Por Tito Martínez
25 de diciembre de 2020
Ampliado el 28 de diciembre de 2020
Esta es la palabra de fe que predicamos:
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
(Romanos 10:8-10).
Para oír este estudio:
¿QUÉ SIGNIFICA CONFESAR CON NUESTRA BOCA QUE JESÚS ES EL SEÑOR?
Este es el mejor estudio que existe en el mundo y que demuestra con la Biblia la existencia de los dos dioses eternos llamados Jehová, y que son el Dios Padre y su Hijo Jesucristo.
Precio: 10,97$
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ÍNDICE
1- ESTUDIO DEL
PASAJE.
2- LOS DOS JEHOVÁS MENCIONADOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.
3- EL JEHOVÁ QUE DESCENDIÓ EN EL MONTE SINAÍ HE HIZO EL PACTO CON ISRAEL FUE
JESUCRISTO.
4- EL DIOS DE LA GLORIA DE HECHOS 7:2 NO ERA EL DIOS PADRE, SINO JESUCRISTO
Es fundamental que lea en su propia Biblia todas las referencias bíblicas que aparecen en este importante estudio
1
¿Quiere usted ser salvo?
Si usted quiere ser salvo y heredar la vida eterna en el futuro, en el Reino de Dios, tiene que hacer lo que dijo el apóstol Pablo en ese pasaje de Romanos 10:8-10, es decir, tiene que confesar con su boca que JESÚS ES EL SEÑOR, y creer que Dios el Padre le resucitó de los muertos. Pablo dijo que con la boca se CONFIESA para salvación.
Ahora bien, ¿qué significa confesar con nuestra boca que Jesús es el Señor?
Ponga muchísima atención, pues de esto que le voy a explicar depende su salvación eterna.
Si usted rechaza esta gran verdad que le voy a explicar, entonces jamás se salvará, sino que se condenará.
En primer lugar voy a pegar el pasaje de Pablo juntamente con su contexto. La versión que voy a utilizar es la Reina Valera de 1960:
Rom 10:8 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:
Rom 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Rom 10:10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Rom 10:11 Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
Rom 10:12 Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;
Rom 10:13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Vamos a estudiar atentamente esas palabras de Pablo:
1- El verso 8 dice que los primeros cristianos predicaban ese mensaje, de que Jesús es EL SEÑOR, y que el Dios Padre le resucitó de entre los muertos.
2- En el verso 9 Pablo dijo que si confesamos con nuestra boca que Jesús es EL SEÑOR, y que el Dios Padre le resucitó de entre los muertos seremos salvos. Es decir, el apóstol Pablo fue bien claro, ese era el verdadero Evangelio que él y el resto de hermanos predicaban en el siglo primero. ¡¡Esto es muy diferente a lo que se predica hoy en día en el sistema iglesiero apóstata, el SIA!!
Las iglesias falsas de hoy en día predican un falso evangelio, ellos predican que para ser salvos tenemos que “aceptar a Jesús como salvador” repitiendo una oración, sin embargo, ese falso evangelio JAMÁS fue predicado por Pablo ni por ningún otro apóstol de Cristo. Romanos 10:8-13 enseña algo muy diferente de lo que hoy en día predican miles de falsos pastores y de falsos evangelistas del sistema iglesiero falso y apóstata.
Vamos a ver qué quiso decir el apóstol Pablo cuando dijo que Jesús es el Señor.
La palabra griega que ha sido traducida por “Señor” es Kúrios. Veamos el significado de esa palabra en la famosa Concordancia de Strong:
G2962
κύριος kúrios; de κῦρος kúros (supremacía); supremo en autoridad, i.e. (como sustantivo) controlador; por impl. señor (como título de respeto):-Señor, soberano, ungido, hacer, amo, Cristo, Dios, dueño.
Como puede ver, Kúrios significa SEÑOR, supremo en autoridad, soberano, amo, Dios.
Navegando un poco por Internet he encontrado esta excelente información y explicación sobre la palabra griega Kúrios:
A lo largo de la historia del pueblo israelita, el nombre de Dios ha sido venerado de tal manera, que incluso el pronunciarlo es considerado pecaminoso. El original “tetragrámaton” con que Dios se reveló a Moisés se considera demasiado sagrado. Este tetragrámaton es el conjunto de las letras YHWH (Yodh, He, Waw, He)
Así que, en lugar de pronunciar en las Escrituras el tetragrámaton, se comenzó a ocupar el término “Adonai” para referirse a Dios. “Adonai” significa “Amo”, “Señor”, “Gobernante” e incluso “mi gran Señor mío” o “mi Señor de Señores”. Cuando se requería referirse a Dios en el pueblo israelita, se refería a Él como “Adonai”
Para el año 280 a.C., se comienza a gestar un documento importante para la conservación de las Escrituras. Cabe recordar que para aquella época, tras la muerte de Alejandro Magno, la helenización y el idioma griego común (o griego koiné) cobraron una fuerza notable en todo el mundo. Es por ello, que Ptolomeo II Filadelfo, ordena la traducción de varios textos hebreos, incluida la mayor parte de lo que hoy conocemos como Antiguo Testamento. La traducción consistió en redactar del hebreo y arameo originales, al griego común. Esto se hizo con el fin de que los judíos piadosos que vivían en la diáspora y se comunicaban en griego, pudieran tener acceso a las Escrituras y cultivar su fe.
Así pues, las Escrituras fueron traducidas del hebreo y arameo, al griego, que era el idioma común de aquella época. Esta traducción se conoce como la “Septuaginta”, pues se cree que fueron 72 sabios quienes realizaron la traducción, y el número fue redondeado a 70.
Lo interesante de esta traducción, es que ahora, para referirse a Dios, se tradujo del “Adonai” hebreo al “Kurios” griego teniendo exactamente el mismo significado. “Kurios” en el griego de igual manera significa “Amo”, “Dueño” y “Señor”. Todos los pasajes del Antiguo Testamento que hacen referencia a Dios como “Adonai”, ahora, en la traducción lo denominaban “Kurios”.
Muy probablemente para tiempos del apóstol Pablo, la versión griega de las Escrituras ya estaba en amplia circulación. No es de extrañarse entonces que todo el Nuevo Testamento sea escrito originalmente en griego, puesto que era el idioma dominante en aquella época.
Así que cuando Pablo hace referencia en su carta a los Filipenses declarando “JESUCRISTO ES EL SEÑOR (Kurios)” es una declaración muy profunda. Pablo está vinculando a Jesús con el Dios del Antiguo Testamento. A quien en la antigüedad le llamaban “Adonai” y ahora le llaman “Kurios”, a Él es a quien el apóstol Pablo hace referencia. Pablo dice que Jesús mismo es el “Kurios”, es el “Señor”, es el “Adonai” de las Escrituras.
“… y nadie puede llamar a Jesús SEÑOR (Kurios), sino por el Espíritu Santo” 1era de Corintios 12:3b
“Esta es la palabra de fe que predicamos: Que si confesares con tu boca que Jesús es el SEÑOR (Kurios) y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” Romanos 10:8-9
https://ideascristianas.wordpress.com/2011/07/01/jesus-es-el-senor-kyrios/
El autor de ese excelente estudio ha dado en la diana, como voy a demostrar seguidamente.
Lo que ese autor dice es absolutamente cierto. JESÚS ES ESE DIOS MENCIONADO EN EL LLAMADO ANTIGUO TESTAMENTO, el cual bajaba del cielo y se apareció a muchos seres humanos, y cuyo nombre en hebreo arcaico parece ser que es IEVE, y que en otras versiones bíblicas lo han traducido por Jehová o por Yahweh.
Por lo tanto, cuando el apóstol Pablo dijo que para ser salvos tenemos que confesar con nuestra boca que Jesús es el SEÑOR (Kúrios) lo que estaba diciendo bien claro es que para ser salvos tenemos que confesar con nuestra boca que Jesús es ese Dios eterno mencionado en el Antiguo Testamento, el cual bajaba del cielo y se aparecía a los seres humanos.
Los que no confiesen esta gran verdad bíblica JAMÁS SE PODRÁN SALVAR.
A continuación voy a demostrar con ese mismo pasaje del apóstol Pablo en Romanos 10:8-13 que eso es precisamente lo que también enseñó el apóstol Pablo, y que hoy en día es rechazado por millones de falsos cristianos, especialmente por católicos, protestantes, los arrianos y especialmente los arrianos mal llamados “testigos de Jehová”.
3- Observe atentamente lo que dijo el apóstol Pablo en el verso 11. Él dijo que la Escritura dice: TODO AQUEL QUE EN ÉL CREYERE NO SERÁ AVERGONZADO.
Es decir, Pablo dijo que todo aquél que creyere en ESE SEÑOR JESUCRISTO jamás será avergonzado.
Pablo estaba citando Isaías 28:16, que dice lo siguiente:
Isa 28:16 por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.
Como puede ver, Pablo dijo bien claro que Jesús es esa Roca o fundamento estable mencionado en ese pasaje de Isaías en el cual hemos de creer para ser salvos.
En Hebreos 1:1-2 leemos que era Dios el PADRE quien hablaba al pueblo de Israel por medio de los profetas hebreos. Es decir, cuando por ejemplo en ese pasaje de Isaías el profeta dijo: “Así dice Jehová el Señor” era el Dios PADRE el que estaba hablando por medio del profeta Isaías, es decir, ese Dios llamado Jehová que hablaba por los profetas hebreos era el Dios supremo, el Padre celestial. Este Dios Padre HABLABA por medio de los profetas, sin embargo, el Dios que bajaba del cielo y se aparecía a los seres humanos no era el Dios Padre, por la sencilla razón de que al Dios Padre ningún ser humano le vio jamás en la tierra (Jn.1:18).
Por consiguiente, el Jehová que bajaba del cielo y se apareció a muchos seres humanos, como Adán y Eva, Abraham, Moisés, Gedeón, etc. NO ERA EL DIOS PADRE, sino que era un SEGUNDO JEHOVÁ, y que en el Antiguo Testamento es llamado EL ÁNGEL DE JEHOVÁ, y que tiene el mismo nombre que su Padre celestial: Jehová, y este segundo Jehová que bajaba a la tierra y se apareció a los seres humanos era el mismísimo Señor Jesucristo, pero esto lo veremos más adelante en el capítulo dos.
4- En el verso 12 Pablo dijo lo siguiente:
Rom 10:12 Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;
Como puede ver, Pablo dijo que Jesús es el Señor de todos, tanto de judíos como gentiles, y él es rico para todos LOS QUE LE INVOCAN, es decir, Jesús es generoso para todos los que le invocan, ya que él perdona nuestros pecados y nos salvará si le invocamos a él pidiendo el perdón y la salvación. Esto mismo es lo que hizo el apóstol Pablo cuando se bautizó en agua INVOCANDO EL NOMBRE DE JESUCRISTO:
Hch 22:14 Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca.
Hch 22:15 Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído.
Hch 22:16 Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.
Observe atentamente que Ananías le dijo a Saulo (Pablo) que se bautizara y lavara sus pecados INVOCANDO SU NOMBRE, es decir, el nombre de Jesús, el cual se apareció a Pablo, ya que el verdadero bautismo es solamente en el nombre del Señor Jesucristo, y los que se bautizaban cuando se sumergían en el agua invocaban el nombre de Jesús el Mesías para recibir el perdón de los pecados (Hch.2:38, 10:48, 19:5, Ro.6:3).
5- Seguidamente el apóstol Pablo dijo lo siguiente:
Rom 10:13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Resulta que el apóstol Pablo estaba citando este pasaje del profeta Joel:
Joe 2:31 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.
Joe 2:32 Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.
Observe atentamente como el profeta Joel habló del futuro DÍA DE JEHOVÁ, y justo antes de que venga ese terrible y gran día de Jehová el sol se oscurecerá y la luna no dará su resplandor, sino que se pondrá de color rojo.
Ahora bien, resulta que ese gran día de Jehová mencionado por Joel será el DÍA DE LA FUTURA VENIDA GLORIOSA DE CRISTO, ¡¡será el día del Señor Jesucristo cuando venga con gran poder y gloria a la tierra!! (1Co.5:5, 2Co.1:14, Filp.1:10, 2:16, 1Ts.5:2, 2Pe.3:10), y justo antes de que venga ese gran día de la venida gloriosa de Cristo el sol se escurecerá y la luna no dará su resplandor (Mt.24:29-30).
Por consiguiente, esto demuestra de forma clara e irrefutable que el Jehová mencionado por el profeta Joel será el mismísimo Señor Jesucristo.
Pero no solo eso, cuando Pablo dijo que todo aquel que invoque el nombre del Señor Jesucristo será salvo estaba citando Joel 2:32, donde se dice que todo aquél que invoque el NOMBRE DE JEHOVÁ será salvo, es decir, ¡¡Pablo estaba diciendo claramente que Jesús es ese Señor Jehová mencionado en esa tremenda profecía de Joel!!
Todos aquellos que rehúsan creer en esta gran verdad no son cristianos verdaderos y jamás serán salvos.
Por consiguiente, confesar con nuestra boca que Jesús es el Señor (el Kúrios) significa sencillamente confesar con nuestra boca que Jesús es ese eterno Señor Jehová mencionado en Joel 2 y en otros muchos pasajes del Antiguo Testamento, y si invocamos el nombre de Jesús el Mesías en el bautismo, tal como hizo el apóstol Pablo, entonces nuestros pecados son lavados y seremos salvos cuando Jesús venga a la tierra a reinar.
En este capítulo usted va a conocer la principal doctrina de toda la Biblia, la cual ha sido ocultada o deformada por todo el sistema iglesiero apóstata durante siglos.
En el anterior capítulo ya vimos como el apóstol Pablo enseñó que Jesús es el Señor, es decir, el Señor Jehová, IEVE, o Yahweh mencionado en Joel 2, al cual hemos de invocar para ser salvos.
Vimos también como el Dios supremo, el Padre celestial, habló en el pasado por medio de los profetas hebreos, y este Dios Padre también se llama Jehová.
Sin embargo, en este capítulo dos vamos a ver como las Sagradas Escrituras del llamado Antiguo Testamento enseñan de forma clara e irrefutable que el nombre de Jehová pertenece a DOS DIOSES eternos, que son el Dios Padre y su Hijo Jesús el Mesías.
El Nuevo Testamento dice que al Dios Padre ningún ser humano le vio jamás en la tierra (Jn.1:18). Jesús enseñó lo mismo, diciendo que el Padre jamás fue visto por los seres humanos (Jn.6:46).
El apóstol Juan dijo lo siguiente:
1Jn 4:12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
Y el apóstol Pablo enseñó exactamente lo mismo, diciendo que el Dios Padre es el Dios INVISIBLE, ya que ningún ser humano le vio jamás:
1Ti 6:16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno.
Col 1:15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
Por consiguiente, ES AL DIOS PADRE A QUIEN NINGÚN SER HUMANO VIO JAMÁS.
Jesús dijo bien claro que el mundo no conoció al Dios Padre (Jn.17:25), y cuando Jesús habló del mundo en ese pasaje se refería a la gente que vive en el mundo, sean justos e injustos, es decir, antes de la venida de Jesús a la tierra el mundo nunca conoció a este Dios supremo que es el Padre celestial.
En Juan 1:18 el apóstol Juan no solo dijo que a Dios el Padre nadie le vio jamás, sino que además dijo que JESÚS ES EL DIOS UNIGÉNITO QUE VINO A LA TIERRA PARA DARNOS A CONOCER AL PADRE.
Observe ese tremendo pasaje. Ahí se dice bien claro que el Dios unigénito, que es Jesús, descendió del cielo para darnos a conocer al Dios Padre, él nos reveló al Dios Padre.
Ahora bien, si usted da a conocer a una persona, significa que esa persona no se conocía antes en el mundo. Por ejemplo, si yo viajo a la China y doy a conocer mi padre a los chinos, eso significa que mi padre no era conocido en China antes de mi viaje a China. Pues exactamente lo mismo hizo Jesús, él vino al mundo para darnos a conocer al Dios supremo, el Padre celestial, por la sencilla razón de que EL MUNDO NO LE CONOCIÓ ANTES AL PADRE.
Esto tiene una enseñanza y un significado impresionante y revelador, ya que esta enseñanza de la Palabra de Dios demuestra bien claro y de forma irrefutable que el Dios llamado Jehová o IEVE que descendía del cielo y se apareció a los seres humanos, y que se dio a conocer en la época del llamado Antiguo Testamento al pueblo de Israel, NO ERA EL DIOS SUPREMO, EL PADRE CELESTIAL, es absolutamente imposible que ese Dios fuera el Dios Padre, ya que la Palabra de Dios enseña bien claro que al Padre nadie le vio jamás, el mundo nunca le conoció, y además todavía este Dios supremo, el Padre, no lo había dado a conocer Jesús, tal como he demostrado más arriba.
Por lo tanto, ¿quién era ese Dios llamado también Jehová mencionado en el Antiguo Testamento?, ¿Quién era ese Dios de Israel que fue visto por los seres humanos?, ¿Quién era ese Dios llamado Jehová que sacó a Israel de la esclavitud de Egipto?, ¿Quién era ese Dios que descendió en el Monte Sinaí e hizo el pacto con Israel entregándoles su santa ley?
¿Quién era ese Dios que habló con Moisés cara a cara? Pues ese Dios era nada más y nada menos que EL DIOS UNIGÉNITO, es decir, JESUCRISTO, el verdadero Mesías de Israel, el Hijo divino y eterno de Dios el Padre en su preexistencia divina, tal como voy a demostrar.
Recuerde que Hebreos 1:1-2 dice bien claro que era el Dios PADRE quien HABLABA al pueblo de Israel por medio de los profetas, es decir, este Dios supremo, el Padre, hablaba por medio de los profetas del pueblo de Israel, el texto de Hebreos no dice por ninguna parte que este Dios Padre descendía del cielo y se APARECÍA a los seres humanos, solamente él hablaba por medio de esos profetas hebreos. Sin embargo, el Antiguo Testamento dice muchas veces que un Dios llamado Jehová o IEVE descendía del cielo y se aparecía físicamente a ciertos seres humanos.
Este Dios llamado Jehová también es llamado EL ÁNGEL DE JEHOVÁ, es decir, ¡¡él era el enviado de un Jehová supremo e invisible que está en el cielo, y que es el Padre!!
Por lo tanto, este Señor Jehová que descendía del cielo y se aparecía a los seres humanos NO ERA EL DIOS PADRE. Aquellos falsos cristianos que enseñan que ese Dios que descendía a la tierra y se aparecía a los seres humanos era el Padre celestial están sencillamente mintiendo y rechazando de forma satánica lo que enseñan bien claro las Sagradas Escrituras.
Los primeros seres humanos que vieron a este Dios llamado Jehová fueron Adán y Eva.
