DIOS ODIA A TODOS LOS MALVADOS

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1 Pero el espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se pondrán en contra de la verdadera doctrina, escuchando a espíritus impostores y engañadores que enseñarán doctrinas de demonios. (1Timoteo 4:1, todas las citas bíblicas del Nuevo Testamento que aparecen en este estudio las he tomado de la traducción del Nuevo Testamento “el Testimonio de los Apóstoles”, que es la mejor traducción que hoy en día existe en el mundo, pero las citas del Antiguo Testamento las he tomado de la versión Reina Valera Actualizada de 1989).

Observe como Pablo dijo que en los últimos tiempos algunos se opondrían a la verdadera doctrina, escuchando a espíritus impostores y engañadores que enseñarían doctrina de demonios. Éstos apostatas de la fe que odian la verdad enseñarían doctrinas de demonios.

Hoy en día éstos apostatas de la fe y falsos ministros de Cristo abundan en gran cantidad en la cristiandad apostata y falsa.

Una de esas doctrinas de demonios enseñada por millones de falsos cristianos de las iglesias falsas, es enseñar que Dios ama a todos los malvados, y que los cristianos tenemos que amar también a todos los seres humanos del planeta, incluidos a todos los malvados que practican todo tipo de pecados. Esta espantosa doctrina de demonios se ha extendido como la peste negra en todas las iglesias falsas de la cristiandad apóstata, incluso muchos que dicen considerarse verdaderos cristianos también la enseñan, sin darse cuenta que han sido engañados completamente por Satanás y por esos espíritus impostores y engañadores que les han metido en la cabeza esa doctrina de demonios.

En este sencillo estudio bíblico voy a demostrar con la Biblia que DIOS ODIA O ABORRECE A TODOS LOS MALVADOS, y que amar a todos los malvados es una doctrina satánica que va llevar a la condenación a millones de falsos cristianos. Voy a demostrar de forma clara e irrefutable qué enseña realmente la Biblia sobre este tema tan importante. Ponga muchísima atención a lo que viene a continuación para que conozca toda la verdad sobre este tema extremadamente importante.

Los falsos cristianos y apostatas de la fe no se cansan de repetir la mentira de que Dios ama a todos los seres humanos, incluidos a todos los malvados. Se ha hecho muy popular la frase estúpida y antibíblica de “Dios ama a los pecadores pero aborrece el pecado”, una frase que no aparece jamás en la Biblia y ni Jesús ni sus apóstoles la mencionaron jamás.

En realidad, lo que enseña la Biblia desde el Génesis hasta el Apocalipsis es que Dios aborrece u odia a los pecadores, igual que odia los pecados que cometen esos pecadores. Esto lo vemos claramente en el siguiente pasaje bíblico:

Pro 6:17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente,

Pro 6:18 el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies que se apresuran a correr al mal,

Pro 6:19 el testigo falso que habla mentiras y el que provoca discordia entre los hermanos.

Muchos falsos cristianos y falsos pastores cuando leen ese pasaje sueltan la mentira diabólica de que ese texto lo que enseña es que Dios aborrece el pecado, pero no a los pecadores. Esa mentira perversa que ellos enseñan es descomunal, ya que cualquiera que lea ese pasaje observará que el texto dice que Jehová aborrece u odia a las personas que practican esos pecados, ya que el texto habla de individuos, pues menciona ojos altivos, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, corazones que maquinan pensamientos inicuos, pies que se apresuran a hacer el mal, y a los falsos testigos que hablan mentiras y que siembran discordia entre los hermanos, es decir, se refiere a personas absolutamente literales, con lo cual queda destrozada la mentira y la doctrina de demonios que enseñan todos esos falsos pastores y falsos cristianos al servicio del padre de la mentira.

Veamos muchos más pasajes bíblicos donde se demuestra de forma irrefutable que Dios odia, y no ama, a todos los malvados que practican el pecado. Pongamos de ejemplo la historia del diluvio.

El Génesis explica bien claro por qué Dios destruyó el mundo antiguo de entonces con un diluvio de agua que aniquiló a todos los malvados violentos que existían en la tierra, excepto a Noé y a su familia. Leamos el pasaje:

Gén 6:5 Jehovah vio que la maldad del hombre era mucha en la tierra, y que toda tendencia de los pensamientos de su corazón era de continuo sólo al mal.

Gén 6:7 Y dijo Jehovah: "Arrasaré de la faz de la tierra los seres que he creado, desde el hombre hasta el ganado, los reptiles y las aves del cielo; porque lamento haberlos hecho."

Gén 6:11 La tierra estaba corrompida delante de Dios; estaba llena de violencia.

Gén 6:12 Dios miró la tierra, y he aquí que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.

Gén 6:13 Entonces Dios dijo a Noé: "He decidido el final de toda carne, porque la tierra está llena de violencia por culpa de ellos. He aquí que los destruiré junto con la tierra.

Jehová vio que la maldad del hombre era muchísima en la tierra y entonces decidió exterminarlo y hacer un nuevo comienzo en un mundo renovado después del diluvio.

Evidentemente sólo un subnormal y falso cristiano al servicio de Satanás podría decir que Dios amaba a todos los seres humanos malvados y violentos que vivían en la tierra en esa época, ya que si Dios hubiera amado a todos los humanos que vivían en esa época jamás los hubiera destruido con el diluvio.

Esta es la prueba irrefutable de que Dios odia y aborrece a los que practican el mal y no se quieren arrepentir de sus malos caminos. La doctrina de demonios de que Dios ama a todos los seres humanos tal como son es una de las mayores mentiras del diablo introducida en todas las iglesias falsas y apostatas.

Jehová sacó al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto y los llevó a la tierra prometida, que era la tierra de Canaán. En esa tierra de Canaán habitaban pueblos de gentes malvadas que practicaban todo tipo de pecados y abominaciones, incluso hacían sacrificios humanos a sus falsos dioses, y resulta que Dios los introdujo en esa tierra de Canaán para que expulsaran a esos pueblos cananeos luchando contra ellos:

Éxo 6:4 Yo también establecí mi pacto con ellos, prometiendo darles la tierra de Canaán, la tierra en la cual peregrinaron y habitaron como forasteros.

