue hablando del Hijo, Jesucristo, y dice que en el principio él fundo la tierra, y los cielos son obra de sus manos. El texto es bien claro, Cristo fue quien ejecutó la obra creadora procedente del Padre. Fue el Dios supremo el Padre, quien decidió crear el Universo, todas las cosas proceden de él y por su voluntad existen, y Cristo fue el mediador, el que fundó la tierra y creó los cielos. Por consiguiente, esos pasajes enseñan bien claro la existencia no solo de DOS DIOSES ETERNOS, que son el Padre y el Hijo, sino que los dos SON DIOSES CREADORES. El Padre es el Creador supremo, el arquitecto que diseñó el Universo y quien decidió crearlo, y Jesucristo fue el medio que el Padre utilizó para crearlo. Esta es la verdadera y sencilla enseñanza bíblica. Dos dioses eternos y creadores sentados en el mismo trono celestial.
Los versos 11 y 12 dicen que Jesucristo permanece para siempre, nunca pasará, él es el mismo de siempre, y sus años jamás terminarán.
LOS DOS JEHOVÁS DE ZACARÍAS 3:2
Zac 3:2 Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio?
Este es uno de los pasajes más impresionantes de la Biblia donde una vez más se mencionan literalmente a los dos Jehovás.
Observe como el texto habla de un Jehová hablando con Satanás y le dijo: Jehová te reprenda, es decir, ese Señor Jehová menciona al Jehová supremo, y es este Dios supremo llamado Jehová el que reprenderá a Satanás.
Si solo existiera un Jehová entonces el texto diría: “y dijo Jehová a Satanás: yo te reprendo”. Sin embargo, el pasaje menciona a los dos Jehovás.
El Jehová mencionado en Zacarías 14 es el señor Jesucristo
Antes de terminar este libro de estudio bíblico vamos a estudiar la impresionante profecía de Zacarías 14 donde se habla de este Señor Jehová que vendrá del cielo con todos sus santos para ser el Rey sobre toda la tierra. Vamos a ver que este Señor Jehová resulta que es el mismísimo Señor Jesucristo, ya que solamente él cumplirá esta profecía de Zacarías 14.
Satanás el diablo tiene un odio especial a esta gran profecía de Zacarías 14, por eso es que él durante siglos ha enviado a emisarios suyos, especialmente a los llamados “arrianos”, los cuales niegan la divinidad y eternidad del Señor Jesucristo. El diablo ha hecho creer a millones de falsos cristianos arrianos que el Señor JEHOVÁ mencionado en esta profecía de Zacarias 14 no se refiere al Señor Jesucristo, sino solamente al Dios Padre, sin embargo, eso es totalmente falso y diabólico, ya que dicha profecía se refiere solamente a Jesucristo, como vamos a ver seguidamente.
Vamos a ir viendo esta profecía y comentando cada uno de sus pasajes, para que así el estudio sea completo. Como ya dije, la versión que utilizaré es la Reina Valera de 1960.
Zac 14:1 He aquí, el día de Jehová viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos.
Zac 14:2 Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad.
¿De qué está hablando esta profecía?
Como puede ver, se está refiriendo al futuro DÍA DE JEHOVÁ, y cuando los profetas del Antiguo Testamento hablaban del futuro Día de JEHOVÁ, o Día del Señor, se estaban refiriendo al día de LA FUTURA VENIDA DE JEHOVÁ A LA TIERRA CON GRAN PODER Y GLORIA PARA DESTRUIR A LOS MALVADOS Y PARA GOBERNAR EL MUNDO ENTERO. Vamos a comprobarlo con estos pasajes, ponga mucha atención a estas profecías:
Isa 2:10 Métete en la peña, escóndete en el polvo, de la presencia temible de Jehová, y del resplandor de su majestad.
Isa 2:11 La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día.
Isa 2:12 Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido;
Isa 2:13 sobre todos los cedros del Líbano altos y erguidos, y sobre todas las encinas de Basán;
Isa 2:14 sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados elevados;
Isa 2:15 sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte;
Isa 2:16 sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas las pinturas preciadas.
Isa 2:17 La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo Jehová será exaltado en aquel día.
Isa 2:18 Y quitará totalmente los ídolos.
Isa 2:19 Y se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra, por la presencia temible de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando él se levante para castigar la tierra.
Isa 2:20 Aquel día arrojará el hombre a los topos y murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase,
Isa 2:21 y se meterá en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando se levante para castigar la tierra.
Isa 13:4 Estruendo de multitud en los montes, como de mucho pueblo; estruendo de ruido de reinos, de naciones reunidas; Jehová de los ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla.
Isa 13:5 Vienen de lejana tierra, de lo postrero de los cielos, Jehová y los instrumentos de su ira, para destruir toda la tierra.
Isa 13:6 Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso.
Isa 13:7 Por tanto, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre,
Isa 13:8 y se llenarán de terror; angustias y dolores se apoderarán de ellos; tendrán dolores como mujer de parto; se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas.
Isa 13:9 He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores.
Isa 13:10 Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor.
Isa 13:11 Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes.
Isa 13:12 Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre.
Isa 13:13 Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día del ardor de su ira.
Joe 3:12 Despiértense las naciones, y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones de alrededor.
Joe 3:13 Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid, descended, porque el lagar está lleno, rebosan las cubas; porque mucha es la maldad de ellos.
Joe 3:14 Muchos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión.
Joe 3:15 El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor.
Joe 3:16 Y Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel.
Joe 3:17 Y conoceréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte; y Jerusalén será santa, y extraños no pasarán más por ella.
En la Biblia hay muchos más pasajes que hablan del futuro Día de JEHOVÁ, pero con esos son suficientes.
Observe lo que dijo el profeta Isaías. Él dijo que el futuro Día de JEHOVÁ será el Día de su PRESENCIA cuando él venga con gran poder en el resplandor de su majestad. Es decir, esa profecía está diciendo bien claro que ese mismo Señor JEHOVÁ vendrá del cielo con gran poder y majestad, y es entonces cuando estará presente físicamente en la tierra.
Ahora bien, si nos vamos al Nuevo Testamento resulta que la palabra griega que se utiliza para hablar de la futura VENIDA gloriosa del Señor Jesucristo a la tierra con gran poder y majestad es la palabrita PAROUSÍA, que significa tanto presencia, como venida (Mt.24:2-3, 29-30). Es decir, resulta que el único que cumplirá esa profecía de Isaías 2:10-21 será EL SEÑOR JESUCRISTO, ya que será solamente él quien vendrá del cielo con gran poder, resplandor y majestad para juzgar a las naciones y destruir a todos los malvados. ¡No será el Dios Padre quien vendrá del cielo con gran poder y gloria para destruir a los malvados!!, sino que será solamente Jesús. Esto demuestra de forma clara e irrefutable que el Señor JEHOVÁ mencionado en esa profecía de Isaías 2 es únicamente Jesús, el verdadero Mesías de Israel, el cual se llama igual que su Padre celestial: JEHOVÁ, ya que ambos dioses, el Padre y el Hijo, tienen el mismo nombre: JEHOVÁ. Por lo tanto, cuando los falsos cristianos arrianos dicen que el futuro Día de Jehová no se refiere al futuro Día de la venida gloriosa del Señor Jesucristo están mintiendo de forma satánica y rechazando una de las principales enseñanzas de la Biblia.