El Génesis dice que este Jehová Dios descendía del cielo y se paseaba a la hora de la brisa por el jardín del Edén, y cuando Adán y Eva le vieron y oyeron sus pasos se escondieron de su presencia en medio de los árboles (Gen.3:8). Obviamente este Dios no era el Dios Padre, ya que al Padre nadie le vio jamás y el mundo nunca le conoció, como vimos más arriba.
Siglos después este mismo Dios llamado Jehová descendió una vez más del cielo, acompañado por dos ángeles, y se apareció a Abraham en el encinar de Mamre (Gen.18:1-2).
Abraham vio a este Señor Jehová y habló con él (Gén.18:3-23). Observe atentamente que el pasaje no dice por ninguna parte que Abraham estaba hablando con un “representante” de Jehová, sino que estaba hablando con un Dios llamado Jehová. Aquellos falsos cristianos que dicen que Abraham estaba hablando con un “representante de Jehová” están mintiendo descaradamente y diciendo todo lo contrario de lo que dice el texto bíblico.
Siglos después este mismo Señor Jehová se apareció a Moisés en medio de una zarza ardiente, pero esta vez se apareció como el Ángel de Jehová, es decir, como un mensajero divino y celestial enviado por un Jehová supremo que está en el cielo. Veamos lo que dice el texto:
Éxo 3:2 Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.
Éxo 3:3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.
Éxo 3:4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.
Observe lo que dice ese pasaje, porque es impresionante.
Un Ángel o mensajero divino y celestial (un malak) se apareció a Moisés en medio de una zarza ardiente. Observe que el pasaje no dice por ninguna parte que fueran dos personas divinas las que se aparecieron a Moisés en medio de la zarza ardiente, sino solo una: el Ángel de Jehová. El pasaje no menciona al Dios Padre por ninguna parte. Aquellos falsos cristianos arrianos que enseñan que fue el Dios Padre quien se apareció a Moisés en medio de la zarza están mintiendo. El texto SOLO MENCIONA AL ÁNGEL DE JEHOVÁ.
Ahora bien, resulta que el verso 4 dice bien claro quien era ese Ángel de Jehová: ¡¡era Jehová!!, es decir, a ese Ángel divino se le llama exactamente igual que al Padre celestial: Jehová.
Fíjese atentamente que el verso dos dice que quien estaba en medio de la zarza ardiente era el ÁNGEL de Jehová, y el verso 4 dice claramente que quien estaba en medio de la zarza ardiente era JEHOVÁ, ya que fue este Jehová quien le llamó a Moisés de en medio de la zarza ardiente.
Algunos falsos cristianos e hijos del diablo arrianos han falsificado este texto bíblico de forma diabólica y perversa, y se han inventado la patraña monstruosa de que quien se apareció en medio de la zarza era el Padre celestial, y que el Ángel estaba fuera de la zarza ardiente, al lado de la zarza, sin embargo, esa asquerosa mentira del diablo es todo lo contrario de lo que dice el texto bíblico, ya que en él se dice que SOLO EL ÁNGEL ESTABA EN MEDIO DE LA ZARZA ARDIENTE, y a este Ángel divino se le llama claramente Jehová, y al mismo tiempo era el enviado del Jehová supremo que está en el cielo, el Padre.
Por consiguiente, este tremendo pasaje de Éxodo 3 está enseñando de forma clara la existencia de DOS DIOSES LLAMADOS JEHOVA. Uno es el Jehová supremo, el Padre celestial, el cual envió a la tierra a un Mensajero divino suyo, el cual es su Hijo, y que tiene el mismo nombre que el Padre: JEHOVÁ.
Si seguimos leyendo este gran pasaje vemos que este mismo Ángel divino que estaba en medio de la zarza ardiente le dijo a Moisés que él se llama Jehová, y que es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob (v.6).
Este Ángel divino le dijo también a Moisés que él ha DESCENDIDO DEL CIELO, para sacar a Israel de la esclavitud de Egipto, y llevarlos a la tierra prometida (vers.7-8).
Observe atentamente que fue este Ángel divino llamado Jehová quien sacó a Israel de la esclavitud de Egipto, no fue el Dios supremo, el Padre. Esto mismo se enseña en este tremendo pasaje del libro de Jueces:
Jue 2:1 El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros,
Jue 2:2 con tal que vosotros no hagáis pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar; mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto?
Jue 2:3 Por tanto, yo también digo: No los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero.
Jue 2:4 Cuando el ángel de Jehová habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró.
Ahí lo tiene bien claro. El pasaje dice que fue el ÁNGEL de Jehová quien descendió del cielo y sacó al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto, y los llevó a la tierra prometida. Y no solo eso, sino que además ese Ángel divino dijo que FUE ÉL QUIEN HIZO EL PACTO CON EL PUEBLO DE ISRAEL, es decir, fue este Ángel quien descendió en el Sinaí e hizo el pacto con Israel entregando su ley a Moisés.
Por lo tanto, mienten todos esos falsos cristianos arrianos cuando enseñan la patraña diabólica de que fue el Dios Padre quien descendió del cielo y se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente, y de que fue el Dios Padre quien descendió en el Sinaí para entregar la ley a Israel. Nada de eso lo hizo el Dios Padre, SINO JESUCRISTO, es decir, el segundo Jehová, llamado en ese pasaje el Ángel de Jehová, y que tiene el mismo nombre que su Padre celestial, Jehová.
Ahora bien, resulta que Esteban, antes de morir apedreado por los judíos, relató ese pasaje de Éxodo 3, y él dijo bien claro quien era ese Ángel de Jehová, llamado también Jehová, que se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente. Leamos el pasaje:
Hch 7:30 Pasados cuarenta años, un ángel se le apareció en el desierto del monte Sinaí, en la llama de fuego de una zarza.
Hch 7:31 Entonces Moisés, mirando, se maravilló de la visión; y acercándose para observar, vino a él la voz del Señor:
Hch 7:32 Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob. Y Moisés, temblando, no se atrevía a mirar.
Hch 7:33 Y le dijo el Señor: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra santa.
Hch 7:34 Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su gemido, y he descendido para librarlos. Ahora, pues, ven, te enviaré a Egipto.
Hch 7:35 A este Moisés, a quien habían rechazado, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez?, a éste lo envió Dios como gobernante y libertador por mano del ángel que se le apareció en la zarza.
Observe como Esteban dijo que fue el ÁNGEL quien se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente. Es decir, Esteban jamás dijo la patraña de que fue el Dios Padre quien estaba en medio de la zarza ardiente, sino que era EL SEÑOR quien estaba en medio de la zarza ardiente. Es decir, Esteban claramente llamó el Señor a ese Ángel divino que estaba en medio de la zarza ardiente hablando con Moisés.
Ahora bien, ¿y quien es EL SEÑOR?, ¿a quién llamaban el Señor los primeros cristianos?, ¡¡solamente a JESUCRISTO!! (1Co.8:6, Ro.10:8-13, Filp.2:11, etc.).
Por consiguiente, ¡¡Esteban enseñó bien claro que ese Ángel divino llamado Jehová que se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente era solamente JESUCRISTO, el Dios unigénito mencionado en Juan 1:18!!
Veamos otro tremendo pasaje donde se mencionan claramente a los dos dioses eternos llamados Jehová. Vamos a Génesis 18 y 19.
Gén 18:1 Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.
Gén 18:2 Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra.
Como puede ver, el texto dice que se le APARECIÓ JEHOVÁ en el encinar de Mamre, y vino a la tierra acompañado por dos ángeles. Observe que el texto no dice que era un “representante de Jehová”, sino que le llama Jehová.
Una aparición es una manifestación visible, es decir, Abraham VIO a este Dios llamado Jehová, no existen apariciones invisibles. Ahora bien, en Juan 1:18 y en otros pasajes se dice que a Dios el Padre NADIE LE VIO JAMÁS, por lo tanto, es totalmente imposible que ese Jehová visto por Abraham fuera el Dios Padre, con lo cual se demuestra de forma clara la existencia de los dos dioses llamados Jehová. Los falsos cristianos arrianos están mintiendo como hijos del diablo cuando enseñan que ese Jehová que se apareció a Abraham era el Dios Padre.
En todo el capítulo 18 vemos como Abraham estuvo hablando con ese Jehová, y después este Dios llamado Jehová se marchó para destruir las ciudades de Sodoma y Gomorra, mientras que los dos ángeles que le acompañaron a ese Jehová se fueron a Sodoma a rescatar al sobrino de Abraham, Lot (Gen.18:33, 19:1).
Y ahora observe atentamente lo que dice Génesis 19:24 sobre este Dios llamado Jehová:
Gén 19:24 Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos.
Ese pasaje es tan claro e irrefutable que algunos hijos del diablo lo que han hecho es falsificar de forma satánica ese pasaje y lo han traducido de forma perversa y retorcida, sin embargo, esa traducción que vierte la Reina Valera y otras versiones es la correcta.
En dicho pasaje SE MENCIONAN LITERALMENTE A LOS DOS DIOSES LLAMADOS JEHOVÁ.
El primer Jehová es el que descendió del cielo acompañado por los dos ángeles y estuvo hablando físicamente con Abraham, y el otro Jehová es el Dios supremo que está en el cielo, es decir, es el Dios Padre.
Ese Jehová que estaba en la tierra hizo llover sobre Sodoma y Gomorra fuego y azufre DE PARTE DEL JEHOVÁ QUE ESTÁ EN EL CIELO. Ahí tiene bien claro a los dos Jehovás. Uno es el Jehová que bajaba a la tierra y se aparecía a los seres humanos, y el otro Jehová es el Dios supremo e invisible, al cual ningún ser humano vio jamás en la tierra.
Los herejes que niegan esta gran verdad bíblica de los dos Jehovás eternos, que son el Padre y el Hijo, siempre citan la Sema hebrea de Deuteronomio 6:4 y otros pasajes más, sin embargo, esos herejes no entienden esos pasajes bíblicos, ya que en ninguno de ellos se dice que solo exista un Dios llamado Jehová.
En el pasaje de Deuteronomio 6:4-5 se dice lo siguiente:
Deu 6:4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
Deu 6:5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Observe que ese pasaje no dice por ninguna parte que SOLO exista un Jehová. ¡¡La palabra “solo” no aparece por ninguna parte!! Lo que dice el texto es que ese Dios llamado Jehová es UNO. Otras versiones utilizan la palabra ÚNICO, ya que se puede traducir de las dos maneras, es decir, ese Jehová es un Dios único, y es uno, porque no hay otro Dios como ese Jehová, él es el Dios SUPREMO.
No es lo mismo decir que solo hay un Jehová, que decir que ese Jehová es ÚNICO, son dos cosas muy diferentes. Por ejemplo, Jesús es el Hijo de Dios ÚNICO (Jn.1:18, 3:16), sin embargo, eso de ninguna manera significa que SOLO exista un hijo de Dios en el Universo, ya que el Dios Padre tiene millones de hijos suyos, ya sean ángeles o los seres humanos.
Jesús es el Hijo ÚNICO de Dios porque él es el Hijo más querido y predilecto, no existe otro Hijo de Dios como Jesús. Exactamente el mismo significado tiene la palabra “único” en la Sema hebrea. Ese Dios supremo llamado Jehová es un Dios ÚNICO y UNO, porque él es el Dios supremo, el Dios más grande, ¡¡pero sin negar la existencia de más dioses!!
¿Y quien es ese Dios supremo y único mencionado en la Sema?, ¡¡es el PADRE celestial!!
El propio Jesús citó también la Sema, y dijo que ese Dios único es el PADRE CELESTIAL (Mr.12:28-33). Jesús dijo que el Padre es el ÚNICO Dios verdadero, siendo Jesús el enviado del Padre y el Mesías de Israel (Jn.17:3)El apóstol Pablo también dijo que ese Dios único es el Padre celestial, del cual proceden todas las cosas (1Co.8:4, 6, 1Tm.2.5). En muchas malas traducciones han metido la palabra “solo” en esos dos pasajes, y esa palabra “solo” no se encuentra en ningún manuscrito griego, sin embargo, Pablo jamás dijo que SOLO exista un Dios, lo que él dijo es que tenemos un Dios Padre, es decir, el Padre es un Dios único, porque no existe otro Dios como él, es un Dios supremo, pero Pablo jamás negó la existencia de otros muchos dioses inferiores al Padre.
Por lo tanto, el Jehová único mencionado en la Sema hebrea es solamente el Padre celestial, ¡¡pero el texto no dice que SOLO exista un Dios llamado Jehová!!, pues como ya he demostrado más arriba la Biblia lo que enseña bien claro es la existencia de dos dioses eternos llamados Jehová, el primer Jehová es el Dios Padre, el Dios supremo e invisible, al cual ningún ser humano vio jamás en la tierra, y el segundo Jehová es el que descendía a la tierra y se aparecía a los seres humanos, y ese segundo Jehová ya he demostrado que era el mismísimo Señor Jesucristo en su preexistencia divina, el cual se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente y luego este mismo Dios llamado Jehová sacó al pueblo de Israel de la tierra de Egipto y los llevó a la tierra prometida.
Este segundo Jehová es llamado en el Antiguo Testamento el ÁNGEL de Jehová, por la sencilla razón de que él es el principal MENSAJERO (Malak) enviado por el Padre celestial. Él es el ÁNGEL DEL PACTO, pues fue este Mensajero o Ángel divino, que es Jesús, quien descendió del cielo, en el Sinaí, e hizo el pacto en la ley con el pueblo de Israel:
Mal 3:1 He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Jue 2:1 El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros.
Ahí lo tiene bien claro: ese Ángel divino es el Ángel del pacto el cual se llama Jehová de los ejércitos, y él sacó a Israel de la esclavitud de Egipto y fue este Ángel divino quien hizo el pacto con Israel en el Sinaí, y fue este Ángel del pacto quien siglos después vino a la tierra en forma de hombre y entró en el templo de Jerusalén, ¡¡y resulta que esta profecía la cumplió el Señor JESUCRISTO!!
Observe atentamente como en Malaquías 3:1 está hablando este Señor Jehová de los ejércitos, y dijo que él enviaría a su mensajero que prepararía el camino delante de él , y este mismo Jehová es llamado el Ángel del pacto. Pues bien, resulta que ese mensajero enviado por este Jehová fue Juan el bautizador, EL CUAL PREPARÓ EL CAMINO PARA JESUCRISTO (Mt.3:3). Con lo cual se demuestra de forma irrefutable que el Señor Jehová de los ejércitos mencionado en Malaquías 3:3 es solamente el Señor Jesucristo, el Ángel del pacto, y este Señor Jehová, que es Jesús, es el Mensajero divino y el enviado de un Jehová supremo e invisible que es el Padre celestial. ¡¡Esta es la principal doctrina de toda la Biblia!!, y aquellos que niegan esta gran verdad bíblica de los dos dioses eternos llamados Jehová sencillamente no son cristianos verdaderos ni creen en la Biblia, sin embargo, esta gran verdad ahora usted la está conociendo por medio de este librito de estudio.
Siglos después este mismo Jehová, que es Jesucristo, descendió una vez más del cielo y se apareció a Moisés en el Sinaí, y estuvo hablando con Moisés CARA A CARA, leamos el pasaje:
Éxo 33:9 Cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía y se ponía a la puerta del tabernáculo, y Jehová hablaba con Moisés.
Éxo 33:10 Y viendo todo el pueblo la columna de nube que estaba a la puerta del tabernáculo, se levantaba cada uno a la puerta de su tienda y adoraba.
Éxo 33:11 Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.
Como puede ver, ese Señor Jehová viajaba dentro de esa columna de nube, que era una nave voladora celestial en forma de columna gigantesca, entonces este Señor Jehová salía de esa nube voladora y hablaba con Moisés CARA A CARA, como cualquiera habla con su compañero, es decir, se veían el rostro el uno al otro, pues eso es lo que significa esa expresión de ver “cara a cara” (2Cro.25:21, 1Co.13:12, Gal.2:11, 2Jn.1:12). Por lo tanto, cuando los falsos cristianos arrianos enseñan que esa expresión significa que Moisés tenía comunión que ese Señor Jehová están mintiendo, ya que dicha expresión significa siempre en la Biblia verse el rostro el uno al otro de forma física. Pero como al Dios Padre ningún ser humano le vio jamás (Jn.1:18), entonces resulta que ese Jehová que bajó del cielo y hablaba con Moisés cara a cara no era el Dios Padre, sino el segundo Jehová. Por lo tanto, mienten descaradamente todos los falsos cristianos arrianos cuando enseñan la patraña que ese Jehová que estaba dentro de esa columna de nube era el Dios Padre, y mienten cuando dicen que era el Padre quien hablaba cara a cara con Moisés.
Observe ahora como en el verso 18 Moisés le rogó a este Señor Jehová que le mostrara su gloria, es decir, su resplandor divino, y entonces este Señor Jehová le mostró su rostro glorioso a Moisés, y entonces Moisés ya no pudo ver el rostro resplandeciente de este Señor Jehová, pero sí que pudo ver su espalda (Ex.33:18-23).
Por lo tanto, Moisés sí que pudo ver el rostro físico de este Señor Jehová, lo que no pudo ver Moisés es el rostro glorioso o resplandeciente de este Señor Jehová, con lo cual se demuestra una vez más de forma clara e irrefutable la existencia de estos dos dioses eternos llamados Jehová, y que son el Dios supremo, el Padre, y su Hijo Jesucristo, la doctrina más importante de toda la Biblia.
Veamos otro pasaje bíblico donde una vez más se mencionan a los dos dioses eternos llamados Jehová:
Vamos a leer Génesis 16:7-14, para ver que este Dios llamado Jehová también descendió del cielo y se apareció a Agar. La versión que utilizaré es la Reina Valera de 1995:
Gén 16:7 La halló el Ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur.
Gén 16:8 Y le dijo:
--Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes y a dónde vas?
Ella respondió:
--Huyo de delante de Sarai, mi señora.
Gén 16:9 Le dijo el Ángel de Jehová:
--Vuélvete a tu señora y ponte sumisa bajo su mano.
Gén 16:10 Le dijo también el Ángel de Jehová:
--Multiplicaré tanto tu descendencia, que por ser tanta no podrá ser contada.
Gén 16:11 Y añadió el Ángel de Jehová:
--Has concebido y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Ismael porque Jehová ha oído tu aflicción.
Gén 16:12 Será un hombre fiero, su mano se levantará contra todos y la mano de todos contra él;
y habitará delante de todos sus hermanos.
Gén 16:13 Entonces dio Agar a Jehová, que hablaba con ella, el nombre de: "Tú eres el Dios que me ve", porque dijo: "¿Acaso no he visto aquí al que me ve?"
Gén 16:14 Por lo cual llamó al pozo: "Pozo del Viviente-que-me-ve". Este pozo está entre Cades y Bered.