Éxo 6:8 Yo os llevaré a la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob. Yo os la daré en posesión. Yo Jehovah."

Núm 33:50 Entonces Jehovah habló a Moisés en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, diciendo:

Núm 33:51 "Habla a los hijos de Israel y diles: ‘Cuando hayáis cruzado el Jordán a la tierra de Canaán,

Núm 33:52 echaréis de vuestra presencia a todos los habitantes de la tierra, destruiréis todas sus esculturas, destruiréis todas sus imágenes de fundición y devastaréis todos sus lugares altos.

Núm 33:53 Tomaréis posesión de la tierra y habitaréis en ella, porque a vosotros os he dado la tierra, para que la tengáis en posesión.

Núm 33:55 "‘Pero si no echáis de delante de vosotros a los habitantes de la tierra, sucederá que los que dejéis de ellos serán como aguijones en vuestros ojos y espinas en vuestros costados, y os hostilizarán en la tierra que vosotros habéis de habitar.

¡¡Si Dios amara a todos los seres humanos entonces jamás hubiera ordenado a Israel que lucharán contra esos pueblos malvados y los expulsaran de esas tierras cananeas!!

Leamos ahora unos cuantos pasajes bíblicos donde se dice claramente que Dios odia o aborrece a todos los malvados a los cuales destruirá en el día de su ira, y si Dios los va a destruir en el fuego en el futuro significa sencillamente que no los ama:

Pro 8:13 El temor de Jehovah es aborrecer el mal. Aborrezco la soberbia, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa.

El pasaje dice bien claro que la sabiduría de Jehová es aborrecer el mal, y seguidamente dice que Jehová aborrece la soberbia, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa. Observe atentamente que el pasaje no se refiere solamente a aborrecer esos pecados, sino también a aborrecer u odiar la boca perversa, indicando así que Dios aborrece también a las personas malvadas perversas, ya que la boca nos habla de personas que hablan cosas perversas. Por lo tanto, esa doctrina de que Dios odia el pecado, pero ama al pecador es una de las mayores mentiras de Satanás absolutamente anticristiana y antibíblica.

Sal 37:9 Porque los malhechores serán destruidos, pero los que esperan en Jehovah heredarán la tierra.

Sal 37:20 Pero los impíos perecerán, y los enemigos de Jehovah serán consumidos como el sebo de los carneros; se disiparán como el humo.

El texto es bien claro. Todos los malvados serán destruidos por Dios, ellos perecerán y serán consumidos por el fuego. Por lo tanto, enseñar que Dios ama a todos los que practican el mal es una de las mayores idioteces y mentiras enseñada por millones de falsos cristianos. Si Dios los amara entonces jamás diría que los va a destruir y consumir en el fuego. Si tú amas alguien entonces no lo destruyes en el fuego.

Sal 12:3 Jehovah destruirá todos los labios lisonjeros, la lengua que habla grandezas.

Sal 37:38 Pero los transgresores serán todos juntos destruidos; la posteridad de los impíos será eliminada.

Sal 92:7 que los impíos brotan como la hierba, y que todos los que hacen iniquidad florecen para ser destruidos para siempre.

Sal 145:20 Jehovah guarda a todos los que le aman, pero destruirá a todos los impíos.

Isa 13:5 Jehovah y los instrumentos de su ira vienen de una tierra lejana, del extremo de los cielos, para destruir toda la tierra.

Zac 12:9 "En aquel día sucederá que buscaré destruir a todos los pueblos que vengan contra Jerusalén.

Mal 4:1 "Porque he aquí viene el día ardiente como un horno, y todos los arrogantes y todos los que hacen maldad serán como paja. Aquel día que vendrá los quemará y no les dejará ni raíz ni rama, ha dicho Jehovah de los Ejércitos.

Mat 10:28 No temáis a los que matan el cuerpo pero no pueden matar al alma. Más bien, temed a aquel que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno.

Apo 11:18 Las naciones se enfurecieron, pero ha venido tu ira y el tiempo de juzgar a los muertos y de dar su galardón a tus siervos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre, tanto a los pequeños como a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra."

Si Dios amara a todos los seres humanos, tal como enseñan millones de falsos cristianos al servicio de Satanás, todos esos pasajes serían falsos, ya que dicen que Dios destruirá a todos los malvados siendo quemados en el fuego y reducidos a cenizas.

El propio Jesús jamás dijo por ninguna parte la mentira satánica de que el Dios Padre y él amen a todos los seres humanos. Veamos quienes son los seres humanos que son amados por el Dios Padre y por Jesús:

Jua 14:23 Respondió Jesús y le dijo: —Si alguno me ama, mi palabra guardará. Y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos nuestra morada con él.

En ese pasaje no se dice por una parte que Dios y Cristo amen a todo el mundo, lo que Jesús dijo bien claro es que los que aman a Jesús guardarán su palabra y entonces el Dios Padre le ama a él. Si Dios amara todo el mundo entonces Jesús jamás habría dicho esas palabras, sino que habría mentido.

Jua 14:21 El que tiene mis mandamientos y los guarda, él es quien me ama. Y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.

En ese pasaje Jesús enseñó lo mismo. El que ama a Jesús es amado por el Dios Padre y Jesús le amará a él. Esto es absolutamente todo lo contrario de lo que enseñan millones de falsos cristianos y de falsos pastores de la cristiandad satánica y apostata, los cuales enseñan la mentira del diablo de que Dios y Cristo aman a todo el mundo y a todos los seres humanos tal y como son.

El propio Jesús cuando venga del cielo con gran poder y gloria a gobernar el mundo entero lanzará al lago de fuego a todos los malvados que no quisieron tener misericordia con los verdaderos cristianos atribulados y perseguidos. Leamos el pasaje:

Mat 25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria;

Mat 25:32 y todas las naciones serán reunidas delante de él. El separará los unos de los otros, como cuando el pastor separa las ovejas de los cabritos;

Mat 25:41 Entonces dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.