En Isaías 13 se vuelve a mencionar el futuro Día de JEHOVÁ, y observe lo que sucederá cuando venga ese gran Día de JEHOVÁ:
las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor.
¿Lo ha leído bien?, esa profecía de Isaías dice bien claro que cuando venga ese Día del Señor Jehová el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor.
Ahora bien, resulta que esos fenómenos en el sol, en la luna y en las estrellas ocurrirán CUANDO JESÚS VENGA DEL CIELO CON GRAN PODER Y GLORIA, vamos a leerlo:
Mat 24:29 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
Mat 24:30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Esto demuestra de forma irrefutable que la venida a la tierra o presencia gloriosa de JEHOVÁ mencionada en Isaías 13 será la venida o presencia gloriosa del Señor Jesucristo, o dicho en otras palabras, el gran Día de JEHOVÁ será el Día de la venida gloriosa de Jesucristo a la tierra, indicando así de forma irrefutable que el Señor Jesús es ese mismo Señor JEHOVÁ mencionado en esa profecía de Isaías y en otras profecías más.
Esta es la prueba irrefutable de la existencia de los dioses eternos llamados JEHOVÁ, y que son el Padre y el Hijo, pero siendo el Padre el Dios supremo, el Dios del Hijo (Ap.3:12), ¡¡esta es la principal doctrina de toda la Biblia!!, la cual a lo largo de los siglos ha sido rechazada por millones de falsos cristianos arrianos que niegan la divinidad y eternidad del Señor Jesucristo.
El Día de JEHOVÁ mencionado en esas profecías del Antiguo Testamento será el Día de la venida gloriosa de Cristo a la tierra, por eso es que en el Nuevo Testamento se le llama el DÍA DEL SEÑOR JESUCRISTO, cuando él venga del cielo a la tierra para destruir a los malvados (Filp.1:6, 10, 2:16, 1Co.5:5, 2Co.1:14, 1Ts.5:2). Por lo tanto, el Señor Jehová mencionado en esas profecías del Antiguo Testamento que vendrá del cielo con gran poder y gloria para reinar sobre la tierra es el mismo Señor Jesucristo, cuando venga del cielo con gran poder y gloria para reinar sobre la tierra.
Observe lo que dice la profecía de Joel 3:12:
allí me sentaré para juzgar a todas las naciones de alrededor.
Es decir, ese propio Señor JEHOVÁ dice que cuando él venga del cielo a reinar sobre la tierra él se sentará en su trono para juzgar a las naciones, ¡¡y resulta que esta profecía la cumplirá solo Jesús cuando venga del cielo a juzgar a las naciones!!, vamos a leerlo:
Mat 25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
Mat 25:32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
Y en Joel 3:15 se dice también que cuando venga del cielo este Señor JEHOVÁ en ese mismo día se oscurecerá el sol, y la luna no dará su resplandor, lo cual sucederá en el día que Jesús venga del cielo con gran poder y gloria para juzgar a las naciones (Mt.24:29-30).
Ahí tenemos una prueba irrefutable más que demuestra que este Señor JEHOVÁ que vendrá del cielo para juzgar a las naciones será solamente Jesús, no el Dios Padre.
Volvamos a la profecía de Zacarías 14, dice lo siguiente:
Zac 14:2 Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad.
Esa profecía se cumplirá ANTES de la venida gloriosa del Señor JEHOVÁ a la tierra, es decir, antes de la venida gloriosa del Señor Jesús a la tierra.
Como puede ver, se está refiriendo a una futura invasión militar de Jerusalén por parte de las naciones enemigas de Israel. Esta profecía es mencionada también en Apocalipsis 11:2. En dicho pasaje se dice que las naciones o gentiles tomarán y hollarán la ciudad de Jerusalén durante 42 meses, es decir, tres años y medio, que es el tiempo que durará el futuro reinado de la bestia (Ap.13:5). Será al final de esos 42 meses cuando Jesús vendrá del cielo y ocurrirá el Día del Señor, tal como leemos en el siguiente pasaje:
Zac 14:3 Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla.
Zac 14:4 Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.
Zac 14:5 Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos.
Observe como la profecía dice que ese Señor JEHOVÁ vendrá del cielo DESPUÉS de que se cumpla ese tiempo en el cual Jerusalén estará en poder de las naciones. Es decir, después de esos 42 meses durante los cuales Jerusalén estará hollada y bajo el poder de la bestia y de sus ejércitos es cuando este Señor Jehová vendrá del cielo con gran poder y gloria.
La profecía dice que este Señor JEHOVÁ saldrá entonces para PELEAR contra aquellas naciones que tomaron Jerusalén y la hollaron, es decir, la profecía está hablando de la venida gloriosa de este Señor JEHOVÁ como un guerrero para luchar contra esas naciones malvadas enemigas de Israel que hollaron y conquistaron Jerusalén, ¿y quién cumplirá esta profecía?, ¡¡solamente la cumplirá el Señor Jesucristo, no el Dios Padre!!, vamos a comprobarlo:
Apo 19:11 Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.
Apo 19:12 Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.
Apo 19:13 Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.
Apo 19:14 Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.
Apo 19:15 De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
Apo 19:16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
Apo 19:17 Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios,
Apo 19:18 para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes.
Apo 19:19 Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército.
Apo 19:20 Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.
Apo 19:21 Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.
Ahí lo tiene bien claro. El único que vendrá del cielo con gran poder y gloria acompañado por todos sus santos para destruir a sus enemigos y para gobernar a las naciones será Jesús, no el Dios Padre.
Por lo tanto, cuando los falsos cristianos arrianos enseñan que ese Dios llamado JEHOVÁ mencionado en Zacarias 14 será el Dios Padre, y no el Señor Jesucristo, están mintiendo de la forma más diabólica, y enseñando una tremenda doctrina de demonios.
En Zacarías 14:4 se dice que cuando este Señor JEHOVÁ venga del cielo para destruir a sus enemigos pondrá sus pies sobre el Monte de los Olivos, el cual se partirá por la mitad formando en medio un gran valle, y entonces este JEHOVÁ Dios descenderá a la tierra CON TODOS SUS SANTOS.
Pues bien, resulta que esta tremenda profecía SOLAMENTE LA CUMPLIRÁ JESÚS, no el Dios Padre. Vamos a comprobarlo:
Hch 1:9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.
Hch 1:10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,
Hch 1:11 los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
Hch 1:12 Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo.
Como puede ver, Jesús se fue al cielo desde el Monte de los Olivos, y seguidamente dos ángeles se aparecieron a los apóstoles y les dijeron que Jesús volverá de la misma manera que se fue al cielo, y obviamente descenderá al mismo lugar desde donde se fue al cielo, es decir, al Monte de los Olivos.
Cuando este Señor JEHOVÁ, que es Jesús, descienda sobre el Monte de los Olivos entonces dicho Monte se partirá por la mitad, formando en medio un gran valle, y los israelitas que se encuentren en Jerusalén tendrán que huir a ese valle que se formará para estar protegidos de la masacre o matanza que Jesús hará contra sus enemigos.
Entonces este Señor JEHOVÁ descenderá a la tierra CON TODOS SUS SANTOS (v.5). Pues bien, resulta que será Jesús quien descenderá a la tierra con todos sus santos, vamos a verlo:
Mat 25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
1Ts 3:13 para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.