Observe como el Ángel de Jehová se apareció a Agar. Este Ángel era el Mensajero divino y especial que descendía a la tierra y se aparecía a los seres humanos, y este mismo Mensajero divino también se llama Jehová.
Ahora bien, si se fija bien, en el verso 13 se dice bien claro que quien hablaba con Agar era Jehová, y Agar llamó a este mensajero divino “el Dios que me ve”. Este Dios es un Dios viviente, es decir, eterno, y evidentemente este Dios que se apareció a Agar no era el Dios Padre, pues al Padre celestial ningún ser humano le vio jamás en la tierra. Este Dios viviente solo podía ser Jesucristo en su preexistencia divina, ya que Jesús también es un Dios viviente, pues Él VIVE POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS:
Apo 1:17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;
Apo 1:18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
Aquellos falsos cristianos arrianos que enseñan que Jesús no es un Dios viviente sencillamente están al servicio de Satanás, el Padre de la mentira, y no creen en Jesús.
Ahora bien, el Dios Padre es el Dios viviente SUPREMO, y Jesús es el segundo Dios viviente subordinado al Padre, y este segundo Dios también es eterno como el Padre, ya que vive por los siglos de los siglos.
Esto demuestra de forma clara e irrefutable que ese Ángel divino y celestial que descendió del cielo y se apareció a Agar se llama también Jehová, pues era este Ángel especial quien estaba hablando con Agar, y en el verso 13 se dice que era Jehová quien estaba hablando con ella. Este pasaje demuestra de la forma más clara una vez más que hay dos dioses eternos llamados Jehová, uno es el Jehová supremo e invisible que está en el cielo, y que es el Padre celestial, y el segundo Jehová era el que descendía a la tierra y se aparecía a ciertos seres humanos con el nombre de “el Ángel de Jehová”.
Este mismo segundo Dios llamado Jehová también descendió del cielo a la tierra y se apareció a Jacob, y además luchó con él. Vamos a leer el pasaje:
Gén 32:24 Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.
Gén 32:25 Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.
Gén 32:26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.
Gén 32:27 Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.
Gén 32:28 Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
Gén 32:29 Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.
Gén 32:30 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.
Como puede ver, el pasaje dice bien claro que Jacob luchó con un varón, y el verso 28 a este varón celestial se le llama DIOS, y el verso 30 dice que Jacob VIO A DIOS CARA A CARA.
Este Dios que bajó del cielo obviamente no era el Dios supremo, el Padre celestial, ya que al Padre nadie le vio jamás, por lo tanto, era un segundo Dios que bajó a la tierra en forma de varón angelical y se apareció a Jacob. Por lo tanto, esa doctrina arriana de que Jacob vio al Dios Padre cara a cara es una gran mentira, ya que el Dios Padre jamás fue visto por ningún ser humano en la tierra, como ya demostré más arriba.
Leamos ahora este impresionante pasaje:
"Y me dijo EL ÁNGEL DE DIOS en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí. Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho. YO SOY EL DIOS DE BET-EL, DONDE TÚ UNGISTE LA PIEDRA, Y DONDE ME HICISTE UN VOTO" (Gen.31:11-13).
En el anterior pasaje el ÁNGEL DE DIOS, o Ángel de Jehová, se aparece en sueños a Jacob, y le dice nada más y nada menos que él es EL DIOS DE BETEL, es decir, el Dios que se apareció a Jacob en sueños. Ahora bien, ¿quién era ese "Dios de Betel"? Pues leamos Génesis 28:10-22:
"Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquél paraje y puso su cabecera, y se acostó en aquél lugar. Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y HE AQUÍ, JEHOVÁ ESTABA EN LO ALTO DE ELLA, el cual dijo: Yo soy JEHOVÁ, el Dios de Abraham tu Padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré ti y tu descendencia. Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente y al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. He aquí Yo estoy contigo, y te guardaré por doquiera que fueres, volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía. Y tuvo miedo, y dijo: !Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios (Beth-El), y puerta del cielo. Y se levantó Jacob de mañana, y TOMÓ LA PIEDRA QUE HABÍA PUESTO DE CABECERA, Y LA ALZÓ POR SEÑAL, Y DERRAMÓ ACEITE ENCIMA DE ELLA. Y LLAMÓ EL NOMBRE DE AQUÉL LUGAR BET-EL, aunque Luz era el nombre de la ciudad primero. E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, JEHOVÁ será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti."
El anterior pasaje es realmente impresionante.
Como vimos, fue el ÁNGEL DE JEHOVÁ quien se apareció a Jacob en sueños (Gen.31:11), y entonces este Ángel le dijo a Jacob que ÉL ERA EL DIOS DE BETEL, al cual Jacob le hizo un voto (Gen.31:13), pero resulta que este Dios de Betel era JEHOVÁ (Gen.28:13), lo cual demuestra una vez más que el Ángel de Jehová se llamaba también Jehová, es decir, el pasaje está mencionando a DOS ENTIDADES O PERSONAS DIVINAS LAS CUALES SE LLAMAN IGUAL: JEHOVÁ.
Años después Jacob luchó con un Varón, el cual era DIOS MISMO (Gen.32:25-30).
Jacob lucha contra un Varón celestial al cual se le llama Dios.
Ahora bien, este Dios con el que luchó Jacob no era el Jehová supremo, el Padre celestial, ¡¡sino el ÁNGEL DE JEHOVÁ!!, ¿cómo sabemos esto? lo sabemos por lo que dijo siglos después el profeta Oseas:
"En el seno materno (Jacob) suplantó a su hermano, y cuando adulto peleó con Dios. LUCHÓ CON EL ÁNGEL Y LE PUDO, lloró y le imploró gracia." (Oseas 12:4-6).
Por consiguiente, ese Varón celestial con el cual luchó Jacob era el Ángel de Jehová, y este Ángel de Jehová es llamado DIOS (Gen.32:28). Por lo tanto, ¡aquí tenemos una vez más a los DOS DIOSES ETERNOS CON EL MISMO NOMBRE: JEHOVÁ.
Era el Ángel de Jehová quien descendía del cielo y se aparecía en forma humana a los seres humanos.
Que el Dios de Jacob era el ÁNGEL de Jehová, o Ángel libertador, lo leemos claramente en estas tremendas palabras de Jacob:
"Y bendijo (Jacob) a José, diciendo: el Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día, EL ÁNGEL que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes..." (Gen.48:15-16).
Observe como primero Jacob le llama "el Dios", y seguidamente le llama "EL ÁNGEL que me liberta", lo cual demuestra sin ninguna duda que ese Ángel de Jehová era el Dios de Jacob, y a su vez, este Ángel divino era el ENVIADO Y MENSAJERO de un Jehová supremo e invisible que está en el cielo, y que es el Padre celestial.
Y ahora vamos a ver un pasaje impresionante que demuestra sin ninguna duda que ese Jehová que descendía del cielo y se aparecía a los seres humanos no era el Dios supremo, el Padre celestial, sino que era Jesucristo, el Hijo del hombre. El texto es el siguiente:
Éxo 15:2 Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré.
Éxo 15:3 Jehová es varón de guerra; Jehová es su nombre.
El texto es claro como el agua pura. Ahí se dice que ese Señor Jehová que sacó a Israel de la esclavitud de Egipto ES UN VARÓN DE GUERRA, es decir, ¡¡es un HOMBRE!!, pero es un Hombre celestial.
No existe ni un solo pasaje en la Biblia donde se diga que el Dios Padre es un hombre, al contrario, en Números 23:19 leemos que Dios no es un hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta, es decir, que DIOS EL PADRE NO ES UN HOMBRE, sin embargo, el Señor Jehová que descendió del cielo y sacó a Israel de Egipto sí que es un hombre, pero es un hombre celestial y divino. Por consiguiente, el Señor Jehová que descendía del cielo y se aparecía a los seres humanos no era el Dios Padre, sino que solamente era JESUCRISTO, el cual es un HOMBRE, un varón de guerra que volverá del cielo con gran poder y gloria para destruir a todos sus enemigos y reinar sobre el mundo entero (1Tm.2:5, Ap.19:11-16).
Por lo tanto, aquellos mentirosos arrianos que enseñan que fue el Dios Padre quien descendió del cielo a la tierra he hizo el pacto con Israel están mintiendo de la forma más descarada, y enseñando todo lo contrario de lo que dicen esos pasajes bíblicos, ya que el único que descendió del cielo fue el Ángel divino, el cual tiene el mismo nombre que su Padre celestial: Jehová, ya que el nombre del Padre está en este Ángel divino, vamos a leerlo:
Éxo 23:20 He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.
Éxo 23:21 Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.
Éxo 23:22 Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.
Éxo 23:23 Porque mi Ángel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir.
En ese pasaje era el Dios supremo, el Padre, quien estaba hablando desde el cielo, y dijo que él enviaría a su Ángel delante del pueblo de Israel, para sacarlos de Egipto. Y en el verso 21 Dios el Padre dijo que SU NOMBRE ESTÁ EN ESTE ÁNGEL DIVINO, o dicho en otras palabras, el nombre del Padre también lo tiene este Ángel divino, los dos se llaman igual: Jehová.
Observe que el texto no dice que Dios le ha DADO su nombre a este Ángel divino, sino que dice que su nombre ESTÁ EN ÉL.
La Biblia jamás dice que Dios el Padre dio su nombre a este Ángel divino, sino que dicho nombre está en este Ángel celestial y divino.
La palabra hebrea que ha sido traducida por “nombre” en ese pasaje es “Shem”. Veamos su significado en la Concordancia de Strong:
H8034
שֵׁם shem; palabra prim. [tal vez más bien de 7760 mediante la idea de def. y posición conspicua; comp. 8064]; apelación, como marca o memorial de individualidad; por impl. honor, autoridad, carácter:-célebre, conocido, fama, famoso, ilustre, lista, nombrar, nombre, renombre.
Como puede ver, esa palabra hebrea significa AUTORIDAD, Y TAMBIÉN NOMBRE. Es decir, ese Ángel divino enviado por el Padre no solo tendría la AUTORIDAD delegada por el Dios supremo, el Padre celestial, sino que además tiene el mismo NOMBRE que su Padre celestial, los dos dioses se llaman igual: Jehová. Decir que esa palabra hebrea significa solamente “autoridad” es por tanto mentira, ya que significa mucho más, significa que ese Mensajero celestial y divino enviado por el Padre tiene su mismo nombre, ¡¡los dos dioses eternos se llaman Jehová‼, y era este segundo Jehová el único que descendía del cielo a la tierra y se aparecía visiblemente a los seres humanos, y fue él quien sacó a Israel de la esclavitud de Egipto para guiarlos a la tierra prometida.
Fíjese ahora lo que dice el verso 12, ponga mucha atención:
Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.
Observe que era el ÁNGEL de Jehová quien estaba hablando desde en medio de la zarza ardiente con Moisés, y le dijo que cuando salieran de Egipto ellos servirían A DIOS en ese monte. El Ángel divino no dijo que le servirían a él, sino a Dios, es decir, AL DIOS SUPREMO que envió a este Ángel divino para sacarlos de la esclavitud de Egipto.
Este es otro pasaje que demuestra claramente la existencia de estos dos dioses eternos llamados Jehová. El primer Jehová es el Padre celestial al cual ningún ser humano vio jamás y que el mundo nunca conoció, y el segundo Jehová era este Ángel o Mensajero divino que descendió del cielo a la tierra para sacar a Israel de la esclavitud de Egipto, y fue este mismo Ángel llamado también Jehová quien hizo el pacto con el pueblo de Israel en el monte Sinaí (Jue.2:1). Observe que el texto dice bien claro que fue ese Ángel divino que descendió del cielo quien hizo ese pacto con Israel en el Sinaí, ¡¡no fue el Dios supremo, el Padre!!
En Éxodo 3:6 este mismo Ángel que se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente dijo que él es el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, lo cual demuestra una vez más que a este Ángel especial se le llama también Dios, o dicho en otras palabras, EL PUEBLO DE ISRAEL TIENE DOS DIOSES, el Dios supremo que es el Padre celestial, y que se llama Jehová, el cual jamás fue visto por ningún ser humano en la tierra, y el segundo Dios, que es este Ángel divino, y que también se llama Jehová, y que era quien descendía del cielo y se aparecía a los seres humanos. Fue este segundo Jehová quien sacó a Israel de la esclavitud de Egipto y quien descendió físicamente sobre el monte Sinaí para hacer el pacto en la ley con el pueblo de Israel.
En los versos 13 al 16 sigue hablando este Ángel divino que estaba en medio de la zarza ardiente y le dijo a Moisés que él es el YO SOY, y también le dijo que se llama Jehová. Pues bien, veamos quien es este Dios que se apareció a Moisés y que dice llamarse YO SOY.
Esta expresión de “YO SOY” nos habla de ETERNIDAD. Significa que él siempre ha existido, es decir, que ÉL ES EL MISMO AYER, HOY Y POR LOS SIGLOS.
Pues bien, veamos ahora en el Nuevo Testamento quien es el eterno YO SOY:
Jua 8:24 Por esto os dije que moriréis en vuestros pecados; porque a menos que creáis que YO SOY, en vuestros pecados moriréis.
Jua 8:28 Entonces Jesús les dijo: —Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces entenderéis que YO SOY, y que nada hago de mí mismo; sino que estas cosas hablo, así como el Padre me enseñó.
Jua 8:58 Les dijo Jesús: —De cierto, de cierto os digo que antes que Abraham existiera, YO SOY.
Jua 8:59 Entonces tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo.
Jua 13:19 Desde ahora os lo digo, antes de que suceda, para que cuando suceda, creáis que YO SOY.
Jua 18:5 Le contestaron: —A Jesús de Nazaret. Les dijo Jesús: —YO SOY. Estaba también con ellos Judas, el que le entregaba.
Jua 18:6 Cuando les dijo, "Yo soy," retrocedieron atrás y cayeron a tierra.
Heb 1:10 Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos.
Heb 1:11 Ellos perecerán, pero tú permaneces; todos ellos se envejecerán como un vestido.
Heb 1:12 Como a manto los enrollarás, y serán cambiados como vestido. Pero tú eres el mismo, y tus años no se acabarán.
Heb 13:8 ¡Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos!
Ahí lo tiene, más claro no puede ser: ¡¡JESUCRISTO ES EL ETERNO YO SOY!!, fue él quien se apareció a Moisés en medio de la zarza, y quien después en otras ocasiones hablaba con Moisés cara a cara (Ex.33:11, Num.12:8).
Los judíos religiosos como los fariseos sabían perfectamente quien era el YO SOY, así como el significado de esa expresión, ¡¡por eso es que cuando Jesús les dijo YO SOY estos judíos malvados se enrabietaron y tomaron piedras para intentar matarlo!!, porque sencillamente Jesús se estaba identificando con el eterno Jehová de los ejércitos, el YO SOY.
Recuerde que la expresión "yo soy" indica eternidad, por eso es que Jesús dijo que antes de que Abraham existiera, YO SOY, indicando así Jesús que él es eterno, y que él ya existía antes de que existiera Abraham, y que él mismo es el señor Jehová de los ejércitos.
Pero no solo eso, ¡¡Jesús dijo bien claro que para ser salvos hemos de creer que él es EL ETERNO YO SOY!!, si no creemos que él es el YO SOY, entonces moriremos en nuestros pecados, dijo bien claro Jesús.
El pasaje de Juan 18:6 es tremendamente interesante, pues dice que cuando Jesús les dijo YO SOY, entonces esos judíos malvados retrocedieron y cayeron en tierra, ¡¡una fuerza sobrenatural les hizo caer al suelo al oír esa expresión divina de Jesús!!, sencillamente Jesús estaba diciendo exactamente la misma expresión que él mismo le dijo a Moisés cuando se apareció a él en medio de la zarza ardiente.
En el pasaje de Hebreos 1:10-12 se está hablando del Hijo, de Jesús, y se enseña bien claro que él es eterno, él fundó la tierra y los cielos son obra de sus manos y el pasaje dice que él PEMANECE PARA SIEMPRE, y sus años no acabarán, ¡¡y esto es precisamente lo que significa la expresión "yo soy"!!, significa que Jesús es ETERNO, que él permanece para siempre, que es inmutable y es el mismo por siempre.
El pasaje de hebreos 13:8 lo dice bien claro: ¡¡este Dios eterno, que permanece para siempre, ES JESUCRISTO, EL CUAL ES EL MISMO AYER, HOY Y POR LOS SIGLOS, es decir, él es un Dios ETERNO, jamás tuvo principio y jamás tendrá fin, de la misma manera que el Dios supremo, el Padre, el cual también es eterno.
Los falsos cristianos arrianos e hijos del diablo que niegan la eternidad de Jesucristo, y que niegan que él es el Señor Jehová de los ejércitos mencionado en esos pasajes del Antiguo Testamento sencillamente JAMÁS SE SALVARÁN. ¡¡Por eso es que Satanás introdujo el maldito arrianismo en el siglo 4!!, el mismo arrianismo satánico que dividió y aun divide a los que nos llamamos "cristianos", separando a los cristianos verdaderos de los cristianos falsos.
Los cristianos verdaderos creemos que Jesús es ese eterno Jehová de los ejércitos que descendía del cielo y se aparecía a los seres humanos, y fue él quien descendió sobre el Monte Sinaí e hizo el pacto en la ley con el pueblo de Israel, ¡¡pero los falsos cristianos arrianos y apostatas rechazan esta gran verdad bíblica!!
En el capítulo siguiente, el 4, sigue hablando este Ángel divino que descendió del cielo y se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente, y mire lo que dijo:
Éxo 4:1 Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha APARECIDO JEHOVÁ.
Éxo 4:5 Por esto creerán que se te ha APARECIDO JEHOVÁ, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. (Versión Reina Valera 1960).
Como puede ver, por dos veces se repite que fue Jehová quien se le apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente, es decir, se dejó ver, ya que no existen apariciones invisibles. Pero como el Nuevo Testamento dice bien claro que a Dios el Padre nadie le vio jamás, y que el mundo jamás conoció al Dios supremo, el Padre, entonces este Señor Jehová que se apareció a Moisés es absolutamente IMPOSIBLE que fuera el Dios Padre, sino que era el SEGUNDO Jehová, el Ángel de Jehová, y que como ya he demostrado era el mismísimo Señor Jesucristo en su preexistencia divina.