Si Jesús arrojará al lago de fuego a todos esos malvados significa que no los amaba, ya que cuando tú amas a una persona no la lanzas al lago de fuego para ser destruido, por lo tanto, aquellos falsos pastores y falsos evangelistas que enseñan la doctrina de demonios de que “Dios te ama tal y como eres” o “Jesús te ama” es una mentira del diablo y un falso evangelio enseñado por todos los apostatas de la fe al servicio de Satanás que se hacen pasar por ministros de Cristo.

Dios y Cristo odiarán a todos los que se dejen poner la marca de la bestia y serán atormentados con fuego y azufre delante de los santos ángeles y de Cristo, indicando así de forma irrefutable que Jesús no los amaba. Leamos el pasaje:

Apo 14:9 Y siguió otro ángel, un tercero, diciendo a gran voz: "¡Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe su marca en la frente o en la mano,

Apo 14:10 él también beberá del vino del furor de Dios que ha sido vertido puro en la copa de su ira, y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y delante del Cordero.

Apo 14:11 El humo del tormento de ellos sube para siempre jamás. Y no tienen descanso ni de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni cualquiera que recibe la marca de su nombre.

Evidentemente si el Dios Padre y Cristo amaran a todos los seres humanos tal y como son entonces todos esos seres humanos que practicaban el mal no serían arrojados al lago de fuego para ser atormentados y destruidos.

¿Entonces por qué en Juan 3:16 se dice: “porque de tal manera amó Dios al mundo”? Esto lo vamos a descifrar en el siguiente capítulo.

Millones de falsos cristianos engañados por Satanás siempre citan Juan 3:16 para enseñar la doctrina de demonios de que Dios ama a todo el mundo. Veamos como mienten y como pervierten esas palabras para su propia perdición. Leamos esas palabras escritas por el apóstol Juan, pero las vamos a leer hasta el verso 18 para que usted se dé cuenta a quien se refiere cuando ahí se utiliza la palabra "mundo":

Jua 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.

Jua 3:17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

Jua 3:18 El que cree en él no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

El apóstol Juan dijo que Dios amó al mundo, pero si seguimos leyendo verá a quienes se está refiriendo. El texto dice bien claro que se refiere a todo aquel que cree en su Hijo unigénito y que es Jesús.

La palabra “mundo” que aparece en ese pasaje no se refiere de ninguna manera a todos los habitantes del mundo, incluidos los malvados, sino solamente a los que creen en su Hijo, los cuales jamás serán condenados, sino que tendrán la vida eterna.

Pero si lee atentamente el verso 17 se dice bien clarito: “para que el mundo sea salvo por él” y evidentemente no se refiere a toda la humanidad del planeta, no se refiere de ninguna manera a todos los seres humanos, ya que millones de personas malvadas serán arrojados al lago de fuego.

Por lo tanto, el mundo que será salvo por medio de Jesús se refiere únicamente a los que creen en Jesús, tal como dice el verso 18 de forma clarísima: “el que cree en él no es condenado”.

Esto es extremadamente importante que usted lo entienda para que no sea engañado por millones de falsos cristianos, falsos pastores y falsos maestros de la cristiandad apóstata. Ese pasaje del apóstol Juan no enseña por ninguna parte que Dios ame a todo el mundo, ya que Dios y Cristo aman solamente a los que creen en estos dos dioses, tal como demostré más arriba, y para remate el verso 17 es bien claro, ya que dice que el mundo será salvo por medio de Cristo, ¡¡pero ese mundo se refiere únicamente a los que creen en Jesús!!

Este pasaje del apóstol Juan yo creo que es uno de los más falsificados y pervertidos de la forma más diabólica por toda la cristiandad falsa y apostata. Millones de falsos maestros y falsos pastores retuercen ese pasaje para hacer creer a millones de ignorantes bíblicos la mentira satánica de que Dios ama a todo el mundo, cuando resulta que el pasaje lo que enseña sencillamente es que Dios ama únicamente a los que creen en su Hijo unigénito.

Muchos millones de falsos cristianos y de falsos pastores siempre citan ciertos pasajes del apóstol Pablo para enseñar la mentira satánica de que Dios ama a todo el mundo y que Jesús entregó su vida por todo el mundo, es decir, por toda la humanidad. Veamos como mienten todos esos falsos cristianos y falsos pastores al servicio del padre de la mentira que es Satanás.

El propio Jesús dijo de forma clarísima que él entregaría su vida solamente por sus ovejas, es decir, solo por los que oyen su palabra y le siguen. Jamás enseñó Jesús esa mentira satánica de que él entregaría su vida por toda la humanidad. Leamos el pasaje:

Jua 10:11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor pone su vida por las ovejas.

Jua 10:14 Yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.

Jua 10:15 Como el Padre me conoce, yo también conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.

La cristiandad falsa y millones de falsos pastores y falsos maestros han engañado a millones de falsos cristianos.

Jesús dijo que él es el buen pastor y dijo que él entregaría su vida por sus ovejas.

Observe que Jesús jamás dijo que él entregaría su vida por el mundo entero ni por la humanidad, sino solamente por sus ovejas. ¿Y quiénes son esas ovejas de Cristo? Evidentemente las ovejas de Cristo no son los malvados. Jesús dijo bien claro quiénes son sus ovejas: son los seres humanos que conocen a Jesús, es por esas ovejas por las cuales Jesús entregó su vida. Y en el verso 26 él dijo que los que no creían en él no eran de sus ovejas. Y en el verso 27 Jesús vuelve a repetir quiénes son sus ovejas: son aquellos que oyen la voz de Jesús, el buen pastor, y Jesús les conoce y esas ovejas siguen a Jesús.

Por consiguiente, como Jesús dijo que él daría su vida solamente por sus ovejas, la doctrina de que Jesús dio su vida por toda la humanidad, por el mundo entero, es una doctrina satánica espantosa diametralmente lo contrario de lo que enseñó Jesús y que va a llevar a la condenación a millones de falsos cristianos que rechazan las palabras de Jesús y no le siguen en su doctrina.