2Ts 1:7 y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder,
2Ts 1:8 en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;
2Ts 1:9 los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,
2Ts 1:10 cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros).
Apo 19:13 Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.
Apo 19:14 Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.
Ahí lo tiene bien claro, Jesús vendrá del cielo acompañado por todos sus santos ángeles, y en Zacarías 14:5 leemos que este Señor JEHOVÁ vendrá del cielo acompañado por todos sus santos, indicando así que Jesús es este Señor JEHOVÁ que vendrá del cielo y descenderá sobre el Monte de los Olivos.
Por consiguiente, los falsos cristianos arrianos mienten cuando enseñan que este Señor JEHOVÁ de Zacarías 14 no será Jesucristo sino el Padre celestial.
JEHOVÁ SERÁ EL REY SOBRE TODA LA TIERRA
En Zacarías 14:9 leemos lo siguiente:
Zac 14:9 Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.
Ya he demostrado que este Señor JEHOVÁ que descenderá a la tierra con todos sus santos será el Señor Jesucristo, no el Dios Padre.
En el verso 9 se dice que a partir de entonces este Señor JEHOVÁ será EL REY sobre toda la tierra, es decir, comenzará a gobernar el mundo entero desde la ciudad de Jerusalén, la cual obviamente habrá sido reconstruida y embellecida.
Observe que dicha profecía no menciona a la Nueva Jerusalén Celestial por ninguna parte, sino a la ciudad TERRENAL de Jerusalén, la capital de Israel, la cual será convertida en la capital del mundo desde la cual gobernará este Señor JEHOVÁ que habrá descendido a la tierra con todos sus santos.
Ahora bien, ¿quién cumplirá esta profecía?
Los falsos cristianos arrianos mienten cuando dicen que esta profecía la cumplirá el Dios Padre, ya que el único que la cumplirá es el Señor Jesucristo, vamos a comprobarlo:
Mat 25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
Mat 25:32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
Mat 25:33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
Mat 25:34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Ahí lo tiene bien claro, ¡¡Jesús es ese Rey que vendrá del cielo con todos sus santos para gobernar a las naciones de la tierra!!
De ninguna manera será el Dios Padre el Rey sobre toda la tierra, sino solamente Jesús, el verdadero Mesías de Israel, el cual también se llama JEHOVÁ, igual que su Padre celestial.
Cuando este segundo JEHOVÁ que es Jesús venga del cielo con gran poder y gloria, entonces es cuando comenzará el gobierno mundial de Jesucristo para gobernar a las naciones con “vara de hierro”, es decir, con justicia y rectitud, tal como leemos en el Apocalipsis:
Apo 19:11 Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.
Apo 19:12 Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.
Apo 19:13 Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.
Apo 19:14 Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.
Apo 19:15 De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
Apo 19:16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
El Verbo de Dios es el propio Señor Jesucristo (Jn.1:1, 14), él es Dios, es decir, un elohim, un ser poderoso, pero al mismo tiempo Jesús tiene a un Dios supremo sobre él que es el Padre celestial (Jn.20:17, 1Co.11:3, 2Co.1:3, Efe.1:17, Heb.1:8-9, Ap.3:12).
Este segundo Dios, que es Jesucristo, es el Señor JEHOVÁ de Zacarías 14 que vendrá del cielo con todos sus santos para gobernar a las naciones con justicia desde la ciudad de Jerusalén. De ninguna manera se está refiriendo al Dios Padre, ya que la Biblia jamás dice por ninguna parte que será el Dios Padre quien vendrá del cielo con todos sus santos para gobernar las naciones desde la ciudad terrenal de Jerusalén. Solamente Jesús será el único Rey sobre toda la tierra, por eso es que ese verso 9 dice que en aquel día él será único, y único su nombre, ya que no habrá otro Rey supremo en la tierra sino solo él, será el inicio del gobierno mundial del Señor Jesucristo y el comienzo del Milenio mencionado en Apocalipsis 20:1-7. Jesús será el único Jehová estará en la tierra durante ese período de 1000 años.
La profecía de Zacarías 14 dice que Jerusalén será convertida en la capital del mundo desde la cual Jesús será el gobernante supremo, el Emperador. Obviamente esa ciudad de Jerusalén no será la misma ciudad de Jerusalén de hoy en día, la cual es horrorosa y llena de religiones falsas, idolatrías y maldad, sino que será una Jerusalén terrenal restaurada, renovada y embellecida, la capital de la nación de Israel los cuales habrán sido restaurados y llevados a su tierra prometida y habrán creído en Jesús como su verdadero Mesías, tal como se predice en montones de profecías del Antiguo Testamento (Eze.36-48, etc.).
En Ezequiel 40 al 48 se describe incluso el inmenso templo que Dios hará en Jerusalén, desde el cual Jesús, el Señor JEHOVÁ, estará gobernando sobre el mundo entero.
En Zacarías 14:16 se dice lo siguiente:
Zac 14:16 Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos.
Como puede ver, la profecía dice que todos los que sobrevivieron de las naciones que lucharon contra Jerusalén subirán todos los años a dicha ciudad para reverenciar al Rey, a JEHOVÁ de los ejércitos, que como ya he demostrado se refiere a Jesús, el cual estará morando ahí en Jerusalén.
La versión Reina Valera y otras han traducido ese pasaje por “adorar”, y esta es la razón por la cual muchos falsos cristianos arrianos enseñan la patraña de que este Señor JEHOVÁ de los ejércitos que vendrá a la tierra para reinar solo se refiere al Padre celestial, no a Jesús, ya que Jesús nos enseñó a adorar solamente al Padre (Jn.4:23-24).
Sin embargo, veamos como mienten estos falsos cristianos arrianos.
Resulta que la palabra hebrea que ha sido traducido por “adorar” en ese pasaje de Zacarías es la palabrita shakjá. Vamos a la Concordancia de Strong para saber el significado de esa palabra hebrea:
H7812
שָׁחָה shakjá; raíz prim.; deprimir, i.e. postrarse (espec. refl. en homenaje a realeza o a Dios):-adorar, arrodillarse, bajar, culto, dar culto, encorvar, humillar. -se, inclinar, -se, postrar, rendir, reverencia.
Como puede ver, esa palabrita hebrea significa esencialmente postrarse con reverencia, dar homenaje, inclinarse, y que se puede hacer tanto a reyes, como a Dios. También se puede traducir por “adorar”, pero como esa profecía se refiere a Jesús, el Rey que vendrá del cielo con todos sus santos para reinar sobre la tierra, y no se refiere al Dios Padre, la traducción correcta ha de ser “postrarse en homenaje”, “inclinarse” “dar reverencia”, y eso es precisamente lo que esos seres humanos supervivientes de las naciones harán cuando suban a Jerusalén, ellos se postrarán con reverencia para honrar a Jesús, el Rey, ¡¡pero no le adorarán como si fuera el Dios supremo, el Padre!!, ya que esa adoración suprema se ha de dar solamente al Padre celestial, jamás a Jesús (Jn.4:23-24).
Por eso es que la Biblia de Jerusalén ha traducido correctamente este pasaje de Zacarías diciendo lo siguiente:
(JER) Y todos los supervivientes de todas las naciones que hayan venido contra Jerusalén subirán de año en año a postrarse ante el Rey Yahveh Sebaot y a celebrar la fiesta de las Tiendas
Simplemente los supervivientes de esas naciones que invadieron Jerusalén irán a Jerusalén para postrarse con reverencia ante Jesús, el Rey, no para darle la adoración que le corresponde solamente al Padre celestial.