Para ser salvos hemos de confesar con nuestra boca esta gran verdad, que Jesucristo es el eterno Señor Jehová de los ejércitos que descendía del cielo y se aparecía a los seres humanos. Fue Jesús mismo, el Ángel del pacto, quien descendió del cielo y se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente, y fue él quien sacó a Israel de la esclavitud de Egipto, ¡¡y esto es lo que tenemos que confesar con nuestra boca para poder ser salvos y tener la vida eterna!!, sin embargo, LOS FALSOS CRISTIANOS ARRIANOS RECHAZAN ESTA GRAN VERDAD BIBLICA, la pisotean como auténticos hijos del diablo, ellos no confiesan con su boca que Jesús es este eterno Señor Jehová de los ejércitos que se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente, y por lo tanto, ¡¡jamás podrán ser salvos!!, sino que se condenarán al lago de fuego por apostatas y mentirosos, por eso es que Satanás utilizó a ese falso cristiano del siglo 4 llamado Arrio, el cual era judío, para introducir esa espantosa doctrina de demonios del arrianismo, la cual llevará a la condenación a millones de falsos cristianos que se burlan y rechazan esta verdad.
Vamos a estudiar otro pasaje importantísimo donde se habla claramente de los dos dioses eternos llamados Jehová, siendo el segundo Jehová quien descendió del cielo a la tierra y fue visto esta vez por 74 personas. El pasaje encuentra en Éxodo 24:1-11, que dice lo siguiente:
Éxo 24:1 Dijo Jehová a Moisés: Sube ante Jehová, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis desde lejos.
Éxo 24:2 Pero Moisés solo se acercará a Jehová; y ellos no se acerquen, ni suba el pueblo con él.
Éxo 24:3 Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todas las leyes; y todo el pueblo respondió a una voz, y dijo: Haremos todas las palabras que Jehová ha dicho.
Éxo 24:4 Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel.
Éxo 24:5 Y envió jóvenes de los hijos de Israel, los cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios de paz a Jehová.
Éxo 24:6 Y Moisés tomó la mitad de la sangre, y la puso en tazones, y esparció la otra mitad de la sangre sobre el altar.
Éxo 24:7 Y tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho, y obedeceremos.
Éxo 24:8 Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas.
Éxo 24:9 Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel;
Éxo 24:10 y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno.
Éxo 24:11 Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron. (Reina Valera 1960).
Fíjese lo que dice ese espectacular pasaje.
El Jehová supremo, el Padre celestial, le habló a Moisés, y le dijo: “SUBE ANTE JEHOVÁ”. Observe que él no dijo: “sube ante mí”, sino que estaba hablando de una segunda persona divina, es decir, de un segundo Dios llamado Jehová. Entonces Moisés, Aarón, Nadab, Abiú, y 70 de los ancianos de Israel subieron al Monte Sinaí. Sin embargo, solo Moisés se acercó a este Señor Jehová que descendió visiblemente a la cima del Monte Sinaí.
Seguidamente estas 74 personas subieron al Monte y el verso 10 dice bien claro que VIERON AL DIOS DE ISRAEL, y había debajo de sus pies un embaldosado de zafiro de color azul. El texto es bien claro, ellos VIERON a este Dios que bajó a la tierra, y se mencionan sus pies, indicando así que él descendió físicamente.
Ahora bien, el Nuevo Testamento dice que al Dios Padre ningún ser humano le vio jamás (Jn.1:18, etc.), por consiguiente, es totalmente imposible que ese Señor Jehová que vieron esas 74 personas fuera el Dios Padre. El verso 11 dice una vez más que ellos vieron a ese Dios y además comieron y bebieron.
Esto demuestra de forma irrefutable la existencia de los dos dioses eternos llamados Jehová. El primer Jehová, el Padre celestial, fue quien habló con Moisés y al cual le ofrecieron sacrificios y holocaustos, y este Dios supremo, el Padre, dijo que subieran ante Jehová, y este segundo Jehová era el que descendió sobre el Monte Sinaí y fue visto por esas 74 personas. ¡¡Esta es la principal enseñanza de toda la Biblia‼, la cual la cristiandad falsa y apostata ha ocultado y deformado durante siglos, pero que ahora usted la está conociendo por medio de este libro de estudio.
Manoa y su esposa, padres de Sansón, vieron también a este SEGUNDO Dios, llamado el Ángel de Jehová, vamos a comprobarlo:
Jue 13:15 Entonces Manoa dijo al ángel de Jehová: Te ruego nos permitas detenerte, y te prepararemos un cabrito.
Jue 13:16 Y el ángel de Jehová respondió a Manoa: Aunque me detengas, no comeré de tu pan; mas si quieres hacer holocausto, ofrécelo a Jehová. Y no sabía Manoa que aquél fuese ángel de Jehová.
Jue 13:17 Entonces dijo Manoa al ángel de Jehová: ¿Cuál es tu nombre, para que cuando se cumpla tu palabra te honremos?
Jue 13:18 Y el ángel de Jehová respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre, que es admirable?
Jue 13:19 Y Manoa tomó un cabrito y una ofrenda, y los ofreció sobre una peña a Jehová; y el ángel hizo milagro ante los ojos de Manoa y de su mujer.
Jue 13:20 Porque aconteció que cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el ángel de Jehová subió en la llama del altar ante los ojos de Manoa y de su mujer, los cuales se postraron en tierra.
Jue 13:21 Y el ángel de Jehová no volvió a aparecer a Manoa ni a su mujer. Entonces conoció Manoa que era el ángel de Jehová.
Jue 13:22 Y dijo Manoa a su mujer: Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos visto.
El pasaje es bien claro. Este Ángel divino enviado por el Dios Padre descendió a la tierra y se apareció visiblemente a Manoa y a su esposa, padres de Sansón, y en el verso 22 ellos dijeron que habían VISTO A DIOS, es decir, ellos llamaron Dios a ese Ángel que descendió a la tierra. Ahora bien, el Nuevo Testamento dice que, a Dios, el Padre, NADIE LE VIO JAMÁS (Jn.1:18, etc.). Por lo tanto, el Dios que vieron Manoa y su esposa no era el Dios Padre, sino el SEGUNDO DIOS, el cual descendía a la tierra como el Ángel de Jehová, el cual también se llama Jehová, como ya he demostrado en este libro.
Leamos este impresionante pasaje donde se enseña también claramente que el Ángel de Jehová es llamado también Jehová:
Jue 6:8 Jehová envió a los hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre.
Jue 6:9 Os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra;
Jue 6:10 y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; pero no habéis obedecido a mi voz.
Jue 6:11 Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas.
Jue 6:12 Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente.
Jue 6:13 Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas.
Jue 6:14 Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?
Jue 6:15 Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.
Jue 6:16 Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.
Jue 6:17 Y él respondió: Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo.
Jue 6:18 Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti, y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas.
Jue 6:19 Y entrando Gedeón, preparó un cabrito, y panes sin levadura de un efa de harina; y puso la carne en un canastillo, y el caldo en una olla, y sacándolo se lo presentó debajo de aquella encina.
Jue 6:20 Entonces el ángel de Dios le dijo: Toma la carne y los panes sin levadura, y ponlos sobre esta peña, y vierte el caldo. Y él lo hizo así.
Jue 6:21 Y extendiendo el ángel de Jehová el báculo que tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes sin levadura; y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Y el ángel de Jehová desapareció de su vista.
Jue 6:22 Viendo entonces Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al ángel de Jehová cara a cara.
Jue 6:23 Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás.
Jue 6:24 Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-salom; el cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas.
Vamos a analizar ese tremendo pasaje:
1- En el verso 8 está hablando el Señor Jehová, y dijo bien claro que él sacó a Israel de la esclavitud de Egipto. Repito, fue este Dios llamado Jehová quien descendió del cielo a la tierra y liberó al pueblo de Israel y los llevó a la tierra prometida. Pues bien, mire ahora lo que dicen estos dos pasajes:
Éxo 3:2 Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.
Éxo 3:4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.
Éxo 3:8 y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.
Jue 2:1 El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros.
¿Lo ha leído bien?
Fue ese Ángel divino llamado el Ángel de Jehová quien descendió del cielo y se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente. El verso 4 dice bien claro que a este Ángel divino se le llama Jehová, ya que fue este Dios llamado Jehová quien estaba en medio de la zarza ardiente, y el verso 8 dice que este Ángel divino descendió del cielo para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto. Y en Jueces 2:1 estaba hablando este mismo Ángel de Jehová y dijo bien claro que él mismo sacó al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto y los introdujo en la tierra prometida. Por lo tanto, ahí lo tiene bien claro, ¡¡ese Ángel divino que descendió a la tierra se llama también Jehová!!, y él era el enviado del Jehová supremo que está en el cielo, y que es el Padre celestial.
2- Por lo tanto, cuando en Jueces 6:8 se menciona a este Dios llamado Jehová y él dice que sacó a Israel de la esclavitud de Egipto, ERA EL ÁNGEL DE JEHOVÁ QUIEN ESTABA HABLANDO, el cual se llama igual que su Padre celestial: Jehová.
3- En el verso 11 este Dios llamado Jehová descendió del cielo, y se le llama “el Ángel de Jehová”.
4- En el verso 12 se dice que este ser divino llamado el Ángel de Jehová se apareció a Gedeón, y él dijo bien claro a Gedeón que JEHOVÁ ESTABA CON ÉL. ¿Lo entiende?, ¡¡ese mismo Ángel divino dijo bien claro que él se llama también Jehová!!, ya que QUIEN ESTABA CON GEDEÓN ERA EL ÁNGEL DE JEHOVÁ, y si Jehová estaba con Gedeón, significa entonces que ese Ángel divino que estaba con Gedeón también se llama Jehová. Esto es absolutamente claro e irrefutable.
5- En el verso 14 leemos lo siguiente:
“Y mirándole Jehová, le dijo”
El texto es más claro que el agua pura: FUE Jehová QUIEN MIRÓ A GEDEÓN, refiriéndose al Ángel divino, ¡¡ya que era este Ángel quien estaba hablando cara a cara con Gedeón!!, por lo tanto, está bien claro que a ese Ángel divino se le llama también Jehová.
6- En el verso 16 una vez más a este Ángel divino se le llama también Jehová, ya que era el Ángel quien estaba hablando con Gedeón, y en el verso 23 una vez más a este Ángel divino se le vuelve a llamar Jehová.
Vamos a leer y a analizar ahora uno de los pasajes más hermosos e importantes de toda la Biblia que demuestran la existencia de los dos dioses eternos, el Padre y el Hijo, pero siendo el Padre el Dios del Hijo.
Observe atentamente como Hebreos 1:8-12 dice bien claro que CRISTO FUNDO LOS CIELOS, Y LA TIERRA ES OBRA DE SUS MANOS. Vamos a leer el pasaje entero, porque es impresionante y demuestra a todas luces que Cristo es eterno:
Heb 1:8 Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;
Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
Heb 1:9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Heb 1:10 Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra,
Y los cielos son obra de tus manos.
Heb 1:11 Ellos perecerán, mas tú permaneces; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura,
Heb 1:12 Y como un vestido los envolverás, y serán mudados;
Pero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán.
1- El verso 8 está hablando del Hijo, Jesucristo, y se le llama claramente "Dios", y además dice bien claro que su trono es ETERNO, por los siglos de los siglos. Este pasaje es una cita del Salmo 45:6, que dice lo siguiente:
Sal 45:6 Tu trono, oh Dios, ES ETERNO y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino.
Por lo tanto, el reinado de este Dios que es Jesucristo, así como su trono, es eterno, dicho reinado y trono de Jesús jamás tuvo principio, ni tendrá fin.
El trono de Cristo siempre ha estado en el cielo, pues el pasaje dice bien claro que dicho trono es ETERNO.
El Salmo 45:6 dice bien claro que el trono de Dios, es decir, de Cristo, el Hijo, ES eterno, y si es un trono eterno, entonces ese trono y el reinado de Cristo jamás fue creado, es decir, su gobierno o reinado es eterno, jamás tuvo principio y jamás tendrá fin.
Algunos herejes arrianos dicen la mentira de que ese Salmo 45:6 es una profecía que se cumplirá en el futuro trono de Cristo cuando él venga a la tierra a reinar en su segunda venida. Ese argumento es falso, ya que tanto el Salmo 45:6, como Hebreos 1:8, dicen bien claro que el trono de Dios, el Hijo, ES eterno, ¡¡el texto por ninguna parte dice que ese trono SERÁ eterno!!.
Dicho pasaje de ninguna manera es una profecía que se cumplirá cuando Cristo venga a la tierra a reinar, sino que se refiere al trono de Cristo que está en el cielo, y que ES eterno. Si ese pasaje se refiriera al futuro trono de Cristo que será puesto en la tierra cuando él venga a reinar, entonces el texto diría que su trono SERÁ eterno, ¡¡el trono de Cristo existe en el cielo, siempre ha existido y siempre existirá!.
Lo que ocurrirá sencillamente cuando Cristo venga del cielo a reinar sobre la tierra es que SU PROPIO TRONO, QUE ES EL TRONO DE DAVID, SERÁ PUESTO EN LA TIERRA Y COMENZARÁ A REINAR SOBRE TODAS LAS NACIONES DEL MUNDO CON VARA DE HIERRO (Mt.25:31-34, Ap.12:5, 19:15).
Jesús entonces, como Mesías y Rey de Israel, comenzará a gobernar el mundo entero en este trono de David, que estará en Jerusalén, tal como dijo el ángel, y como se predicen en Zacarías 14 (Lc.1:32, Zac.14:2-5, 17).
Por lo tanto, el trono celestial de Jesús el Hijo de Dios mencionado en Hebreos 1:8 es un trono eterno, jamás fue creado y jamás tendrá fin, y en dicho trono celestial se sientan tanto el Padre, como el Hijo, sin embargo, el trono glorioso de Jesús mencionado en Mateo 25:31-34 será un trono terrenal, el cual es el trono de David, y en él se sentará Jesús cuando venga del cielo para juzgar a las naciones y gobernar el mundo entero.
Este trono terrenal de Jesús que será puesto aquí en la tierra cuando venga en gloria será un gobierno de Jesús que durará mil años literales sobre esta tierra (Ap.20:4-6), y después de esos mil años literales Jesús entregará ese reino de mil años sobre la tierra a su Dios y Padre (1Co.15:24), y Jesús seguirá gobernando sobre todo el Universo junto con el Padre celestial por los siglos de los siglos, ya que el trono de Dios y del Cordero estará en esa Nueva Jerusalén que descenderá del cielo a la Nueva Tierra después de esos mil años (Ap.22:1, 3).
Por consiguiente, ponga atención, el trono celestial del Hijo de Dios mencionado en Hebreos 1:8 es también el trono del Padre, y ese trono es ETERNO, nunca fue creado, pero el trono de Jesús mencionado en Mateo 25:31 será un trono TERRENAL, el cual estará colocado en la ciudad terrenal de Jerusalén, la cual se convertirá en la capital del mundo desde la cual reinará el Mesías Jesús, y ese trono terrenal del Mesías Jesús es el trono de David, su antepasado carnal, y será un gobierno justo y mundial de Jesús y de sus santos sobre esta tierra que durará mil años (Ap.2:26-27, 5:9-10, 19:15, 20:4-6)
2- El verso 9 dice que Dios, el Padre, ungió a Cristo, y además dice que este Dios Padre es EL DIOS DE CRISTO.
Por lo tanto, el pasaje claramente está mencionando a los dos dioses: el Padre y el Hijo, sin embargo, el Padre es el Dios de Cristo, el Dios supremo, y ambos dioses se sientan en el cielo en el trono de ambos, ya que dicho trono es el trono de Dios y de Cristo, lo que sucede es que en dicho trono en el cielo unas veces está sentado el Padre, y otras veces está sentado Cristo, el trono es de los dos. Por ejemplo, supongamos que un padre tiene un trono grande y amplio en su casa, y ese padre tiene un hijo. En dicho trono amplio se pueden sentar los dos al mismo tiempo, o también se puede sentar el padre, y otras veces puede estar sentado el hijo. Lo mismo sucede con el trono de Dios que está en el cielo, unas veces está sentado el Padre, y otras veces el Hijo, o incluso también pueden estar sentados los dos, como cuando Jesús ascendió al cielo y se sentó en el trono del Padre, a su derecha, tal como dijo el propio Jesús:
Apo 3:21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
Mar 16:19 Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.
Heb 1:3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
Por lo tanto, en el trono eterno de Dios en el cielo se sientan tanto el Padre como el Hijo, los dos dioses eternos.
3- En el verso 10 se sigue hablando del Hijo, Jesucristo, y dice que en el principio él fundo la tierra, y los cielos son obra de sus manos. El texto es bien claro, Cristo fue quien ejecutó la obra creadora procedente del Padre. Fue el Dios supremo el Padre, quien decidió crear el Universo, todas las cosas proceden de él y por su voluntad existen, y Cristo fue el mediador, el que fundó la tierra y creó los cielos. Por consiguiente, esos pasajes enseñan bien claro la existencia no solo de DOS DIOSES ETERNOS, que son el Padre y el Hijo, sino que AMBOS SON CREADORES. El Padre es el Creador supremo, el arquitecto que diseñó el Universo y quien decidió crearlo, y Jesucristo fue el medio que el Padre utilizó para crearlo. Esta es la verdadera y sencilla enseñanza bíblica. Dos dioses eternos y creadores sentados en el mismo trono celestial.
Los versos 11 y 12 dicen que Jesucristo permanece para siempre, nunca pasará, él es el mismo de siempre, y sus años jamás terminarán.
JESUCRISTO SENTADO EN SU TRONO CELESTIAL
Lea atentamente lo siguiente:
Isa 6:1 En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.
Isa 6:2 Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
Isa 6:3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
Isa 6:4 Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.
Isa 6:5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
Isa 6:6 Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;
Isa 6:7 y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.
Isa 6:8 Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
Vamos a analizar ese pasaje tan tremendo:
1- El profeta Isaías dijo bien claro que él vio al Señor Jehová sentado sobre un trono alto y sublime. Obviamente ese trono de Jehová está en el cielo, ya que se mencionan a los serafines que había por encima de él.
2- En el verso 3 a este Dios se le llama Jehová DE LOS EJERCITOS, una expresión que aparece cientos de veces en el Antiguo Testamento. Los ejércitos se refieren a los ángeles, las huestes celestiales, las cuales están al mando de este Señor Jehová.
3- En el verso 5 Isaías dijo que SUS OJOS VIERON A ESTE SEÑOR Jehová DE LOS EJERCITOS, EL REY.
Esto es tremendamente importante y revelador, pues resulta que en Juan 1:18 y en otros pasajes leemos que A DIOS EL PADRE NADIE LE VIO JAMÁS. Y si al Padre celestial ningún ser humano le vio jamás, ¿quién era entonces este Señor Jehová de los ejércitos sentado en su trono que fue visto por Isaías?
Que nadie venga con la mentira de que Isaías vio al Dios Padre, porque, repito, ¡¡al Dios Padre nadie le vio jamás!!.