El apóstol Pablo enseñó exactamente lo mismo, él dijo que Jesús murió por nosotros, pero cuando él hablaba de “nosotros” se estaba refiriendo solamente a los verdaderos cristianos que formamos parte de la Iglesia de Cristo. De ninguna manera se estaba refiriendo a toda la humanidad. Leamos los siguientes pasajes de Pablo:

Rom 5:8 Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

En ese pasaje Pablo solamente se refería a los verdaderos cristianos, porque dicha epístola estaba dirigida únicamente a los cristianos, no al mundo entero. Nosotros que creemos en Jesús antes de creer evidentemente éramos pecadores, pero Dios el Padre sabía perfectamente que íbamos a creer en Jesús y él, y por tanto, entregó su vida por estos pecadores que un día íbamos a creer en Jesús para formar parte de sus ovejas por las cuales Jesús entregó su vida. Citar ese pasaje de Pablo para decir que Cristo murió por toda la humanidad, por el mundo entero, es una de las mayores doctrinas de demonios enseñada por los apostatas de la fe y falsos cristianos.

Efe 5:2 y andad en amor, como Cristo también nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros como ofrenda y sacrificio en olor fragante a Dios.

Ahí la palabra “nosotros” se refiere una vez más sólo a los verdaderos cristianos. Cristo nos amó dando su vida por nosotros, por sus verdaderas ovejas.

1Ts 5:10 quien murió por nosotros para que, ya sea que velemos o sea que durmamos, vivamos juntamente con él.

En ese pasaje se enseña exactamente lo mismo. Jesús murió solamente por sus ovejas para que vivamos juntamente con él, y evidentemente el mundo entero, la humanidad entera, no vivirá con Jesús.

Tit 2:14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí mismo un pueblo propio, celoso de buenas obras.

En ese pasaje una vez más se refiere solamente a los verdaderos cristianos, a las ovejas de Cristo que oímos su voz y le seguimos, él se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad.

Gál 2:20 Con Cristo he sido juntamente crucificado; y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Ese pasaje del apóstol Pablo es impresionante. Ahí dijo bien claro que Jesús le amó a él. El texto no dice por ninguna parte que Jesús ama al mundo entero, sino que dijo que Jesús le amó a él y Jesús se entregó a sí mismo por él, es decir, Jesús dio su vida solamente por los que creemos en él, tal como creía en Jesús el apóstol Pablo. Si Cristo hubiera muerto por toda la humanidad, tal como enseñan millones de falsos cristianos al servicio del padre de la mentira, Pablo jamás habría escrito esas palabras, sino que habría dicho que Jesús amó al mundo entero y se entregó a sí mismo por toda la humanidad.

1Jn 3:16 En esto hemos conocido el amor: en que él puso su vida por nosotros. También nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.

El apóstol Juan enseñó exactamente lo mismo en ese pasaje. Él puso su vida por nosotros refiriéndose únicamente a los que creemos en Jesús. No está hablando del mundo entero por ninguna parte.

Una de las mayores doctrinas de demonios enseñada por la cristiandad falsa y apostata es enseñar que los cristianos no podemos odiar a nadie. Los falsos pastores y falsos maestros de todas esas sectas falsas siempre enseñan que odiar es pecado y que los que odiamos no podemos ser cristianos verdaderos. Veamos como mienten esos emisarios de Satanás al servicio del padre la mentira. Vamos a las Sagradas Escrituras.

En primer lugar, no hay ni un solo versículo la Biblia donde se diga que odiar sea pecado. En las Sagradas Escrituras se mencionan muchos pecados, y entre esos pecados nunca se menciona el odio, o lo que es lo mismo, el aborrecimiento. Solo un vulgar embustero e hijo del diablo puede decir que odiar es pecado.

Como ya hemos visto más arriba, en la Biblia se enseña que Dios aborrece a los malvados, los odia, y serán destruidos en el lago de fuego en el día de su ira. Por lo tanto, si odiar fuera pecado, ¡el mayor pecador del universo sería Dios el Padre y el propio Jesús!, lo cual es una espantosa blasfemia.

Veamos unos cuantos pasajes de la Biblia que mencionan el odio que tenía cierto varón de Dios por los malvados:

Sal 101:3 No pondré delante de mis ojos cosa indigna; aborrezco la obra de los que se desvían. Esta no se me pegará.

Sal 101:4 El corazón perverso será apartado de mí; no reconoceré al malo.

Sal 101:5 Al que solapadamente difama a su prójimo, a ése yo lo silenciaré; no soportaré al de ojos altaneros y de corazón arrogante.

Ese tremendo salmo es del rey David y en él dijo bien claro que él aborrecía, odiaba, la obra de los que se desvían. Alguno dirá que ese pasaje se refiere solamente a las obras de los malvados, pero no a los malvados, pero eso es una gran mentira, ya que en los versos 4 y 5 del rey David se estaba refiriendo también a las personas malvadas de corazón perverso, él no soportaba a las personas con ojos altaneros y de corazón arrogante, sino que los odiaba, los aborrecía. Y Ojito, que estas palabras las decía no cualquier hombre, sino el rey David, el cual era conforme al corazón de Dios:

Hch 13:22 Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero.

Sal 139:21 ¿Acaso no aborrezco, oh Jehovah, a los que te aborrecen y contiendo contra los que se levantan contra ti?

El rey David aborrecía, es decir, odiaba, a todos aquellos malvados que odiaban al Dios supremo de Israel, a Jehová, el Padre celestial, él los odiaba por completo y los tenía por enemigos. Por lo tanto, enseñar que odiar es pecado es una de las mayores mentiras del diablo de toda la historia introducida por millones de falsos pastores al servicio de Satanás.