Este verso 16 dice además que estos supervivientes de las naciones que atacaron a Jerusalén subirán a dicha ciudad para celebrar también la fiesta de los Tabernáculos.
Ahora bien, ¿por qué los supervivientes de esas naciones no hebreas irán a Jerusalén para celebrar esa fiesta hebrea y santa de los Tabernáculos?
Voy a pegar el comentario de Jamieson-Fausset-Brown, el cual dice lo siguiente:
fiesta de las Cabañas—
… la fiesta de las Cabañas será conmemorativa de la permanencia de los judíos, no meramente de cuarenta años en el desierto, sino de los 2.000 años de su dispersión. Así ésta fué celebrada a su retorno de la dispersión babilónica (Neh_8:14-17). Fué ésta la fiesta cuando Jesús hizo su entrada triunfal en Jerusalén (Mat_21:8); una prenda, señal de su retorno a su capital para reinar (véase Lev_23:34, Lev_23:39-40, Lev_23:42; Rev_7:9; Rev_21:3). Una fiesta de gozo peculiar (Psa_118:15; Hos_12:9). La fiesta en la cual Jesús hizo la invitación a las aguas vivas de la salvación (“Hosanna,” sálvanos ahora, fué el clamor, Mat_21:9; Psa_118:25-26; Joh_7:2, Joh_7:37). Para los gentiles, también tendrá el significado de la salvación perfeccionada después de las peregrinaciones en un desierto moral, así como originalmente ella conmemoraba la recolección de la cosecha. El tiempo de sembrar con lágrimas entonces habrá terminado en la cosecha de regocijo. (Moore.)
Ese es exactamente el significado de la fiesta santa de los Tabernáculos (o las Cabañas) establecida por Dios al pueblo de Israel.
Cuando este segundo Jehová que es el Señor Jesús y sus santos desciendan sobre el Monte de los Olivos para juzgar a las naciones y para gobernar el mundo entero es entonces cuando la nación de Israel habrá sido restaurada y llevados a su tierra prometida, los judíos se habrán arrepentido de todos sus pecados y habrán creído que Jesús es el verdadero Mesías (Ro.11:26).
Dicha fiesta de los Tabernáculos es una conmemoración de la permanencia de los judíos a través de los siglos y de la futura restauración de Israel en su tierra prometida, y es una señal de que el verdadero Mesías, Jesús, habrá retornado a la tierra para gobernar el mundo desde Jerusalén.
Para los gentiles, es decir, para los seres humanos supervivientes que no forman parte del pueblo de Israel, la celebración cada año de la fiesta de los tabernáculos significará la salvación de ellos después de peregrinar por un mundo de maldad e injusticias, estos gentiles justos y misericordiosos habrán sido salvados por Jesús y heredado la vida eterna en el reino de Dios en la tierra (Mt.25:34, 46), por eso es que todos los años estos gentiles supervivientes y misericordiosos subirán a la ciudad terrenal de Jerusalén para postrarse con reverencia ante el Mesías Jesús, el Rey, y para celebrar junto con el pueblo de Israel la fiesta santa de los Tabernáculos.
7
SÍNTESIS DEL LIBRO Y MENSAJE FINAL
En este último capítulo, el 7, voy a intentar hacer una síntesis de este importantísimo libro de estudio bíblico y dar un mensaje final.
1- El único Dios verdadero no es ninguna trinidad, ni tampoco es el Señor Jesucristo, sino que solamente es el Padre celestial. Las doctrinas del trinitarismo y de la unicidad son doctrinas de demonios enseñadas por millones de falsos cristianos a lo largo de siglos.
2- Cuando Jesús dijo que el Padre es el único Dios verdadero no estaba diciendo que solo exista un Dios verdadero. Vimos como la palabra único en la Biblia significa el principal, el más grande, el más importante.
3- Jesús jamás enseñó la mentira de que ese único Dios verdadero fueran tres personas divinas. Tampoco enseñó jamás que ese único Dios verdadero fuera él mismo, es decir, Jesús, ya que él dijo que es el enviado del único Dios verdadero.
4- El Señor Jesucristo también es un Dios verdadero, él es el segundo Jehová mencionado en la Biblia el cual se hizo carne y habitó entre nosotros. Jesús, el Verbo divino, es ese Dios manifestado en carne, el cual está subordinado al Dios verdadero supremo.
5- El Verbo divino, que es Cristo, siempre existió juntamente con el Dios supremo, el Padre celestial. Por medio de Cristo fue creado todo el universo, indicando así que Cristo de ninguna manera es una criatura, él jamás fue creado por Dios, sino que siempre ha existido junto al Dios supremo, que es el Padre.
6- En la Biblia se habla de otros muchos dioses en el cielo y en la tierra, y que son los ángeles de Dios y también los seres humanos que tienen el poder de Dios. Por eso la Biblia llama el Dios Padre el Dios de dioses, y también el Padre es llamado el Dios de Cristo.
7- Esta enseñanza bíblica en lenguaje teológico moderno se llama HENOTEISMO, pues enseña la existencia de muchos dioses, que son los hijos de Dios, pero al mismo tiempo hay un Dios supremo sobre ellos, que es el Padre celestial. Por tanto, la verdadera enseñanza bíblica no es la trinidad, ni la unicidad, sino el HENOTEISMO monólatra, ya que en la Biblia se adora solamente al Dios supremo es el Padre.
8- El espíritu santo no es ninguna tercera persona divina, pues en la Biblia nunca se le adora ni se le da gloria.
La propia Biblia enseña que el espíritu santo es el poder del Altísimo, es la fuerza activa de Dios el Padre, la cual en algunos pasajes es personificada, pero sin ser una persona divina.
9- Los apóstoles de Jesús tampoco enseñaron jamás que Dios fuera trino y tampoco enseñaron que Jesús fuera el Dios supremo que es el Padre celestial. Ellos enseñaron que el Dios Padre es el Dios de Cristo, es decir, Cristo es inferior al Padre en autoridad, pero él siempre existió juntamente con el Padre.
El Dios que fue manifestado en carne fue el Verbo, es decir, el Señor Jesucristo. De ninguna manera fue el Padre celestial quien se manifestó en carne.
El apóstol Juan enseñó que nuestra comunión es verdaderamente con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Él nunca enseñó la mentira de que tengamos que tener comunión también con el espíritu santo.
El apóstol Juan enseñó también que el anticristo es todo aquel que niega al Padre y al Hijo, es decir, es todo aquel que niega la existencia de estas dos personas divinas o dioses.
10- En el libro del Apocalipsis tampoco se enseña jamás que Dios sea trino, y tampoco se enseña que Jesús sea ese Dios, ya que siempre el Apocalipsis hace una clara diferencia entre Dios el Padre, el cual está sentado en el trono celestial y el Cordero, el cual es Jesús. La adoración en el Apocalipsis es siempre a un solo Dios, que es el Padre, el Dios supremo.
11- Los apóstoles siempre bautizaban en el nombre de Jesucristo y no en el nombre de ningún falso dios trino. Jesús nunca pronunció las palabras de Mateo 28:19.