El profeta Isaías sencillamente vio al mismo Señor Jehová mencionado en la gran profecía de Zacarías 14:1-6, el cual vendrá del cielo con todos sus ángeles, poniendo sus pies sobre el monte de los Olivos, para luego ser el Rey sobre toda la tierra. Y este Señor Jehová que vendrá del cielo con todos sus ángeles para reinar sobre la tierra es únicamente JESUCRISTO (Mt.25:31-46). Será Cristo quien descenderá a la tierra poniendo sus pies sobre el monte de los Olivos, ¡¡él tiene el mismo Nombre que su Padre celestial, Jehová!!
4- Y ahora observe lo que ese Dios llamado Jehová dice en el verso 8 ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?.
Ahí lo tiene, este Señor Jehová que vio el profeta Isaías dijo NOSOTROS, por la sencilla razón de que él es el segundo Dios.
La misma palabra aparece en Génesis 3:22, donde este mismo Señor Jehová dice que Adán y Eva llegaron a ser como "uno de NOSOTROS, conociendo el bien y el mal". Por lo tanto, son dos dioses, un Dios le hablaba al otro Dios.
El Señor Jehová de los ejércitos, que es JESUCRISTO, sencillamente le preguntó al profeta Isaías que quien iría por "nosotros", es decir, por el Padre y por él, y es entonces cuando el profeta Isaías le contestó diciendo "Heme aquí, envíame a mí".
Ahora bien, ponga atención: si el Señor Jesucristo no fuera eterno, sino que hubiera sido creado por Dios en los cielos, entonces resulta que ese Dios llamado JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS (Jesucristo) NO SERÍA ETERNO, sino que este Dios que está sentado en su trono en el cielo, llamado Jehová, es un Dios que Dios creó, lo cual es absolutamente diabólico, estúpido y falso.
¡¡El Señor Jehová de los ejércitos, Jesucristo, es un Dios eterno, jamás fue creado, de la misma manera que su Padre celestial también es eterno, nunca fue creado!!, es decir, son dos dioses coeternos.
Y ahora mire lo que dijo el apóstol Juan respecto a esa visión de Isaías 6 en la que el profeta Isaías vio a Jesucristo sentado en su trono en el cielo, en su gloria, ponga atención:
Jua 12:41 Isaías dijo esto porque vio su gloria y habló de él.
Observe que esas palabras las dijo el escritor, Juan. Él dijo bien claro que el profeta Isaías VIO LA GLORIA DE JESUCRISTO Y HABLÓ DE ÉL, ¡¡y concretamente se refiere a la visión que tuvo Isaías de Jehová de los ejércitos sentado en su trono en el cielo!!, tal como se relata en Isaías 6. Veamos cómo han traducido otras versiones ese pasaje:
(BAD) Esto lo dijo Isaías porque vio la gloria de Jesús y habló de él.
(NVI) Esto lo dijo Isaías porque vio la gloria de Jesús y habló de él.
(TKIM-DE) (Yeshayah dijo estas cosas, porque vio la Shejinah de Yahshúa, y habló acerca de El.)
Más claro no puede ser. Acá tenemos la prueba absoluta, perfecta e irrefutable de que la visión que Isaías tuvo de Jehová de los ejércitos sentado en su trono glorioso en el cielo fue una visión del propio SEÑOR JESUCRISTO, ¡¡no del Padre celestial!!, y obviamente fue una visión de Jesucristo antes de venir a la tierra como hombre. Y esto, como es lógico, es la prueba total e irrefutable de que el Señor Jesucristo es un Dios eterno, jamás tuvo principio, y jamás tendrá fin, de la misma manera que el Padre tampoco tiene principio, y jamás tendrá fin. Por eso es que, en el Apocalipsis a estos dos dioses eternos, el Padre y el Hijo, se les da el mismo título que indica eternidad: EL ALFA Y LA OMEGA, EL PRIMERO Y EL ULTIMO, EL PRINCIPIO Y EL FIN (Ap.1:8, 21:6, 22:12-13). ¡¡Los dos dioses eternos tienen el mismo título!!, porque ellos crearon los cielos y la tierra, dando inicio a la Historia, y ellos también la pondrán fin. Esta es la doctrina fundamental de toda la Biblia.
Aquellos que niegan la eternidad del Verbo de Dios, Jesucristo, han de arrepentirse de esa gran herejía inventada por un judío apostata del siglo 4 llamado Arrio, y creer sencillamente lo que enseña la Sagrada Escritura.
El Señor Jesucristo es llamado también Jehová de los ejércitos, él es el Dios de Israel que aparece en las Sagradas Escrituras hebreas del llamado del Antiguo Testamento y que descendía a la tierra para aparecerse a los seres humanos.
Ahora bien, si Jesús es Jehová de los ejércitos entonces obviamente él es un Dios ETERNO, jamás tuvo principio y jamás tendrá fin.
Los actuales falsos cristianos arrianos que niegan la eternidad de Jesucristo y su divinidad por fuerza tienen que negar también que él sea el eterno Señor Jehová de los ejércitos mencionado en el Antiguo Testamento y que bajaba del cielo a la tierra. Sin embargo, veamos como esos falsos cristianos arrianos mienten.
La frase "Jehová de los ejércitos" aparece 285 veces en el Antiguo Testamento, significa sencillamente que el Dios de Israel, Jehová, tiene a su mando miles de legiones o ejércitos celestiales, es decir, los ángeles, y esto ya nos da la primera prueba clara para identificar a este Dios eterno que es llamado Jehová de los ejércitos, el cual es uno de los dos dioses de Israel, de la misma manera que el Dios Padre también es Dios de Israel, vamos a leerlo:
Mat 25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
Apo 19:13 Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.
Apo 19:14 Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.
¡¡Esos pasajes se refieren a Jesucristo!!, y cuando él venga del cielo con gran poder y gloria a reinar vendrá con todos sus ángeles, es decir, con todos sus ejércitos celestiales, por lo tanto, ese Dios llamado JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS SE REFIERE A JESUCRISTO, ya que es él quien tiene todos esos ejércitos celestiales a su servicio, el propio Jesús lo dijo en estas palabras:
Mat 4:11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.
Mat 26:53 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?
Ahí lo tiene, los ángeles están al servicio de Jesucristo, él manda sobre ellos, por lo tanto, él es Jehová de los ejércitos, porque tiene millones de ángeles a su mando, y obviamente, como es lógico, es un Dios eterno, ya que Jehová de los ejércitos jamás fue creado por Dios, él siempre existió juntamente con el Padre, con lo cual toda esa doctrina diabólica y repugnante inventada por el judío Arrio en el siglo 4, de que Jesucristo no es ese Señor Jehová de los ejércitos que descendía visiblemente a la tierra, es una burda y satánica mentira arriana.
JESUCRISTO EJECUTÓ LA OBRA CREADORA
Pero sigamos leyendo más pasajes para seguir pulverizando esa perversa doctrina satánica del arrianismo que separa los cristianos verdaderos de los cristianos falsos:
Sal 90:2 Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.
El pasaje está hablando de este Dios, Jehová de los ejércitos, y dice que él formó la tierra y el mundo, y por lo tanto, él es ETERNO, y él es Dios, es decir, Poderoso.
La expresión "desde el siglo hasta el siglo" indica ETERNIDAD cuando se aplica a Jehová de los ejércitos.
Pues bien, veamos quien fue este Dios eterno que formó la tierra y vive por todos los siglos:
Heb 1:8 Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
Heb 1:9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Heb 1:10 Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos.
Heb 1:11 Ellos perecerán, mas tú permaneces; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura,
Heb 1:12 Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán.
Como puede ver, el pasaje está hablando claramente del Hijo de Dios, Jesucristo. Primero al Hijo se le llama Dios, y dice que su trono es ETERNO, indicando así que el Hijo de Dios es eterno, ya que, si su trono es eterno, entonces él también es eterno.
Ese pasaje está tomado del Salmo 45:6-7, donde a ese trono celestial de Jehová de los ejércitos se le llama trono ETERNO, ¡¡y acá en Hebreos ese Salmo se aplica a Jesucristo!!, demostrando de forma irrefutable que Cristo y su reinado es eterno, jamás tuvo principio y jamás tendrá fin.
Observe como en el verso 9 se dice bien claro que este Dios eterno, que es el Hijo, TIENE A OTRO DIOS SUPREMO SOBRE ÉL, que es el Padre, el cual ungió al Hijo. ¡¡Lo cual demuestra de forma irrefutable la existencia de los dos dioses eternos, el Padre y el Hijo!!, sin embargo, el Padre es el Dios supremo, el Dios del Hijo, porque tiene autoridad sobre él.
Y ahora observe lo que dicen los versos 10 al 12. El texto SIGUE HABLANDO DEL HIJO, y dice bien claro que en el principio él fundó la tierra, y los cielos son obras de sus manos, y además dice que él es el mismo por siempre.
Esos versos 10 al 12 son una copia de este Salmo:
Sal 102:25 Desde el principio tú fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos.
Sal 102:26 Ellos perecerán, mas tú permanecerás; Y todos ellos como una vestidura se envejecerán; Como un vestido los mudarás, y serán mudados;
Sal 102:27 Pero tú eres el mismo, Y tus años no se acabarán.
Este salmo 102 se está refiriendo a Jehová de los ejércitos, el cual es UN DIOS ETERNO, ¡¡y el pasaje de Hebreos lo aplica a JESUCRISTO!!, prueba clara e irrefutable que Jesús es Jehová de los ejércitos, y además es un Dios eterno, siempre ha existido con el Padre.
Lo mismo se dice en el Salmo 90:2, donde se habla de Jehová de los ejércitos y se dice que él formó la tierra y el mundo y además él es Dios eternamente, desde siempre.
Por consiguiente, fue Jesucristo quien ejecutó la obra creadora procedente del Dios supremo, el Padre, ¡¡ambos dioses eternos son creadores!, la diferencia es que el Dios supremo, el Padre, fue quien decidió crear los cielos y la tierra, por su voluntad existen y fueron creadas (Ap.4:11), y Jesucristo fue quien ejecutó esa obra creadora, la llevó a cabo, o dicho en otras palabras, el Padre deseó crear el Universo, y él ordenó crearlo, y el Hijo ejecutó esa obra creadora, todo vino a existir por medio de Jesucristo (Jn.1:3, 1Co.8:6, Heb.1:1-2).
Por lo tanto, hubo claramente dos creadores: el Padre y el Hijo. Uno ordena, y el otro ejecuta lo que el Padre manda.
Por lo tanto, decir que Jesucristo no es el eterno Jehová de los ejércitos, sino que fue un hijo creado por Dios en el cielo, es una de las mayores herejías y mentiras satánicas que se puedan enseñar, esa misma herejía satánica arriana es la que dividió a los cristianos en el siglo 4, y es exactamente la misma herejía diabólica que actualmente separa a los cristianos verdaderos, de los falsos.
Los falsos cristianos se apartan de la verdadera doctrina, haciéndose arrianos, y los verdaderos cristianos perseveramos en la verdadera doctrina bíblica, como es la doctrina de los dos dioses eternos llamados Jehová, y que son el Padre y el Hijo, la enseñanza principal de toda la Biblia.
ES A JESUCRISTO A QUIEN ESTAMOS ESPERANDO
Pero sigamos estudiando más pasajes:
Isa 40:28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.
Isa 40:31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Ese pasaje dice que ese Dios llamado Jehová, el cual es Dios de Israel, es un Dios eterno, él creó los confines de la tierra.
Ya he demostrado más arriba como este Señor Jehová de los ejércitos es Jesucristo, el cual creó los cielos y la tierra, pues él ejecutó la obra creadora procedente del Padre.
El verso 31 dice que los que ESPERAMOS A ESTE DIOS LLAMADO Jehová tendremos un nuevo cuerpo con el cual jamás nos cansaremos.
Ahora bien, ¿a quién esperamos o aguardamos los verdaderos cristianos?, ¡¡a Jesucristo!!, vamos a leerlo:
1Co 1:7 de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo;
Flp 3:20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
1Ts 1:10 y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
Tit 2:13 aguardando la esperanza bienaventurada y manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.
Ahí lo tiene bien claro. Los que esperan a ese Dios llamado Jehová de los ejércitos tendrán nuevas fuerzas, ¡¡y resulta que al Dios que estamos esperando es a nuestro gran Dios y salvador JESUCRISTO!!, demostrando de forma irrefutable que ese Jehová de los ejércitos es el mismísimo Señor Jesucristo.
EL DIA DE JEHOVÁ SERÁ EL DIA DE LA VENIDA GLORIOSA DEL SEÑOR JESUCRISTO
Pero sigamos leyendo:
Isa 2:17 La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo Jehová será exaltado en aquel día.
Isa 2:18 Y quitará totalmente los ídolos.
Isa 2:19 Y se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra, por la presencia temible de Jehová, y por el resplandor de su gloria, cuando él se levante para castigar la tierra.
Isa 2:20 Aquel día arrojará el hombre a los topos y murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase,
Isa 2:21 y se meterá en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de su gloria, cuando se levante para castigar la tierra.
Esa gran profecía se refiere a la futura segunda venida de Cristo.
Observe que el pasaje se refiere a AQUEL DÍA, y cuando el Nuevo Testamento habla de aquel día se refiere siempre al día de la futura venida gloriosa de Cristo:
Mar 13:32 Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.
2Ts 1:10 cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros).
2Ti 4:8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Más claro no puede ser. Esa profecía de Isaías cuando habla de la futura venida gloriosa de Jehová a la tierra se refiere sencillamente a la futura venida gloriosa de Jesucristo, ¡¡ÉL ES ESE ETERNO Jehová DE LOS EJERCITOS!!
Observe como en el verso 19 se dice que los malvados se esconderán en las cuevas para ocultarse de la presencia de Jehová cuando él venga a la tierra con gran poder y gloria, profecía que cumplirá Jesucristo (Ap.6:15-17).
La palabra "presencia" mencionada en esa profecía de Isaías se refiere a su venida literal y física a la tierra para estar presente, cada vez que el Nuevo Testamento habla de la presencia o venida gloriosa de Cristo se está refiriendo a esa futura presencia gloriosa de Jehová de los ejércitos mencionada en ese pasaje de Isaías.
La futura presencia gloriosa y formidable de Jehová de los ejércitos cuando él venga del cielo para destruir a todos los malvados será sencillamente la futura venida de Cristo con gran poder y gloria para destruir a todos los malvados, prueba absoluta e irrefutable de que JESUCRISTO ES ESE ETERNO JEHOVÁ DE LOS EJERCITOS.
Satanás no quiere que él mundo crea esta gran verdad, por eso es que en el siglo 4 envió a un emisario suyo judío llamado Arrio, para introducir esa perversa herejía de que Jesucristo no es ese Dios eterno llamado Jehová de los ejércitos que descendía a la tierra y se aparecía a los seres humanos, sino simplemente una criatura que Dios hizo en el cielo, y esta gran mentira satánica arriana es la que hoy en día enseñan millones de falsos cristianos arrianos, los cuales niegan la eternidad de Jesucristo, y obviamente también niegan que él sea ese eterno Jehová de los ejércitos.
LA VENIDA GLORIOSA DE JEHOVÁ SERÁ LA VENIDA DE CRISTO
Sigamos leyendo más pasajes:
Isa 13:4 Estruendo de multitud en los montes, como de mucho pueblo; estruendo de ruido de reinos, de naciones reunidas; Jehová de los ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla.
Isa 13:5 Vienen de lejana tierra, de lo postrero de los cielos, Jehová y los instrumentos de su ira, para destruir toda la tierra.
Isa 13:6 Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso.
Isa 13:7 Por tanto, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre,
Isa 13:8 y se llenarán de terror; angustias y dolores se apoderarán de ellos; tendrán dolores como mujer de parto; se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas.
Isa 13:9 He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores.
Isa 13:10 Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor.
Isa 13:11 Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes.
Isa 13:12 Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre.
Isa 13:13 Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día del ardor de su ira.
Esa es una de las profecías más impresionantes de toda la Biblia, y se está refiriendo ni más ni menos que al futuro día de la venida gloriosa de Cristo con todos sus ángeles, para destruir a los malvados.
En el verso 4 leemos que Jehová pasará revista a todas sus tropas para la batalla. Esas tropas celestiales se refieren a sus ángeles, los cuales vendrán con Cristo (Mt.25:31).
La gran batalla entre esas tropas celestiales y los ejércitos del mundo será la batalla del gran día del Dios todopoderoso, que sucederá cuando Cristo venga en gloria (Ap.16:14-16, 19:19-20).
El verso 5 dice que el Señor Jehová y sus ejércitos celestiales vendrán de una lejana tierra, en lo postrero de los cielos, es decir, en los confines del Universo, del cosmos, esta será la segunda venida de Cristo cuando venga con todos sus ángeles (Ap.19:11-16).
El verso 6 dice que este será el gran día de Jehová, y que en el Nuevo Testamento se le llama el día de nuestro Señor Jesucristo, cuando él venga en gloria (1Co.1:8, Filp.1:10, 2:16).
El día de Jehová será el día del Señor, es decir, el día cuando Jesús venga en gloria (1Co.5:5, 2Co.1:14, 1Ts.5:2, 2Ts.2:1-2).
Por consiguiente, esta es una prueba irrefutable que ese Jehová de los ejércitos mencionado en ese pasaje se refiere solamente a Jesucristo, por lo tanto, esto demuestra sin ninguna duda que Jesucristo es un DIOS ETERNO, ya que Jehová jamás fue creado y jamás tendrá fin.
Los herejes arrianos que niegan esta gran verdad no son cristianos verdaderos, sino apostatas engañados por Satanás, pues recuerde que para ser salvos HAY QUE CONFESAR CON NUESTRA BOCA QUE JESUCRISTO ES ESTE SEÑOR Jehová, mire lo que dijo el apóstol Pablo:
Rom 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Rom 10:13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
Ahí lo tiene, Pablo dijo que para ser salvos tenemos que confesar con nuestra boca que Jesús es EL SEÑOR, y luego dijo que todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.
¿Qué significa confesar con nuestra boca que Jesús es el Señor?
Resulta que el apóstol Pablo estaba citando el siguiente pasaje del profeta Joel:
Joe 2:31 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.
Joe 2:32 Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.
Lo que dijo sencillamente el apóstol Pablo es que para ser salvos tenemos que confesar con nuestra boca que Jesús es ese eterno Señor Jehová que vendrá del cielo con gran poder y gloria para ejecutar juicio,
Pablo estaba citando ese pasaje del profeta Joel, y lo aplicó al Señor Jesucristo.
El profeta Joel dijo bien claro que para ser salvos hemos de confesar o invocar el nombre de Jehová, y Pablo dijo que hemos de invocar o confesar el nombre de Jesucristo para ser salvos, y no solo eso, Joel dijo que antes de ese día del Señor Jehová el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, lo cual sucederá justo antes de la segunda venida de Cristo (Mt.24:29-30), demostrando así de forma irrefutable que ese glorioso y terrible gran día de Jehová será el día de la venida gloriosa de Cristo, ¡¡él es ese Señor Jehová de los ejércitos!!, y para ser salvos hemos de confesar con nuestra boca esta gran verdad, que Jesucristo es el Señor Jehová.