Muchos embusteros y falsos cristianos siempre citan las palabras de Jesús cuando dijo: “amad a vuestros enemigos” para enseñar la mentira diabólica de que los cristianos no podemos odiar a nadie. Veamos como mienten esos embusteros al servicio de Satanás. Leamos las palabras de Jesús sobre el amor a los enemigos, pero leamos también el contexto:

Luc 6:27 "Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos y haced bien a los que os aborrecen;

Luc 6:29 Al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica.

Luc 6:30 A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no se lo vuelvas a pedir.

Luc 6:31 "Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.

Luc 6:32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que los aman.

Luc 6:33 Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores hacen lo mismo.

Luc 6:34 Y si dais prestado a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores dan prestado a los pecadores para recibir otro tanto.

Luc 6:35 "Más bien, amad a vuestros enemigos y haced bien y dad prestado sin esperar ningún provecho. Entonces vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y los perversos.

Observe bien esas palabras de Jesús y lea atentamente lo que voy a decir, porque esta es la verdadera interpretación.

1. En primer lugar, Jesús se estaba refiriendo solamente a sus discípulos, de ninguna manera se estaba refiriendo a todo el mundo.

Jesús les dijo que amemos a nuestros enemigos y hagamos el bien a los que nos aborrecen, ¡en ninguna parte dijo Jesús que no podamos odiar a los malvados!, ya que Jesús se estaba refiriendo solamente a nuestros enemigos, no a los impíos o malvados que odian a Dios.

Los enemigos nuestros son los que nos aborrecen. A estos enemigos tenemos que pagarles bien por mal y no vengarnos de ellos. Tenemos que bendecir a los que nos maldicen y orar por los que nos maltratan. El hecho de que les hagamos el bien, ¡eso no significa que no les podamos odiar!, Simplemente Jesús nos enseñó a no vengarnos de ellos, ya que la venganza es solamente de Dios, el cual pagará a cada uno según sus obras.

En el verso 31 Jesús estableció la ley de oro fundamental: así como queremos que nos traten a nosotros, así debemos también tratarles a ellos. En el verso 35 Jesús vuelve a repetir que amemos a nuestros enemigos haciéndoles el bien. Eso es lo que significa amar a nuestros enemigos: hacerles el bien.

Años después el apóstol Pablo enseñó exactamente lo mismo que Jesús sobre este tema. Leamos el pasaje:

Rom 12:19 Amados, no os venguéis vosotros mismos, sino dejad lugar a la ira de Dios, porque está escrito: Mía es la venganza; yo pagaré, dice el Señor.

Rom 12:20 Más bien, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber; pues haciendo esto, carbones encendidos amontonarás sobre su cabeza.

Observe como Pablo dijo lo mismo que Jesús, es decir, no debemos tomar la venganza por nosotros mismos, sino dejar la venganza Dios, ya que él pagará y se vengará por el mal que ellos nos hicieron. Ahora bien, el no vengarnos de nuestros enemigos eso no significa que no les podamos odiar, por supuesto que odiamos a los malvados, tal como enseña la Biblia, sin embargo, no nos vengamos de ellos haciéndoles el mal, sino que oramos por ellos para que se arrepientan haciéndoles el bien. Si nuestro enemigo tiene hambre, tenemos que darle de comer, y si tiene sed le tenemos que dar de beber, y al hacer esto se pondrán rojos de vergüenza como si tuvieran carbones encendidos encima de su cabeza. Y Pablo termina diciendo que no seamos vencidos por el mal, sino que tenemos que vencer al mal con el bien.

Por consiguiente, el verdadero significado de amar a nuestros enemigos significa sencillamente no vengarnos de ellos, sino pagarles bien por mal, dejando así la venganza y la ira a Dios, el cual se vengará de ellos. Amar a nuestros enemigos de ninguna manera significa que tengamos que amar a los malvados que odian al Dios de Israel, a este tipo de hijos del diablo enemigos del Dios de Israel tenemos que aborrecerlos, tenemos que odiarlos, tal como hacía del rey David y que vimos en los pasajes más arriba.

El Señor Jehová dijo al pueblo de Israel que amaran al prójimo como a ellos mismos, es decir, al prójimo que es semejante a ellos mismos. Vamos a leerlo:

Lev 19:18 "No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo. Más bien, amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, Jehovah.

Cuando el Antiguo Testamento habla del prójimo dentro del pueblo de Israel siempre se refiere a los propios israelitas, jamás se refiere a todo el mundo, es decir no se refiere a los extranjeros o gentiles. El prójimo para un israelita era otro israelita, vamos a leerlo:

Éxo 2:13 Al día siguiente salió otra vez, y he aquí que dos hebreos se estaban peleando. Entonces dijo al culpable: —¿Por qué golpeas a tu prójimo?

Como puede ver el pasaje dice bien claro que eran dos hebreos los que estaban peleando, es decir, eran hermanos de raza del mismo pueblo de Israel. Entonces Moisés preguntó al culpable que por qué estaba golpeando a su prójimo, es decir, estaba golpeando a otro hijo del pueblo de Israel. Esto demuestra de forma irrefutable que para los israelitas el prójimo de ninguna manera eran los egipcios y demás gentiles, sino que solamente eran los hijos de Israel.

Lev 19:16 "‘No andarás calumniando en medio de tu pueblo. "‘No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo, Jehovah.

Lev 19:17 "‘No aborrecerás en tu corazón a tu hermano. Ciertamente amonestarás a tu prójimo, para que no cargues con pecado a causa de él.

Lev 19:18 "‘No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo. Más bien, amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, Jehovah.

El pasaje bíblico anterior es claro e irrefutable, se refiere a la ley que Dios entregó a Israel y la palabra prójimo que ahí aparece se refiere solamente a los hijos del pueblo de Israel, es decir, el prójimo para un israelita era sencillamente su hermano de raza y de religión, es decir, otro israelita.

¡¡Dios jamás dijo en su ley dada al pueblo de Israel que el prójimo fueran todos los seres humanos de la tierra!!

Busque usted todos los versículos del Antiguo Testamento donde aparece la palabra “prójimo” y verá que siempre se refiere a los israelitas. El prójimo para un israelita era sencillamente otro israelita, de ninguna manera eran los gentiles. Dios jamás dijo en su santa ley esa estupidez de que los gentiles eran también el prójimo para el pueblo de Israel.