12- En la Shemá hebrea de Deuteronomio 6:4 se menciona al Jehová único y supremo que es solamente el Padre celestial. El pasaje no habla de ningún falso dios trino ni tampoco se refiere a Jesús.
13- En la Biblia hay muchos pasajes donde se mencionan a los dos Jehovás, que son el Padre celestial y el Señor Jesucristo.
Al Jehová supremo, que es el Padre, ningún ser humano le vio jamás, sin embargo, al segundo Jehová, que es Cristo, sí que le vieron muchos seres humanos.
El Señor Jehová mencionado en la profecía Zacarías 14 es únicamente Jesús, el cual vendrá del cielo con todos sus santos para ser el Rey sobre toda la tierra.
14. El ángel que se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente era el Señor Jesucristo, el segundo Jehová, el eterno “yo soy”.
¿Se van a condenar entonces todos los millones de falsos cristianos trinitarios, unicitarios y arrianos que han existido en el mundo a lo largo de la historia?
La palabra de Dios, en la epístola a los hebreos, dice bien claro que los que se van a condenar serán aquellos que conocieron la verdadera doctrina y la rechazaron, lo que les espera a esos mentirosos y apostatas de la fe es una horrenda expectación de juicio y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
Por lo tanto, todos los falsos cristianos trinitarios, unicitarios y arrianos que jamás nadie les enseñó esta verdadera doctrina, tal como usted ha conocido en este libro de estudio bíblico, sino que murieron en su ignorancia, sin ninguna duda Dios tendrá misericordia de ellos, ya que ellos jamás rechazaron lo que no conocieron.
Satanás ha engañado a la cristiandad apóstata a lo largo de los siglos con las mentiras de la trinidad, la unicidad y también con el arrianismo, que apareció en el siglo 4, y estos falsos cristianos arrianos son los que niegan y rechazan la divinidad y eternidad del Señor Jesucristo.
Por consiguiente, y ya para terminar, decirle que en este libro de estudio bíblico ha conocido usted la pura verdad y la verdadera teología bíblica. Aquí se ha expuesto el verdadero conocimiento que lleva a la vida eterna.
Si usted es trinitario, unicitario o arriano ahora ha tenido la oportunidad de conocer la verdad, el verdadero conocimiento doctrinal que lleva a la vida eterna. Ahora usted tiene la oportunidad de cambiar su forma de pensar, es decir, de arrepentirse y creer realmente lo que enseña la Biblia y que es sencillamente el HENOTEISMO monólatra, el cual fue ocultado por la cristiandad apostata a lo largo de los siglos.
No sea usted necio y crea en la verdad que se ha expuesto en este importantísimo libro de estudio, y así tendrá el conocimiento que le llevará a la vida eterna.
FIN
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1- Creemos en el henoteísmo bíblico y monólatra.
El henoteísmo es la creencia en un Dios supremo, que es el Padre celestial, este Dios supremo es uno y único, en el sentido de que no hay otro Dios como él, ya que es el Dios de dioses (Dt.6:4, Jn.17:5, 1Co.8:4, 6, etc.). Pero también creemos en la existencia de otros muchos dioses (elohim o poderosos) y señores en los cielos y en la tierra (1Co.8:5), y que son los hijos de Dios, ya sean los ángeles celestiales de Dios o los seres humanos al servicio de Dios (Dt.10:17, Éx.7:1, Sal.82:6, Jn.1:12-13, Ro.8:16, 1Jn.3:2, etc.).
Este Dios supremo, el Padre, tiene un nombre propio, pero todavía no sabemos su verdadera pronunciación. Unos le llaman IEVE, otros Jehová y otros Yahweh. Podemos utilizar cualquiera de esas tres pronunciaciones, y sin duda en el futuro sí que sabremos su verdadera pronunciación.
La monolatría es la adoración de un solo Dios. Y el único Dios que es adorado en la Biblia es el Dios supremo, el Padre celestial, porque de él proceden todas las cosas, él es el Creador supremo del Universo, pues por su voluntad existen todas las cosas que fueron creadas (Jn.4:23-24, 1Co.8:6, Heb.1:1-2, Ap.4:10-11, etc.)
Por consiguiente, rechazamos totalmente las doctrinas satánicas y antibíblicas del trinitarismo, del monoteísmo y del unicitarismo. La Biblia jamás enseña la doctrina de que solo existe un Dios, y tampoco enseña que Dios sea un misterioso dios trino, una especie de monstruo con tres cabezas o rostros, y la Biblia tampoco enseña que el Dios supremo, el Padre, sea el Señor Jesucristo.
2- Creemos en Jesucristo, en su muerte y en su resurrección.
La Biblia enseña que Jesús (Yeshua) es el Hijo único de Dios y el verdadero Mesías de Israel (Mt.16:16-17, Jn.3:16). Jesús dijo que para tener la vida eterna tenemos que tener el conocimiento de que el Padre es el único Dios verdadero, y que Jesús es el Mesías de Israel, el enviado del Padre (Jn.17:3).
Jesús es el descendiente BIOLÓGICO de Abraham y del rey David (Mt.1:1-17, Lc.3:23-38, Ro.1:3). Por lo tanto, él califica perfectamente para ser el verdadero Mesías de Israel, ya que Jesús era el hijo del hombre, es decir, el hijo biológico de su padre humano José, el cual era hijo o descendiente biológico de David (Mt.1:20). Dios el Padre engendró como hombre a su Hijo Jesús en el vientre de María, pero lo engendró sobrenaturalmente con un espermatozoide de José, el hijo de David, teletransportándolo por medio de su espíritu a un óvulo de María, para que así pudiera nacer el verdadero Mesías como hombre (Lc.1:30-35). Los iglesieros que niegan que Jesús es el descendiente biológico de Abraham y del rey David a través de José entonces están negando que Jesús es el verdadero Mesías de Israel y también niegan que Jesucristo vino en carne, es decir, como hombre, y por tanto son anticristos (1Jn.2:18-22, 4:2-3, 2Jn.1:7).
Jesús es el Hijo ÚNICO del Dios Padre porque él es el mejor, el más amado y el más importante de todos sus hijos, no porque Dios el Padre solo tenga un hijo. De igual manera, el Dios Padre es un Dios ÚNICO porque él es el Padre supremo, el más importante de todos los padres y el mejor de todos ellos, pero sin negar la existencia de otros muchos padres.
Nosotros creemos en la humanidad del Señor Jesucristo y también en su divinidad. Él es Dios Poderoso (Is.9:6), el Verbo divino que se hizo carne (Jn.1:1, 14), el Dios unigénito (Jn.1:18), nuestro gran Dios y Salvador (Tito 2:13), y también es un hombre, el hijo del hombre (Mt.25:3, 1Tm.2:5). Aunque Jesús sea llamado Dios en algunos pasajes de la Biblia, esto no significa que Jesús sea igual al Dios Padre, ya que el propio Jesús dijo que el Padre es su Dios (Jn.20:17, Heb.1:8-9, Ap.3:12,). Por lo tanto, Jesús está subordinado a la autoridad suprema del Dios Padre, y si está sujeto a la voluntad del Dios Padre, entonces significa que él es inferior al Dios Padre en autoridad, por eso es que el Padre es la cabeza o jefe de Cristo (1Co.11:3). Por consiguiente, aquellos que enseñan que Jesús es solamente un hombre, y niegan la divinidad del Señor Jesús, tienen la doctrina del anticristo, el cual niega que el Verbo divino se hiciera carne, hombre (Jn.1:1, 14, 1Jn.4:2-3), y aquellos que enseñan que Jesús es igual que el Dios Padre también tienen la doctrina del anticristo, ya que esto significa que ellos niegan que Jesús sea también un hombre, es decir, si Jesús fuera igual al Dios Padre, entonces ya no sería un hombre, y si Jesús es solamente un hombre, entonces la Biblia jamás le llamaría Dios.