JESUCRISTO ES EL REY DE ISRAEL Y EL PRIMERO Y EL ULTIMO
Pero sigamos leyendo más:
Isa 44:6 Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
Isa 44:7 ¿Y quién proclamará lo venidero, lo declarará, y lo pondrá en orden delante de mí, como hago yo desde que establecí el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir.
Isa 44:8 No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.
Isa 44:9 Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden.
Analicemos ese pasaje:
En dicho texto está hablando Jehová de los ejércitos, el Rey de Israel, y él dice que es el primero y el último.
Veamos quien es el rey de Israel:
Mat 27:42 A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.
Jua 1:49 Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.
Jua 12:13 tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna!¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!
El supremo rey de Israel es Jehová de los ejércitos, y Jesús es ese Rey supremo de Israel, por lo tanto, Jesús es Jehová de los ejércitos.
En el verso 6 Jehová dice que él mismo es el primero y el último. Pues veamos quien es este primero y el último:
Apo 1:17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;
Apo 1:18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
Apo 2:8 Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el último, el que estuvo muerto y vivió, dice esto:
Apo 22:12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
Apo 22:13 Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.
Ahí está bien claro, ¡¡el primero y el último es Jesucristo!!, indicando así que él es Jehová de los ejércitos, el cual es el primero y el último.
En el verso 8 Jehová dijo que ellos serían testigos suyos, y en Hechos 1:8 Jesús dijo a su pueblo que ellos serían SUS TESTIGOS, es decir, los testigos de Jehová son los testigos de Jesucristo.
Este verso 8 puede confundir a algunos, porque en él Jehová de los ejércitos dice que no hay Dios sino él, que él no conoce a ninguno. Ese pasaje no está diciendo que no exista otro Dios SUPERIOR a él, lo que dice es que él no conoce a otro Dios como él. Pero esto es muy importante, ¡¡él no dijo que no exista un Dios superior a él!!, ya que el Dios Padre es superior a Cristo en autoridad (Ap.3:12). Además, el pasaje se está refiriendo a los dioses falsos creados por los hombres, como menciona en el verso 9, los cuales no son nada, y por eso es que Jehová dijo que solo él es Dios, en contraste con esos dioses falsos del paganismo.
JESUCRISTO ES EL SANTO DE ISRAEL Y LA ROCA
Sigamos leyendo:
Isa 47:4 Nuestro Redentor, Jehová de los ejércitos es su nombre, el Santo de Israel.
Isa 54:5 Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.
Observe como a Jehová de los ejércitos se le llama EL SANTO de Israel en esos dos pasajes. Pues veamos quien es este Santo:
Mar 1:24 diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios.
Luc 1:35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
Hch 3:14 Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida,
Apo 3:7 Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre.
Más claro no puede ser. Jehová es el Santo, y este mismo título solo es aplicado a Jesucristo en el Nuevo Testamento, por lo tanto, Jehová DE LOS EJÉRCITOS ES JESUCRISTO, EL SANTO.
Sigamos leyendo:
Hab 1:12 ¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh Jehová, para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca, lo fundaste para castigar.
En ese pasaje leemos que en el principio ya era Jehová. Sin embargo, en Juan 1:1 leemos que en el principio ya era EL VERBO, es decir, Jesucristo. Indicando así que Jesucristo es Jehová, y además él es eterno, pues en el principio él ya existía.
Pero no solo eso, en dicho pasaje se dice que Jehová es la Roca o piedra, pues bien, veamos quien es la Roca o piedra:
Hch 4:11 Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.
1Co 10:4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.
1Pe 2:4 Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,
1Pe 2:7 Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo;
1Pe 2:8 y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.
Bien claro esos pasajes. Jehová de los ejércitos es la Roca o Piedra, y resulta que esa Roca o Piedra es Jesucristo, prueba irrefutable que Jesús es el Señor Jehová, el Dios eterno, que juntamente con el otro Dios eterno, el Padre, siempre han vivido juntos en el cielo.
JESUCRISTO VENDRÁ CON SUS SANTOS PARA REINAR DESDE JERUSALÉN
Sigamos leyendo:
Zac 2:10 Canta y alégrate, hija de Sion; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, ha dicho Jehová.
Zac 2:11 Y se unirán muchas naciones a Jehová en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti.
En esa profecía de Zacarías leemos que Jehová de los ejércitos vendrá a la tierra, y morará en medio de Jerusalén. Pero resulta que quien vendrá a la tierra será Jesucristo, y entonces él morará acá en la tierra, reinando desde la ciudad de Jerusalén (Zac.14:1-16). Por lo tanto, Jehová de los ejércitos es Jesucristo.
Sigamos analizando más pasajes:
Zac 8:22 Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Jehová.
Esa profecía dice que Jehová de los ejércitos habitará en Jerusalén, y las naciones irán a Jerusalén para implorarle favores.
Seguidamente vamos a ver quién será ese Jehová de los ejércitos que reinará desde Jerusalén, para ello leamos la siguiente profecía de Zacarías:
Zac 14:1 He aquí, el día de Jehová viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos.
Zac 14:2 Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad.
Zac 14:3 Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla.
Zac 14:4 Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.
Zac 14:5 Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos.
Zac 14:16 Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para reverenciar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos.
Esa impresionante profecía se refiere al futuro día del Señor, y que como ya demostré más arriba, se refiere al futuro día de la venida gloriosa de Cristo a la tierra, por consiguiente, esa venida de Jehová a la tierra con todos sus santos se refiere a la
futura venida de Cristo con todos sus santos.
El verso 3 dice que Jehová saldrá para pelear contra aquellas naciones enemigas. Sin embargo, el Apocalipsis dice que será Jesucristo quien vendrá del cielo para pelear contra las naciones enemigas:
Apo 19:15 De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
El verso 4 dice que cuando Jehová venga a la tierra pondrá sus pies sobre el Monte de los Olivos, el cual se partirá por la mitad formando en medio un gran valle. Ahora bien, Jesús se fue al cielo desde el Monte de los Olivos, y volverá del cielo de la misma manera que se fue, es decir, descenderá también sobre el Monte de los Olivos. (Hch.1:9-12).
El verso 5 dice Jehová vendrá del cielo con todos sus santos, pero quien vendrá del cielo con todos su santos es Jesucristo:
Mat 25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
1Ts 3:13 para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.
Apo 19:13 Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.
Apo 19:14 Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.
El verso 16 dice que cuando Jehová venga del cielo a la tierra, seguidamente será el Rey sobre toda la tierra, y reinará desde la ciudad de Jerusalén. Ahora bien, resulta que quien vendrá del cielo con todos sus santos para ser el Rey sobre toda la tierra será Jesucristo:
Mat 25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
Mat 25:32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
Mat 25:33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
Mat 25:34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Por consiguiente, el Señor Jehová de los ejércitos mencionado en la gran profecía de Zacarías 14 es el mismísimo Señor Jesucristo, y por lo tanto, como es obvio, ¡¡él es un Dios eterno!!, siempre ha existido y siempre existirá, porque él es el Primero y el Ultimo.
JESUCRISTO VENDRÁ CON RETRIBUCIÓN Y PAGO
Y ahora veamos el siguiente pasaje que demuestra también de forma irrefutable que este eterno Jehová de los ejércitos es el mismísimo Señor Jesucristo:
Isa 35:4 Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.
Esa gran profecía de Isaías dice bien claro que Jehová de los ejércitos vendrá con retribución, para pagar a cada uno según sus obras. Pues bien, veamos quien cumplirá esta profecía:
2Ts 1:7 y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder,
2Ts 1:8 en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;
2Ts 1:9 los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,
Apo 22:12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
Ahí lo tiene de forma clara e irrefutable. Es el Señor Jehová de los ejércitos quien vendrá del cielo con retribución, para pagar a cada uno lo que se merezca, pero resulta que es JESUCRISTO quien vendrá del cielo con retribución, para pagar a cada uno según sea su obra. Prueba absoluta de que Jesús es el mismísimo Jehová de los ejércitos, un Dios ETERNO, que siempre ha estado con el Dios supremo, el Padre, en el cielo, de la misma manera que el Padre también es eterno.
Aquellos apostatas y herejes que niegan la eternidad de Jesucristo sencillamente están rechazando que él es Jehová de los ejércitos, ellos no confiesan que Jesús es el Señor Jehová, y por lo tanto, NO SE PODRÁN SALVAR, por muy "cristianos" que digan ser, ya que ¡¡para ser salvos hay que confesar con nuestra boca que JESÚS ES EL SEÑOR!! (Ro.10:9-13), o lo que es lo mismo, confesar que Jesús es el Señor Jehová de los ejércitos, el alfa y la omega, el primero y el último, el principio y el fin, el cual jamás tuvo principio, y jamás tendrá fin. Por eso es que Satanás envió en el siglo 4 a ese emisario suyo llamado Arrio, dividiendo la cristiandad, para que así la gente se condene rechazando esta doctrina bíblica fundamental de la eternidad del Señor Jesucristo y de su deidad
La doctrina satánica arriana que desgarró a la Cristiandad en el siglo 4, y que aun la desgarra, rechaza esta gran verdad bíblica. Los falsos cristianos son arrianos, pero los verdaderos cristianos creemos lo que dice la Biblia, y perseveramos en esta verdadera doctrina apostólica. Si usted cree aun en la doctrina diabólica de Arrio, ahora tiene la oportunidad de cambiar de mentalidad y de creer en la verdadera doctrina para poder ser salvo.
TODA RODILLA SE DOBLARÁ ANTE JESUCRISTO
Veamos otro impresionante pasaje donde se demuestra de forma clara e irrefutable que el Señor Jesucristo es el mismísimo y eterno Señor Jehová de los ejércitos que bajaba del cielo y se apareció a los seres humanos. El apóstol Pablo dijo lo siguiente:
Flp 2:9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio el Nombre que es sobre todo nombre,
Flp 2:10 para que en el Nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
Flp 2:11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Observe atentamente que en ese pasaje de Pablo se dice que Dios el Padre resucitó y exaltó a Jesús hasta lo máximo, Y LE DIO EL NOMBRE QUE ES SOBRE TODO NOMBRE.
Observe que el Dios Padre dio ese Nombre sobre todo nombre a Jesús después de morir y resucitar, es decir, Jesús RECOBRÓ ese nombre que él ya tenía antes de venir a la tierra como hombre.
Ahora bien, ¿cuál es el Nombre sobre todo nombre?, obviamente es el Nombre del Dios Padre, Jehová.
Recordemos que Jesús, que es el Ángel de Jehová, ya se llamaba Jehová antes de venir como hombre a la tierra, ya que ese Nombre del Padre está en él:
Éxo 23:20 He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.
Éxo 23:21 Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.
Pues bien, resulta que el apóstol Pablo estaba citando este pasaje del profeta Isaías:
Isa 45:23 Yo juro por mi Nombre; de mi boca sale palabra verdadera y no será vana: Que ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua jurará
Isa 45:24 diciendo: ¡Sólo en Yahveh hay victoria y fuerza! A él se volverán abochornados todos los que se inflamaban contra él. (Biblia de Jerusalén).
Más claro no puede ser. Mire:
1- El apóstol Pablo dijo que el Padre dio el Nombre sobre todo nombre a Jesús después de resucitar, y ese nombre es Jehová, es el mismo nombre de Isaías 45:23.
2- El apóstol Pablo dijo que en el Nombre de Jesús se doblará toda rodilla. Y en el pasaje de Isaías el propio Señor Jehová dijo que será ANTE ÉL que se doblará toda rodilla.
3- El apóstol Pablo dijo que toda lengua confesará que Jesucristo es EL SEÑOR. Sin embargo, en el pasaje de Isaías Jehová dijo que es ANTE ÉL que se doblará toda rodilla y toda lengua jurará ante él.
Es decir, toda lengua de los seres que viven en el Universo proclamará que JESÚS ES ESE SEÑOR Jehová, para gloria del Dios Padre.
Cada vez que en el Nuevo Testamento se dice que Jesús es el Señor, significa que él es ese Señor Jehová de los ejércitos, el cual es un Dios eterno, de la misma manera que el Dios supremo, el Padre, también es eterno, ¡¡y para ser salvos tenemos que confesar con nuestra boca que Jesús es ese Señor Jehová!!, pues el apóstol Pablo estaba citando el pasaje de Joel 2, donde se dice que todo aquél que invoque EL NOMBRE DE Jehová será salvo, ¡¡y Pablo aplicó ese pasaje a Jesucristo!! (Ro.10:9-13).
Si usted quiere ser salvo y recibir la vida eterna en el futuro, lo primero que ha de hacer es confesar con su boca que Jesucristo es ese eterno Señor Jehová de los ejércitos, ¡¡por eso es que Satanás envió en el siglo 4 al judío hereje Arrio!!, para sembrar esa semilla venenosa y perversa de que Jesucristo no es un Dios eterno ni es el Señor Jehová de los ejércitos, sino solo una simple criatura de Dios!!, y esta gran mentira satánica enseñada por Arrio es exactamente la misma mentira que enseñan hoy en día los falsos cristianos arrianos, los cuales enseñan la misma mentira que esparció el hereje Arrio en el siglo 4 y que dividió a los cristianos verdaderos de los cristianos falsos. Negar que el Señor Jesucristo es ese eterno Jehová de los ejércitos llevará a la condenación a millones de falsos cristianos que no confiesan con su boca que Jesús es el Señor Jehová de los ejércitos.
La Biblia es clara en esta enseñanza de los dos dioses eternos llamados Jehová, y que son EL PADRE Y EL HIJO, por eso es que en Proverbios 30:4 leemos estas impresionantes palabras:
Pro 30:4 ¿Quién subió al cielo, y descendió?
¿Quién encerró los vientos en sus puños?
¿Quién ató las aguas en un paño?
¿Quién afirmó todos los términos de la tierra?
¿Cuál es su nombre, y el nombre de su Hijo, si sabes?
Observe que ese pasaje está mencionando al Dios supremo, el Padre, y dice bien claro que este Padre supremo tiene un Hijo, pero no solo eso, el texto dice bien claro que este Dios Padre tiene un Nombre, Y ES EL MISMO NOMBRE QUE TIENE EL HIJO, es decir, los dos dioses se llaman igual, ¡¡el Nombre del Padre es también el Nombre del Hijo!!, por eso es que dice "su nombre y el nombre de su Hijo", porque ambos tienen el mismo nombre. El texto no dice "los nombres de él y de su Hijo", sino EL NOMBRE de él y de su Hijo, indicando así de forma clara e irrefutable que estos dos dioses eternos tienen el mismo y único Nombre, y este Nombre sobre todo nombre es Jehová, como leemos acá:
Éxo 3:14 Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.
Éxo 3:15 Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos.
En ese tremendo pasaje fue Jesucristo, el eterno YO SOY, quien se apareció a Moisés en medio de la zarza ardiente y habló con él, y dijo bien claro que él se llama Jehová, que ese es su Nombre, y que por ese Nombre será conocido por todos los siglos.
Observe atentamente que en el verso 2 a este Señor Jehová que se apareció a Moisés se le llama EL ANGEL DE Jehová, ¡¡indicando así ese pasaje la existencia de estos dos dioses eternos, que son el Padre y el Hijo, y ambos dioses se llaman igual, Jehová, el Hijo se llama igual que el Padre, y ambos dioses tienen la misma eternidad, la única diferencia es que el Padre tiene la autoridad sobre el Hijo (Ap.3:12).
En Hebreos 1:8-9 se habla del engendramiento del Hijo cuando el Padre lo introdujo en el mundo, y es entonces cuando Jesús, el eterno Hijo de Dios, se convirtió en el Hijo ENGENDRADO por Dios cuando lo introdujo en el mundo, en el vientre de María (Mt.1:20).
Por lo tanto, ¡¡Jesús ya era el Hijo eterno de Dios antes de venir al mundo!!, pero el Hijo ENGENDRADO de Dios fue solamente cuando Dios lo engendró en el vientre de María. Antes de venir al mundo Jesús ya era el Hijo de Dios, Y SIEMPRE FUE EL HIJO ETERNO DE DIOS, porque siempre estuvo con el Padre (Jn.1:1, 17:5). Ambos dioses coeternos, el Padre y el Hijo, siempre han existido y han estado juntos, por eso es que a los dos dioses, al Padre y al Hijo, se les llama igual: Jehová, y además a los dos se les da el título de el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin en el libro del Apocalipsis, indicando así de forma irrefutable que el Padre y el Hijo son dos dioses eternos. ¡¡Quienes rechazan esta verdad bíblica son sencillamente apostatas y embusteros que se condenarán, por negar que Jesús es ese Señor Jehová de los ejércitos que descendía a la tierra!!.
Por eso es que el apóstol Pablo dijo que en EL NOMBRE de Jesucristo se doblará toda
rodilla de todos los seres del Universo, y toda lengua confesará que JESÚS ES EL SEÑOR, para gloria del Dios Padre (Filp.2:10-11). Es decir, toda rodilla se doblará ante JESÚS y confesará toda lengua que ÉL ES ESE ETERNO SEÑOR Jehová DE LOS EJERCITOS, ya que el apóstol Pablo estaba citando estas tremendas palabras dichas por el propio Señor Jehová:
Isa 45:23 Por mí mismo lo he jurado; de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: que delante de mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.
Más claro no puede ser. Ante el eterno Señor Jehová de los ejércitos se doblará toda rodilla y jurará toda lengua, y en Filipenses 2:11 se dice que toda rodilla se doblará ANTE JESÚS, y confesará que él es el Señor, es decir, Jehová.
Por consiguiente, creer en el Nombre de Cristo para salvarse significa sencillamente CREER QUE ÉL ES ESE ETERNO Jehová DE LOS EJÉRCITOS, EL HIJO DE DIOS, o dicho en otras palabras, el segundo Dios eterno.
¡¡Los que niegan que Cristo es el Señor Jehová de los ejércitos, y niegan que él es el segundo Dios eterno que siempre ha vivido con el Padre eterno jamás se podrán salvar!!.
Los falsos cristianos arrianos que enseñan que Jesús es simplemente un Hijo de Dios CREADO o engendrado por Dios antes de todos los siglos están negando su eternidad y niegan también que él sea ese Jehová de los ejércitos que se aparecía a los seres humanos.
Los verdaderos cristianos que formamos parte de la verdadera Iglesia de Cristo somos los que creemos en estos dos dioses eternos, que son el Padre y el Hijo, y creemos que ambos dioses tienen el mismo nombre: Jehová, ¡¡estos son los verdaderos cristianos que se salvarán y recibirán la vida eterna!!, los otros falsos y mentirosos, los arrianos, sencillamente se condenarán por apostatas y embusteros.