Exactamente la misma enseñanza que vemos en el Antiguo Testamento también se enseña en el Nuevo Testamento sobre el asunto del prójimo. Vamos a comprobarlo:

Jesús enseñó exactamente lo mismo que enseña el Antiguo Testamento sobre la palabra “prójimo”.

Mat 22:39 Y el segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Jesús en esas palabras estaba citando la ley de Dios, es lo mismo que aparece en Levítico 19:18, es decir, Jesús enseñaba lo mismo que dice la ley de Dios, es decir, que el prójimo son los hijos de Israel y no tiene que ver nada con los gentiles. Por consiguiente, esa doctrina de que Jesús enseñó que el prójimo son todos los seres humanos es una repugnante y perversa doctrina de demonios enseñada por falsos cristianos y falsos maestros, ya que Jesús enseñaba exactamente lo mismo que dice la ley de Dios dada por medio de Moisés al pueblo de Israel.

La enseñanza de Jesús sobre el prójimo la vemos claramente explicada en la parábola del buen samaritano, la cual vamos a leer y estudiar seguidamente.

Esta parábola de Jesús es uno de los textos bíblicos más falsificados y pervertidos por millones de falsos cristianos los cuales enseñan la mentira de que el prójimo son todos los seres humanos.

Luc 10:27 Él le respondió diciendo: —Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.

Luc 10:29 Pero él, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: —¿Y quién es mi prójimo?

Luc 10:30 Respondiendo Jesús dijo: —Cierto hombre descendía de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de ladrones, quienes le despojaron de su ropa, le hirieron y se fueron, dejándole medio muerto.

Luc 10:31 Por casualidad, descendía cierto sacerdote por aquel camino; y al verle, pasó de largo.

Luc 10:32 De igual manera, un levita también llegó al lugar; y al ir y verle, pasó de largo.

Luc 10:33 Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó cerca de él; y al verle, fue movido a misericordia.

Luc 10:34 Acercándose a él, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino. Y poniéndole sobre su propia cabalgadura, le llevó a un mesón y cuidó de él.

Luc 10:35 Al día siguiente, sacó dos denarios y los dio al mesonero diciéndole: "Cuídamelo, y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando vuelva."

Luc 10:36 ¿Cuál de estos tres te parece haber sido el prójimo de aquel que cayó en manos de ladrones?

Luc 10:37 Él dijo: —El que hizo misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: —Vé y haz tú lo mismo.

En las iglesias falsas y apóstatas nos han enseñado siempre que esa parábola de Jesús enseña que nuestro prójimo son todos los seres humanos, sin embargo, eso no lo enseña esa parábola de Jesús por ninguna parte, sencillamente millones de falsos maestros y falsos pastores han falsificado las palabras de Jesús que encontramos en esa parábola del buen samaritano. Ponga mucha atención:

1- Observe como Jesús estaba citando la ley de Dios que dice amarás a tu prójimo como a ti mismo. Más arriba ya estuvimos viendo que el prójimo para los israelitas eran solamente sus hermanos de raza y de religión, es decir, los propios israelitas.

2- Un judío religioso maestro de la ley puso a prueba a Jesús, porque él quería saber si Jesús enseñaba todo lo contrario de lo que dice la ley, entonces ese judío conocedor de la ley le preguntó a Jesús qué tenía que hacer para poseer la vida eterna. Entonces Jesús le respondió citando la ley, la cual dice que hay que amar a Dios, es decir, al Dios Padre, con todo el corazón, con toda el alma, con todas nuestras fuerzas y con toda nuestra mente, y el segundo mandamiento es amar al prójimo como a uno mismo, es decir, amar al prójimo que es semejante a uno mismo, ya que la palabra “como” es lo mismo que “semejante”.

Jesús no dijo por ninguna parte que tengamos que amar a los malvados impíos, sino que dijo que tenemos que amar al prójimo semejante a uno mismo, y ya vimos más arriba cuál es el prójimo para los israelitas, para un israelita el prójimo era sencillamente otro israelita, jamás eran los gentiles.

Por supuesto que el maestro de la ley sabía perfectamente lo que dice la ley de Dios y él sabía muy bien quién es el prójimo, tal como dice el Antiguo Testamento. Simplemente el rabino judío le hizo esa pregunta Jesús para probarle, ya que él quería saber si Jesús enseñaba lo mismo que dice la ley de Dios sobre el tema del prójimo.

4- Entonces Jesús comenzó a contar una parábola que es la del buen samaritano, y en esa parábola Jesús explicó bien claro quién es el prójimo para los judíos.

Jesús dijo que cierto hombre descendía de Jerusalén a Jericó. El hecho de que ese hombre viviera en Jerusalén significa que él era judío, de ninguna manera era un gentil pagano e idólatra, simplemente él hizo un viaje desde Jerusalén a Jericó.

Ese judío de Jerusalén en el camino hacia Jericó fue atacado por unos bandidos ladrones los cuales le robaron la ropa y le dieron una paliza y le dejaron medio muerto.

Entonces resulta que descendió también de Jerusalén a Jericó un sacerdote judío y al ver al otro judío que estaba medio muerto pasó de largo y no tuvo misericordia de él ni le ayudó. Ese sacerdote judío impío estaba quebrantando la propia ley de Moisés, la cual dice que tienen que amar al prójimo como a uno mismo, es decir, la ley de Dios dice que tienen que amar a sus propios hermanos israelitas y ayudarles, sin embargo, ese hipócrita y santurrón sacerdote judío no hizo caso a la ley de Dios y pasó completamente de largo sin ayudar a su hermano israelita que estaba medio muerto en el camino.