Nosotros creemos que Jesús murió realmente en un madero. Él dijo que daría su propia vida solo por sus ovejas, no por toda la humanidad, y las ovejas de Cristo son los que oyen su palabra y le siguen (Jn.10:11, 15, 27). La doctrina de que Jesús entregó su vida por toda la humanidad es por tanto, una doctrina satánica y opuesta a la enseñanza de Jesús.
Jesús murió por amor a sus ovejas para salvarlas del pecado y para rescatarnos o comprarnos con su sangre (Ap.5:9).
Nosotros creemos que el Dios supremo, el Padre celestial, resucitó a su Hijo Jesús (Hch.2:32, 4:10, 1Ts.1:10, etc.).
Creemos que la resurrección de Jesús no fue la reanimación de un cadáver, sino la transformación instantánea del cadáver de Jesús, en un nuevo cuerpo glorioso y espiritual.
El cuerpo glorioso de Cristo cuando resucitó NO ERA EL MISMO CUERPO QUE MURIÓ y fue sepultado, sino un cuerpo radicalmente diferente y transformado (1Co.15:37). Por lo tanto, los iglesieros que enseñan que Jesús resucitó con el mismo cuerpo que murió en el madero están mintiendo y predicando un falso evangelio. Obviamente ese cuerpo resucitado, glorioso y espiritual de Cristo podía materializarse y aparecerse a sus discípulos en carne y huesos, para que ellos le pudieran ver y tocar (Lc.24:39-43).
Nosotros creemos en la preexistencia eterna y divina del Señor Jesucristo. Jesús es el Verbo de Dios (Ap.19:13), y este Verbo divino es eterno, jamás fue creado, ya que él existía antes de que Dios creara todas las cosas (Jn.1:1, Col.1:17).
Jesús dijo que él ya existía con el Padre desde antes de la fundación del mundo (Jn.17:5). Jesús dijo que él descendió del cielo (Jn.6:38, 42). Por lo tanto, si Jesús dijo que descendió del cielo es porque él ya estaba en el cielo antes de descender a la tierra como hombre. Aquellos que niegan la preexistencia divina de Jesús están llamando mentiroso a Jesús, pues Jesús enseñó bien claro que descendió del cielo, lo cual significa que él ya existía en el cielo antes de bajar a la tierra. El apóstol Pablo también enseñó en Filipenses 2:6-11 la preexistencia divina de Jesús. Pablo dijo que Jesús ya existía en forma de Dios, o era de condición divina, antes de hacerse hombre, entonces él se despojó a si mismo de su gloria y divinidad y descendió del cielo, haciéndose semejante a los hombres, y estando en la condición de hombre, se humilló así mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte en el madero.
Nosotros creemos que el Señor Jesucristo en su preexistencia divina era el Mensajero (Malak) principal de Dios, es decir, el Ángel de Dios especial mencionado en el Antiguo Testamento, el cual tiene el mismo nombre que su Padre IEVE, ya que el nombre de IEVE está en él (Ex.23:20-21).Esteban dijo bien claro que este Ángel o Mensajero de IEVE que se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente era el Señor, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob (Hch.7:30-34), pero resulta que Jesús es el Señor (Ro.10:9, Filp.2:11).Por lo tanto, este Ángel o Mensajero especial que se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente era el mismísimo Señor Jesucristo en su preexistencia divina. Por lo tanto, el Señor Jesucristo es el segundo Señor o Dios, el cual está subordinado al Señor o Dios supremo, el Padre. El propio rey David conocía la existencia de estos dos dioses o señores cuando dijo estas palabras proféticas: "Dijo el Señor a mi Señor: siéntate a mi diestra, hasta que ponga a todos tus enemigos por estrado de tus pies" (Mt.22:43-45). Por consiguiente, todos aquellos que niegan la preexistencia divina del Señor Jesús, así como la existencia de estos dos dioses eternos, que son el Padre y el Hijo, tienen la doctrina del anticristo (1Jn.2:22). Aquellos que niegan la encarnación del Verbo divino están negando entonces al Padre y al Hijo, y por lo tanto, son el anticristo.
Estas dos personas divinas, el Padre y el Hijo, se llaman igual: IEVE, sin embargo, uno es el IEVE supremo o mayor, que es el Padre celestial, y el otro es el IEVE menor, es decir, el Mensajero o Ángel de IEVE, el cual también se llama IEVE (Ex.23:20-21), y era este IEVE menor quien se aparecía a los seres humanos (Gen.18:1, etc.). Este IEVE menor era el Señor Jesucristo en su preexistencia divina, pues fue este Señor o Ángel de IEVE quien se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente. El IEVE supremo, el Padre, jamás se apareció a los seres humanos, pues al Dios Padre ningún ser humano le vio jamás (Jn.1:18), por lo tanto, la Biblia demuestra de forma muy clara la existencia de estos dos dioses o personas divinas llamados IEVE. Uno es el Dios supremo, único e invisible, el Padre, y no hay otro Dios igual a él, y el otro Dios es el IEVE menor, el Hijo de Dios el Padre, el cual está subordinado al Dios Padre y se aparecía a los seres humanos. Fue este IEVE menor, el Hijo o Verbo de Dios, quien se hizo hombre y habitó entre nosotros (Jn.1:1, 14).
Jesús es el Señor, y para ser salvos tenemos confesar con nuestra boca esta gran verdad (Ro.10:9-13). Confesar con nuestra boca que Jesús es el Señor significa creer y confesar que él es el eterno Señor IEVE mencionado en el llamado Antiguo Testamento, el cual bajaba del cielo y se aparecía a los seres humanos, como se apareció a Adán y Eva, Abraham, Moisés, etc. Los que rehúsan confesar con su boca esta gran verdad fundamental jamás se podrán salvar, sino que se condenarán al lago de fuego.
3- Creemos en el espíritu santo.
Jesús dijo que el espíritu santo es el poder de lo Alto (Lc.24:49). Y el ángel también dijo a María que el espíritu santo es el poder del Altísimo, es decir, el poder o energía del Dios Padre (Lc.1:35). El poder no es literalmente una persona, sino una ENERGÍA. Por lo tanto, la Biblia enseña bien claro que el espíritu santo es la energía o poder de Dios, y no una tercera persona divina. La doctrina iglesiera de que el espíritu santo es una tercera persona divina es totalmente falsa, diabólica y antibíblica.
Esta energía o poder de Dios el Padre es personificada en la Biblia, pero sin ser literalmente una persona. Por ejemplo, la Biblia también personifica la sabiduría, diciendo que esta clama o grita por las calles (Prov.1:2021), sin embargo, la sabiduría no es literalmente una persona. La personificación es un estilo literario muy utilizado en la Biblia.