Recordemos que Jesús enseñó bien claro que la mitad de todos los que dicen llamarse cristianos en el mundo se condenarán, y la otra mitad se salvarán, esto lo vemos en la parábola de las diez vírgenes, donde solo la mitad de ellas se salvaron, así como en esas palabras de Jesús cuando él dijo que en el día de su venida gloriosa dos estarán trabajando en el campo, uno será tomado, y el otro será dejado, es decir, la mitad se salvarán y la otra mitad se condenarán (Mt.24: 39-42). No sea usted de aquellos falsos cristianos arrianos que se condenarán, sino que procure formar parte de ese 50% de verdaderos cristianos que se salvarán, y que a lo largo de la Historia creemos y confesamos a los dos dioses eternos: el Padre y el Hijo, la principal doctrina de la Biblia.
JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS ES EL PADRE Y TAMBIÉN EL HIJO
Ya he demostrado más arriba como Jesús es llamado Jehová de los ejércitos en el Antiguo Testamento, y también es llamado Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob.
Ahora veremos como el Dios supremo, el Padre celestial, también es llamado en la Biblia de la misma manera.
La expresión Jehová DE LOS EJÉRCITOS aparece 285 veces en el llamado Antiguo Testamento, y en hebreo es Jehová SEBAOT.
De esos 285 pasajes donde aparece esa expresión he seleccionado un puñado de versículos, los cuales voy a ir comentando uno por uno, para que usted mismo pueda ver que dicha expresión en la Biblia se aplica tanto al Dios supremo, que es el Padre, como a su Hijo Jesucristo, cada uno de ambos dioses son llamados en la Biblia Jehová de los ejércitos.
En la Biblia se le llama a cada uno de los dos dioses Jehová de LOS EJÉRCITOS porque ambos dioses tienen a su mando millones de legiones angelicales, millones de ángeles, las huestes celestiales, y todas ellas están al mando tanto del Padre, como del Hijo, por eso es que a cada uno los dos dioses se le llama de esa manera.
Fíjese que el Dios supremo, el Padre, tiene a todos esos ángeles a su servicio (Mt.26:53). Y Jesucristo también tiene bajo su mando a todos esos ejércitos celestiales, los cuales vendrán con él cuando regrese a la tierra (Mt.24:31, 25:31, Ap.19:13-14). Por eso es que tanto al Padre como al Hijo se les puede llamar Jehová de los ejércitos, como demostraré a continuación.
Comencemos.
1) 2Sa 6:2 Y se levantó David y partió de Baala de Judá con todo el pueblo que tenía consigo, para hacer pasar de allí el arca de Dios, sobre la cual era invocado el nombre de Jehová de los ejércitos, que mora entre los querubines.
Observe que en ese pasaje se dice que ese Jehová de los ejércitos mora entre los querubines. Sabiendo esto podremos conocer perfectamente quien es ese Jehová de los ejércitos que mora entre los querubines. Ponga atención:
Esos querubines son mencionados y descritos en este pasaje de Ezequiel:
2) Eze 10:12 Y todo su cuerpo, sus espaldas, sus manos, sus alas y las ruedas estaban llenos de ojos alrededor en sus cuatro ruedas.
Eze 10:14 Y cada uno tenía cuatro caras. La primera era rostro de querubín; la segunda, de hombre; la tercera, cara de león; la cuarta, cara de águila.
Eze 10:20 Estos eran los mismos seres vivientes que vi debajo del Dios de Israel junto al río Quebar; y conocí que eran querubines.
Eze 10:21 Cada uno tenía cuatro caras y cada uno cuatro alas, y figuras de manos de hombre debajo de sus alas.
Observe esa descripción que hizo el profeta Ezequiel de esos querubines, que son seres celestiales (extraterrestres) que se encuentran debajo y alrededor del trono del Dios Padre en el cielo.
Ezequiel dijo que cada uno de esos querubines estaban llenos de ojos alrededor. Tienen también cuatro rostros: rostro de querubín, de hombre, de león y de águila. Se les llama SERES VIVIENTES, y además tienen cuatro alas cada uno.
Pues bien, veamos ahora la descripción de estos querubines en el libro del Apocalipsis:
Apo 4:6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás.
Apo 4:7 El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando.
Apo 4:8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.
Observe atentamente que en la descripción que aparece en Ezequiel, y en la del Apocalipsis, hay muchas similitudes, y unas pocas diferencias. Por ejemplo, en la descripción de Ezequiel se dice que cada uno de esos cuatro querubines tenía cuatro rostros: rostro de querubín, hombre, león y águila. Sin embargo, en la descripción del Apocalipsis se dice que esos cuatro querubines tenían cada uno un rostro diferente: de león, becerro, hombre y águila.
En la descripción de Ezequiel se dice que esos cuatro querubines estaban llenos de ojos alrededor. Y en la descripción del Apocalipsis también se dice que esos cuatro querubines estaban llenos de ojos delante y detrás.
En la descripción de Ezequiel a los cuatro querubines se les llama “seres vivientes”, y en la descripción del Apocalipsis también se les llama “cuatro seres vivientes.”
En la descripción de Ezequiel leemos que cada uno de esos cuatro querubines tenía cuatro alas. Y en la descripción del Apocalipsis leemos que cada uno de esos cuatro querubines o seres vivientes tenía seis alas.
Por consiguiente, está claro que los cuatro seres vivientes mencionados en Apocalipsis 4:6-8 son QUERUBINES, los cuales están alrededor del trono de Dios el Padre en el cielo.
Ahora bien, observe que en ese pasaje de 2Samuel 6:2, y en otros pasajes más, se dice que Jehová DE LOS EJERCITOS MORA ENTRE LOS QUERUBINES, es decir, esos querubines están alrededor y debajo de ese trono celestial de Jehová el Padre, y en Apocalipsis resulta que se está hablando del Dios PADRE sentado en su trono celestial, y se dice bien claro que esos cuatro querubines o seres vivientes están alrededor de ese trono del Padre en el cielo, demostrando así sin ninguna duda que el Dios Padre es ese Jehová DE LOS EJERCITOS mencionado en 2Samuel 6:2.
Y que ningún hereje y mentiroso unicitario o trinitario diga la espantosa mentira de que ese único Dios sentado en el trono celestial mencionado en Apocalipsis 4:2-11 es Jesucristo, el Cordero, ya que resulta que en Apocalipsis 5:1-7 se dice bien claro que EL CORDERO ESTÁ DE PIÉ EN MEDIO DEL TRONO, Y SEGUIDAMENTE SE ACERCA AL DIOS SENTADO EN EL TRONO Y TOMA DE SU MANO DERECHA EL LIBRO SELLADO CON LOS SIETE SELLOS, demostrando así de forma irrefutable que ese Dios único sentado en el trono celestial no es Jesucristo, sino solamente el Dios Padre, el cual es llamado Jehová DE LOS EJÉRCITOS.
Por consiguiente, el Padre celestial es llamado en la Biblia Jehová de los ejércitos, igual que su Hijo Jesucristo también, como demostraré seguidamente.
3) 2Sa 7:26 Que sea engrandecido tu nombre para siempre, y se diga: Jehová de los ejércitos es Dios sobre Israel; y que la casa de tu siervo David sea firme delante de ti.
Observe como ese pasaje, y otros muchos más en la Biblia, dice que ese Jehová de los ejércitos es también el DIOS DE ISRAEL. Ahora bien, resulta que Jesús y sus apóstoles enseñaron que el Dios Padre es el Dios de Israel:
Jua 8:54 Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios.
Hch 3:13 El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad.
Como puede ver, Jesús dijo bien claro que su Padre celestial es el Dios de Israel, Jehová, ya que él es el Dios de los judíos. Y el apóstol Pedro dijo que este Dios de Israel, que es el Padre, glorificó a su Hijo Jesús, y como 2Samuel 7:26 dice que Jehová de los ejércitos es el Dios de Israel, ¡¡entonces el PADRE celestial es también Jehová de los ejércitos!!
1Cr 17:24 Permanezca, pues, y sea engrandecido tu nombre para siempre, a fin de que se diga: Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, es Dios para Israel. Y sea la casa de tu siervo David firme delante de ti.
Ese pasaje dice también que Jehová de los ejércitos es el Dios de Israel, y como el Padre es el Dios de Israel, entonces el Padre es también Jehová de los ejércitos.
4) Sal 24:7 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria.
Sal 24:8 ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el FUERTE y valiente, Jehová el poderoso en batalla.
Sal 24:9 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria.
Sal 24:10 ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, Él es el Rey de la gloria. Selah
En ese salmo leemos que ese Señor Jehová es llamado EL REY y el FUERTE, y él es poderoso en la batalla. Y a este Rey se le llama también Jehová de los ejércitos.
Ahora bien, resulta que en Isaías 9:6 se profetizó la venida del Mesías, Jesucristo, y se dice que uno de sus nombres sería Dios FUERTE, él es el Rey de Israel (Mt.25:34), y él es un Dios poderoso en la batalla, ya que será él quien vendrá del cielo con gran poder y gloria con todos sus ángeles para entablar batalla contra la bestia y sus ejércitos, a los cuales destruirá totalmente (Ap.19:11-21). Por lo tanto, ese Jehová de los ejércitos mencionado en ese salmo solo puede ser Jesucristo, el Rey de Israel. Esto demuestra bien claro que en la Biblia unas veces ese nombre de “Jehová de los ejércitos” se aplica al Padre, y otras veces se refiere a Jesucristo. Los dos dioses se llaman igual.
5) Sal 84:2 Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
Sal 84:3 Aun el gorrión halla casa, Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos, Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío.
En ese salmo se está hablando del DIOS VIVO, es decir, el DIOS VIVIENTE, y dice el pasaje que este Dios viviente es Jehová de los ejércitos, ¡¡y este Dios viviente es también el Padre!!, vamos a verlo:
Mat 16:16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Mat 26:63 Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios.
Jua 6:69 Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
1Ts 1:9 porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,
1Ts 1:10 y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
Observe atentamente esos pasajes, porque son importantísimos, ya que destrozan totalmente las doctrinas satánicas del trinitarismo y del unicitarismo.
Observe que en esos pasajes se habla del Dios vivo o viviente, y se dice bien claro que este Dios vivo es EL PADRE, siendo Jesús el Hijo del Dios viviente.
El apóstol Pablo dijo bien claro en 1Ts.1:9-10 que ese Dios vivo y verdadero es EL PADRE, siendo Jesús el Hijo de este Dios viviente, Jesús no es ese único Dios viviente, sino su Hijo, el cual también es un Dios vivo, como dijo el propio Jesús (Ap.1:18).
Ahora bien, en ese salmo 84:2-3 el autor sagrado dijo bien claro que ese Dios vivo es Jehová DE LOS EJÉRCITOS, lo cual demuestra una vez más que el Dios Padre es también Jehová de los ejércitos, un título que en otros pasajes también se refiere a Jesús. La diferencia es que Jehová el Padre es el Dios viviente supremo, es el Dios de Jesucristo (Ap.3:12), y Jesús es otro Dios vivo, pero subordinado a la autoridad suprema del Padre (1Co.11:3).
6) Isa 1:24 Por tanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios;
En ese pasaje leemos que ese Jehová de los ejércitos es EL FUERTE de Israel, y ya vimos que ese Dios fuerte es Jesucristo (Is.9:6). Además, el pasaje dice que este Señor Jehová de los ejércitos será quien tomará la venganza destruyendo a todos sus enemigos, y resulta que es JESUCRISTO quien vendrá del cielo para tomar venganza de sus enemigos, pagando a cada uno según sus obras (2Ts.1:7-10, Ap.19:11-21, 22.12), ¡¡será Jesucristo quien se vengará cuando venga del cielo!!, demostrando así sin ninguna duda que ese Señor Jehová de los ejércitos mencionado en esa profecía de Isaías se refiere solo a Jesús.
7) Isa 2:10 Métete en la peña, escóndete en el polvo, de la presencia temible de Jehová, y del resplandor de su majestad.
Isa 2:11 La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día.
Isa 2:12 Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido;
Isa 2:19 Y se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra, por la presencia temible de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando él se levante para castigar la tierra.
Isa 2:20 Aquel día arrojará el hombre a los topos y murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase,
Isa 2:21 y se meterá en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando se levante para castigar la tierra.
Isa 9:19 Por la ira de Jehová de los ejércitos se oscureció la tierra, y será el pueblo como pasto del fuego; el hombre no tendrá piedad de su hermano.
Observe esa tremenda profecía de Isaías, ya que en ella se describe la futura segunda venida gloriosa de Cristo la tierra, para destruir a todos sus enemigos. Se menciona el resplandor de su gloria cuando él venga del cielo. Observe que se menciona su PRESENCIA temible, es decir, su venida temible, su parusía, y se menciona la IRA de este Señor Jehová cuando venga en gloria a la tierra para destruir a sus enemigos, y esta ira de Jehová será la ira del CORDERO, es decir, de Cristo:
Apo 6:16 y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero.
Observe como la ira de Jehová de los ejércitos será la ira del Cordero, es decir, de Jesucristo, indicando así de forma clara que ese Señor Jehová de los ejércitos mencionado en Isaías 9:19 es Jesucristo, porque, repito, en la Biblia unas veces al Dios Padre se le llama Jehová de los ejércitos, y otras veces es a Jesucristo a quien se le llama así, y esto de ninguna manera significa que Cristo sea el Dios Padre, sino que hay DOS DIOSES llamados igual, Jehová, y que son el Padre y el Hijo.
8) Isa 13:4 Estruendo de multitud en los montes, como de mucho pueblo; estruendo de ruido de reinos, de naciones reunidas; Jehová de los ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla.
Isa 13:5 Vienen de lejana tierra, de lo postrero de los cielos, Jehová y los instrumentos de su ira, para destruir toda la tierra.
Isa 13:6 Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso.
Isa 13:7 Por tanto, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre,
Isa 13:8 y se llenarán de terror; angustias y dolores se apoderarán de ellos; tendrán dolores como mujer de parto; se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas.
Isa 13:9 He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores.
Isa 13:10 Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor.
Isa 13:11 Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes.
Isa 13:12 Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre.
Isa 13:13 Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día del ardor de su ira.
Esa profecía de Isaías 13 es impresionante. En ella se menciona también la futura venida gloriosa de Jesucristo, acompañado por sus ángeles, los cuales vendrán de una lejana tierra en los postrero de los cielos. En esa profecía a Cristo se le llama Jehová de los ejércitos, y se menciona el día de su futura venida gloriosa, llamado el Día del Señor.
Observe lo que dice el verso 10. Ahí se dice que justo antes de su venida gloriosa el sol, la luna y las estrellas se oscurecerán, exactamente lo mismo que leemos en Mateo 24:29-30, donde se habla de la futura venida gloriosa de Cristo, demostrando así de forma irrefutable que ese Señor Jehová de los ejércitos mencionado en esa profecía de Isaías es únicamente Jesucristo.
9) Jer 10:16 No es así la porción de Jacob; porque él es el Hacedor de todo, e Israel es la vara de su heredad; Jehová de los ejércitos es su nombre.
En ese pasaje de Jeremías se habla del Creador supremo del Universo, el Hacedor de todo, ¡¡el cual es solamente el Dios Padre!!, ya que del Padre proceden todas las cosas, fue él quien decidió crear los cielos y la tierra (1Co.8:6. Ap.4:10-11), y en dicho pasaje se dice que el nombre de este Dios y Creador supremo es Jehová de los ejércitos. Este pasaje es uno más en el cual se aplica al Padre dicho título, mientras que en otros pasajes bíblicos dicho título o nombre se aplica a Jesús, como he demostrado.
10) Zac 2:8 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo.
Zac 2:9 Porque he aquí yo alzo mi mano sobre ellos, y serán despojo a sus siervos, y sabréis que Jehová de los ejércitos me envió.
Zac 2:10 Canta y alégrate, hija de Sion; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, ha dicho Jehová.
Zac 2:11 Y se unirán muchas naciones a Jehová en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti.
Esa profecía de Zacarías es majestuosa y de una importancia fundamental, ya que en ella se mencionan claramente a estos dos dioses llamados “Jehová de los ejércitos”, que son el Padre y el Hijo. Voy a demostrarlo:
1- Observe que en el verso 8 se dice que es Jehová de los ejércitos quien está hablando.
2- En el verso 9 sigue hablando Jehová, y será este Jehová quien alzará su mano contra las naciones paganas que robaron a Israel.
Observe ahora lo que dice este Señor Jehová que está hablando: “Jehová DE LOS EJÉRCITOS ME ENVIÓ”.
Es decir, ¡¡ese mismo Señor Jehová de los ejércitos está mencionando a otro Señor Jehová de los ejércitos que le envió a él a la tierra!!
3- En el verso 10 sigue hablando este Señor Jehová, y dice que él VENDRÁ DEL CIELO, para morar en medio de Jerusalén. ¡¡Quien vendrá del cielo para morar en Israel será Jesucristo!!, cuando venga con gran poder y gloria (Mt.24:29-31).
4- En el verso 11 sigue hablando este Señor Jehová, y dice que cuando él venga a reinar a la tierra él morará en medio de Jerusalén, y entonces Jerusalén CONOCERÁ QUE JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS LE ENVIÓ A ELLOS.
Esa profecía de Zacarías es tremendamente espectacular, ya que claramente está mencionando a los dos dioses llamados Jehová: el Jehová supremo, que es el Padre, el cual envía a la tierra al segundo Jehová, que es Jesucristo, para morar en Jerusalén.
Por consiguiente, en la Biblia tanto al Padre, como al Hijo, se les llama “Jehová de los ejércitos”, porque cada uno de ambos dioses tiene el mismo Nombre, sin embargo, el Padre es el Dios supremo, el Dios que envía a la tierra al segundo Jehová, y Jesucristo es ese segundo Jehová de los ejércitos, el enviado por el Padre, el Hijo del Dios Padre, y Jesús dijo que este es conocimiento que hemos de tener para recibir la vida eterna: el Padre como el único Dios verdadero, y Jesucristo como el enviado del Padre (Jn.17:3), y como ya expliqué en este importante libro, cuando Jesús dijo que el Padre es el único Dios verdadero, no estaba diciendo que solo exista un Dios verdadero, sino que el Padre es un Dios único, porque no existe otro Dios como el Padre, él es el Dios supremo, el Dios de Cristo, la cabeza o jefe de Cristo, y Jesús es el Mesías de Israel, el enviado por el Padre, el Hijo de Dios, el cual se llama igual que su Padre celestial: Jehová DE LOS EJÉRCITOS, y si usted quiere ser salvo, debe tener este verdadero conocimiento bíblico, tal como se ha expuesto en este libro.