Entonces también pasó por el camino un levita que también era judío y al ver a su hermano judío procedente de Jerusalén tirado en el camino medio muerto también pasó de largo y no tuvo misericordia con él, por lo tanto, ese levita judío también estaba quebrantando el mandamiento de Dios al no ayudar a su hermano judío que habían dado una paliza y necesitaba ayuda, es decir, ese hipócrita levita no quiso tener misericordia con su prójimo, es decir, con su hermano de raza que también era del pueblo de Israel, y por lo tanto, el levita también estaba quebrantando la santa ley de Dios.

5- Jesús dijo entonces que por el camino apareció también otro hombre, pero este era un samaritano, y al ver al judío que habían dado la paliza y que estaba medio muerto tuvo misericordia de él, curó sus heridas y lo llevó a una posada para que reposara y se recuperara de la paliza que le dieron, dando incluso dinero al posadero para pagar su estancia.

Entonces Jesús preguntó al maestro de la ley que cuál de los tres israelitas había sido el prójimo del judío al cual habían dado la paliza. La respuesta lógica del maestro de la ley es que el prójimo fue el samaritano que había tenido misericordia de ese hombre al cual habían dado la paliza. Entonces Jesús le dijo a ese judío maestro de la ley que hiciera él lo mismo, o dicho en otras palabras, le dijo que cumpliera lo que dice la ley de amar al prójimo como a uno mismo.

6- Ahora ponga mucha atención, resulta que los samaritanos también eran israelitas.

Jesús de ninguna manera estaba hablando de un gentil pagano e idólatra, sino de un israelita habitante de Samaria, los cuales también eran hijos de Israel, la única diferencia es que los samaritanos adoraban en un templo en Gerizin, mientras que los judíos adoraban en el templo de Jerusalén (Jn.4:20), pero los samaritanos seguían la misma ley de Dios dada por medio de Moisés, por eso, entre los israelitas samaritanos y los israelitas judíos de Jerusalén había una rivalidad y enemistad, pero todos ellos descendían de Israel, formaban parte del mismo pueblo hebreo.

El samaritano de la parábola era, por tanto, un israelita que ayudó y tuvo misericordia con otro israelita que necesitaba ayuda, y por lo tanto ese buen samaritano misericordioso estaba cumpliendo perfectamente la ley de Dios cuando dice amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Si usted aún cree que los samaritanos no son también israelitas, veamos lo que dice la Wikipedia sobre el pueblo samaritano, que aún existen hoy en día en Israel. El artículo lo puede leer completo en esta dirección:

Los samaritanos (en hebreo שומרונים (Shomronim) en árabe السامريون (as-Sāmariyyūn) son un grupo étnico y religioso que se considera descendiente de las doce tribus de Israel. Hablan árabe o hebreo moderno. Para sus ceremonias religiosas utilizan el hebreo samaritano o el arameo samaritano.

Según la tradición, son descendientes de Manasés y Efraím, hijos de José.

En el año 740 a. C. los asirios conquistaron a las diez tribus de Israel. La Biblia cuenta que el pueblo original marchó al exilio (en realidad solo la élite intelectual) y fue reemplazado por gente foránea a quien se le dio cierta instrucción religiosa similar a la judía. Aunque el nuevo pueblo samaritano originado con esta mezcla, reconocía la Torá, fue despreciado por el pueblo judío. En realidad solo la élite eclesiástica e intelectual sufrió el exilio asirio. Al sustraerse del pueblo a los depositarios del saber más ortodoxo, este generó liderazgos con una tradición judaica, pero distinguida de la ortodoxia reemplazada, lo que fue explicado por las élites desarraigadas como una mezcla ilegítima.

El Memar Marqah es el texto más importante para los samaritanos, después del Pentateuco y es la fuente teológica más antigua de la tradición samaritana. Formula cinco creencias fundamentales.

Observar la Ley dada por Yahveh a Moisés. Los samaritanos son guardianes de la Ley.

El monte Garizim o Guerizín es santo, la casa de Dios (Génesis), lugar escogido por Él para su santuario, el ombligo del mundo (Jueces).

La venida del Ta'eb, el restaurador de todas las cosas, iniciará la época de la venganza y recompensa. El santuario del monte Garizim será restaurado, los impíos serán destruidos y los justos serán premiados (Deuteronomio 32:35).

Como puede ver, los samaritanos son también israelitas, guardan la ley de Dios dada por medio de Moisés, y descienden de las tribus de Efraín y Manasés, hijos de José.

Por consiguiente, el buen samaritano de la parábola era un ISRAELITA QUE ESTABA AYUDANDO A OTRO ISRAELITA, tal como Dios dice en la ley dada a Israel, de amar al prójimo como a uno mismo.

Por supuesto que el samaritano sabía que ese hombre maltratado era judío, ya que VIVÍA EN JERUSALÉN, pues él descendía del camino que va de Jerusalén a Jericó, indicando así que el hombre apaleado era un judío, sin embargo, el samaritano tuvo misericordia de él tal como enseña Dios en la ley de Moisés, mientras que los otros judíos religiosos no tuvieron misericordia de él ni le ayudaron.

7- Por lo tanto, cuando en las iglesias falsas y apóstatas citan esta parábola del buen samaritano para enseñar la mentira satánica de que el prójimo son todos los seres humanos, sencillamente están falsificando esa parábola de Jesús y enseñando algo que es todo lo contrario

de lo que enseñó Jesús y de lo que enseña la santa ley de Dios sobre el tema del prójimo.

En el siguiente capítulo vamos a ver qué es lo que enseñó el apóstol Pablo sobre este asunto del prójimo, para que vea cómo mienten las iglesias y cómo mienten millones de falsos cristianos y falsos pastores.

El apóstol Pablo enseñó exactamente lo mismo que enseña la ley de Dios sobre el tema del prójimo, y también enseñó lo mismo que enseñó Jesús, es decir, para el apóstol Pablo el prójimo es solamente el HERMANO EN LA FE, es decir, los que pertenecen a la misma familia de Dios, que es la Iglesia de Cristo. ¡¡No existe ni un solo pasaje de Pablo donde él enseñara esa patraña y doctrina de demonios de que nuestro prójimo son todos los seres humanos!!, vamos a comprobarlo:

Rom 13:8 No debáis a nadie nada, salvo el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo ha cumplido la ley.