El espíritu santo nunca es adorado ni glorificado en la Biblia, lo cual demuestra claramente que no es Dios, ni es una tercera persona divina, sino que es el espíritu DE Dios el Padre, es decir, es algo que Dios tiene. Este espíritu o energía de Dios el Padre es también el espíritu de Cristo, y si alguno no tiene este espíritu de Cristo entonces no pertenece a Cristo, es decir, no es un verdadero cristiano (Ro.8:9).
4- Creemos que el ser humano es mortal, no inmortal.
La Biblia enseña que el ser humano es un alma viviente (Gen.2:7). Dios dice que el alma es mortal, muere (Gen.2:17). Sin embargo, Satanás enseña todo lo contrario, engañó a Eva diciendo que el alma es inmortal (Gen.3:4). Por lo tanto, cuando las iglesias de la cristiandad apostata predican la doctrina de la inmortalidad del alma sencillamente están repitiendo exactamente la misma mentira de Satanás, y llamando a Dios mentiroso. Los muertos están en los sepulcros, tal como enseñó el Señor Jesús, el Cristo: "Vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida, mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación" (Jn.5:28-29).
Por consiguiente, el Señor dice bien claro que los muertos están en los sepulcros, en otras palabras, ¡¡ellos no están vivos en ningún "más allá"!! Todos los muertos, justos e injustos, despertarán cuando resuciten. Observe que los que están en los sepulcros son las PERSONAS muertas, no solo sus cuerpos, por lo tanto, la doctrina de que los muertos están vivos en un "más allá" es totalmente demoníaca. Dios dice que el ser humano es POLVO, y vuelve al polvo de la tierra cuando muere (Gen.3:19), en otras palabras, cuando morimos DEJAMOS DE EXISTIR, ya que volvemos a la misma condición de INEXISTENCIA que Adán tenía antes de que Dios lo creara del polvo de la tierra. Jesús dijo que vino para dar su ALMA (su vida) en rescate de muchos: "Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida (alma) en rescate por muchos." (Mr.10:45). La palabra griega traducida por "vida" es psijé, que también es traducida por ALMA. El alma es el ser vivo, la persona. Ahora bien, si el alma fuera inmortal, ¡¡entonces Jesús no habría dado su alma o vida en rescate!!, es decir, NO HABRÍA MUERTO, y no existiría la redención por su sangre. Por lo tanto, la doctrina de la inmortalidad del alma es absolutamente diabólica, ¡es un ataque frontal contra el Evangelio!
5- Creemos en la salvación eterna.
Nosotros creemos que la salvación eterna de los verdaderos cristianos que hemos conocido el Evangelio es solamente por la gracia o misericordia de Dios, por medio de la fe, no por nuestras obras (Ef.2:8-9).
La salvación eterna es un proceso gradual, que comienza cuando creemos en el Evangelio y recibimos la justificación por la sangre de Cristo, y la reconciliación con Dios (Ro.5:9-11), pero la salvación eterna se manifestará plenamente en el futuro, cuando Jesús aparezca por segunda vez, para salvar a los que le esperan (Heb.9:28).
La salvación eterna se conseguirá por medio de la obediencia al Señor Jesucristo (Heb.5:9). Sin obedecer al Señor Jesús no hay salvación posible, por lo tanto, no basta creer que Jesús es nuestro Salvador y el Señor, sino que hay que OBEDECER las palabras del Señor Jesús para recibir en el futuro la eterna salvación (Mt.7:24-27). Jesús dijo que quien crea y SEA BAUTIZADO será salvo, pero quien no crea será condenado (Mr.16:16). Y los apóstoles bautizaban a los creyentes solamente en el nombre del Señor Jesucristo, para el perdón de los pecados (Hch.2:38, 10:48). Por lo tanto, para tener el perdón de los pecados tenemos que creer en el Señor Jesús y bautizarnos en agua, y por inmersión, en su nombre. Esto significa que el bautismo en el nombre de un falso dios trino, o el bautismo de infantes que no tienen capacidad para creer, son bautismos falsos y no sirven para nada.
Nosotros creemos que Dios el Padre, en su misericordia, salvará a todos aquellos que a lo largo de toda la Historia de la Humanidad jamás conocieron a Cristo ni el verdadero Evangelio, pero perseveraron en hacer el bien, buscando gloria, honra e inmortalidad (Ro.2:67). Ellos serán juzgados conforme a la ley de sus conciencias, que nos dicta lo que está bien y lo que está mal (Ro.2:14-15).
Las llamadas “ovejas misericordiosas” serán salvos en el futuro y entrarán en el reino de Dios en la tierra porque ellos tuvieron misericordia con los hermanos pequeños de Jesús, es decir, con los verdaderos cristianos, y ese bien que ellos hicieron será recompensado con la vida eterna (Mt.25:31-46). Jesús dijo bien claro que los que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida, pero los que hicieron lo malo saldrán a resurrección de condenación (Jn.5:28-29). Por lo tanto, esa doctrina iglesiera de que ningún ser humano se podrá salvar por hacer lo bueno es absolutamente falsa y satánica y contraria a la enseñanza de Jesús y de sus apóstoles.
Nosotros creemos que la salvación o vida eterna en el futuro reino de Dios la recibiremos en la era venidera, cuando el Señor Jesús regrese del cielo para gobernar a las naciones (Lc.18:29-30, Mt.25:34, 46).
Nosotros creemos que los cristianos verdaderos ya tenemos la vida eterna (1Jn.5:13), pero la tenemos solo como promesa de Dios, ya que esta vida eterna o salvación eterna la hemos de alcanzar o heredar en el futuro (Mt.25:34, 2Tim. 1:1, 1Jn.2:25, 1Ts.5:9, 1Pe.1:5), y alcanzaremos esta vida eterna o salvación cuando el Señor Jesucristo aparezca por segunda vez para salvar a los que le esperan (Heb.9:28). Por consiguiente, los verdaderos cristianos ya estamos seguros de recibir en el futuro la vida eterna que Dios nos ha prometido, porque Dios siempre cumple lo que promete.
6- Creemos en la Iglesia del Padre y del Hijo
Nosotros creemos que la Iglesia verdadera de Dios el Padre y de su Hijo Jesucristo es universal, y es el conjunto de cristianos verdaderos que siguen la doctrina del Padre y del Hijo, y que se aman unos a otros como Cristo nos amó. Esta Iglesia o Congregación del Padre y del Hijo es la esposa de Cristo, y es su cuerpo (Ef. 1:10, 22, 23; 5:23, 27, 32; Col.1:18).
Nosotros creemos que la Iglesia del Padre y del Hijo es el reino del Señor Jesucristo, (Mt. 13:47; Is.9:7), la casa y familia de Dios, (Ef. 2:19; 3:15; Prov. 29:18).
Los miembros de la Iglesia del Padre y del Hijo son llamados “los santos” (Hch.9:13, Ro.1:7, 1Co.1:2, Ap.13:7, etc.). La palabra “santo” en la Biblia significa perfecto y también apartado para Dios.