EL JEHOVÁ DE ÉXODO 6:1-8 ERA EL SEÑOR JESUCRISTO, EL ÁNGEL DE JEHOVÁ
Vamos a estudiar este tremendo pasaje para saber quién es este Dios llamado Jehová:
Éxo 6:1 Jehová respondió a Moisés: Ahora verás lo que yo haré a Faraón; porque con mano fuerte los dejará ir, y con mano fuerte los echará de su tierra.
Éxo 6:2 Habló todavía Dios a Moisés, y le dijo: Yo soy JEHOVÁ.
Éxo 6:3 Y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos.
Éxo 6:4 También establecí mi pacto con ellos, de darles la tierra de Canaán, la tierra en que fueron forasteros, y en la cual habitaron.
Éxo 6:5 Asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes hacen servir los egipcios, y me he acordado de mi pacto.
Éxo 6:6 Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes;
Éxo 6:7 y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto.
Éxo 6:8 Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo JEHOVÁ.
Observe atentamente lo que dice ese pasaje:
1- Ese Señor Jehová era exactamente el mismo Ángel de Jehová que habló a Moisés en medio de la zarza ardiente, ya que dicho Ángel divino se llama también Jehová (Ex.3). El capítulo 6 es sencillamente una extensión de esa aparición de Jehová a Moisés que comenzó en el capítulo 3.
2- El verso 3 dice bien claro que este Señor Jehová se APARECIÓ también a Abraham, a Isaac y a Jacob.
En Génesis 18 vemos esa aparición de este Jehová a Abraham en el encinar de Mamre. Ahora bien, ya vimos como la Biblia dice que al Dios Padre NADIE LE VIO JAMÁS (Jn.1.18, etc.), por lo tanto, ese Jehová que se apareció no era el Dios Padre, sino que era el Señor Jesucristo, el segundo Jehová. Recuerde que toda aparición es visible, ¡¡no existen apariciones invisibles!!
Este versículo 3 dice también que este Señor Jehová se apareció a ellos como Dios omnipotente, es decir, todopoderoso. El propio Jesús también es un Dios TODOPODEROSO, ya que él mismo dijo que el Dios Padre le dio TODO EL PODER en el cielo y en la tierra después de resucitar (Mt.28:18). Quien tiene todo el poder es todopoderoso. Por lo tanto, Jesús es un Dios todopoderoso, sin embargo, el Dios supremo, el Padre celestial, es EL todopoderoso, es decir, el todopoderoso supremo (Ap.1:8).
3- Los versos 4 al 8 dicen que este Dios llamado Jehová fue quien estableció el pacto con el pueblo de Israel, es decir, el pacto de la ley.
También dice el pasaje que este Señor Jehová fue quien los sacó de la esclavitud de Egipto y los llevó a la tierra prometida a Abraham, Isaac y Jacob.
Ahora bien, resulta que en Jueces 2:1 leemos bien claro que fue EL ÁNGEL de Jehová quien hizo el pacto con el pueblo de Israel y quien sacó al pueblo de Israel de Egipto para llevarlos a su tierra prometida. Leamos el pasaje:
El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros,
Es decir, que este Ángel divino es exactamente ese mismo Jehová omnipotente que descendió del cielo y se apareció a Abraham en el encinar de Mamre.
Esto demuestra de forma clara e irrefutable que existen DOS JEHOVAS, uno es el Jehová supremo, el Padre, que está en el cielo, a quien ningún ser humano vio jamás en la tierra, y este Jehová supremo envió a la tierra a su Mensajero especial, que es Jesús, el cual se apareció a Abraham con el mismo nombre que su Padre celestial: Jehová.
Los que rechazan esta clara enseñanza bíblica sencillamente ni creen en la Biblia ni la entienden, sino que han sido engañados por satanás, el padre de la mentira, el cual engaña al mundo entero (Ap.12:9).
En este último capítulo voy a demostrar que el Señor Jehová que descendió en el monte Sinaí para entregar la ley a Moisés fue el Señor Jesucristo, es decir, en Ángel de Jehová, el cual se llama igual que su Padre celestial: Jehová.
Leamos primero este pasaje:
Éxo 19:3 Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel:
Éxo 19:4 Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí.
Éxo 19:5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
Como puede ver, el pasaje dice que era ese Señor Jehová quien estaba en la cima del monte, y le dijo a Moisés que guardaran su pacto. Pero resulta que si leemos en Jueces 2:1 se dice lo siguiente:
Jue 2:1 El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros.
Ahí se dice bien claro que QUIEN HIZO ESE PACTO FUE EL ÁNGEL DE JEHOVÁ, ya que este Ángel divino también se llama Jehová. El pacto con Israel no lo hizo el Dios Padre, sino el segundo Jehová, que es Jesucristo, tal como he demostrado en este estudio.
Sigamos leyendo este capítulo 19 del Éxodo:
Éxo 19:11 y estén preparados para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá a ojos de todo el pueblo sobre el monte de Sinaí.
Éxo 19:18 Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera.
Éxo 19:20 Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió.
Como puede ver, ese pasaje dice que ese Señor Jehová descendió con gran poder y gloria sobre la cumbre del monte Sinaí, para entregar la ley a Moisés y hacer el pacto con la nación de Israel.
Ahora bien, resulta que esa ley fue ENTREGADA POR MEDIO DE ÁNGELES, vamos a leerlo:
vosotros que recibisteis la Ley por mediación de ángeles y no la habéis guardado. (Hch 7:53, Biblia de Jerusalén).
Entonces, ¿para qué sirve la Ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a quien fue hecha la promesa; y fue dada por medio de ángeles en manos de un mediador. (Gal.3:19. Reina Valera de 1995).
Es decir, fueron ÁNGELES los que descendieron al monte Sinaí para entregar la ley al pueblo de Israel por medio de un mediador, que era Moisés.
Esto demuestra de forma clara e irrefutable que quien descendió en el monte Sinaí para hacer el pacto con Israel NO FUE EL DIOS PADRE, sino que fueron ángeles, y entre esos ángeles estaba el principal Ángel de Dios, que es Jesucristo, el cual también se llama Jehová. Fue Jesús (el Ángel de Jehová) quien hizo el pacto en la ley con Israel (Jue.2:1).
Los falsos cristianos arrianos que enseñan que fue el Dios Padre quien descendió del cielo en el monte Sinaí para hacer el pacto con Israel están mintiendo. Fueron ángeles los que descendieron a la cima del monte para entregar esa ley, y ellos estaban capitaneados por el principal Ángel de Jehová, que es Jesús, fue él quien habló con Moisés cara a cara (Éxo.33:18).
Y ahora ponga mucha atención.
Este Señor Jehová, que es Jesús, que descendió en el monte Sinaí acompañado por ángeles y que entregó la ley al pueblo de Israel por medio de Moisés, vino del cielo a la tierra con sus CARROS, es decir, él descendió a la cumbre del monte Sinaí en carros voladores, y en uno de esos carros o vehículos voladores en forma de columna estaba el propio Jesús, leamos este pasaje:
Sal 68:17 Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares;
El Señor viene del Sinaí a su santuario.
Sal 68:18 Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad, Tomaste dones para los hombres,
Y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios.
Como puede ver, este Señor Jehová tiene carros voladores por veintenas de millares. Fue este Señor Jehová quien descendió en el Sinaí. Y ahora fíjese lo que dice el verso 18, en él se dice bien claro que este Dios llamado Jehová SUBIÓ A LO ALTO LLEVANDO CAUTIVA LA CAUTIVIDAD, Y DIO DONES A LOS HOMBRES.
Pues bien, ¿a quien se está refiriendo ese pasaje?, ¡¡al SEÑOR JESUCRISTO!!, vamos a leerlo:
Efe 4:7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.
Efe 4:8 Por lo cual dice:
Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad,
Y dio dones a los hombres.
Efe 4:9 Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?
Efe 4:10 El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.
Ahí lo tiene bien claro. El apóstol Pablo resulta que mencionó el pasaje del Salmo 67:17-18 Y LO APLICÓ A JESÚS, o dicho en otras palabras, Pablo dijo de forma clara que Jesús es ese Señor Jehová que descendió en el Sinaí. Fue Jesús, el Ángel de Jehová (y que también se llama Jehová), quien descendió del cielo para sacar a Israel de la esclavitud de Egipto y llevarlos a la tierra prometida (Ex.3:7-8, Juec.2:1), y fue él quien descendió del cielo en la cima del monte Sinaí para hacer el pacto con la nación de Israel y entregar su ley por medio de Moisés.
Fue el Señor Jesucristo quien estaba dentro de esa columna de nube voladora y quien luego descendió de esa nube en forma de columna gigantesca para hablar cara a cara con Moisés, como cualquiera habla con su compañero (Ex.33:11), y obviamente este Señor Jehová no era el Dios supremo, el Padre celestial, ya que al Dios Padre ningún ser humano le vio jamás (Jn.1:18, etc.).
Esto demuestra de forma clara e irrefutable que la principal doctrina de toda la Biblia es esta: hay dos dioses llamados Jehová, que son el Padre y el Hijo.
El Jehová supremo es el Padre celestial, él es el Jehová ÚNICO porque no hay otro Dios como él (Dt.6:4), y Jesús es el Ángel de Jehová, el cual también se llama Jehová, ya que el nombre del Dios Padre está en él (Ex.23:20-21).
Era el Dios supremo, el Padre, quien HABLABA a Israel por medio de los profetas hebreos (Heb.1:1-2), sin embargo, el Señor Jehová que descendía del cielo y se aparecía a los seres humanos no era el Dios Padre, sino que era el segundo Jehová, Jesucristo, el Ángel de Jehová, y fue este segundo Dios llamado también Jehová quien siglos más tarde se hizo carne, hombre, y habitó entre nosotros con el nombre de Jesús (Jn.1:14), y será este mismo Señor Jehová de los ejércitos, que es Jesús, quien vendrá del cielo con gran poder y gloria acompañado por todos sus santos para descender sobre el monte de los Olivos y reinar sobre toda la tierra desde la ciudad de Jerusalén (Zac.14:2-16, Mt.25:31-46).
Para ser salvos tenemos que confesar con nuestra boca esta gran verdad bíblica: que Jesús es este eterno Señor Jehová de los ejércitos, al cual el Dios supremo, el Padre celestial, resucitó de entre los muertos (Ro.10:9-10).
Hoy mismo día 28 de diciembre un falso cristiano arriano me ha enviado un mensaje por WhatsApp repleto de insultos hacia mi persona. Dicho individuo engañado por Satanás y desquiciado me ha citado el pasaje de Hechos 7:2 para decirme que mi doctrina es falsa, y que ese Dios de la gloria que se apareció a Abraham era el Dios Padre, no Jesucristo.
En este capítulo voy a refutar y a pulverizar el falso y diabólico argumento dado por ese falso cristiano arriano repleto de amargura y mentira.
1- En primer lugar voy a pegar ese pasaje de Hechos 7:2 que he tomado de la traducción literal interlineal griega-española, observe atentamente lo que dice:
(IntEspWH+) ο 3588:T-NSM El δε 1161:CONJ pero εφη 5346:V-IAI-3S dijo ανδρες 435:N-VPM Varones αδελφοι 80:N-VPM hermanos και 2532:CONJ y πατερες 3962:N-VPM padres ακουσατε 191:V-AAM-2P óigan ο 3588:T-NSM el θεος 2316:N-NSM Dios της 3588:T-GSF de el δοξης 1391:N-GSF de esplendor ωφθη 3708:V-API-3S fue visto τω 3588:T-DSM a el πατρι 3962:N-DSM padre ημων 1473:P-1GP de nosotros αβρααμ 11:N-PRI Abrahán οντι 1510:V-PAP-DSM estando εν 1722:PREP en τη 3588:T-DSF la μεσοποταμια 3318:N-DSF Mesopotamia πριν 4250:ADV antes η 2228:PRT que κατοικησαι 2730:V-AAN habitar αυτον 846:P-ASM él εν 1722:PREP en χαρραν 5488:N-PRI Harán
Ahí lo tiene bien claro.
Esteban dijo que ese Dios que se apareció a Abraham FUE VISTO por Abraham, es decir, ese Dios de gloria no era el Dios invisible, sino un Dios totalmente visible, ya que Abraham le vio con sus ojos.
Este mismo Dios visible llamado Jehová se apareció a Abraham también en dos ocasiones más: Génesis 17:1 y 18:1.
Ahora bien, como ya he demostrado en este libro, AL DIOS PADRE NADIE LE VIO JAMÁS, esto lo dijo Jesús (Jn.6.46, 5:37). Lo dijo también el apóstol Juan (Jn.1:18, 1Jn.4:12), y lo dijo también el apóstol Pablo (1Tm.6:16, Col.1:15).
Por consiguiente, escuche bien, todo aquel que enseñe que Abraham vio al Dios Padre sencillamente es un total EMBUSTERO al servicio del diablo que rechaza lo que enseña la Biblia, y lo que es peor, está insultando tanto a Jesús, como a los apóstoles Juan y Pablo llamándoles embusteros, ya que ellos enseñaron bien claro que al Dios Padre ningún ser humano le vio jamás aquí en la tierra.
Por consiguiente, es absolutamente IMPOSIBLE que ese Dios glorioso que se apareció a Abraham mencionado en Hechos 7:2 fuera el Dios Padre.
2- El falso cristiano arriano que hoy me ha enviado ese mensaje me dijo que ese Dios de gloria mencionado por Esteban solo puede ser el Dios Padre, porque en el texto se le llama EL Dios, en griego “ho Theos”, y según ese arriano la expresión “el Dios” solo se puede aplicar al Padre celestial en la Biblia, nunca a Jesús.
Eso que ha dicho ese arriano mentiroso es una burrada de marca olímpica y una total falsedad, por la sencilla razón de que en Juan 1:18 A JESÚS TAMBIÉN SE LE LLAMA “EL DIOS”. Vamos a comprobarlo.
Voy a pegar ese pasaje tomado de la traducción interlineal griega-española, para tapar la bocaza mentirosa de ese falso cristiano arriano y arrogante:
(IntEspWH+) θεον 2316:N-ASM A Dios ουδεις 3762:A-NSM-N nadie εωρακεν 3708:V-RAI-3S-ATT ha visto πωποτε 4455:ADV ninguna vez μονογενης 3439:A-NSM unigénito θεος 2316:N-NSM dios ο 3588:T-NSM el ων 1510:V-PAP-NSM siendo εις 1519:PREP hacia dentro τον 3588:T-ASM a el κολπον 2859:N-ASM seno του 3588:T-GSM de el πατρος 3962:N-GSM Padre εκεινος 1565:D-NSM aquél εξηγησατο 1834:V-ADI-3S explicó
Como puede ver, en ese tremendo pasaje de Juan se dice bien claro que a Dios, al Padre, nadie le vio jamás, y luego menciona al SEGUNDO DIOS, que es Jesucristo, ¡¡y se le llama “EL DIOS unigénito”, con el artículo!!, en griego ho Theos, y fue este segundo Dios, que es Cristo, quien vino a la tierra para darnos a conocer al Padre celestial, y si Jesús vino a darnos a conocer al Padre es porque sencillamente antes de su venida nadie conoció al Padre. Uno no puede dar a conocer a una persona si ya el mundo la conocía antes.
Por consiguiente, por supuesto que a Jesús, el Dios unigénito, también se le puede llamar “el Dios”, pero este Dios unigénito está subordinado al Dios supremo que es el Padre celestial, el Dios de Cristo (Heb.1:8-9, Ap.3.12, etc.).
De modo que lo que me ha dicho ese falso cristiano arriano de que a Jesús no se le puede llamar “el Dios” es una gran mentira.
3- En tercer lugar, ese falso cristiano arriano me ha dicho que ese Dios de gloria que se apareció a Abraham no puede ser Jesús, sino solo el Padre celestial, ya que según este sujeto Cristo no tiene esa gloria. Veamos como miente ese arriano hijo del diablo, Jesús dijo lo siguiente:
Jua 17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.
Ahí lo tiene bien claro. Jesús dijo que él tenía esa GLORIA juntamente con el Padre antes de que el mundo existiera.
Por lo tanto, por supuesto que Jesucristo también es un Dios de la gloria, él siempre tuvo la gloria de Dios juntamente con el Padre celestial. ¡¡Los dos dioses son gloriosos, es decir, resplandecientes!!
Por consiguiente, ese Dios de la gloria que fue visto por Abraham ERA SOLAMENTE JESUCRISTO, el segundo Jehová que bajaba a la tierra y se aparecía a los seres humanos antes de venir a la tierra en forma de hombre. De ninguna manera era el Dios supremo, el Padre, quien se aparecía, por la sencilla razón de que al Dios Padre ningún ser humano le vio jamás, tal como he demostrado más arriba.
4- El falso cristiano arriano dice que ese Dios de la gloria mencionado en Hechos 7:2 solo puede ser el Dios Padre, porque en Efesios 1:17 el apóstol Pablo llamó al Dios PADRE “el Padre de gloria”. Leamos el pasaje de Pablo:
Efe 1:17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,
El argumento dado por ese falso cristiano arriano es totalmente falso y diabólico.
Observe que el apóstol Pablo en ese pasaje de Efesios se estaba refiriendo solamente al PADRE, el cual es un Dios de gloria, porque obviamente este Dios supremo tiene gloria, y es el Dios de nuestro Señor (Adonay) Jesucristo.
Sin embargo, en el pasaje de Hechos 7:2 Esteban NO ESTABA MENCIONANDO POR NINGUNA PARTE AL PADRE, sino que se estaba refiriendo al Señor Jesús, el cual era el Señor Jehová que se apareció a Abraham, y el Señor Jesús, como ya he demostrado, también es un Dios de gloria (Jn.17:5).
Por consiguiente, lo que enseña la Biblia es que hay dos dioses gloriosos, que son el Padre y el Hijo, sin embargo, no fue al Dios Padre a quien vio Abraham, ya que al Padre nadie le vio jamás, sino que Abraham vio al segundo Dios glorioso, que es Jesús, el Dios unigénito, el cual nos dio a conocer al Padre (Jn.1:18).
No se deje usted engañar por la mentira satánica del arrianismo, creída y enseñada por millones de falsos cristianos engañados por Satanás, los cuales rechazan esta gran verdad bíblica y prefieren creer en doctrinas de demonios (1Tm.4:1).
Si usted desea ser salvo y tener la vida eterna en el Reino de Dios ha de confesar con su boca esta gran verdad de que Jesús es EL SEÑOR, es decir, el Señor Jehová mencionado en el llamado Antiguo Testamento el cual descendía del cielo y se aparecía a los seres humanos, y luego bautícese en el nombre del Señor Jesucristo INVOCANDO SU NOMBRE para el perdón de los pecados, y entonces será salvo:
“Porque todo aquel que INVOQUE EL NOMBRE DE JEHOVÁ será salvo” (Joel 2:32, comparar con Ro.10:12-13)
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