Rom 13:9 Porque los mandamientos—no cometerás adulterio, no cometerás homicidio, no robarás, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento— se resumen en esta sentencia: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Como puede ver, Pablo escribió esa epístola SOLAMENTE A LOS HERMANOS EN LA FE, a la iglesia de Roma, de ninguna manera Pablo estaba escribiendo a todos los seres humanos del mundo, y él dijo bien claro que los hermanos en la fe hemos de amarnos los unos a los otros, y eso es lo que significa el amor al prójimo, y quien ama a sus hermanos en la fe, es decir, al prójimo, ha cumplido la ley de Dios. Pablo en ninguna parte dijo que nuestro prójimo fueran todos los seres humanos.

Rom 15:2 Cada uno de nosotros agrade a su prójimo para el bien, con miras a la edificación.

El apóstol Pablo enseñó bien claro que debemos de agradar a nuestro prójimo para el bien, con el objetivo de edificarle en la fe, indicando así que se está refiriendo solamente a los hermanos en la fe, de ninguna manera se refiere a todos los seres humanos, ni tampoco a nuestros enemigos, ya que es la Iglesia de Cristo los que somos edificados en la fe, es decir, en la verdadera doctrina.

Gál 5:13 Vosotros fuisteis llamados a la libertad, hermanos; solamente que no uséis la libertad como pretexto para la carnalidad. Más bien, servíos los unos a los otros por medio del amor,

Gál 5:14 porque toda la ley se ha resumido en un solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Gál 5:15 Pero si os mordéis y os coméis los unos a los otros, mirad que no seáis consumidos los unos por los otros.

Una vez más el apóstol Pablo estaba hablando solamente a los hermanos en la fe de las iglesias de Galacia, y les dijo que se sirvieran los unos a los otros por medio del amor y luego dijo que estos hermanos en la fe son nuestro prójimo a los que tenemos que amar.

Decir que Pablo se estaba refiriendo a todos los seres humanos del mundo cuando habló del prójimo es una repugnante y perversa doctrina satánica enseñada por millones de falsos cristianos engañados por el diablo.

Efe 4:24 y vestíos del nuevo hombre que ha sido creado a semejanza de Dios en justicia y santidad de verdad.

Efe 4:25 Por lo tanto, habiendo dejado la mentira, hablad la verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros.

Una vez más el apóstol Pablo enseñó lo mismo, nuestro prójimo son los verdaderos hermanos en la fe, pues somos miembros los unos de los otros, de ninguna manera estaba hablando de todos los seres humanos del planeta, ni tampoco de nuestros enemigos.

Por lo tanto, aquellos falsos pastores y falsos maestros que enseñan la doctrina de que el prójimo se refiere a todos los seres humanos o a nuestros enemigos están enseñando todo lo contrario de lo que enseña la Biblia, es todo lo contrario de lo que enseña Cristo y es todo lo contrario de lo que enseñó el apóstol Pablo. Sencillamente son falsos pastores engañados por Satanás, el padre de la mentira, los cuales se disfrazan como ministros de Cristo.

En este estudio bíblico ya vimos claramente lo que enseñó Jesús en la parábola del buen samaritano, dando la interpretación correcta y verdadera de esa parábola, la cual ha sido tan falsificada y pervertida por todos estos falsos maestros y falsos pastores iglesieros.

Amar al prójimo, como ya hemos visto, significa amar al próximo, es decir, al que está cercano a nosotros y que pertenece a nuestra misma fe, de ninguna manera significa que tengamos que amar a todos los seres humanos del planeta ni a los malvados enemigos nuestros.

Esto por supuesto de ninguna manera significa que tengamos que odiar a nuestros enemigos malvados, ni que tengamos que matarlos, simplemente hemos de orar por ellos para que se arrepientan y pueden alcanzar la salvación eterna, tal como enseñó Jesús (Mt. 5:44, Lc.6:27, 35).

El Señor Jesús enseñó bien claro como hemos de amar a nuestros enemigos, él se estaba refiriendo a no vengarnos de ellos y a orar por ellos para que se arrepientan. Pero Jesús jamás de los jamases enseñó esa espantosa mentira diabólica de que nuestro prójimo sean nuestros enemigos o que sean todos los seres humanos, al contrario, Jesús enseñó exactamente lo mismo que enseña la santa ley de Dios sobre el tema del prójimo, y el apóstol Pablo igualmente enseñó lo mismo que dice la ley de Dios y lo mismo que enseñó Jesús.

Por lo tanto, no se deje engañar por estos falsos pastores disfrazados de cristianos que enseñan la doctrina de demonios de que nuestro prójimo se refiere a nuestros enemigos y a todos los seres humanos, eso es una espantosa mentira diabólica enseñada por los apóstatas de la fe que rechazan la Biblia y la doctrina de Cristo.

Ya hemos visto en este librito de estudio quien es nuestro prójimo, es sencillamente nuestro hermano en la fe.

Jesús dijo a sus discípulos que nos amemos unos a otros como él nos amó, ese es el nuevo mandamiento que Jesús nos dio (Jn.13:34), y el que no ama a su hermano en la fe, a su prójimo, no es de Dios ni ha conocido a Dios, vamos a leerlo:

1Jn 4:7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.

Incluso hay falsos pastores que ODIAN o aborrecen a otros verdaderos cristianos, esos falsos ministros de Cristo y falsos cristianos son homicidas y permanecen en muerte, tal como dijo el apóstol Juan:

1Jn 3:14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.

1Jn 3:15 Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.

Por consiguiente, no es solo tener la verdadera doctrina lo que nos salvará, sino también el amor que tengamos a los verdaderos hermanos en la fe, es decir, a nuestro prójimo, pero si estamos insultando siempre a algún hermano en la fe, o le aborrecemos, tenga por seguro que usted no es un verdadero cristiano ni tampoco tendrá la vida eterna, sino que permanece en muerte y jamás podrá heredar la vida eterna en el reino de Dios.

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