Nosotros creemos que la única cabeza o jefe de la verdadera Iglesia es el Señor Jesucristo, (Col.1:18; Ef. 1:22). El pontífice romano, el Papa de Roma, de ninguna manera es la cabeza de la Iglesia de Dios, sino solo un satánico impostor, pues se hace pasar por quien no es. En realidad, el papado es el hombre de pecado, el hijo de perdición predicho por Pablo (2Ts.2:3-4), él fue el resultado de esa gran apostasía de la Iglesia que sucedió en el siglo 4, cuando la iglesia católica se unió al poder imperial del César de Roma y se apartó (apostató) de la verdadera doctrina enseñando doctrinas de demonios (1Tm.4:1).
La Iglesia del Padre y del Hijo está formada por los santos que en el futuro reinarán sobre la tierra como reyes y sacerdotes (Ap.1:6, 2:26-27, 5:9-10, 20:4-6). Ese gobierno mundial de Cristo y de su Iglesia comenzará solamente cuando Jesús venga del cielo con gran poder y gloria a gobernar a las naciones con “vara de hierro”, es decir, con justicia y rectitud (Ap.19:15, 20:4-6), es entonces cuando comenzará el Milenio, un periodo de mil años literales, durante los cuales Jesús y su Iglesia gobernarán sobre las naciones de la tierra con justicia (Ap.20:4-6).
7- Creemos en la futura venida gloriosa de Jesucristo y en el arrebatamiento de la Iglesia.
El Señor Jesucristo dijo que él regresará del cielo con gran poder y gloria inmediatamente después de la tribulación de aquellos días (Mt.24:29-30), es entonces cuando su Iglesia, los escogidos, serán arrebatados y se reunirán con él en el cielo, es decir, en el aire (Mt.24:31, 1Ts.4:15-17).
Por consiguiente, esa doctrina iglesiera de que el arrebatamiento de la Iglesia ocurrirá cuando Jesús venga de forma secreta e invisible antes de una tribulación de siete años es una espantosa mentira satánica, una doctrina de demonios muy peligrosa para todos aquellos millones de personas que la creen.
Nosotros creemos que los verdaderos cristianos, los santos, sufrirán en el futuro una gran tribulación o persecución durante esos 42 meses de gobierno de la bestia (Ap.13:7, 10). Esa persecución o tribulación contra los santos de la Iglesia del Padre y del Hijo ocurrirá en el imperio de la bestia, que estará formado solo por diez reinos (Ap.17:12-14).
Nosotros creemos que los cristianos verdaderos, los santos, podremos conocer perfectamente en el futuro la fecha de la venida gloriosa de Cristo y del fin del mundo. El futuro gobierno de la bestia durará solo 42 meses (Ap.13:5), y Jesús regresará del cielo para destruir ese gobierno reinado de la bestia (Ap.19:19-21), por lo tanto, cuando comience el gobierno de la bestia en ese imperio de diez reinos podremos conocer fácilmente la fecha del regreso glorioso del Señor Jesús y del arrebatamiento de la Iglesia, simplemente habrá que contar los 42 meses desde el comienzo de ese gobierno de la bestia.
Y respecto a las palabras de Jesús en Mateo 24:36, en esas palabras se dice simplemente que EN ESE MOMENTO nadie, excepto el Padre, conocía el día y la hora de la futura venida gloriosa de Cristo, observe que el texto bíblico dice "nadie sabe", en tiempo presente, pero no dice "ni sabrá", por lo tanto, esas palabras de Jesús no niegan que en el futuro podamos conocer la fecha exacta de su regreso glorioso. Y respecto a las palabras de Jesús en Hechos 1:7, Jesús se estaba refiriendo solamente a sus apóstoles que en ese momento estaban con él, "no os toca A VOSOTROS saber los tiempos o las sazones…", es decir, es a los apóstoles a los que no les tocaba conocer el tiempo ni las sazones de la futura restauración del reino a Israel, pero el pasaje no dice por ninguna parte que en el futuro no podamos conocer la fecha del regreso de Cristo y de la restauración de Israel.
Nosotros creemos que esa futura gran tribulación contra los santos de la Iglesia, que durará 42 meses, no hay que confundirla con la ira de Dios, la cual será derramada sobre los adoradores de la bestia al final de esos 42 meses de gobierno mundial de la bestia (Ap.16:1-21).
Nosotros creemos que cuando regrese el Señor Jesús con gran poder y gloria al final de esos 42 meses entonces el falso mesías (la bestia) y su aliado religioso, el falso profeta, serán apresados y arrojados vivos a un lago de fuego, y los ejércitos de la bestia reunidos serán destruidos por el propio Señor Jesús (Ap.19:19:21). Entonces Satanás será apresado, atado y encerrado en un lugar llamado el Abismo, para que no pueda engañar a las naciones de la tierra durante el Milenio (Ap.20:13). De esta manera terrible terminará el futuro gobierno de Satanás, la bestia y el falso profeta.
Nosotros creemos que cuando Jesús y sus santos glorificados desciendan a la tierra juzgarán a los seres humanos que estén vivos en la tierra. Jesús se sentará en un trono resplandeciente, y entonces juzgará a las naciones de la tierra que en ese momento estén vivos, separando a unos de otros. Aquellos seres humanos que tuvieron misericordia con los verdaderos cristianos (los hermanos pequeños de Jesús) serán puestos a la derecha de Cristo, y entonces ellos recibirán la vida eterna, y entrarán en el reino de Dios, sin embargo, aquellas personas que no tuvieron misericordia con los verdaderos cristianos perseguidos serán puestos a la izquierda de Cristo, y él los enviará al fuego eterno, donde serán atormentados y destruidos totalmente en cuerpo y alma (Mt.10:28, 25:31-46).
Nosotros creemos que Jesús, cuando regrese del cielo, no solamente juzgará a los seres humanos que estén vivos en la tierra, sino que también comenzará el juicio de los muertos, un juicio que durará mil años (Ap.11:18). Esos muertos serán juzgados conforme a las obras que hicieron cuando ellos vivieron en la tierra (Ap.20:12). Cuando esos mil años se cumplan Satanás será soltado del Abismo, para engañar a las naciones. Millones de personas, lideradas por Satanás, intentarán derrocar el gobierno mundial del Señor Jesús y de sus santos, rodearán la ciudad de Jerusalén terrenal, pero descenderá fuego del cielo y los consumirá, y Satanás mismo será lanzado al lago de fuego, donde será atormentado y destruido para siempre (Ap.20:7-10).
Los muertos que ya fueron juzgados durante el Milenio volverán a vivir, para comparecer ante el Tribunal de Dios, y oír la sentencia o veredicto, ya sea de perdón, o de condenación. Aquellos que no tengan su nombre escrito en el libro de la vida serán arrojados a un lago de fuego, donde serán totalmente destruidos en cuerpo y alma (Ap.20:5, 11-15).
Después de esos mil años literales la tierra será totalmente destruida por el fuego, y entonces Dios algo totalmente nuevo y mucho mejor, él hará un nuevo cielo y una nueva tierra, es decir, un nuevo planeta, sobre el cual descenderá la capital del Universo, la Nueva Jerusalén celestial, y el propio Dios Padre descenderá de forma personal y visible a esa nueva tierra, para morar con los seres humanos inmortales (Ap.21:1-5).
Si usted cree en estas siete doctrinas fundamentales entonces forma parte de la Iglesia del Padre y del Hijo, y si persevera en esta verdadera doctrina hasta el final, entonces será salvo y alcanzará la vida eterna en el glorioso reino de Dios que vendrá a la tierra (Mt.24:13, 1Co.15:1).
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